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Senador Francisco Huenchumilla a Cambio21 y el manejo de la pandemia del Gobierno: "Primó la soberbia y pretender ser los mejores del mundo”

Por Alfredo Peña R.
 
En el Senado, nadie niega lo estudioso y metódico que es el Senador por la Araucanía, Francisco Huenchumilla. El último hecho que demostró la acuciosidad del parlamentario fue cuando en una larga sesión de la cámara Alta, la semana recién pasada señaló en su discurso sobre el limíte de la reelección que “respecto del proyecto sobre límite a la reelección de los senadores y diputados y otras autoridades, se produjo una confusión (…) puesto que no ha existido nunca una norma con efecto retroactivo”, destacó Huenchumilla.
 
De esta manera, el legislador afirmó que la realidad jurídica sugiere una interpretación diferente: “Aquí lo que hay es una norma, en la parte sustantiva de la Constitución, que establece determinados requisitos para poder postular a ser diputados y senadores. Esa norma dice que el ciudadano que fue reelegido por dos periodos como diputado, y el senador por un periodo, no puede volver a ser candidato. Esa es la norma”.
 
Esa tesis, que está siendo debatida en los partidos y en el parlamento produjo un "rebaraje total al naipe político" ya que varios no podrán ser candidatos de nuevo a ser parlamentarios, alcaldes o concejales.
Francisco Huenchumilla ha sido subsecretario, ministro, alcalde, intendente, diputado y senador y algunos plantean que podría ser candidato presidencial. Huenchumilla sólo se ríe y dice que todo a su tiempo.
 
Senador: En su región, hubo un brote de contagio muy fuerte y duro al principio de la pandemia. Incluso muchas de las autoridades tuvieron Covid-19 y otros, tuvieron que confinarse. ¿Cuáles son las cifras en la Araucanía?  ¿Ya pasó la situación de emergencia en su región? ¿Usted en lo personal, tuvo que confinarse?
No solo hubo un brote muy fuerte, sino que siguen creciendo los casos de contagiados, más de 2 mil y, fallecidos, más de 50, sin saber cuanto seguirán creciendo estas cifras.
 
Somos, desgraciadamente, una de las regiones más afectadas y no se observa una conducta adecuada por parte de la autoridad que, la semana pasada, tomó la decisión de terminar con el cordón sanitario, contra la opinión de todos los expertos que, con esa decisión prevén que los contagios puedan aumentar.
En mi caso, dada la posibilidad de seguir las sesiones del Senado, de manera telemática, he permanecido en mi casa, desde marzo, siguiendo todas las sesiones, todos los días, tanto de la sala, como de las Comisiones del Senado...
Senador estamos colapsados con los contagiados en todo el país, especialmente en la Región Metropolitana. ¿Influyó la idea de la Nueva Normalidad o el Retorno Seguro que expresaron Piñera y Mañalich?
Hablar con apresuramiento de nueva normalidad o retorno seguro fue muy aventurado y, probablemente, obedece a la pretensión presidencial de demostrar, siempre, que el es capaz de hacer las cosas como “los mejores del mundo y, resulta que ahora, nos encaminamos a ser el país con mas contagiados, de acuerdo a nuestra población. Eso no se debió haber hecho. Habla muy mal de un gobierno cuya preocupación esencial debió haber sido, desde el principio, cuidar la salud y la vida de todos los chilenos.
 
¿Cuál es su análisis del trabajo realizado por Piñera y Mañalich al frente de esta pandemia? ¿Falló la estrategia del Gobierno?
Falló la estrategia, al punto que el Ministro ha debido reconocer que no conocía la situación de pobreza y hacinamiento, existentes en el país. Es imposible entonces que el gobierno, en esas condiciones, haya estado en condición de generar una planificación adecuada. Allí están los resultados.
Ese apresuramiento triunfalista puso en riesgo a millones de chilenos y, esa conducta la mantienen hasta hoy, desgraciadamente.
 
¿Qué piensa de los argumentos que han dado los ministros de Hacienda y Economía, que no pueden entregar más apoyo económico, especialmente a los más pobres, porque no saben cuánto va a durar esta epidemia?
Los consume su ideologismo, que demuestra más preocupación por cuidar el modelo, más que responder a las necesidades de millones de chilenos, que hoy tienen problemas objetivos, para alimentarse adecuadamente.
Los economistas, reunidos por el Colegio Médico, pertenecientes a todos los sectores, han manifestado que existen recursos fiscales suficientes para ayudar, a lo menos por 6 meses a que las personas puedan mantenerse en sus casas , con recursos suficientes para hacer cuarentenas estrictas.
 
Es muy lamentable que el gobierno siga siendo insensible a esta necesidad. El reclamo de los más vulnerables y de los economistas debe ser acogido. Es un tema de humanidad, mínima
Parece que fallaron todos los pronósticos y las cuarentenas progresivas decididas por el Gobierno respecto de esta pandemia. ¿Qué cree usted?
Lo que falló no fueron los pronósticos. Muchas organizaciones científicas, el Colegio Médico y los Alcaldes, se cansaron de insistir al gobierno en el sentido de que esto no era una guerra y, por lo tanto, el lenguaje militar, empleado por el Presidente y el Ministro de Salud, eran innecesarios y lo que se debía hacer era iniciar cuarentenas globales, a lo menos dos meses antes. Si se hubiera hecho así, los resultados serían otros. Pero primó la soberbia y pretender “ser los mejores del mundo”
 
Estamos en los peores días de los contagios y las muertes por el virus. Incluso tenemos más infectados que China, donde nació el contagio. ¿Qué fue lo que falló?
Al final de esta pandemia, Chile se está ubicando en el primer lugar de contagiados, por cada millón de habitantes. Ello muestra el absoluto fracaso de la estrategia seguida.
Los países a los que les ha ido mejor han tenido gobiernos que reconocieron tempranamente la magnitud del problema y convocaron a sus ciudadanos con ánimo convocante. Aquí ganó la soberbia y, como se ha reconocido ahora, el desconocimiento de la realidad social del país, lo que es inexcusable.
 
Piñera pide ahora a la oposición un pacto de unidad política y social: ¿Por qué cree que lo hace luego de más 80 días del inicio de la pandemia?
Simplemente, porque fracasó su estrategia y, el, se ha caracterizado por “privatizar las utilidades y socializar las pérdidas”, lo que lo ha acompañado toda su vida pública.
Si la estrategia que siguió le hubiera funcionado, habría seguido ninguneando a la oposición, los científicos y los Alcaldes, a los cuales trató, durante tres meses, de la peor manera.
 
En los próximos años, ¿Vamos a tener chilenos más pobres, cercano a las cifras de pobreza que tuvo la dictadura?
Y tal vez peor, porque no solo tendrán múltiples carencias, sino porque, la mantención de la primacía de lo financiero, dejará millones de familias fuertemente endeudadas y, sin capacidad de pago, verán menguado el modesto patrimonio alcanzado y, los índices de desempleo acompañarán al país, con sobre dos dígitos, por mucho tiempo.
Y, desde luego, los bancos y los prestamistas de todo nivel, actuarán de la manera insensible que le conocemos. Por eso se necesitará un Estado mucho más activo, para proteger a las familias. Eso, desgraciadamente, aún no lo entiende el gobierno ni los partidos de derecha.
Usted en otras entrevistas y aquí mismo en Cambio21, ha señalado que hemos construido una sociedad individualista y preocupada del consumo. ¿La pandemia con sus dramáticas cifras, nos "ayudará" a construir una sociedad más igualitaria y menos individualista?
Solo se podrá vislumbrar un cambio si, los chilenos, representados por sus instituciones, sus partidos y sus organizaciones de base, nos ponemos de acuerdo en la imperiosa necesidad de cambiar el modelo neo liberal, impuesto en dictadura y aplicado, hasta con maldad, especialmente en estos últimos años.
La construcción de una nueva sociedad, que reemplace la competencia por la solidaridad y, el “estado subsidiario”, donde priman los intereses de los más poderosos, a través del mercado, por un “estado social de derechos”, será la tarea de los próximos años. A ello nos deberemos abocar todos aquellos que tenemos responsabilidades de representación de los ciudadanos y, estos, presionando para que ello ocurra.
 
La pandemia nos ha demostrado que a Chile le faltó un Estado bienestar más igualitario y más preocupado de los que tienen menos...¿Qué piensa usted?
Así es, durante mucho tiempo nos conformamos con haber disminuido la pobreza; sin embargo, pusimos menos preocupación en la inmensa inequidad que iba provocando la aplicación de un modelo que, en nuestro país, se impuso de la manera más ortodoxa, al punto de ser vista en el mundo como una rareza que, no se había visto en otro lugar.
En eso fallamos, como sociedad, pues permitimos que algunos se hicieran infinitamente ricos y se felicitaran por salir en las lista Forbes, mientras otros muchísimos, vivieran teniendo que pagar más del 70% de sus ingresos en créditos, incluso para comprar sus alimentos.
Esto no puede seguir ocurriendo y, ello, deberá estar en la base de cualquier proceso de acuerdo, como a los que se está llamando ahora.
 
¿Qué debe hacer la DC en los próximos años? ¿Ser un referente de oposición de centro izquierda o uno de centro derecha como ya lo enunciaron camaradas suyos como Jorge Burgos e Ignacio Walker?
La Falange Nacional, precursora de la Democracia Cristiana nace, precisamente, por una lectura adecuada del Humanismo Cristiano, realizada por sus fundadores.
Esto los llevó, entonces, a salir del entorno de la derecha, donde se representaban los católicos, en los años 30.
Desde allí, nunca, la Democracia Cristiana representó, ni la centro derecha ni, menos el “centro reformista”, como proponen Burgos y Walker. La DC se definió, siempre, como un partido “de vanguardia”, que tiene como misión superar el “orden imperante”, en palabras de don Jaime Castillo, para construir una sociedad donde su eje es la búsqueda del Bien Común, para construir la Justicia Social. Eso es lo que no puede ni debe abandonar la DC.
Eso nos lleva, hoy, a entendernos, en el ámbito de la centro izquierda, con todos aquellos que son oposición al actual gobierno y que manifiesten voluntad de construir una plataforma de gobierno común, para el próximo período.
Liderazgo en la centro izquierda: "Nos ha faltado más humildad"
 
El ex ministro y senador José Miguel Insulza dijo a Cambio21 que "no se compraba eso de no son 30 pesos si no 30 años", ideas que usa gente de izquierda para criticar a los Gobiernos de Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet. ¿Qué piensa de esta idea?
Todos los gobiernos tienen sus luces y sus sombras. Es evidente que el disminuir la pobreza, desde el 39.5%, que dejó la dictadura, hasta menos del 10%, es un logro de los gobiernos de los 30 años. Pero es cierto también que, en ese período, se consolidó una inequidad que no es posible seguir tolerando.
Eso hace que, muchas personas, especialmente los más jóvenes, interpreten que, todo lo ocurrido en este período no ha sido lo esperado y, en parte, tienen razón. Es evidente que nos faltó mayor fortaleza para impedir los niveles de inequidad que hoy nos acompañan.
La construcción de una estrategia para gobernar los próximos años, nos obliga a no esconder la cabeza, como el avestruz, sino a generar opciones que den respuesta a las demandas, absolutamente legítimas, de los sectores más postergados.
 
¿Por qué cree usted que no ha aparecido un liderazgo claro y nítido en la centro izquierda para enfrentar a la derecha?
Nos ha faltado más humildad y nos ha sobrado algo de soberbia. Nadie puede pretender tener todas las respuestas, cuando, a veces, ni siquiera sabemos todas las preguntas.
El mundo que nos tocará enfrentar, en los próximos años, tiene exigencias que, incluso no conocemos, en su magnitud, por lo tanto, los liderazgos se jugarán en la capacidad de leer de manera adecuada la realidad, generar propuestas y estrategias adecuadas y, una vocación por los acuerdos, en nuestro caso, en el espacio de la centro izquierda, que asegure una base política y social, que de sostén ojalá, a una coalición que pueda gobernar más de un solo período.
 
Algunos hablan que existen varias oposiciones. ¿Qué piensa de esta idea?
Eso es cierto, pero también algo de retórica. Es evidente que, si en la oposición hay varios partidos, es porque hay diferencias, mayores o menores. Así era cuando hubo que dar la pelea por el NO, en el plebiscito para empezar a salir de la dictadura. Había 16 partidos, con diferencias históricas, pero primó el amor a la patria, incluso de los que habían tenido que vivir fuera de ella, por el exilio.
Allí existió grandeza y se supo privilegiar lo que unía, por sobre las diferencias. Esa es, exactamente, la misma tarea de hoy.