Por María Cristina Prudant
Antonio Leal, miembro del Directorio de TVN, ex Presidente de la Cámara de Diputados, Director de la Escuela de Sociología y de los post grados de Ciencia Política y Filosofía de la U Mayor respondió a Cambio21 acerca de la situación del canal nacional.
¿Cuál ha sido su experiencia como director de Televisión Nacional?
Estoy en el Directorio de TVN desde hace 7 años, tres gobiernos distintos y en una fase donde los cambios de la industria televisiva han sido y continúan siendo, en Chile y en el mundo, muy profundos.
Mi primera conclusión es que TVN sufre, con cada cambio de gobierno, una profunda desestabilización. En los dos gobiernos del Presidente Piñera ha habido una verdadera obsesión por controlar el canal lo cual se expresa en el intento de cambiar, por vías distintas, al Director Ejecutivo y a la administración, incluso a aquella que ha sido nominada a propuesta de la mayoría del Directorio como ocurrió con Mauro Valdés.
Hoy, han tratado de sacar a Jaime de Aguirre, a quien trajimos a TVN por su profundo conocimiento de lo que es la TV, su capacidad creativa y de liderazgo, porque trabajó anteriormente en TVN más de diez años y lo hicimos por unanimidad del anterior Directorio y , sin embargo, cuando su presencia en TVN comienza a dar señales de una recuperación del canal en audiencia y avisaje, se despliega una maniobra para sacarlo por medio ilegales dado que no han tenido los votos que establece la ley y que es la única manera de nombrar o destituir a un Director Ejecutivo.
Es decir, uno de los mayores problemas de gobernabilidad de TVN es que los gobiernos tienden a no respetar al gobierno corporativo y desearían nombrar no solo al Presidente del Directorio sino también al Director Ejecutivo que de acuerdo a la ley es nombrado por una mayoría de al menos cinco miembros del Directorio y que es el único que puede removerlo con el mismo quórum.
Esto está establecido así justamente para preservar el pluralismo político e impedir que en cada cambio de gobierno se intente que el Canal Público se transforme en un canal de gobierno, o peor, de un partido, lo cual, como ocurre en toda América Latina donde se da este fenómeno, tiene consecuencias nefastas ya que son canales de nicho de una postura política.
TVN es un canal público único en el mundo: es público pero se financia con publicidad y ello influye determinantemente en su programación ya que compite con los canales abiertos empresariales por un pozo publicitario que además disminuye crecientemente ya que una parte del avisaje va hoy a las redes digitales y a la multiplicidad de pantallas que ofrece la nueva tecnología.
TVN hace 25 años que no recibía capitalización de su dueño y solo el 2017 se logra aprobar una ley de capitalización para financiar la obligatoria digitalización, que tiene altos costos, para asegurar una mayor competitividad y para crear , en la segunda señal digital, un canal cultural que es una tarea que el estado le entrega a TVN.
No hemos recibido aún nada de estos recursos, que deben entregarse con un plan específico en cada caso, y que desde hace un mes y medio se trabaja con una Comisión del Ministerio de Hacienda y el Directorio, superada esta situación artificial que han instalado, debe aprobar definitivamente el Plan para entregarlo en el formato establecido al Ministerio y recibir los recursos establecidos en la ley.
Competimos, por tanto, en desigualdad de condiciones con los actuales canales privados que tienen continuas capitalizaciones de sus dueños y una importante influencia en las empresas que avisan.
Oposición a privatizar TVN
¿Es sostenible este modelo de mercado que coloca a TVN, como señala en una tensión permanente entre su misión y la forma como debe obtener sus recursos?
Las modificaciones a la ley introducidas en la última ley no tocó el modelo de TVN, solo capitalizó para objetivos precisos. Por tanto el Directorio de TVN debe enfrentar la situación con esta ley y con este modelo y es el dueño, el Estado, el que debe resolver si en algún momento lo cambia.
Hay quienes creen, en el mundo político y más allá de él, que debe instalarse un modelo completamente financiado por el Estado, con un canal público que no compita por el rating y garantice una programación de calidad. Hay otros que creen que debe tener financiamiento estatal y ser más bien un canal de gobierno y, por cierto, hay quienes creen que TVN debe dejar de existir, privatizarse, porque no tendría razón de ser un canal público ni desde el punto de vista del mercado ni de la sociedad.
Mi visión es que es claramente de oposición a la privatización de TVN. En un país donde todos los medios de comunicación son privados, donde hay una alta concentración de ellos en pocos grupos económicos y donde esta supeditación a intereses económicos determina su línea editorial de manera cada vez más notoria, es indispensable que TVN siga existiendo como canal público, plural en lo político, social cultural, temático.
Creo que es posible continuar teniendo una TV pública con una programación inteligente y competitiva, financiado por la publicidad, ya que veo en ello una garantía que TVN no se transforme en un canal de un gobierno o de un partido y desnaturalice completamente su esencia. Ello garantiza su autonomía y limita las presiones del mundo político sobre los contenidos, especialmente, de sus programas de investigación periodística.
La nueva modernización de TVN no puede hacerse, sin embargo, con los criterios de la empresa SECOUYA que moderniza para privatizar lo público y para reducir al mínimo lo privado. Eso puede ser la muerte de la TV que aún hoy es la principal fuente de información y que llega a millones de seres humanos en Chile y en el mundo.
TVN debe estudiarse a sí mismo, debe profundizar su regionalización y ampliar el área de sus negocios utilizando mejor los enormes recursos humanos que posee ya que lo más importante de TVN son sus trabajadores todos, este es su principal capital.
El canal cultural, científico e infantil puede ser una gran revolución creativa, no sometida necesariamente al rating y que complemente a la pantalla principal. La propia programación de todas sus pantallas debe situarse más en la vida cotidiana de las personas, del pluralismo. Más disgregado y cambiante que el viejo pluralismo de los partidos.
Es decir, estamos en una sociedad compleja, líquida y posmoderna y la TV no puede ignorar estos cambios de conciencia y de gustos de una audiencia distinta a la del pasado que tiene poca fidelidad y que vive en una velocidad distinta, tiempo y espacio nuevo. Aquí es donde hay que reflexionar sobre el mensaje cultural e informativo.
Por ejemplo, hoy no es posible insistir en noticieros de una hora y cuarenta minutos con personas que quieren ocupar sus tiempos en cosas diversas, que ven TV en pantallas móviles, en movimiento ellos mismos. La noticia y el contexto, que debe ser parte de la diferenciación de la TV pública, hay que adecuarla creativamente a la vida más veloz de la audiencia y no pretender enclavarla en una programación que no tenga esta dinámica .
¿Cómo ser una agente que prepare a la población para la diversidad de cambios tecnológicos que se incorporan a nuestras vidas? ¿Cómo acompañar desde la TV el continuo cambio de subjetividad de sociedades que se liberalizan? De esto debiera discutir el Directorio de TVN y no estar paralizado por un burdo intento de lucha de poder contra el Director Ejecutivo del canal.
Muerte de Camiroaga
¿Es acertado el sistema de designación política que tiene el directorio?
En la última modificación a la ley el congreso ha decidido mantener esta conformación. Personalmente creo que el pluralismo de los partidos, válido al inicio de la transición, es hoy estrecho para expresar el pluralismo de la sociedad y de la diversidad de vidas. El Directorio debiera expresar, en su composición, esta nueva realidad. Como hacerlo para equilibrar ambas cosas, es una cuadratura del círculo difícil de lograr pero debiera ser parte del debate sobre el futuro de la TV pública.
¿El directorio asumió los problemas del canal, buscó soluciones?
He estado en diversos directorios, composiciones y mayorías, con diversos presidentes y directores ejecutivos. TVN sufrió dos grandes pérdidas de diferente dimensión pero ambas afectaron sustantivamente su llegada a las audiencias y que de alguna manera fueron paralizantes.
El fallecimiento de Felipe Camiroaga y de todo un talentoso equipo y, fruto de la irresponsabilidad de un Presidente del Directorio que quería mostrar números azules a toda costa y que actuaba con odiosidades personales, la salida de Quena Rencoret y el desmantelamiento del Área Dramática del canal que era el punto de fuerza creativo que articulaba un tren programático exitoso. Ello comportó una notable baja en las audiencias, en el rating y en el avisaje.
El Directorio encabezado por Ricardo Solari inició un proceso de modernización del canal, rebajó costos, pero fruto de las injerencias externas y de los desacuerdos del Directorio tuvimos diversos períodos de absoluta improvisación en la Dirección Ejecutiva del Canal.
Finalmente pudimos traer a Jaime De Aguirre que es uno de los Directores exitosos y con él, con la nueva administración, hemos comenzado un lentísimo proceso de recuperación de la programación. A partir de Mayo último se incorporan diez programas nuevos varios de los cuales tiene dos dígitos de rating y hemos pasado de un pobre 4,6 a un 6,2 de promedio lo que es un punto de partida para una mejor competencia con los otros canales abiertos.
Mejora en números el matinal, los noticieros y aún debemos incorporar una teleserie nocturna de calidad y otros programas que analiza el Comité Económico y el de Programación, para complementar una programación de mayor capacidad de recuperar audiencias y avisaje.
Por ello es que es completamente irracional lo que ha ocurrido en estas semanas en TVN, porque mientras avanzábamos por primera vez en años se crea este conflicto de poder donde se intenta despedir a un Director Ejecutivo que trajimos por unanimidad del anterior Directorio y al cual el propio Presidente Piñera al comprar Chilevisión encargó la tarea de hacerlo pasar del último lugar al primer lugar cosa que resultó y fue exitosa.
Por tanto, la pregunta es, si De Aguirre sirvió, en su momento, para dar vuelta la programación de Chilevisión, ¿por qué no se le permite que trabaje tranquilo con todo el equipo de creativos y comunicadores para lograr algo similar en TVN? Yo espero que salgamos de esta operación fallida y el Directorio pueda trabajar en unidad para lograr una marcha exitosa del canal.
Ahora, quiero agregar , como autocrítica, que los límites de los diversos directorios han sido el no percibir con mayor antelación los cambios que se producían en la industria y no haber reaccionado a tiempo para instalar un proyecto de modernización del canal y de nueva gestión, un nuevo modelo de negocios, que es lo que debemos impulsar hoy.
Rencilla política
El nuevo presidente del canal Francisco Orrego ha actuado adecuadamente frente a los problemas del canal
Tengo una opinión muy clara al respecto pero no quiero instalar nuevos elementos que extienda una rencilla política, de poder, que es dañina para TVN. Nombrar y remover al Presidente del Directorio es facultad exclusiva del Presidente de la República y, por tanto, yo me atengo a este dato y no coloco la salida de Orrego como una condición para el urgente diálogo que hemos construido en estas semanas marcadas por una irracionalidad galopante.
Cada cual sacará sus propias conclusiones y verá en qué condiciones de prestigio personal está para continuar en su cargo. Por mi parte, valoro los esfuerzos que se han hecho por parte de Directores de la mayoría y de la minoría para superar esta grave situación instalada artificialmente y yo haré todos los esfuerzos en esa dirección para que superemos este momento difícil y el Directorio en su conjunto continúe trabajando, en primer lugar, en fortalecer la programación, en entregar al gobierno el Plan de Capitalización en todos sus detalles.
Para ello, se debe dar al Director Ejecutivo el apoyo unánime del Directorio y permitir que el cumpla con todas las atribuciones que en la conducción del Canal le entrega la ley.
Puede un presidente filtrar información interna como pasó con el informe de la contraloría del canal. ¿Hay sanciones?
El artículo 9 de la ley es claro que nadie puede filtrar actas, contratos, elaborar documentos que resuman reuniones de Directorio y entregarlas a los medios y ello está sancionado hasta con pena de cárcel. Yo espero que todos hayamos aprendido de esta trasgresión que ha causado un grave daño a TVN.
No voy en propuesta PPD a TVN
¿Siente nostalgia al dejar TVN?
Aún no porque estaré hasta el último día cumpliendo mis funciones. Le pedí al Presidente del PPD no ser incluido en la propuesta que se entregó al Presidente Piñera para conformar el nuevo Directorio y sugerí que se privilegiara la presencia de una mujer PPD en este cargo y así lo ha hecho el PPD que ha entregado el nombre de dos destacadas personalidades femeninas en la terna.
Considero importante no eternizarse en los cargos y no buscar siempre estar en estos cargos públicos sino dar la oportunidad a nuevos profesionales. Sin duda sentiré nostalgia. Son siete años de mi vida dedicados con particular empeño y compromiso a TVN. Pasé momentos personales muy difíciles en estos años y sentí el afecto de todos que me reconfortó.
He conocido dentro del Canal y en el propio Directorio a gente magnífica de diversas posturas ideológicas. He aprendido mucho de Televisión y TVN ha sido una gran escuela para mí. Ahora con un colega sociólogo preparamos un libro sobre televisión y sus desafíos en el mundo digital. Seré siempre un TVN en cualquier lugar donde me encuentre y seguiré siempre ligado a su pantalla y a su decurso que espero sea exitoso.