Oh I'm just counting

Actriz Malucha Pinto hace un duro análisis para Cambio21 de los derechos humanos en Chile: "El diputado Ignacio Urrutia (UDI) en Alemania no tendría un asiento en el Congreso"

Foto: Actriz Malucha Pinto

 

Por María Cristina Prudant

 

Malucha Pinto, es una actriz de vasta trayectoria, versátil, con gran conciencia social. Siempre está participando de proyectos que involucran a la comunidad. Su compromiso con la Cultura va mucho más lejos de ser actriz. Su compromiso con los derechos humanos es inalterable, al igual que la búsqueda de la verdad y justicia para quienes fueron  torturados y asesinados en dictadura.

En los últimos días en que el ambiente de la cultura y los derechos humanos se ha visto convulsionado  por un hecho político que involucró al recién nombrado ministro de las Culturas, Mauricio Rojas quien realizó duras críticas al Museo de la Memoria en un libro que escribió, por lo que, finalmente debió dejar el cargo luego de 90 horas de haber sido nombrado. Fueron muchas las voces que se alzaron para pedir su renuncia.

El punto cúlmine de esto fue el acto artístico de desagravio que se realizó este miércoles en la explanada del Museo de la Memoria hasta donde llegó una cantidad impensada de personas para participar y expresar su rechazo a quienes le restan importancia y credibilidad a esta institución.

La actriz Malucha Pinto que participó de diversas formas en dicho acto conversó con Cambio21 de estos importantes temas de interés nacional.

---¿Cuál es su sensación de lo que ocurrió en el acto de desagravio por el Museo de la Memoria?

Fue hermoso. Fue el registro de volver a encontrarnos con una ciudadanía despierta, sensible, consciente, de artistas movilizados dispuestos a llegar, colaborar, a poner la voz . El encuentro con muchas organizaciones sociales, de derechos humanos que asisten , que se encuentran, se vinculan. Fue una experiencia de unidad,  amorosa, afectiva, de mucha libertad de expresión donde cada uno pudo , sin restricciones, poner sus causas, sus demandas, sus necesidades y todas fueron abrazadas y acogidas. Un Museo de la Memoria que se abrió también. Trabajamos de manera colaborativa, eso fue muy bonito. Mucha gente fue solidaria porque estaba movilizada con un tema fundamental. Fue emocionante, realmente.

---Esta concurrencia , todo lo que se vivió ahí ¿qué sensación le dejó la gente respecto a los derechos humanos?

  Creo que preguntarse lo que quiere la gente es mucho porque, te puedo decir, qué quiere esa gente. Lo que he sentido a propósito de esta crisis por el ex ministro Rojas es que aparece una ciudadanía dividida, eso es lo que he sentido y he visto a través de las redes sociales. Una ciudadanía que está muy confundida respecto a  lo que son los derechos humanos, lo que es la misión de un Museo de la Memoria, que es un memorial. A una ciudadanía que desconoce profundamente el tema, no sabe dónde ponerlo ni lo que es.

Por otro lado, también, dentro de ese grupo pude ver o sentir una ciudadanía que no le interesan los derechos humanos. Un porcentaje pequeño si tú quieres , pero que aparece y que habla que no le importa lo que ocurrió en Chile. Y es más, estaría dispuesto a repetirlo. Y otra cantidad de personas que vuelven a despertar, vuelven a tomar conciencia, vuelven a conectarse con el tema, vuelven a sentir que es posible poner el tema. Vuelven a estar dispuestos a salir de sus casas o de sus zonas cómodas para manifestarse, indignarse, para movilizarse finalmente.

---Frente a esta situación que usted plantea ¿cómo ve a futuro el tema de los derechos humanos?

Creo que aquí hay responsabilidades. La primera gran responsabilidad es la de la dictadura, que vulnera los derechos humanos. Pero, hay una segunda responsabilidad que es de los gobiernos democráticos que han sido incapaces de educar, de sensibilizar, de informar y que han hecho una justicia en la medida de lo posible. En que tenemos grandes pendientes en el tema verdad y justicia que, evidentemente se han hecho muchas cosas, pero que estamos con una deuda tremenda y muchos pendientes.

Tenemos pendiente una conversación que no se ha instalado en Chile y que es la conversación sobre los derechos humanos. Y lo que ocurre hoy tiene que ver con eso. Lo que ocurrió vuelve a abrir la posibilidad, el desafío y la oportunidad de instalar esa conversación y eso es responsabilidad de todos nosotros. Es de las organizaciones sociales, de las de derechos humanos de encontrar la manera de hacer eco, código, puente comunicacional con ese mundo que no está convencido que no quiere tocar el tema , que está confundido o que ignora.

Tienen responsabilidad la gente del mundo de la cultura, los artistas aunque creo que los artistas hemos hecho harto con nuestras obras de teatro, nuestras películas. Ahora el tema es cómo se ha difundido eso. Los medios de comunicación tienen una responsabilidad fundamental y nuestros representantes políticos, de nuestros partidos progresistas que tienen que tomar esa bandera. No relativizarla, no decir es que eso no le interesa a la ciudadanía. Aquí, siento que muchos, de maneras distintas, tenemos que despertar frente a esto darnos cuenta que es un pendiente, profundo, grave porque aquí lo que necesitamos construir es un acuerdo ciudadano, transversal que no aúne a todos donde haya un mínimo, un básico de que no importando los contextos nunca más Chile el Estado volverá a vulnerar los derechos humanos y que lo sigue haciendo.

---¿A su juicio por qué se siguen vulnerando los derechos humanos en el país?  

   En La Araucanía lo sigue haciendo. Hay tortura, hay delación, censura, persecución, hay niños con perdigones en sus cuerpos. Hay niños que dibujan su vida cotidiana llena de tanques, de militares , llena de armas y eso es vulneración de los derechos de los niños. El Estado sigue vulnerando derechos a todos los niños del Sename, que en 12 años hay 1.500 muertos, que no se informaron , ni se sabe de qué murieron. Esto es un temazo.

---Cómo califica usted la postura de gente de derecha que dice que ellos deben apropiarse del tema de los derechos humanos.

Es que el tema de los derechos humanos no es privativo de la derecha o de la izquierda. Es un tema país, transversal, que hay que situarlo donde es. Los derechos humanos no es que yo te falte el respeto a ti, la delincuencia no es un tema de derechos humanos. Los derechos humanos tienen que ver con Estados, el Estado cuenta con aparatos que tienen que ver; los juzgados, el mundo legislativo, con aparatos represivos, carabineros, con el Ejecutivo y con las fuerzas armadas. Eso es el mundo de los derechos humanos. La autoridad que vulnera los derechos de quienes dependen de esa autoridad.

---Cuando no existe una conciencia clara respecto a este tema, ¿sería más fácil legislar al respecto como se ha hecho en otros países?   

Por supuesto que hay que legislar, por eso que aquí hay toda una equivocación. Qué es la libertad de expresión, o sea, yo tengo libertad para decir lo que se me antoje aunque eso atente contra la vida ciudadana, democrática. O sea, apoyar la tortura, relativizar el tema de los derechos humanos, eso atenta contra la vida ciudadana de un país.

---Bueno, hay muchos personajes , incluso en la televisión que abiertamente se muestran partidarios de las peores cosas

Por supuesto que sí. El diputado Ignacio Urrutia (UDI), creo que en Alemania no tendría un asiento en el Congreso. Y así suma y sigue.

 

Foto: Acto de desgravio en el Museo de la Memoria

---En el plano cultural ¿cómo ve al país?

A mi me ha llamado mucho la atención, de verdad,  las voces que he escuchado en estos días. Me asombra, me horroriza, me impresiona , no quiero ser peyorativa, pero el nivel de ignorancia, las cosas que se dicen. La agresividad, una cosa impresionante, pero la ignorancia también. Claramente, la gente que habla no ha tocado el tema en sus colegios. Aquí hay un tema de la Educación, no hemos implementado una educación que incentive , profundice y fortalezca una cultura de derechos humanos, eso es clave. No lo ha hecho. Porque o si no no me explico lo que habla la gente, lo que dice, los conceptos.

Y el mundo de la cultura, es un tema profundo. Esto tiene que ver con el sistema neoliberal porque tenemos Estados frágiles, que no tienen una presencia, donde todo puede ser. No existe el bien común, no se enfatiza el tejido social, el colectivo, el nosotros, el entre todos, y esto tiene que ver con eso. Entonces, también el arte y la cultura han estado sometidos a ese paradigma, donde estamos en un medio camino, entre una suerte de bienes culturales, un poco asistencialistas , industrias creativas, en cómo vendemos el arte , cómo lo ponemos afuera. Es una gran conversación que es la que creo que tenemos que tener.  

Esto tiene que ver con nuestro paragua, desde donde partimos. Para qué gobernamos, para quién gobernamos , con quién gobernamos, cuan participativamente lo hacemos, eso es clave.

---Cuando hay gobiernos de derecha ¿cómo aprecia usted que se da este tema de la cultura?

Es clarísimo, los gobiernos de derecha y eso no es algo que no sepamos todos. Ellos creen en la economía social de mercado, en el individualismo, consideran positivo el consumo, son sus parámetros de medición cuánto consume la gente y digamos el apoyo oficial emerge desde ahí, no es el rector de sugestión. Entonces, la cultura también está inserta en ese cauce.

Malucha Pinto contó que está trabajando en la memoria histórica de la comuna de El Bosque. “Por ejemplo, ahora estamos recuperando su historia con muchas entrevistas a vecinos y vecinas , funcionarios municipales. Recopilando documentos, material , historia y con eso estamos haciendo una cantata teatral que se dará en los distintos barrios de la comuna presentándola, generando conversación en torno a esto . Creo que esas cosas son fundamentales de hacer en nuestro  país. Vincularnos con nuestra memoria no solo con la traumática del golpe de Estado, de la Unidad Popular, no, con nuestra memoria histórica que parte antes de que llegaran los españoles porque todo eso somos y si no conocemos, no nos vinculamos es difícil que podamos conectarnos con nuestra identidad, amara quienes somos, y es muy difícil que construyamos todos juntos algo que se llame país, no territorio, no negocios”.