Por María Cristina Prudant El ex ministro del Trabajo y ex Presidente del PS, Osvaldo Andrade, quien también fue diputado, se ha mantenido el último tiempo muy vigente porque aparece constantemente en foros en la televisión y otras instancias abordando la contingencia y preocupado por distintos aspectos de la vida política y social del país ya que el Presidente está paralizado por el abandono de quienes votaron por él.
¿Cuándo completamos cuatro meses del estallido social, cómo describiría usted el panorama del país?
Creo que la mejor manera de describir el período estival, enero y febrero, y la perspectiva de marzo es que todo el mundo entiende que marzo se nos viene otra vez extrañamente lleno de movilizaciones. Este es un sentido común instalado, justo o injusto, certero o no, igual hay que esperar. Pero, es evidente que todo el mundo lo que vislumbra y se dice; el súper lunes, el 8 han anunciado desde el gobierno 25 movilizaciones da cuenta de que este período de transición, por decirlo así, este período de enero y febrero que también ha estado con algunas movilizaciones contundentes ha servido para generar una lógica de la creación de un clima más adecuado para enfrentar ya sea la tarea constitucional o la tarea de las reformas sociales que se aspiran.
Entonces, yo siento que ha habido un tiempo precioso que se ha perdido.
¿Quiénes han perdido ese tiempo?
Todos, por cierto en primer lugar por el gobierno que es que tiene una obligación de iniciativa política más nítida, más contundente y es la tarea para la cual fue electo. Pero también yo siento de parte de la oposición que podría haber aprovechado. No, la gente se fue de vacaciones lisa y llanamente.
Bueno, costumbres demasiado arraigadas…
Si pareciera, pero no da cuenta un poco del clima. O sea, yo lo único que escucho. Se viene marzo y todo el mundo manifiesta preocupación, pero qué hemos hecho para que eso no ocurra. Yo ahí siento una desidia bien complicada.
Tendrían que trabajar para que ocurra marzo, pero dentro de un margen adecuado
A eso me refiero, por supuesto. Se trata de que este tiempo debiera haberse ocupado en encauzar un año que de suyo va a ser un año complejo. Está el proceso constitucional, el de reformas sociales que todavía están pendientes. Está el inicio de una vorágine electoral, elecciones convencionales una u otra ya sea la alternativa, elección además de autoridades municipales y gobernadores que también hay una incertidumbre. Para ser franco mi impresión es que el mes de marzo, el mes político de marzo se inicia con las mismas incertidumbres con que terminó diciembre. Pareciera ser que enero y febrero no sirvió de nada ni un uno ni en otro sentido.
Respecto a lo que está ocurriendo camino al plebiscito de abril. ¿Cuál es su sensación?
Siento una cierta desidia y que me preocupa y es que hay un mundo que da muy por hecho el triunfo del apruebo y además con holgura, ambas afirmaciones hay que ponerlas en cuestión. Todo indica que el Apruebo va a ganar, pero creo que falta un mes de campaña en que va a haber una campaña de parte de la derecha muy vinculada con la generación de temores fundados y infundados, digamos y eso puede alterar la volatibilidad del sentir ciudadano. En un país que está tan despolitizado estas cosas varían de una semana a otra. También me preocupa es que hay una descomposición de los actores políticos y una incapacidad de llegar a puntos comunes. Esto no solo se ve a nivel del oficialismo que en el partido del Presidente hay dos campañas. El alcalde de Santiago, (Felipe Alessandri) pide disculpas por haberle dicho momio a los momios.
El gobierno reitera su prescindencia y el Intendente manifiesta su opción por el Apruebo, o sea, hay una generación en el oficialismo que está por esa opción. Agréguelo a eso el tema MOP de la Región de La Araucanía, etcétera. Y en la oposición, tampoco se vislumbra una unidad de propósito muy explícita si bien es cierto, todos a estas alturas entendemos que la cuestión del Apruebo va a tener distintos comandos y va a tener presentaciones diversas, siento que es muy relevante, lo que se haga de aquí al 26 porque el segundo tiempo de esta pelea, que es después del 26, va a estar con mucha conciliación respecto a cómo llegamos el 26, entonces creo que los esfuerzos que se hagan para mejorar la representatividad, el tema de los independientes, de la paridad, los esfuerzo que se hagan para lograr un cierto propósito común de la centroizquierda, el entendimiento más con el movimiento social que todavía sigue ahí un tanto pendiente. Y ahí hay responsabilidad de todo el mundo evidentemente, por eso decía que enero y febrero podría haber sido una etapa propicia para haber mejorado la presentación antes del 26 y no esperar marzo en que todos nos vamos a concentrar en mucha polaridad probablemente.
Es un panorama que en realidad no se ve tan claro... Para nada y además con un gobierno que, por el margen de adhesión ciudadana, con un Presidente completamente neutralizado con un programa de gobierno que ya es historia, pero sin una alternativa al respecto en que la responsabilidad esencial es, precisamente garantizar las condiciones para que el proceso plebiscitario, electoral y el de reforma se desarrolle con un cierto ordenamiento, con una cierta línea de navegación. Tampoco hace lo suyo, si uno pensara que iniciativa el gobierno ha tenido este año, llevamos un mes y medio, pero qué o al término del año pasado qué. Están las discusiones legislativas, pero que iniciativa de gobierno que involucre a la totalidad del país.
Desbordes hace lo que debió hacer Piñera y a Desbordes le caen encima todos a los que le pidió disculpas el alcalde de Santiago, que pidió disculpas por ponerle nombre a la verdad no más. Entonces, eso debió haberlo hecho el Presidente y nada de eso sucede, por el contrario los problemas se siguen acrecentando. Y a eso agréguele y esto ya es una cuestión que va más allá del sistema político, los problemas del agua que es un tema inesquivable. No sé por qué no hay una tarea del sistema político en su conjunto para enfrentar este tema, con medidas concretas, con un proceso de concientización ciudadana. En Chile acaban de avisarnos que en la Antártida hubo 20 grados de temperatura y nos empieza a dar como lo mismo.
Al parecer, el tema del agua después de lo que pasó en el Senado, que a pesar de que la mayoría estaba de acuerdo en consagrarla como un bien de uso público y ganó la postura en contra con menos votos, se estancó. Pero si son los mismos que hoy día nos invitan a subirnos a la micro, se da cuenta. Son los mismos que están apareciendo en esta cosa publicitaria que dice: los invitamos a subirse a una micro para hacer las reformas que Chile necesita y no demorarnos dos años. Pero si la micro pasó hace dos meses atrás por el Senado y los mismos de la micro no se quisieron subir a ella. Si lo que pasa es que ellos están esperando la micro que va para el otro lado, en sentido contrario. Esa es la micro de ellos.
¿Qué le parece que la derecha después del estallido social en vez de cumplir con los compromisos adquiridos cambia de actitud y lo único que busca es el orden público y la paz?
La derecha, o una parte de ella, a las 48 horas de haber suscrito el acuerdo para el proceso constitucional se arrepintió de ello. Si nunca han estado convencidos de eso y fue una respuesta para la profundidad de la crisis. Creo que en este país sucedió un fenómeno bien especial, que hay algunos que vislumbraban esto y que se negaron a reconocerlo, otros lo declararon y no tuvieron fuerza para transformarlo en una política y otros que simplemente lo negaron. Creo que los que lo negaron lo siguen negando desde el punto de vista del formato de la solución. Yo no le creo a la derecha cuando dice que estas reformas se pueden hacer rápidamente por que sería negar lo que ha sido su conducta de las últimas décadas. Y quedó demostrado con el tema del agua. Entonces, mi impresión es que la invitación que hace la derecha en ese sentido es a que sigan produciéndose las movilizaciones sociales porque la gente dice estos caballeros no entienden, dicen una cosa hacen otra, por qué vamos a desacelerar y es un problema complejo porque siguen pasando cosas.
Bastó la muerte de un barrista de Colo Colo para que se reanudara un proceso de violencia. Una comisaría intervenida porque quedó demostrado que la brutalidad de los carabineros era explícita, flagrante. Entonces, como que nadie se hace cargo de esto y por eso reitero que hemos perdido dos meses y que se podrían haber hecho muchas cosas.
“El Presidente está bloqueado” ¿Qué pasa con el Presidente Piñera en estos momentos? Este gobierno está claramente por el Rechazo. Y además con un Presidente que, al contrario de lo que haría cualquier persona con sentido común, en vez de esconderse porque tiene tan bajo nivel de respaldo lo que debiera hacer es tomar mucha iniciativa para enfrentar ese bajo nivel de respaldo. Que de las vacaciones fue la novena y ahora anduvo en Puerto Montt, qué más.
¿El rol político de Piñera durante el estallido social, cómo lo analiza usted? No es fácil lo que me pregunta porque implica estar un poco más cerca. Mi impresión es que el Presidente Piñera está hoy día completamente bloqueado por un mundo que lo respaldó y que hoy día le quitó ese respaldo y lo hace en forma brutal. Probablemente, no a nivel de las redes sociales porque se supone que es gente que no lo respaldó, pero las cosas que uno escucha del mundo empresarial o de la propia derecha créame que es mucho más hiriente que lo que pueden decir las redes y eso para el es tremendo porque en qué se respalda.
Se tiene que respaldar en el rol institucional y tampoco lo hace, y esta es una impresión, que el propio entorno del gobierno vislumbra que es mejor que no tenga gran protagonismo y que ese lo asuman otros. Y al principio tuvieron un cierto acierto cuando nombraron a Blumel, al ministro de Hacienda, a la vocera, pero eso duró nada porque como la política tiene menos glamour de lo que uno cree, lueguito a los partidos mayoritarios le fue muy incómodo, particularmente a la UDI.
Entonces, a su vez, estas caras nuevas que vislumbraban un respiro también han tenido dificultades porque el mundo que los debiera respaldar, en el ámbito parlamentario y político, tampoco los ve con simpatía. Yo no tengo ninguna duda que para la UDI sacarse de encima a Blumel y al ministro de Hacienda sería un éxito político. Entonces, en toda esta crisis Piñera, no solo está solo sino que además se comporta como solo, no atina. Y yo reitero cuando uno tiene 8% que más puede perder, lo único que eso implica es tener audacia para tomar iniciativa, convocar, citar, debiera ser el Presidente del agua, citar a los movimientos sociales, pero él se tiene que mostrar, tiene que verse un Presidente que está en los temas. Y uno lo que escucha es que la vocera dice que el Presidente está detrás de todo esto, pero son decires. Reitero, qué iniciativas política ha tomado el gobierno de diciembre a la fecha. Los gobiernos no salen de vacaciones.
