Oh I'm just counting

Al callo con Nissim Sharim: “Ninguno de los candidatos sabe leer y escribir”

En diálogo con Cambio21, el actor explica por qué entre todos los aspirantes a La Moneda no hacemos ni uno solo, aunque rescata las utopías de ME-O y Artés. Ojo que echa de menos a Lagos… con Transantiago y todo.

Por Luis Casanova R.
 
¿Qué diría Perico hoy ante un mundo tan dominado por el consumo, el crédito y el endeudamiento? A lo mejor viviría en Las Condes, sería abogado o cirujano, tendría auto, quizás dos, y utilizaría la bicicleta para recorrer el bandejón de Vespucio o subir el cerro y así huir del ruido, la contaminación y la gente fea.
 
Nissim Sharim, protagonista del spot que marcó un hito en la televisión chilena, habla sin nombrarlo de ese personaje, el cual a días de las elecciones no quiere votar y se resiste con argumentos más que aceptables.
 
El fundador de la compañía Ictus y de “La Manivela” apela a la conciencia, pero con juicios críticos, sobre el delicado momento político y cultural que vive la centroizquierda chilena. Parece teleserie repetida, pero no es ni más ni menos que el pan que nos comemos día a día.
 
 
Piñeradas y utopías
 
- ¿Cómo está la columna? ¿Puede ir al teatro?
- No. No me he recuperado del todo. No puedo subirme al escenario porque me caigo. Todavía no tengo el equilibrio físico para poder trabajar. Espero recuperarme pronto. Tengo una estenosis lumbar (estrechamiento del canal de la médula espinal) hace mucho tiempo, pero nunca lo había sufrido como ahora.
 
- Involucra cirugías y un montón de inconvenientes.
- Así es. Todo partió con una caída que tuve hace poco, por lo que me tuvieron que operar de una cadera y ponerme una prótesis ahí. Y de eso, según los médicos, me recuperé muy bien. El problema es que recrudeció la estenosis.
 
- ¿Cómo se mantiene activo durante el día?
- Leo mucho y estoy tratando de escribir algo. Y digo trato, porque para alguien que es actor como yo es muy difícil escribir estando afuera del escenario. A mí las ideas se me ocurren viendo a los actores moverse en las tablas. Y como no me puedo mover, entonces estoy bastante limitado.
 
- Pero me imagino que este domingo 19 se va a movilizar para ir a las urnas.
- ¡Yo me levanto eh! Y para ir a votar, con mayor razón. ¡Hay que ir a votar!
 
- Lo dice porque debe tener listo a su candidato o candidata.
- Mire, la verdad es que me dejaron sin candidato hace un par de meses atrás. Inequívocamente, el candidato que yo estimaba, que era el único que sabía leer y escribir, se retiró. Entonces, ahí quedé yo, esperando que de alguna manera se repusiera.
 
- No hay que ser Stephen Hawking para saber que esa persona era Ricardo Lagos.
- Claro. Me duele que lo hayan eliminado de la competencia presidencial.
 
- ¿Cree que su bajada fue muy decisiva?
- Tuve la impresión de que se apuró un poco, porque hemos visto mucha gente que ha salido a decir que era el candidato que tenían presupuestado. Lo raro es que con esa sola mención bastaba para mantenerse ahí. Fue una suerte de ardid político lo que lo dejó afuera.
 
- ¿Qué va a hacer entonces cuando se enfrente al voto dentro de la cámara secreta?
- Voy a votar, y calladito, por la centroizquierda.
 
- Por ahora sin nombre.
- Sin nombre, pero la verdad es que no quiero publicitar mucho esta decisión, porque no es mi intención influir en nadie.
 
- Lo he preguntado todo el año don Nissim: ¿qué le parece el alto índice de abstención que se espera para este fin de semana? ¿Logra entender y conectar con la gente que no quiere ir a votar?
- Hay un desgano general frente a la acción política, que luego tiene su réplica paradojal cuando sale la gente a gritar “no más esto” y “no más esto otro”. Por lo tanto, esa gente que grita se tiene merecido lo que no le dan si no va a votar. Tiene que dar la cara y votar.
 
- ¿Y usted espera que en la segunda vuelta haya un poco más de espíritu crítico?
- Yo espero que ocurra ese milagro.
 
- ¿De qué depende?
- Ese milagro depende de una racionalización más profunda y del abandono hacia ciertos prejuicios de unos contra otros. En este momento no hay nadie a salvo de tener prejuicios en contra. El propio Lagos los tenía cuando era candidato. Y yo estoy de acuerdo en que él habría sido un muy buen candidato, pese a todos los desvaríos que a su respecto lo rodeaban, como el Transantiago.
 
- ¿Cree que su presencia en la campaña de segunda vuelta, cuando diga “aquí estoy”, podría desnivelar la balanza? Aún no dice a qué candidato respalda y por ahí ha apoyado a algunos postulantes al Congreso.
- ¡Podría ocurrir algo así ah! Pero no es lo más probable. No lo descarto en todo caso. Ahora, yo sí pienso que si él pudiera volver a ser candidato (sé que formalmente no puede), creo que arrastraría muchos votos. Perdóneme que se lo repita, pero es el único candidato, oiga, que sabe leer y escribir. Esa es la verdad. Los demás son buenas personas; unos más o menos buenos y otros más o menos malos. Pero ninguno sabe leer y escribir. Dicen tonterías a cada rato. ¡A cada rato! No solo la “Piñerada” de Sebastián es la burrada, porque es el que lo dice con más confianza no más. Pero dice cada cosa que da miedo.
 
- Y es de la idea que sus rivales tampoco lo hacen aunque sea un poquitito mejor.
- ¡Nooo! Tampoco lo hacen mucho mejor. Hay quienes han llegado a decir que el gobierno de Allende fue totalitario (Beatriz Sánchez). Ya eso es no saber ni leer ni escribir.
 
- Qué le queda entonces a Navarro, Artés, Kast y ME-O.
- A mí Artes y ME-O me inspiran respeto por diferentes razones. Artés, porque tiene una visión utópica que yo, en mis sueños más profundos, comparto. Y entiendo que esa visión utópica, tal como él lo dice, no es para ganar votos en la presidencia de la República. Pero me parece respetable. Igual que a ME-O, que aunque tiene demasiadas posturas histriónicas, de las cuales yo no soy enemigo por cierto (ríe), la verdad, la creo bastante. Es el único gallo que sabe con alguna profundidad todo lo que dice. Navarro es un tiro al aire. Tiene buenas intenciones, pero oscila entre una utopía vaga y una contingencia que también es vaga (ríe).
 
- ¿Dónde dejamos la irrupción conservadora de Kast?
- A mí me parece una barbaridad eso. Un gallo que alienta a la gente a dispararle al ladrón y a comprar y a distribuir mejor las armas no es alguien que merezca mis respetos.
 
¿Podrán dormir tranquilos?
 
- Se ha hablado y escrito mucho sobre el cambio de mentalidad de los chilenos. Que estamos más individualistas. Y perdone que cite a su personaje del comercial, Perico, pero si existiera hoy, tal vez, sería un agrandado. ¿Ese individualismo llegó a lo político también?
- Opino que en lo político hay un elemento que no hay que desconocer, que es la profunda ignorancia de nuestro pueblo al respecto. Lo único que saben es contabilizar las metidas de pata de unos y otros, pero nunca los aspectos positivos de esos unos y otros, que todos los tienen, y que ellos no saben cuáles son. Me parece que esa ignorancia es criminal. Es un fundamento básico de la indiferencia política que se ve en nuestra gente.
 
 
- Los teóricos repiten una y otra vez que esta ignorancia está influenciada por los medios de comunicación, la globalización y blablablá. ¿Hasta cuándo hay que acotarlo solamente a eso?
- Es que lo único que les importa es el autito, el telefonito, la cosa tecnológica, las deudas que tienen para rifar… no, yo encuentro que la generación que sigue a la mía está mal ubicada. Yo recuerdo lo que fue para mí abrir los ojos en la universidad y darme cuenta de que había un mundo inmenso, sino para conquistar, al menos por conocer. Allí me formé, al calor de los estímulos universitarios. Pero no solo de los gritos, sino que de entender bien lo que pasaba. Y yo entiendo que ahora eso no ocurre. El niño le dice a la niña que no se meta en lo que no sabe. Y la niña le dice al niño que tampoco se meta en lo que no conoce. El resultado es la indiferencia.
 
- ¿Qué tienen las generaciones jóvenes y no tan jóvenes por conocer, redescubrir y luchar más allá de obtener una buena pega y un mejor sueldo?
- Tienen que empezar por entender las aspiraciones de las juventudes que los precedieron a ellos. Tienen que entender qué quiere decir que las riquezas de un país le pertenezcan a ese país. O que el ingreso se redistribuya o que la educación esté postulando, aunque con errores, a la gratuidad universal. O leer todas esas consignas y elaboraciones que se hicieron antes que ellos y descubrir qué significan. El hecho de que haya algún maestro que se equivocó y que dicte las clases de forma absurda, no quiere decir que sea inválida la reforma educacional, por ejemplo. El que un ministro no sea idóneo para el cargo en el que está sirviendo tampoco es excusa. Y todo eso e ignora y se dicen cosas bárbaras.
 
- ¿Y no será que las personas que estaban a cargo de todas esas ideas se dedicaron a administrar el poder y descuidaron el contacto con la gente?
- Hay bastante de eso. Yo admito que hay una responsabilidad correlativa con la gente que sirvió en esos cargos. Llegar y ponerle un timbrecito a una decisión no cuesta nada. El problema es saber si uno puede dormir tranquilo habiendo adoptado esa decisión. Y de eso no saben ni los que tomaron una decisión equivocada, ni los que la sufrieron. Les basta con chillar y el chillido no es un arma política. El chillido es una deformación de la acción política.
 
- Además esas mismas personas sucumbieron a las bondades del mercado.
- Así es. El conservadurismo está sustentado y se apoya en la situación actual, en la gente que quiere que nada cambie para que no tengan que desembolsar más dinero que el que se les exige ahora. Y la redistribución de la riqueza es considerada un arma malévola para quienes tienen mucha riqueza, que son los menos naturalmente, pero que influyen en el mercado como una fuerza irresistible. Todas las investigaciones que se están haciendo en la actualidad, y que a uno le parecen exageradas, por parte de Impuestos Internos y las fiscalías, porque antes se consideraba legal hacer lo que hoy se condena, está corroborando todo lo que le digo. Hay gente que creía que dar boletas falsas era un acto de agudeza mental y astucia y que como no estaba prohibido estaba permitido. Y ahora protestan, porque los han podido pillar y les están dando duro. Entonces reclaman porque dicen que no es igualitario el trato. Yo ignoro si es igualitario o no. Lo que sé es que por primera vez y después de muchos años se está procesando a la gente que ha cometido irregularidades financieras. Y esa es la gente que quiere conservar todo lo que hay.
 
- ¿Raya para la suma?
- La sensación que tengo hace mucho tiempo de que vivimos en un mundo patas pa’ arriba se agudiza cada vez más.
 
Teatro del Absurdo
 
“Para hacer humor de calidad hay que saber leer y escribir. Otra vez lo mismo: todos los caminos conducen a Roma. Para no ubicar el humor desde la cintura pa’ abajo, que es lo que hacen los comediantes chabacanos y facilistas, hay que saber leer y escribir. Hay que saber lo divertido que es la tremenda irregularidad en la que vivimos. Porque hasta donde usted vive está el Teatro del Absurdo, que es producto de mentalidades cultivadas que investigaron, sintieron y que les dolió la cosa, pero que al mismo tiempo los hizo reír. Y eso ayuda a entender la acción de gente como el grupo Ictus, que es arte que no se le da mucha pelota que digamos (ríe).