Oh I'm just counting

La ciencia dice que el buen sexo dura entre cinco a siete minutos

Por Jacky Mercado
La duración del coito se ha convertido en una obsesión para muchas parejas y resulta bastante habitual encontrarnos con artí­culos en los que se habla de qué posturas hay que ejecutar para que los hombres puedan retrasar al máximo su eyaculación o cuáles son los lugares clave que conviene tocar en un momento determinado para alcanzar el clí­max. 
 
Distintos investigadores han intentado estimar en un buen número de ocasiones cuántos minutos debe durar una relación sexual para ser considerada satisfactoria. 
 
Uno de los primeros cientí­ficos que trató de arrojar algo de luz a esta cuestión fue Alfred C. Kinsey, un entomólogo de Indiana cuyo trabajo acabó encaminándose a la sexualidad humana.
 
Este norteamericano publicó, el comportamiento sexual en el hombre, un libro en el que, a través de 5.300 entrevistas a hombres, plasmó toda una serie de conclusiones sobre la conducta sexual masculina heterosexual y homosexual.
Gracias a sus investigaciones pudo concluir que el 75% de los hombres eyaculaba en menos de dos minutos tras la penetración al menos la mitad de las veces. Es decir, el coito no duraba más de 120 segundos.
Los estereotipos y la realidad
 
Desde entonces, la cosa ha cambiado bastante y los tiempos -para deleite del personal- han ido ampliándose. Investigadores preguntaron a 152 parejas heterosexuales cuál era la duración real e ideal del coito y los juegos previos en sus relaciones sexuales. 
 
Los resultados señalaron que la mayorí­a de los participantes dedicaba entre 11 y 13 minutos a los juegos previos y entre siete y ocho minutos al coito.
Sin embargo, los participantes aseguraron que esperaban que sus relaciones sexuales duraran el doble de tiempo.
 
Estas expectativas, en palabras de los investigadores, estaban "más relacionadas con los estereotipos sexuales adquiridos que con los deseos sexuales de sus compañeros".
Un equipo de investigadores convenció a 500 parejas heterosexuales estables de distintos paí­ses del mundo, España, Estados Unidos, Turquí­a y Reino Unido para que cronometraran sus relaciones sexuales durante cuatro semanas.
El método, en efecto, es tan extraño como parece: los participantes, cronómetro en mano, presionaban start cuando comenzaba la penetración y stop cuando llegaban a la eyaculación. 
 
¿Qué encontraron los investigadores? Que habí­a una variación de tiempos enorme. De hecho, el promedio de cada pareja durante estas intensas cuatro semanas varió de los 33 segundos a los 44 minutos. Sin embargo, los investigadores concluyeron que el tiempo medio de la duración de un coito era de 5,4 minutos.
El sexo "demasiado corto"
 
Otro estudio abordó de nuevo la cuestión desde otro punto de vista, intentaron establecer qué tiempo, en lo que al coito se refiere, podemos considerar como "aceptable", "deseable", "demasiado corto" o "demasiado largo".
 
Para ello entrevistaron a 180 hombrescuyos integrantes tení­an al menos tres años de experiencia como terapeutas sexuales.
Los resultados de este trabajo, publicados en la revista Sexual Medicine, establecieron que el sexo es "demasiado corto" cuando la eyaculación se produce entre uno y dos minutos después de la penetración, "aceptable" cuando el coito dura entre tres y siete minutos, y "deseable" cuando se prolonga entre siete y 13 minutos.
 
Así­, si el coito dura entre 10 y 30 minutos puede considerarse dentro del rango de "demasiado largo".
Marí­a Fernanda Peraza, uróloga experta en Medicina Sexual, dice vivimos en una sociedad que tiene "una visión pornográfica" del sexo y que vive obsesionada con la duración.
 
Peraza confirma que, efectivamente, tras una fase previa de excitación sexual, la duración media del coito se sitúa en los seis minutos. Sin embargo, al contrario de lo que se piensa habitualmente, no tiene por qué haber penetración en todas las relaciones sexuales.
 
 "Se suele pensar que si no hay coito, no hay relación sexual. Y esta es una concepción equivocada de las relaciones", advierte la experta.
"Una pareja puede alcanzar una buena salud sexual de muy diversas formas. Y ninguna de ellas se mide a través del tiempo que dura el sexo o la frecuencia de nuestras relaciones", finaliza.