Mientras el mundo político tiene la vista puesta en la primera vuelta de noviembre, el alcalde de Las Condes pone sus fichas en 2022 y ya se prueba en modo “candidato presidencial”.
Aunque no lo crea: Lavín ya está preparando su desembarco en La Moneda
Por Mario López M.
Populista, quiere salirle al camino “en su propia salsa” a Manuel José Ossandón. Con ofertones y medidas grandilocuentes busca llegar a ese electorado que no es de derecha, pero que seduce con su verborrea.
Arrepentido por haber votado por el edil de la Las Condes se mostró un contrariado Pablo Longueira, quien declaró que sentía “pena e incluso irritación”. La razón: la decisión de Joaquín Lavín de reducir los rodeos de seis a uno en el Parque Intercomunal de Las Condes para el 18 de septiembre.
De “entreguismo político” y de buscar “agradar a las izquierdas de todo tipo y así ampliar su base electoral”, lo acusó por su parte el abogado y columnista de derecha Alex Buchheister.
“Yo creo que lo que está haciendo Lavín es lo que hace siempre, ver las encuestas y tratar de meterse en un tema (…) Decirle a Lavín que no haga tonteras, que hasta cuándo ve las encuestas si ya salió elegido. Además, ahí gana hasta el ratón Mickey”, fue el mensaje directo y claro que le envió el senador Manuel José Ossandón al alcalde.
Claro, a los primeros les molestó el oportunismo y travestismo típico de Lavín, pero a Ossandón además le molestó que el UDI esté levantando una tercera intentona de llegar a La Moneda, compitiendo directamente con él.
Y no deja de tener sustento la sospecha del senador, porque la UDI ha puesto las fichas en el alcalde y se han juramentado que en caso alguno apoyará a Ossandón en cuatro años más. Aún no se resuelve la presidencial 2017 y ya Lavín echa redes mirando el 2022.
Lo que sea por un voto
Lavín siempre está atento a qué preocupa a la sociedad o qué está en boga para adoptarlo y hacerlo propio. Ya antes había sido por varios años alcalde de Las Condes e inauguró varias semanas de la chilenidad que incluían rodeos, sin ningún tipo de cuestionamientos. Salvo ahora, que el tema vende.
También llevó a algunos afectados por los cortes de electricidad producto de las nevadas a lujosos hoteles en su comuna con cargo a Enel, en un golpe efectivista. Tampoco dudó en izar en el municipio la bandera LGBTI, que caracteriza al mundo gay, entre otros, lo que escandalizó a la derecha más dura.
Lo hizo igualmente cuando dispuso de cámaras de reconocimiento facial, de cero resultados y un enorme costo, pero que le dio cobertura de prensa; o como cuando dispuso de los drones recorriendo la comuna, ambas medidas onerosas y de cuestionada constitucionalidad. Sume inútiles botones de seguridad y páginas web que llaman a los vecinos a denunciar cualquier cosa sospechosa y que ha terminado en una sicosis con denuncias de trabajadores que transitan a sus trabajos. Qué decir de los chalecos antibalas, cinturón operativo, esposas, linternas tácticas, bastones y gas pimienta que entregara a 118 inspectores municipale, para reprimir los delitos, cuyos índices están lejos de bajar.
Quitar beneficios sociales a los condenados por tráfico de drogas, hacer llover sobre Las Condes sembrando nubes, playas el Parque de Los Reyes, en pleno Santiago, nieve en medio de la ciudad, pistas de hielos, vender el avión presidencial –que pertenece a la FACH-, construir un “bonito” museo memorial en la Villa San Luis o su notificación en 2005 “a los delincuentes que esta mano blanda o manga ancha se acabó y que de ahora en adelante cualquier persona que cometa un delito de este tipo (grave), será castigado severamente en una cárcel-isla donde obviamente, por las razones geográficas, el número de visita estará absolutamente restringido, no se podrán arrancar y donde tendrán que trabajar”, han sido solo algunos de sus ofertones.
Tu pasado te condena
Directo colaborador de la dictadura y actor relevante del proceso de depredación de empresas del Estado –llamado elegantemente “privatizaciones”-, posee una historia de luces pero muchas más sombras, de derrotas electorales, con un cuestionado paso por el gobierno de Sebastián Piñera, donde debió enfrentar duras críticas por sus conflictos de interés, vinculado a los casos de corrupción por el financiamiento ilegal de la política a través de varios de sus asesores, entre otras “gracias”. Lo salva haber ganado dos alcaldías, en la misma Las Condes y en Santiago, hace ya más de una década.
Su historia comenzó mucho antes de que llegara la democracia. Lavín en su origen como economista es un “Chicago boy”, de aquellos que desembarcaron durante la dictadura de la mano del “gremialismo” –cuyo origen está en la Universidad Católica, mayoritariamente-. Su trinchera estuvo en Odeplan (Oficina de Planificación Nacional), que fue el puerto al que llegaron el padre del homónimo diputado Ernesto Silva (UDI), los exministros de Pinochet Sergio de la Cuadra, Cristián Larroulet, María Teresa Infante, Martín Costabal, el exdiputado UDI Julio Dittborn, entre otros.
Recordadas son sus loas al dictador en octubre de 1989, cuando reconociendo las “bondades” del modelo económico de la dictadura cívico-militar, le dijo a Pinochet: “El verdadero autor de la revolución silenciosa, el verdadero autor de la sociedad emergente, el verdadero autor, Presidente, es usted”.
Claro que no se trató de amor eterno, pues antes de asumir como ministro de Sebastián Piñera aclaró que lo de pinochetista “era cosa del pasado”. Incluso unos pocos años antes (2007) se había declarado “bacheletista-aliancista”, mientras acusaba a Sebastián Piñera de “quedarse en los códigos de la vieja política”.
El eterno candidato
Su innovadora verborrea lo ha llevado a crear eslóganes que “cosificaron” la política: “El gallo de pelea”, “Viva el cambio”, “Te toca a ti” y “Alas para todos”, son solo algunos de ellos.
Sin embargo no le han servido al momento de sufrir severas derrotas como aquella ante la DC Eliana Caraball en su candidatura a diputado por Vitacura, Las Condes y Lo Barnechea (1989). No fue la única.
Diez años después, en las presidenciales de 1999, fue vencido por Ricardo Lagos; en la de 2005 perdió en primera vuelta ante Sebastián Piñera y Michelle Bachelet y más tarde, en 2009, cayó en las senatoriales por la V Región Costa frente a su compañero de lista, Francisco Chahuán (RN), y Ricardo Lagos Weber (PPD).
Tampoco le sirvieron en su paso por el ministerio de Educación en la administración Piñera, caracterizado por su grave conflicto de interés al ser uno de los dueños de la universidad Del Desarrollo (UDD), de origen UDI y en donde el lucro se efectuaba, entre otros mecanismos, mediante la sociedad espejo “Inmobiliaria Ainavillo S.A.”, creada en agosto de 1991 con un capital de apenas 36 millones 500 mil pesos, en que compartía sociedad con Ernesto Silva Bafalluy, Cristián Larroulet Vignau Federico Valdés (Inversiones El Estribo Limitada) y Alfredo Valdés (Feval Limitada).
Ainavillo, se transformó en una inmobiliaria “anexa” que permitió por años lucrar al margen de la ley, creando “vínculos contractuales financieros o comerciales con entidades que involucran a quienes integran los órganos de dirección, administración, ejecución y control de la corporación, y/o terceros relacionados”.
La Universidad del Desarrollo junto a la Universidad del Mar, aparecen citadas en 2012 en el informe de la comisión Investigadora sobre el Funcionamiento de la Educación Superior de la Cámara de Diputados de Chile. Las sociedades les arrendaban los locales donde funcionaban sus propias casas de estudios en precios que superaban los del mercado y así ocultaban retiros, dando la imagen de una operación comercial, que en realidad era de lucro.
Salpicado… pero impune
No libró de ser imputado por financiamiento ilegal de sus campañas electorales (presidencial y senatorial), que hoy investiga El Ministerio Público. Lavín parece ligado a platas recibidas a través de Penta y Soquimich, claro que por vía indirecta, a través de sus asesores directos. De hecho, la ex jefa de su campaña senatorial, Cristina Bitar, confesó haber recibido dineros de la cuñada del formalizado exsubsecretario de Minería Pablo Wagner (UDI), María Carolina de La Cerda, en plena campaña electoral de 2009 para ser destinada al hoy alcalde de Las Condes.
La Fiscalía pesquisa entre otras la boleta número 8 que la cuñada de Wagner emitió el 21 de julio de 2009 por concepto de “Asesorías financieras” y por $8.333.334. Esta aparece directamente vinculada a la campaña de Lavín. De La Cerda confesó que el total de las boletas emitidas entre 2009 y 2014 no respondían a asesorías legales.
También se le relaciona con otros aportes ilegales provenientes de SQM, como el de Karin Renate Grollmus Fritz, quien entregó una boleta ideológicamente falsa en 2010 por un total de $3.340.000. Ella es coautora junto a Lavín del texto “Emprendimiento contra la pobreza”, publicado en marzo del 2009. También participó en las campañas presidenciales del hoy alcalde de Las Condes.
No son los únicos aportes truchos que lo salpican. Aparecen otras tres boletas por un total de $16.444.444 giradas por la cónyuge del ex vicepresidente de la Juventud UDI Juan Pablo Aguerreberry. Ella trabajó en la campaña presidencial de Lavín en 2005.
También se le vincula con Augusto Da Fonseca Dreyer, quien trabajó junto con él y que en 2009 giró una boleta por $6.666.666 a SQM. La secretaria de Lavín, Lorena Espinoza, reconoció haber ocupado dinero proveniente de boletas falsas. Además, detalló que el padre de Ernesto Silva le entregó cheques para gastos de la campaña de Lavín.
Cuando llueve, todos se mojan
Lorena Espinoza Inostroza, secretaria de Lavín desde hace más de 20 años, declaró en calidad de imputada ante la Fiscalía. Confesó haber utilizado fondos ilegales provenientes de SQM para la entonces campaña senatorial de su jefe. “Ese año 2009 en algún momento don Ernesto Silva Bafalluy, que puede ser en agosto, en mi oficina de la universidad (UDD), se acercó y me entrega un cheque a mi nombre y cruzado por $2.300.000. ‘Lorena, me dijo, haga efectivo este cheque y manténgalo como caja chica para cosas que necesita Joaquín (Lavín)’”, afirmó.
“El dinero en efectivo lo mantuve en mi escritorio, era una especie de caja chica. Lo mantuve en un cajón de mi escritorio con llave”. Con ellos adquirió un computador portátil, una banda ancha móvil y un teléfono para uso personal de Lavín. Ya el abogado de Pablo Wagner, el exsubsecretario de Piñera, había sugerido que ese dinero nunca llegó al funcionario público: “No existe ninguna relación entre una boleta a Soquimich y la recepción de dinero para Pablo Wagner”, dijo.
Enfrentado a una realidad que ya no podía seguir negando, el propio alcalde respondió muy suelto de cuerpo: “Cuando llueve, todos se mojan y hoy parece que salí sin paraguas (…) Con franqueza total, no tenía idea, desconozco esta situación”, afirmó.
Más tarde se referiría al caso de manera más seria: “estoy seguro que las personas que trabajaron en mi campaña, lo que hayan hecho bien o mal, lo hicieron por mí, por ayudarme, y por eso me siento igual moralmente responsable y espero que esto se aclare lo antes posible”, aseguró.
Oscuros episodios
Uno de los flancos más duros ha sido su familia. Su hija Asunción Lavín y el marido de esta, Isaac Givovich. Ambos han sido perseguidos judicialmente por negocios estimados al margen de la ley o que han terminado en completos fracasos. Así lo entendió el Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, que la condenó a ella a presidio con el beneficio de remisión condicional de la pena, tras comprobar delitos de giro doloso de cheques, quedando “sujeta a la vigilancia y observación de Gendarmería por el plazo de la condena”.
El yerno conoce de una querella por estafa y apropiación indebida por $449 millones presentada en su contra por Info Technology. El abogado querellante César Vergara denunció a Cambio21 que “se le dio (ese dinero) para hacer distintos pagos, como a proveedores, profesionales relacionados con el servicio y un montón de cosas que se requieren para llevar adelante proyectos de esa envergadura. Pero él, al parecer, entendió que el dinero se le estaba entregando para ser imputado a futuras comisiones. Es obvio que cuando sus mandantes le pidieron cuenta él no pudo explicar en qué gastó todo este dinero y, entonces, surgieron los conflictos”.
Givovich también ha sido acusado de otras estafas, apropiaciones indebidas y hasta un intento de homicidio por encargo, transformándose en una piedra en el zapato para su suegro.
El conocido negocio de las luminarias que vendía a municipalidades preferentemente UDI, también desembocó en líos judiciales. Lo mismo el “comodato” que tuvo en el Restaurant Mizaki, de propiedad de Phillip Michell Amiot, quien denunció ante Cambio21 que ello derivó en que Givovich se apropió del establecimiento y, además, supuestamente atentara en contra mediante un sicario.