Oh I'm just counting

Ex dirigente sindical Rodolfo Seguel a Cambio21: "Le pido al Presidente que hable menos, no haga chistes y no baile cueca..."

Foto: Rodolfo Seguel, ex dirigente sindical del cobre y ex diputado.

Por María Cristina Prudant
Rodolfo Seguel fue el sindicalista que hizo historia en nuestro país por ser  uno de los dirigentes del cobre más joven y que peleó por los derechos de los trabajadores durante la dictadura, lo que le valió incluso ir más de 20 veces a la cárcel. Es más, fue quien convocó a la primera protesta masiva contra Pïnochet. En simple, tiene toda la autoridad moral para referirse al mundo del trabajo.
Hoy se recupera de un cáncer que lo mantuvo alejado de la coyuntura política y sindical. Dice riéndose que está lleno de vida para dar "varias peleas más"...
 
¿Cómo analiza usted el movimiento sindical de hoy en el país?
 
Creo que el mundo sindical está viviendo una crisis bastante grande  y demasiado prolongada. Llevan muchos años ya en una situación de bastante inestabilidad en lo que es una organización sindical. Yo no logro visualizar en el tiempo que no haya organizaciones sindicales con fuerza. Creo que el discurso de unidad son más palabras que hechos, esto los vemos tanto en los dirigentes del sector público como privado.

El sector público puede organizarse con más facilidad porque tienen estabilidad en el trabajo, hay una gran diferencia con el sector privado que  se rige por el Código del Trabajo y esto hace que los “viejos”  tengan mayor temor a la sindicalización.

La ley Laboral que se aprobó, según la CUT, fue un avance, pero ahora Piñera la está cambiando vía decretos

Creo que el gobierno actual, más allá de los decretos o no decretos, es fundamental que este equipo de profesionales que ha creado el Ministerio del Trabajo en materia laboral pueda entregar un resultado que sea positivo, fundamentalmente en dos áreas: negociación colectiva y sindicalización. Tengo confianza en algunas personas que conozco por muchos años y más que criticar antes de ver resultados, prefiero esperar los resultados de este grupo de trabajo que ha llamado el ministro.

Quiero tener la buena voluntad y la buena fe de esperar un resultado. Prefiero no prejuzgar porque en el prejuzgar el movimiento sindical ha pagado costos muy altos, salvo en los gobiernos de los presidentes Aylwin, Frei y Lagos que pudimos hacer grandes cosas, pero después ha sido muy complicado, muy difícil para el movimiento sindical todo lo que sea crecimiento de sus organizaciones.

¿Por qué cree usted que al gobierno de Piñera no le interesa que los trabajadores estén bien?

Insisto que, hasta este minuto, en los 7 meses que van de gobierno, he visto dos cosas importantes: una voluntad política pública, que no puedo negarla, existe una voluntad del ministro, y una voluntad pública. Ahora, espero que esto se transforme en hechos reales. Hasta el momento no hay todavía ningún documento que pueda decirme  si efectivamente vamos por buen camino, estamos trazando un camino.

¿Qué le parece lo que pasa con el trabajo juvenil?

 El tema del trabajo juvenil ha tenido una serie de críticas, algunas con conocimiento de causa y otras no. Entonces, ante eso creo que el gobierno junto con la CUT deben formar una mesa de trabajo para implementar el tema del trabajo juvenil. El gobierno ya fijó una línea  ahora que escuche la línea que puedan plantear la CUT y logren un acuerdo, es factible. Yo no le tengo miedo a los acuerdos, viví mucho tiempo con los gobiernos pasados el tema de los acuerdos. No me niego a eso, es más, invito a que formen acuerdos, a que formen una mesa de diálogo, son cuatro años de gobierno. No puede vivir el mundo sindical solamente como tirando piedras. Quiero ver un mundo sindical que muestre resultados positivos para los trabajadores; negociación colectiva, reajuste de salarios, etcétera. Hay gente que trabaja por los puros bonos con un salario mínimo entonces, es importante cómo puede el mundo sindical mostrar algo para los trabajadores; estabilidad en el empleo, por ejemplo pre y pos negociación colectiva.

Chuquicamata: el gigantes egoísta

¿A los trabajadores del cobre cómo los ha visto?

Ahhh…no, con los trabajadores del cobre yo tengo una profunda y violenta diferencia con muchos de ellos, sobre todo los de Chuquicamata. El egoísmo les sale por  los poros. Voy a dejar al margen El Teniente porque es como mi casa, pero Chuquicamata que es una mina tan grande y con tantos trabajadores, el espíritu solidario no existe allá. Como bien les dijo una vez don Patricio Aylwin, y ellos se molestaron mucho, que eran unos privilegiados, se han olvidado que existe otra clase de trabajadores que son los que dependen de los que hagamos nosotros.

El cobre en materia laboral de dirigentes sindicales es lo más egoísta que me ha tocado ver en los últimos años.

¿Por qué son egoístas?

Porque trabajan para ellos no más. Solo para ellos y para ellos. El famoso topón pa’ dentro. Mientras a ellos les tengan 20, 25 millones cada dos años, tengan salas de juego para divertirse, paseos bonitos, lindos lugares en la playa, buenos vehículos, buenas casas, le importa un comino el resto de los trabajadores chilenos. La solidaridad no la conocen, ni siquiera la palabra.

¿Y qué deberían hacer  en torno a la solidaridad?

Creo que los petroleros, los del cobre, los bancarios, colegio de profesores, tienen que hacer acuerdos de cómo defender a los trabajadores chilenos. Perp no, el egoísmo es muy grande en ellos. Y cuando ellos ven que algo puede ocurrirles, dan un par de gritos y consiguen  plata y se quedan tranquilitos en el nido.

¿No será que esto tiene que ver con el exceso de consumismo en nuestra sociedad?

Eso lo estamos denunciando hace tantos años. El consumismo es alimentado por la buena remuneración en el caso de quienes ganan harta plata. Porque no podemos decir que haya consumismo en los bencineros, panaderos o en la construcción.

Los trabajadores del cobre, petróleo y bancarios son los privilegiados de Chile  en el mundo del trabajo y no tengo ningún temor en decírselo en sua caras.

Faltan dirigentes como Manuel Bustos o María Rozas

El último tiempo ha tenido tiempo para reflexionar, pensar. ¿Cómo ha visto la labor que cumplió usted como dirigente sindical durante la dictadura?

A mi me correspondió encabezar un Consejo de Solidaridad con el país que no se ha vuelto a ver nunca más. Nunca más se vio la solidaridad del mundo del trabajo con los propios trabajadores y con otros gremios. Nunca más vimos dirigentes sindicales del nivel de Manuel Bustos, María Rozas, de un “loco” Cuevas, de un Manuel Rodríguez. Nunca más vimos dirigentes sindicales de esa estirpe, fuertes, valiosos, constructivos como un Milton Puga, que dieron la vida por los trabajadores. Bueno, ya luchamos por ellos  y ahora lo tienen todo y no dan nada. El último gran aporte del mundo del trabajo al país lo hicimos en la década de los 80.

 

Rodolfo Seguel en la época de los 80 cuando era dirigente sindical del cobre y fue detenido por llamar a los trabajdores a movilizarse.

¿Usted podría recordar lo que ocurrió en esos años?

  Bueno, no hay nada más hermoso para nosotros que las protestas, lo que hizo la Confederación de Trabajadores del Cobre, que yo presidía. Primero, logramos aunar y unir a todos los trabajadores chilenos en el Comando Nacional de Trabajadores y hoy día no existe unidad. Logramos movilizar a todos los trabajadores   del país, a los profesionales, estudiantes, pobladores y a los pequeños y medianos empresarios. Movilizamos un país, logramos que el país no tuviera miedo y que enfrentara a la dictadura.

Logramos abrir la prensa, que se pudiera expresar con libertad, con tranquilidad, logramos que los colegios profesionales salieran de su lugar de trabajo y se atrevieran a salir a la calle y enfrentar  la dictadura.  Logramos en materia social lo que no se ha vuelto a hacer porque apenas asume el Presidente Aylwin uno de los mayores reajustes salariales lo conseguimos nosotros. Entonces, somos una generación privilegiada en el sentido que tuvimos el espacio para pelear y somos privilegiados porque somos valientes y peleamos, luchamos y ganamos.

Ese para nosotros es nuestro mundo. Yo no me amilano ante nadie, ni ante nada y políticamente no me preocupa de qué partidos son. Me preocupa que sea Chile el que gana. Chile ganó con nosotros, el pueblo chileno ganó con nosotros y eso cualquiera no lo puede decir.  Nosotros éramos luchadores, honrados, que no luchábamos por prebendas. No queríamos nada y lo dimos todo.

Piñera: que hable solo lo que tiene que hablar, que no haga chistes y no baile cueca

En el ámbito político, ¿cómo ve el gobierno de Piñera?

Veo a este gobierno como con dos caras. Veo la cara pública que quiere hacer muchas cosas, pero después veo una cara que abre La Moneda para celebrar el triunfo del NO. Veo una cara social que quiere ayudar a mucha gente, pero no veo leyes laborales  para favorecer a los trabajadores. Lo mismo pasa con educación, salud. Veo un vocabulario, pero no veo hechos. Creo que el gobierno está cometiendo el grave error de hablar mucho y hacer poco, lo que le critican a Evo Morales creo que es mejor mirarse hacia adentro porque el gobierno está hablando mucho, pero no hace nada.

Mucho paseo, mucho viaje, mucha gente recorriendo el mundo. No solo a nivel del Ejecutivo. Recordemos que hace un tiempo 15 parlamentarios andaban en Israel. Entonces, veo que las arcas fiscales se están usando mucho para el paseo. Dicen que hay que cuidar los recursos pero los están malgastando de una forma increíble.

En su opinión ¿cuáles ministros lo han hecho mejor hasta aquí?

Creo que Nicolás Monckeberg puede hacerlo bien porque sabe del tema, puede dar buenos frutos. Lo conozco porque trabajé varios años con él en el Congreso. La ministra de Educación puede dar buen resultado y puede ser apoyada por su marido, Andrés Allamand. La ministra de Transportes, Gloria Hutt lo está haciendo bien, esa área la noto sólida. Alfredo Moreno lo está haciendo bien en materia social. La campaña de invierno con las bufandas azules fue muy bonita en el invierno.

Pero , con el Presidente yo haría dos cosas: que no salga tanto con la señora , que lo deje a él hablar más y que él hable solo lo que tiene que hablar, que no haga chistes, ni baile cueca.