En una conversación franca con Cambio21, el alcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera se explayó de su vida en esta comuna popular en sur-oriente de Santiago, de su trabajo al mando del municipio, de su gran votación con más del 70 % en la última elección y de las acusaciones sobre narcotráfico que ha sido blanco de críticas políticas y especialmente de algunos programas de televisión.

 

El alcalde dice que nació en un campamento “el Ranquil, donde conocí el esfuerzo, el sacrificio y solidaridad, se de las dificultades del mundo popular. Posteriormente nos cambiamos a la calle Uruguay del paradero 22 de Santa Rosa”.

 

Añade que estudió en la Escuela Básica N° 100 y 110 hoy Educadores de Chile y Centro Educacional Purkuyen.”Mi enseñanza media la hice en el Liceo E-106 hoy Vate Vicente Huidobro. Fuimos solamente 2 alumnos los que logramos pasar el umbral de la universidad, debido a las desigualdades. Siendo niño se produjo el golpe de estado, mi padre era dirigente del sindicato de los troles buses del estado, mi madre era dirigente de la CUT, ambos socialistas, tuvieron que pasar a la clandestinidad durante tres  años. Mi casa la allanaron tres veces, sufrimos allí los vejámenes que son conocidos, vivimos aquellos años de la solidaridad de nuestros vecinos. En ese momento por primera vez soñé con ser la máxima autoridad de mi comuna, para luchar por la dignidad de todos”.

 

Y nos sigue explicando su cariño y cercanía con la comuna de San Ramón y de su papel político. “Cuando volvió la democracia, fui concejal durante tres periodos. Durante varios años, fui miembro de la dirección del Partido Socialista presidente comunal, vicepresidente regional y varias veces miembro del Comité Central y la Comisión Política, hasta llegar a ser dos veces vicepresidente de la mesa nacional, desde el 2012 como alcalde de la comuna he tenido claro que ejerzo para todos independiente de su color político. Eso también lo entienden los vecinos de los cuales he recibido un respaldo mayoritario”.

 

Se trata de causas estructurales, producto de un modelo económico, social y cultural que se ordena en torno al éxito y al progreso reducido a la cantidad de dinero que se tiene en el bolsillo. Es el llamado neoliberalismo. En comunas como las nuestras todo eso es ajeno a nuestras formas de vivir comunitariamente, a nuestras historias de vida, basadas en la cooperación, la solidaridad y en la organización de los vecinos.

 

Las desigualdades son sociales y territoriales. Basta observar la enorme diferencia de ingresos en las municipalidades de comunas pobres y comunas ricas. Para que vamos a seguir enumerando ejemplos como los de la distribución del ingreso, los bajos salarios, la precariedad del sistema de salud, la educación que segrega, la falta de viviendas de calidad, las pensiones indignas que reciben nuestros adultos mayores.

El sistema económico no responde a los intereses de Chile y su sociedad, se comprueba una vez más que la historia avanza producto de la movilización de las mayorías. La manifestación ciudadana y pacifica es el fundamento central que ha llevado a que tengamos un proceso para elaborar una nueva constitución con la participación de todas y todos; es nuestra experiencia en San Ramón.

 

Debemos siempre recordar como dato relevante que el actuar colectivo, la organización de la ciudadanía, es un triunfo frente al individualismo. La indiferencia y la apatía han creado condiciones para los abusos. La importancia de lo colectivo y popular, repito, es un triunfo frente al individualismo acérrimo que se ha intentado imponer.

Chile vive momentos muy difíciles. Condeno categóricamente las violaciones a los derechos humanos, han ocurrido muchas cosas que no quisiéramos haber visto.

Soy un hombre de fe, y ruego a Dios por la pacificación de los espíritus, confió en que no nos abandonará y que el proceso hacia una nueva constitución, y la solución pronta a las demandas sociales, se haga sin más violencia y sufrimiento para los chilenos. Igualmente condeno los saqueos de que ha sido víctima el comercio y especialmente los pequeños y medianos comerciantes y emprendedores. Ellos pueden contar siempre con el respaldo de nuestro municipio.

 

Comparto la crítica de la ciudadanía. En muchos aspectos ciertos contenidos de la televisión, bajo el manto del sensacionalismo, buscan manipular la opinión pública.

 

Por otro lado está la superficialidad de los temas que en realidad no hablan de los intereses reales de las chilenas y chilenos. No es casual la reacción de desconfianza y rechazo.

En San Ramón lo hemos vivido en carne propia, los vecinos, los funcionarios municipales, y el que habla hemos sido víctimas directas de estas prácticas. Se han hecho más reportajes, repitiendo majaderamente datos y antecedentes tergiversados con mentiras y omisiones de mala fe, que sobre las colusiones.

 

Como usted comprenderá las comunas populares han sido protagonistas activas del estallido social. Le recuerdo que las comunas de la zona sur de Santiago donde se encuentra la comuna de San Ramón, son producto de urbanizaciones a través de operaciones sitios, autoconstrucción, que se expresaron en la zona norte de la comuna, tomas de terrenos, erradicaciones y radicaciones. La más importante de estas ha sido la toma de La Bandera, ocurrida el 26 de enero de 1969 que fue una de las tomas más grandes de terrenos en América Latina. Allí muchas familias dieron origen a una forma de organización social con un fuerte componente de innovación organizacional con comités de vivienda, educación, salud y seguridad. Por ello el estallido social nos revive la dignidad, sacrificio y esfuerzo, lo mejor del valor de la solidaridad y de la cohesión social que siempre fueron la impronta y el sello que caracterizó el origen e historia social de San Ramón.

Le explico. En un programa de reinserción laboral, que viene aproximadamente del año 2001, se contrató a una persona con antecedentes penales. El director jurídico de la época, señalo que, en este programa que consistía en que los trabajadores debían realizar la función de regar plazas, hacer podas, cortar árboles y otros, que no tenían una significación de mayor preparación profesional, no era necesario pedir el certificado de antecedentes, y ello por las características del programa y porque los contratados no adquirían la calidad de funcionarios municipales.

 

En este contexto se contrató a una persona que tenía antecedentes, contrato realizado por el director de operaciones del municipio, funcionario de planta desde el año 1988, que viene de la época del alcalde Cabedo, quien fue un alcalde designado por la dictadura, sin que pasara por el control de la subdirección de recursos humanos del municipio. El ex director de operaciones señaló en el sumario que esto lo hizo a propósito de su amistad con el padre de la persona contratada, quien fue capataz en el municipio en la época del alcalde Cabedo.

De hecho, al momento de celebrarse ese contrato yo me encontraba en la Clínica hospitalizado para ser sometido a una operación de apendicitis que se estaba evolucionado a peritonitis con carácter de urgencia. Yo no firmé ese contrato, ni instruí a nadie para que así ocurriera. Desde el 20 de marzo al 26 estuve con licencia médica por las razones que ya le expliqué.

 

No tuve nada que ver, ni en el origen, ni en la concreción de ese contrato. Meses después se realizó una renovación de contratos en las que aparecían más de 85 personas, en el que para ello intervinieron más de cuatro direcciones y unidades del municipio (dirección jurídica, dirección de recursos humanos, dirección de operaciones, dirección de control), en los que venía el contrato de él señor Pinto, comprenderá que era imposible para mi advertir su presencia en esas condiciones sin siquiera saber su nombre.

 

La administración pública se basa en la buena fe y la confianza legítima de la gestión administrativa, donde intervienen distintos profesionales que hacen suyos los actos de la administración. Por ende la renovación de un decreto como el que señale es un acto de carácter complejo, es decir, intervinieron más de 4 direcciones y unidades profesionales que tienen a su cargo velar por el cumplimiento de los requisitos y la ley para el ingreso de personas a la administración pública. Quiero decir que contabilicé las firmas de responsabilidades de cada uno de esos profesionales y conté más de 70 hasta

antes que llegara el documento para mi firma. La municipalidad tiene contrato laboral con más de 2.300 personas, no puedo partir suponiendo el engaño y la mala fe en esas contrataciones.

 

He hecho denuncias por casos de narcotráfico. Por ello la fiscalía me ha ofrecido medidas de protección, que agradezco, pero hay una que no he podido aceptar que es una que corresponde a la de una protección personal y esto porque siendo muchos los vecinos que denuncian me vería en una situación de privilegio respecto de ellos.

Primero aclarar que esa persona nunca fue el jefe de seguridad de la municipalidad de San Ramón. El municipio de San Ramón cuenta con un director de seguridad pública que se llama Rodolfo Garrido, un profesional, académico, altamente calificado y que reúne todas las condiciones y competencias técnicas para ejercer esta estratégica función, que no solo es comunal, sino que también en coordinación con las policías y el Ministerio

Público.

Entiendo que la persona a la que se refiere usted fue sorprendida y condenada por tráfico de municiones, circunstancias en las que los mismos periodistas que han preparado diversos montajes en mi contra han tratado de vincularme. La mejor respuesta para esas acciones es la que dio el fiscal Leonardo Zamora, el día 26 de diciembre en el programa de Chile Visión, el que preguntado sobre si yo tenía conocimiento de esos hechos o tenía

algún vínculo con los que participaron en esos hechos, señaló categóricamente que no. (Ver recuadro)

 

No solo no tengo ni he tenido relación alguna con esos hechos sino que también no se me ha relacionado con la persona referida.

En el mes de diciembre del 2012 asumí como alcalde de la comuna de San Ramón, en el año 2015 esta persona fue contratada en el municipio. Comprenderá usted que no era una persona cercana a mí.

  

 

En ese programa se pusieron imágenes de drogas, policías y eventos delictuales de México y Estados Unidos, simultáneamente se hablaba de la narco comuna. Se agregó junto a la mía una imagen de Pablo Escobar. Formulaban acusaciones falsas personas que ocultaron su identidad. No se informaba, se manipulaba.

 

Pero la verdad se termina por imponer, el Jefe de Estado en su última cuenta

pública señaló que se intervendrían 33 barrios de 32 comunas fuertemente

afectadas por problemas de narcotráfico, San Ramón no está entre ellas. ¿En que quedan entonces las insolencias y mentiras qué profieren estos periodistas cuando nos señalan como la narco comuna?.¿O esto de que San Ramón es como México? Más del 99% de los vecinos de San Ramón son personas honradas de esfuerzo y sacrificio. Nunca en mi vida he sido citado  a declarar por la policía, el ministerio público o algún tribunal por hechos vinculados al narcotráfico o de ningún otro tipo.

 

Han pasado más de dos años de estos programas de televisión. Se han cerrado las dos causas que investigaron estos hechos, se condenaron personas. En días recientes el fiscal que investigó estos hechos señaló a un programa de televisión que no existían antecedentes de que yo hubiere tenido conocimiento de estos hechos y menos alguna participación o siquiera vínculo con hechos delictivos.

 

Estos periodistas no consideran el enorme sufrimiento y daño que han provocado a los vecinos y mi familia, mi madre de 86 años cayó a la clínica al igual que mi hermana Consejera Regional, que lo hizo en estado de coma. Mi hija debió suspender un semestre universitario, mi hijo menor sufrió bullying en el colegio. Nos han causado un sufrimiento, un daño enorme en lo emocional, he debido resistir mi propio dolor por estos ataques, pero también he debido sobrellevar el de mi esposa y mis hijos.

 

El pie para la adquisición de ese inmueble, que fue una compra en verde, lo cual significa que el inmueble a la época en que celebré el contrato de promesa de compraventa no existía. Debí a partir del año 2015 hasta principio del 2016 pagar en cuotas o parcialidades la suma de dinero que la inmobiliaria y el banco que me otorgaría el crédito hipotecario, y que me habían exigido.

 

Yo como cualquier chileno he realizado y realizo una función remunerada. He

trabajado toda mi vida y en muchas ocasiones ejerciendo actividades en la alta dirección pública por lo que comprenderá que las condiciones que me exigieron tanto la inmobiliaria como el banco podía cumplirlas además soy alcalde desde el año 2012 y como cualquier otro chileno yo para adquirir ese inmueble enajené el que mantenía con mi familia. No soy como dicen algunos, de esos chilenos que tienen casas en la playa o 2 o más propiedades. No han dicho que esa casa la compré con crédito hipotecario y solo se terminará de pagar en el año 2036.

 

La motivación de este carrusel de mentiras es claramente política. Este conjunto de temas, asociados a hechos ilícitos, la contratación, un supuesto jefe de seguridad, el pie de un inmueble corresponden a un montaje, para denostar y atacar y descalificarme con motivos políticos subalternos. Primero se utilizó para la campaña presidencial de Alejandro Guillier en cuyo comando yo tenía un papel relevante.

 

Luego se usó para agredir al Partido Socialista en el marco de sus elecciones

internas. Ahora en medio de grandes convulsiones políticas se reflota como

volador de luces nuevamente.

 

San Ramón, siendo fiel a su tradición y cultura popular, debe tener en la

participación ciudadana la piedra angular de su desarrollo. En ese sentido imagino a nuestra comuna con sus organizaciones comunitarias activas, que sean actores en la elaboración de los planes comunales de desarrollo, en las campañas preventivas de salud y en la vinculación de sus aulas con la comunidad.

 

El desarrollo no se reduce a cuánto dinero se tiene en los bolsillos. Por lo demás cuando se habla de los países se trata de promedios porque la tajada del león se la llevan muy pocos, como el caso de Chile en que un 1% de la población se queda con más o menos el 30% del ingreso nacional. En ese sentido veo y lucho para que el desarrollo de San Ramón tenga que ver con el bienestar de cada uno de sus habitantes, con la calidad de la convivencia, el respeto y la dignidad entre las personas. Me emociona la imagen de un jubilado o de un estudiante que tiene confianza en su futuro y que aprecia el lugar en que vive. Para eso se requieren buenas escuelas, centros de salud, infraestructura deportiva, centros culturales y la recuperación de espacios.

En diciembre del 2012 heredé en mi gestión un alto déficit en calidad de vida,

particularmente en áreas verdes, equipamiento comunitario, dramáticos problemas sociales en salud, educación y en seguridad pública. San Ramón estaba en el penúltimo lugar en calidad de vida del país.

 

Creamos inmediatamente equipos técnicos que formularon junto a la comunidad organizada una importante cartera de proyectos. Esto nos convirtió rápidamente en una de las comunas líderes en inversión y de postulación de proyectos a escala regional y nacional. Con el Ministerio del Deporte construimos un Centro Integral de Deportes, construimos un Registro Civil que hasta ese entonces era un pasillo dentro de la municipalidad. Con el Ministerio de Energía cambiamos el 90% de las luminarias públicas a sistema LED, dando seguridad y ahorro energético.

 

Construimos un Centro Cultural de grandes dimensiones, construimos y arreglamos más de 60 plazas y 50 multicanchas. Con apoyo del Gobierno Regional construimos paseos peatonales con áreas verdes, juegos infantiles,

máquinas de ejercicios e instalaciones para personas con capacidades diferentes.

 

Hemos instalado miles de alarmas comunitarias, estamos ejecutando el Paseo Peatonal La Bandera, la obra más grande de la historia San Ramón, y que tiene por finalidad fortalecer la seguridad de los vecinos recuperando los espacios públicos. Las unidades técnicas del municipio se encuentran trabajando para conseguir la recomendación satisfactoria del Gobierno Regional para construir el Paseo Peatonal de la Avenida Almirante Latorre, y también la reposición del Centro de Salud Familiar La Bandera.

 

Aprobamos hace pocos días un proyecto en el Gobierno Regional para construir un cuartel de la PDI. Miles de personas han viajado por el programa de Veraneos Familiares materializando su derecho a la recreación, se han entregado becas estudiantiles de educación superior y de útiles escolares, todos los invierno hemos distribuido parafina a las personas más vulnerables, como asimismo gas a las personas postradas, hemos instalado cámaras de tele vigilancia, creamos la oficina para víctimas de delitos violentos.

 

Creamos la Farmacia Popular, a la cual estamos dotando de mejores servicios; instalamos pórticos con lectores de patentes para ayudar en la seguridad pública, organizamos la semana de la mujer la que se ha transformado en un hito para nuestra comuna, la cual culmina con un acto artístico cultural en el Parque La Bandera n donde se reúnen más de 20.000 personas.

Esta comuna renovada y segura me permitió ser en mi segunda elección uno de los alcaldes más votados del país, superando el 70% de la votación lo que me compromete de sobremanera con mis vecinos

 

 

 Fiscal Leonardo Zamora y casos en los que el alcalde Aguilera ha sido involucrado