Oh I'm just counting

A Andrés Chadwick solo lo sostiene el parentesco: se le acabó línea de crédito al ministro del Interior

Por Mario López M.

Semana a semana aparecen nuevos antecedentes que desmienten los dichos del encargado de la seguridad y el orden público. El gobierno, para proteger al primo del Presidente, ha quemado una decena de fusibles, incluso al intendente Luis Mayol y al general director de Carabineros Hermes Soto.

Chadwick argumentó desconocimiento personal de los hechos y las mentiras de sus fuentes, los policías. Pero ha quedado demostrado que él sí fue informado de inmediato, apenas producidos los hechos, por el general (r) Victtoriano (no hubo enfrentamientos ni armas) y el propio subsecretario Ubilla, “si hay grabaciones”.

“Llegó la hora de que cuenten la firme y que se diga toda la verdad sobre lo que ocurrió. No es posible que todas las semanas nos estemos sorprendiendo con otras versiones de lo sucedido, con otros antecedentes. Esa versión definitiva sobre cómo ocurrieron realmente los hechos sin tergiversarlos, sin ocultarlos, sin esconder la verdad, tienen que darse donde corresponde, es decir, en el Ministerio Público. Ya basta de distorsionar la información y engañar a la opinión pública”, reclamó en presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín.

Los dichos del exparlamentario DC son en respuesta a un clima de mentira tras mentira que desde el primer día ha rodeado el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca, y en donde otra vez se conocen nuevos antecedentes -esta vez declaraciones judiciales-, que desmienten al ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien había alegado no tener todos los antecedentes y que se le habría ocultado información.

Mintió desde el día uno

Chadwick ha sido constantemente desmentido respecto de sus declaraciones en que sostenía desconocer las circunstancias en que se produjo la muerte de Catrillanca. En su primer punto de prensa tras el crimen, al día siguiente, junto al subsecretario Rodrigo Ubilla, buscó “contextualizar” los hechos, asimilándolos a la respuesta policial frente a un acto delictual. También adujo que se produjo en medio de un tiroteo: “Cuáles son los hechos (…) los policías debieron enfrentar disparos desde distintas localidades, produciéndose un intercambio de disparos entre la fuerza policial y las personas que hacían uso de armas de fuego”, aseguró.

Para Chadwick, Catrillanca se cruzó en la línea de fuego: “En ese momento estaba ahí un tractor, que según la información iba con dos personas. Una de las balas alcanzó a un joven que iba en el tractor, el joven Camilo Catrillanca, dándole muerte producto de la acción de ese disparo”, aseguró, para luego criminalizar a Catrillanca: “(…) estos son los hechos que han tenido su origen en un delito común”, afirmó. En paralelo, el intendente Luis Mayol exhibía fotos de los disparos recibidos por las policías y acusaba a Catrillanca de ser uno de los delincuentes que habría participado del robo de vehículos. También de tener antecedentes penales; todo resultó falso.

Pero Chadwick no quedaría ahí, pues aseguró que “como ministro del Interior, que tengo la responsabilidad de la seguridad ciudadana y el orden público, no actúo de manera irresponsable, imprudente y precipitada. Reúno los antecedentes y los comunico a la ciudadanía, no como una opinión recibida y entregada, sino que revisada y contrastada… por eso, una vez recibida toda la información de las distintas instituciones, entonces, La Moneda no se precipita…”, afirmó.

Más tarde diría que no existían registros visuales. Y estaba ocultando la verdad o mintiendo, derechamente, porque sí sabía de la existencia de grabaciones y además le habían sido comunicados los hechos de manera categórica por el general (r) Mauricio Victtoriano, tal como quedó consignado en sus declaraciones judiciales.

La mentira al descubierto

Un nuevo antecedente se agrega a la lista de las mentiras del gobierno, en particular del ministro del Interior, en el caso Catrillanca. El hoy defenestrado general Victtoriano afirmó -sin ser desmentido-, que el ministro personalmente recibió de él la información fidedigna que daba cuenta que Catrillanca y su acompañante, un niño de 15 años, no portaban armas y que no hubo enfrentamiento ni disparos cruzados. A pesar de eso, Chadwick aseguró que los carabineros habían sido objeto de disparos cruzados y que debieron responder a ello.

Versión falsa, que mantuvo hasta ahora. Victtoriano, jefe de la zona Araucanía de Control de Orden Público, fue el oficial de mayor graduación en llegar al lugar de los hechos. Apenas una hora y media después del asesinato (18:30), informó telefónicamente a Chadwick de los hechos: Camilo Catrillanca iba desarmado y no hubo fuego cruzado al momento de su muerte (16:59). Pero el secretario de Estado hizo caso omiso de ellas: “Informé al Sr. ministro (Chadwick) la situación, él me preguntó si a los carabineros les habían disparado y si los ocupantes del tractor llevaban armas, y le informé que no, pero por lo que me había dicho (el autor del disparo fatal, sargento Raúl) Alarcón, le señalé que había disparos”, dice la declaración ante el Ministerio Público.

También aclaró que dijo que -los disparos-, era solo una presunción, pues los policías no habían sido objeto de disparos directos, sino que al parecer se sentían disparos: “yo supongo que esto significa que les habían disparado no directamente a ellos, pero que en el sector se estaban efectuando disparos. Quiero dejar en claro que se trata de una presunción”, aclaró Victtoriano.

No hay peor sordo que el que no quiere oír

La información fue recabada por el general de los carabineros que participaron del crimen: “Lo primero que hice fue preguntar quién había disparado. Dos funcionarios indicaron haber efectuado disparos. Uno de ellos, quien posteriormente supe que era el sargento Alarcón, señaló haber disparado ocho tiros. El otro funcionario, quien luego supe que era de apellido Ávila, señalo haber efectuado un tiro [...] Le pregunté a Alarcón si los tipos del tractor le habían disparado y me contestó: ‘No mi general’. A continuación, le pregunté si los tipos iban armados, me contestó: ‘No mi general’. Durante mi conversación con Alarcón, quien estaba más cerca de mí era el comandante Correa, a quien incluso le pregunté si habían encontrado armas en el tractor, casquillos o cartuchos y me indicó que no”.

Frente a este hecho, que echó por tierra los dichos hasta ahora de Chadwick sosteniendo la existencia del enfrentamiento y los disparos cruzados en los cuales habría sido ultimado por “error” el comunero Catrillanca, el ministro se limitó a afirmar que no entendió muy bien lo que le dijeron: “Luego de algunos intentos logré comunicarme con el general Victtoriano. La comunicación era muy difícil y logré entenderle que ya se estaba retirando del lugar, pero no obtuve mayores detalles pues las comunicaciones eran muy dificultosas, se cortaba y se escuchaba mucho ruido”, dijo a la Fiscalía. No fue cierto.

El diputado Leonardo Soto le disparó a la línea de flotación: “Ahora Andrés Chadwick dice que el general Victtoriano le dijo el día 1 que NO hubo enfrentamiento en muerte de Catrillanca, pero no entendió bien porque ‘se escuchaba mucho ruido’. Excusa infantil e inverosímil. Si al general lo destituyeron por eso, Chadwick debe renunciar”, dijo.

El también diputado Tomás Hirsch afirmó, por su parte, que el “ministro Andrés Chadwick siempre supo que Camilo Catrillanca fue asesinado y que no hubo enfrentamiento. Excusa de interferencias es infantil y ridícula. Está inhabilitado para seguir”.

Por primera vez desde la oposición, de manera transversal, se ha reconocido que la figura del ministro del Interior ha dejado de ser interlocutor válido. Cartas de diversos partidos pidiendo a Piñera que lo remueva han sido la tónica hasta el cierre de esta edición. Varias bancadas -desde la DC hasta el Frente Amplio-, estudian una posible Acusación Constitucional. ¿Se atreverá la oposición a tocar al primo del Presidente?

La otra mentira denunciada por Cambio21

Las declaraciones de Victtoriano no son las únicas que dejan al descubierto la obstrucción a la investigación o al menos la no entrega fidedigna de los antecedentes. Nuestro medio denunció que en las declaraciones ante la Fiscalía del subsecretario Ubilla, este reconoce que Carabineros le informó muy temprano el día jueves (al otro día del asesinato) de la existencia de grabaciones, las cuales ya habían solicitado: “A las 11:34 horas, el general Franzani me contesta que ello no es posible aún, pues se estaban pasando esas imágenes a otro formato”, confiesa. O sea, no estaban disponibles aún, pero existían, lo que fue negado sistemáticamente por el gobierno y por Chadwick en particular.

En declaraciones prestadas ante el Ministerio Público, el subsecretario Ubilla confesó: “A las 13:31 horas llamé nuevamente al general Franzani para exigir que me remitiera las imágenes del procedimiento (...) A las 13:36 horas, recibí no sólo imágenes del helicóptero y de un dron, sino que también del procedimiento en sí mismo, concretamente de los primeros auxilios prestados a Camilo Catrillanca”.

La fecha a que se refiere el subsecretario, que operaba como ministro (s) de Interior, es el día jueves 15 de noviembre, menos de 24 horas después del asesinato del comunero mapuche. Pero Chadwick avalaba la versión falsa de Carabineros que aseguraba que no había grabaciones.

Lo más delicado es que Ubilla aseguró en fiscalía que “dada la gravedad de los hechos" mantuvo informado de inmediato a Andrés Chadwick, quien subrogaba, en calidad de vicepresidente de la República, a Sebastián Piñera. Es decir, Chadwick supo que Catrillanca y su acompañante iban desarmados, que no existió ni enfrentamiento ni fuego cruzado y que además sí existían grabaciones de los hechos, pero calló y ocultó la verdad. Tanto, que cuatro días después se mostró “sorprendido” de las grabaciones. ¿Sorprendido de qué, si ya las conocía varios días antes?

Ya en pleno conocimiento de lo informado por Victtoriano y en conocimiento de la existencia de filmaciones, al día siguiente y tras casi un día de absoluto silencio, en La Moneda, flanqueado por Ubilla, dijo ante los medios que la información proporcionada por la policía -y recabada por el ministerio-, era que el comunero falleció producto de un impacto de bala que lo alcanzó mientras pasaba en su tractor por el lugar donde se desarrollaba un intercambio de disparos, entre los efectivos policiales y “las personas que hacían uso de armas de fuego”.

Herodes mandó a Pilatos…

Las versiones de Chadwick y el gobierno se han ido adecuando conforme aparecen más y nuevos antecedentes que niegan lo aseverado hasta ese momento. Siempre ha tratado de eludir la responsabilidad política y La Moneda ha ido quemando fusibles cada vez que ha quedado en evidencia alguna mentira, evitando que sean tocados Chadwick y el mismo Presidente Piñera.

Pareciera que la fragilidad de la memoria de los chilenos es la carta a que se juega el gobierno, el que ha usado todas las herramientas de marketing para, primero tratar de justificar la represión y luego eludir responsabilidades. La minuta que se repartió a todos los ministros y parlamentarios de derecha instruía qué decir y cómo abordar el tema Catrillanca. Ella deja de manifiesto la voluntad de ocultar la verdad.

Primero cayeron los cuatro carabineros del Comando Jungla involucrados. Vendrían también un coronel y el propio general Victtoriano. Luego otro par de altos oficiales, entre ellos el general Franzani. En el momento más álgido, cuando empezaron a aparecer las grabaciones (que no fueron una, sino cuatro), cayó el intendente y al final el propio general director Hermes Soto. Todo ello mientras Ubilla, Chadwick y el Presidente buscaron alejarse del tema lo más posible. Pero no lo han logrado.

Ya está establecido que Chadwick supo por Victtoriano y Ubilla la verdad de los hechos desde el primer momento. Cabe preguntarse: ¿Acaso no informó al Presidente de la República de lo sucedido? Si no le informó, ¿puede seguir siendo de confianza del gobernante, más allá de ser su pariente? Y si le informó, ¿cuál es la responsabilidad del propio Sebastián Piñera en este caso?

El senador Alejandro Guillier interpeló a Chadwick y al gobierno: “Señor ministro del Interior, usted y el gobierno le deben una explicación al país. Acabamos de destituir al general director de Carabineros de Chile, porque todos entendimos que se había ‘engañado’ al gobierno al no entregar la información oportuna sobre la muerte de Catrillanca (…) Ahora resulta que hay testimonios judiciales que dicen que desde el primer momento se le informó por el alto mando, que no había habido enfrentamiento y que esa persona no era un delincuente. El país merece una explicación”, reclamó.

“El Senado de la República dio su apoyo a la decisión de cambiar al general director de Carabineros sobre la base de que el gobierno estaba siendo engañado. Hoy resulta que no era así (…) Llegó la hora en que usted le diga al país lo que pasó y sobre todo aclare si el Presidente de la República supo, desde el primer momento o no, lo que realmente había pasado en La Araucanía”, exigió Guillier.

¿Qué sostiene a Chadwick? El analista de derecha, Patricio Navia, nos da una idea: “Todos los grandes problemas de este gobierno pasan porque Sebastián Piñera confía más en lazos familiares y en miembros de su círculo de elite que en la meritocracia. Desde Pablo Piñera a Varela a Chadwick a Fernanda Bachelet. Piñera siempre tropieza con la misma piedra”.