Por Cristina Prudant

Adriana Delpiano (PPD) tiene una larga trayectoria en el servicio público. En el primer gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet, trabajó  como directora del Área Sociocultural de la Presidencia, cargo que reemplazó las labores desempeñadas hasta entonces por la primera dama de la Nación.

En 2007 asumió como la nueva Intendenta de la Región Metropolitana, un mes antes de que se desatara la crisis del Transantiago. En enero de 2008 dejó el cargo. Tres meses después asumió como directora ejecutiva del proyecto de transformación urbana Ciudad Parque Bicentenario de la comuna de Cerrillos.

Entre marzo de 2010 y octubre de 2014 ocupó el cargo de directora ejecutiva de la fundación Educación 2020, movimiento ciudadano por la calidad y equidad de la educación chilena.​

El 27 de junio de 2015 fue designada por la ex Presidenta Bachelet como ministra de Educación en reemplazo de Nicolás Eyzaguirre, en medio de la crisis provocada por el paro docente y las movilizaciones estudiantiles iniciadas a comienzos de ese año.

En 1994 en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle, fue nombrada ministra de Bienes Nacionales, cargo en el que se mantuvo hasta abril de 1999 cuando renunció para trabajar en la campaña presidencial de Ricardo Lagos como subdirectora ejecutiva de ésta. ​

El ex Presidente Lagos, la  nombró ministra directora del Servicio Nacional de la Mujer, basando su gestión principalmente en los temas de divorcio y violencia intrafamiliar. ​ Dejó la cartera en 2003 y luego ejerció como subsecretaria de Desarrollo Regional.

Como buena política que es se mantiene actualizada y realizando labores relacionadas con la educación. Cambio21 conversó con Adriana Delpiano de la contingencia nacional. 

¿Cuál es la imagen que tiene de Chile en estos momentos? ¿Cómo lo ve?
  Siempre es una mirada que es como contradictoria porque uno tiene una mirada de primer plano y ver los problemas te alejas un poco y ves también todo lo que han sido los avances, los cambios, mucho de ellos positivos y, efectivamente había un amigo que decía que: es como ver el ballet Bolshoi si lo ves en primera fila ves como tirita la zapatilla de la bailarina y cuando estás en la fila 10 u 11 ves cisnes bailando. Esa es la diferencia y creo que en nuestro país se ven también los avances que el país tiene, los sectores que salieron de pobreza. Cuando uno sale de Chile y después vuelve te das cuenta también de todo lo que tenemos, cómo tenemos que cuidarlo y cómo desde ahí, hay que partir para las mejoras, pero también vemos un país que está polarizado políticamente en este minuto.

Creo que no están los espacios de diálogo. Yo no veo un gobierno  que llame al diálogo. Un día llama al diálogo y al día siguiente golpea muy fuerte. Y no tiene mayorías para sacar las leyes en el Congreso, entonces eso también pone el ámbito político más irascible. Por otro lado, la gente uno la ve en sus espacios se señala a sí misma en todas las encuestas que están conforme con su familia, un país en que se gana poco, no es un tema de plata, pero si ya hay dos sueldos o a veces tres en un núcleo familiar.

 ¿Usted se refiere a la educación y cambios estructurales?
Los cambios a las reformas  educativas que se aprobaron, que sean bien estructurales, y que están encaminadas a lograr revertir esta inequidad como estructural del país, que es muy de casta. Si bien todos han subido en términos de mejora  y tenemos menos pobreza absoluta, los sectores medios quieren consolidar su situación y mirar el futuro con más tranquilidad. Sin embargo, nosotros teníamos  estructuras que nacen no solo de lo educativo, del mundo del trabajo, de la distribución física del territorio donde viven los ricos, los sectores medios, los pobres. Por lo menos Santiago y también otras grandes ciudades son muy segregadas físicamente y la educación o estaba contribuyendo a romper esa segregación, si bien todos tenemos más educación, uno puede decir con el dedo cuál es una educación para los más ricos, para los menos afortunados.

Al gobierno no le importa el tiempo que pierdan en derogar lo que se hizo en el gobierno anterior. ¿Qué le parece?
No les interesa, es así. Creo que ya llevamos un año y medio de gobierno y si yo miro en Educación, de verdad, no veo una agenda clara. Tratan de desmontar o de relantizar  todo lo que tiene que ver con educación pública. La única Ley que ha salido así formalmente Aula Segura que en el fondo no es una ley que signifique mayormente nada, sino cuando hayan conflictos el director, la autoridad del colegio, tenga más herramientas para separar a los niños o jóvenes que hayan participado de aquello respecto del  curso. Es una Ley, absolutamente menor levantada como si fuera una gran ley. No ha salido el PAE que es una de las reformas que quedó planteada, que se retiraron del Parlamento para hacerle cambios y estamos ahí empantanados con esa ley que no sale.

¿Cómo analiza usted el desempeño de la ministra de educación, Marcela Cubillos?
Creo que ella tiene una agenda, me imagino, concordada con La Moneda en que ella no está por meterse dentro de los temas educativos propiamente tal sino más bien desde el área de educación concordar con una agenda pro sectores medios y es como casi una suma de consignas pro sectores medios.

¿Qué le pareció el recorrido por el país de la ministra Cubillos  para defender los proyectos del gobierno?
Lo que hizo ella de viajar por todo el país para juntarse justamente con aquellas familias que en el sistema de admisión no quedaron dentro y que pasa todos los años y va a seguir pasando, en la medida que hay establecimientos que tienen mayor demanda que la oferta que pueden dar es parte una agenda política . Siempre van a dejar familias afuera por la razón que sea. Lo único que hoy el sistema le da las mismas posibilidades a un hijo suyo, uno mío, al del vecino de estar en ese colegio considerado mejor por el cual la gente está demandando y antes eso se arreglaba por el pituto, o por temas económicos. Cuando se va terminando el copago de lo particular subvencionado, evidentemente se abren posibilidades para muchas familias que no tenían para ese nivel de copago.

¿Le parece que hay una agenda más política en todo esto?
A  mí me parece que en esto hay una agenda que no viene desde la lógica de la educación o de los problemas del país o de la implementación de las leyes sino más bien es un discurso más políticamente clásico generalista que nosotros vamos por los sectores medios, que es una estrategia electoral, no es una estrategia de desarrollo del país.   

La vida en el Instituto Nacional

¿Qué le parece lo que está pasando con el Instituto Nacional?

  A mí me parece que este tema de los liceos emblemáticos y grupos anárquicos es un tema complejo y que tiene que ser enfrentado. Me explico. No es posible que un grupo de 30, 40 alumnos impida el desarrollo normal de establecimientos por los cuales, hasta hoy, los padres han esperado con mucha expectativa que sus hijos  pasen por aquellos colegios. Me parece que alumnos encapuchados no corresponde a un desarrollo democrático del país y por lo tanto, creo que aquí hay que investigar si estos grupos más anárquicos de dónde vienen, pero eso no nos puede llevar a judicializar o hacer policíaca el sistema  educativo del país, o sea, esta idea de que pasa este problema en el Instituto Nacional entonces vamos a ir a una ley para que todos los niños en Chile tengan que mostrar sus mochilas.

Es un absurdo, incluso el caso del alumno en Puerto Montt, ahí le podrían haber revisado las mochilas a 700 alumnos que tiene ese colegio y no habrían dado con la pistola del muchacho que se metió por otra parte, entró al colegio camuflado y sacó la pistola. Es una situación delictual, es estudiantil que puede pasar aquí como podría pasar en cualquier lado. A mí lo que me molesta es que de cada hecho se transforme en una ley que obliga de aquí para adelante.

Yo me pregunto si existiera esa ley en los colegios del sector Oriente ¿le van a revisar las mochilas a todos los alumnos hijos de todos los dirigentes de este país? No lo van a hacer. Me parecen puros golpes como efectistas para tranquilizar a la familia. A mí me parece que lo que cabe es que si se cometen delito en el colegio eso se denuncia. Nosotros no podemos tampoco tener en los establecimientos presos del accionar de 20 alumnos y eso se resuelve, para mi gusto, con lo que se dictaminó hace ya bastante tiempo en la ley sobre formación ciudadana que todos los colegios tienen que tener no solo los cursos que empieza el próximo año sino un plan de formación ciudadana que abra debate, que permita que los jóvenes se expresen, hablen. Lo que hemos visto en el Instituto Nacional son un conjunto de alumnos sentados en sus escritorios normalmente y un encapuchado al frente dando arenga y diciendo cosas. Por qué ese alumno no está sin careta, sin ningún uniforme raro, camuflado, hablando de política si lo quiere es hablar porque eso es parte de la formación de la juventud, es parte de la formación de un país democrático que los jóvenes se expresen que haya debate. Es parte de la formación más integral. Creo que por un lado no estamos haciendo eso y por otro estamos permitiendo que grupos muy anarcos, que muchas veces, a mí me ha tocado verlos, no solo son estudiantes, muchas veces sean padres de familia y algunos  profesores que avivan esta cueca.

El gobierno anuncia muchas cosas como el Plan de la Clase Media Protegida. ¿Qué le pareció a usted?