Oh I'm just counting

El nuevo gabinete y la DC: Debe asumir el rol de oposición constructiva que le ha asignado el pueblo y el Presidente electo. Por Ricardo Hormazábal. Exsenador y exPresidente DC

Creo que el equipo que acompañará al Presidente Boric está integrado por personas de gran calidad y las designaciones hechas buscan generar un clima de entendimiento, que permita realizar los cambios indispensables sin efectos negativos.

Es, también , un reconocimiento apropiado de varios hechos: Primero, que el programa original no tuvo el respaldo esperado en la ciudadanía, como se comprobó con el segundo lugar en la primera vuelta, y que la decisión del entonces candidato de incorporar los aportes de otros sectores políticos, incluida la DC, fue clave para permitir un respaldo muy amplio, en el 55% de las personas con derecho a voto.

No olvidar, la ausencia del 45% restante, es uno de los desafíos más significativos de los dirigentes de gobierno y oposición, ya que es vital romper el muro de desconfianza que, fundadamente, separa a buena parte de la ciudadanía con las elites dirigentes.

Segundo, el Presiente electo se da cuenta que necesita asumir positivamente la futura relación con los partidos, los actores sociales y económicos. Por ello, entiendo, a pesar de mis diferencias con las ideas neoliberales del nuevo ministro de Hacienda, Mario Marcel, especialmente con sus enfoques favorables a las AFP, que se busque un Bien Mayor; la confianza que los cambios se harán, con la seriedad y participación que ellos requieren, sin los excesos verbales que caracterizan a una parte de la nueva alianza de gobierno.

Tercero, el Presidente electo demuestra que ha leído bien la nueva correlación de fuerzas en el Congreso Nacional, dónde la derecha tiene una gran fuerza, especialmente sus sectores más fanáticos y la ampliación del arco político, es un paso en la dirección correcta...Pero insuficiente.

Veo desde el punto de vista del país, decisiones políticas atendibles, nombramientos de personas de gran valer profesional y humano, lo que abre esperanzas que se podrán enfrentar los duros desafíos que se vienen. En este sentido, debemos mostrar la mejor disposición para colaborar al éxito de este gobierno.

Esta conducta responsable es indispensable , si reconocemos la gravedad de la pandemia, de la actitud cerrada de los grandes grupos empresariales que se están llevando nuestros recursos al exterior y no entienden la necesidad de enfrentar positivamente la gran desigualdad existente. Asimismo, debemos saber actuar contra la violencia de grupos de narcotraficantes, delincuentes y del accionar antidemocrático de extremistas de derecha e izquierda.

Sin embargo, me llama la atención,, que estas decisiones políticas marginen a la DC, partido que, a pesar de su magro resultado electoral, será decisivo con sus 5 senadores, en un Senado, dónde la derecha controla casi el 50% y sus 8 diputados pueden ser decisivos en votaciones claves en esa Cámara.

Esto pasa, a pesar que este partido cumplió su acuerdo de cooperar a mejorar el programa del candidato y apoyó con sus votos al candidato triunfante, con ínfimas excepciones, y sin embargo se extiende la mala política de aislarla.

Creo que en buena medida estas decisiones erróneas tienen causas de responsabilidad propia de la DC. La estrategia de figurar en los medios que se adoptó por la directiva actual, privilegiando las visitas al Presidente Piñera en La Moneda y el apoyo de sus diputados a un mal proyecto de Reforma previsional, aunque en esta equivocada dirección, también, hubo votos del PR, PS y PPD.

También, hubo otros hechos internos, que debilitaron a la DC. Entre ellos, la aceptación de un insólito veto a una candidata presidencial del partido, elegida en una votación con cerca de 30 mil votantes; el acuerdo electoral firmado, sólo después que el PS y PPD recibieron un portonazo de la coalición del hoy Presidente electo.

Mucho daño hizo, además, la exigencia de una primaria por parte del PS y PPD, cuyo resultado fue desconocido por la candidata derrotada y algunos parlamentarios del PS.

Entre ellos, la hoy designada ministra de Defensa, Maya Fernández, que faltó a su propia palabra empeñada y trabajó por el hoy Presidente electo. Sólo recuerdo un solo caso anterior, en que una contradicción tan marcada, se puede probar con imágenes, sonido y lectura. Eso ocurrió cuando Evelyn Mathhei negó saber quién le había entregado la grabación hecha por el Ejército contra Sebastián Piñera, lo que debió reconocer como falso posteriormente. Ese tipo de personajes políticos no le hacen bien a Chile.

Pero las decisiones ministeriales le corresponden al Presidente electo y yo, un simple ciudadano, por el interés del país, respeto esa autoridad.

Para mi está claro, que la debilidad de la DC tiene base en el propio partido. La subsistencia de sectores que tienen cercanía ideológica con la derecha pero con una conducta populista increíble. El exsenador Ignacio Walker,  por ejemplo, tiene espacios permanentes en los medios de derecha, fue punzante contra los gobiernos de la Concertación a pesar de haber integrado gabinetes o puesto a gente de su sector en cargos relevantes, o de haber sido impulsor de la estrategia que llevó a la DC a romper la alianza histórica, opciones que fueron estrepitosamente derrotadas en dos ocasiones, con Claudio Orrego en primarias y luego en lista sola con Carolina Goic.

Hace pocos días, proponía concretar una alianza con sectores de derecha para ser oposición y hoy, el día del anuncio del nuevo gabinete, publica en Twitter que ”lo mejor de este gobierno es el Presidente electo” y que hay que apoyar con todo a este gobierno, con tres ministros comunistas incluidos, lo que antes aceptó y luego rechazó. Eso es poco serio.

Creo que el Presidente electo y su equipo han cometido errores serios respecto a la DC. Primero, la marginan y luego se involucran en las elecciones internas. Pero respeto su decisión del gabinete.

La decisión política del Presidente y los partidos que lo apoyan es conocida y respetable. Por ello, la DC debe asumir el rol de oposición constructiva que le ha asignado el pueblo y el Presidente electo. Debe apoyar con fuerza los cambios que algunos de sus mejores militantes, propusieron y el candidato aceptó. Debe aportar ideas para mejorar iniciativas y actuar con decisión para rechazar las que le parezcan apropiadas. Es su derecho y su rol.

Creo que la DC tiene una fortaleza en este Cambio de Época que vivimos. Deberíamos tener presente, hoy más que nunca, una de las frases hermosas con las que Tomic nos educaba y deleitaba. “La fuerza de las plantas está en sus raíces y no en las flores”

Sus bases doctrinarias, la filosofía cristiana, la crisis que azota al mundo y la doctrina actual de la Iglesia Católica, tienen una gran vigencia. Debe solucionar sus problemas internos de una manera franca y fraterna, pero no se pude seguir siendo un partido poco serio. Pedimos que se diera un tiempo para reflexionar, pero las máquinas habituales se negaron. ¿No habiendo poder que repartir, por qué el apuro?. Ya sabremos la respuesta.

Finalmente, reitero que se trata de mi opinión personal, ya que la voz oficial de la DC le corresponde a su Presidenta actual, Carmen Frei.

El país necesita partidos que actúen con responsabilidad, coherencia con sus ideas y no se presten a colaborar con la derecha.