Por Teresa Frías
Benito Baranda, presidente ejecutivo de América Solidaria analizó la actual situación en el país debido a la crisis sanitaria, en que para él, lo único que ha reflejado es la desigualdad que sigue instalada en el país.
Por otra parte, se refirió a la constituyente, en la cual pretende ser candidato. Para Baranda independiente que vaya de candidato “igual participará ya sea desde adentro o en la candidatura”.
Mucho se ha hablado de una posible candidatura ¿Sigue pensándolo o va como candidato constituyente?
Dependerá del grupo que formamos que se llama “independientes no neutrales” ya llevamos unos 30 pre candidatos y candidatas. Le llamamos pre porque hay que ver si hacemos alianza con otros grupos independientes
Yo quiero y pretendo ser candidato por mi distrito, pero también dependerá de lo que está en el Congreso y sobre todo de la firma electrónica para inscribir las candidaturas, porque será muy difícil de aquí al 11 de enero poder poner la firma ante notario sobre todo con esta pandemia.
Las encuestas revelan que más del 80% de la gente no quiere políticos en la constituyente ¿qué piensa sobre esto Benito?
Cuando tú ves la papeleta, independiente que este o no en un partido político, hay personas que son partidistas y por ende lo que hay que estimular preferentemente ahí, es que sean capaces de dialogar y que tengan una comprensión de los derechos en forma amplia. Creo que eso se va a dar, los partidos van a inscribir personas independientes en sus listas.
¿Con la nueva constitución se va a acabar el modelo neoliberal y por ende la desigualdad?
El modelo que se estableció en la Constitución, es un modelo que a nivel de derechos ciudadanos es de aquellos derechos que más conocemos como vivienda, salud, educación, los tomaron desde un punto de vista subsidiario del Estado y un rol subsidiario privado.
Ese rol subsidiario tenemos que discutirlo con todas las personas en Chile para modernizarlo. Sin duda se debe evaluar si continúa o no.
Una vez más la clase media es tocada. Esta vez con los impuestos al segundo retiro del 10% ¿Cuál es su opinión sobre esto?
Primero, la clase media chilena no existe mucho. La gente tiene pretensiones de estatus de ser parte de esa clase media y se sienten parte de esa clase por los bienes que tienen. Pero cuando uno ve la mediana de ingresos por los salarios, apenas supera los 400 mil pesos. Eso significa que el mayor de la gente se concentra en la pobreza, comparándonos con Portugal, toda esa clase media estaría en el umbral de la pobreza.
Al final de cuenta, la gran mayoría de la clase media vive en el agobio.
¿Cuál ha sido el rol del Estado frente a la desigualdad?
Cuando el rol del Estado es un Estado que abandona la situación de pobreza y los derechos de esa persona es un rol de mucha lejanía y un rol que está más sometido a los bienes del mercado que a las políticas que corrigen esas simetrías de origen que tenemos.
La presencia del Estado es muy bajita, lo que prácticamente quiere decir que no tiene presencia el Estado, sobre todo en las comunas de más bajos ingresos. Hay muchas familias que viven en la pobreza y el estado está ausente.
La pandemia aumentará la brecha de la pobreza durante el 2021 ¿Cuál es su análisis?
No solo crece la pobreza, lo que ha generado la pandemia es exacerbación de las desigualdades y esto no sólo en Chile sino en resto del mundo, esto es comprobado.
La desigualdades más fuertes que van a venir son las propiedades porque al final el patrimonio es la desigualdad más grosera y más fuerte que puede haber en Chile. Ya la de los ingresos es fuerte, pero la del patrimonio es grosera.
Entonces, la pandemia ha traído una exacerbación en los ingresos, patrimonio y la desigualdad y lo que ocurrirá en los próximos años si no hay una atención del Estado y logre emparejar mucho más el nivel de las personas, al final lo que se va a generar se ampliará la brecha de desigualdad.
El IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) fue uno de los principales ingresos de muchas familias en pandemia ¿El Estado debiese seguir haciéndose cargo de la crisis económica social?
Se hablado mucho de la igualdad universal, la cual debiese estar ya presente en la política social chilena. Y eso es algo que lo están discutiendo en todos los sectores y que sería una especie de IFE permanente para poder nivelar los ingresos de las personas y al mismo tiempo para salir de la pobreza.
Sin embargo, es difícil que se apruebe eso de forma inmediata, pero se aprobará para el próximo año, aunque debiese ser ahora, ya que hay lugares como Puerto Montt que están con cuarentenas prolongadas por ende debiese activarse esa ayuda ahora.
Ojalá que el IFE sea para una amplia gama de familias, también para aquellas que están afectadas por la pandemia, que sea más extenso. Especialmente donde las cuarentenas van a ser duras, ya las tenemos hoy día y seguramente para la segunda ola vamos a tener en otros lugares. La desesperación de las familias será muy grande.
Pongámonos en el escenario que sale electo ¿Cuál sería su enfoque dentro de la constituyente?
Bueno, hay tres ámbitos independientes que son neutrales en los que hemos estado trabajando, esos contenidos están en nuestra página web y tiene que ver con el trabajo en varios temas importantes y que tienen relación con la vida de las personas, el reconocimiento de los pueblos originarios, el reconocimiento a la mujer, de los derechos de las personas que están más abandonadas por la sociedad.
Derechos que sean garantizados en pensión, educación, salud y vivienda. Los recursos naturales, todo lo que es el medio ambiente. Los derechos del medio ambiente, nuestro oxígeno, nuestra agua, todo lo que tenemos y eso también se ve trazado en terrenos que son del Estado y son entregados a privados como las pertenencias mineras.
Y si no estoy dentro de la convención, desde afuera trataré de fortalecer esa conversación.
¿Qué opina sobre estas intenciones de adelantar las elecciones?
No estoy de acuerdo. Estamos en un proceso constitucional que es lo más importante hoy día y no nos podemos distraer de eso. Para el futuro de Chile, lo más importe es hacer una nueva constitución, que sea democrática, de pacto social. Hoy día tenemos la oportunidad de construir ese pacto social.
Hay una alta desilusión de la ciudadanía, y no pasa por la lucha política, pasa por cómo vamos a vivir en unos 10 años más y eso, lo tienen que estar trabajando al interior de los partidos, deben estar trabajando para tener esa conversación con la ciudadanía y no que sea un conjunto de una desilusión popular.
¿Esa desilusión tiene relación directa con el estallido social?
La exigencia del estallido, va ir disminuyendo progresivamente porque la situaciones de injusticias que provocaron esa gran movilización social, todavía está en la sociedad chilena. Son situaciones de injusticias graves como lo que pasó en el Sename en el sur.
Hay muchas personas que están con profundas heridas acerca de lo que le ha tocado vivir en las últimas décadas y enfrentarse a eso, bueno, socialmente implica un cambio fuerte.
El resultado del plebiscito no es que unos vivan en un lado y otros en otro, sino que es una política de desagregación social encabezada por el Estado y fuertemente potenciada por los gobiernos democráticos lo que terminó siendo el peor espacio para que se vayan incubando, precisamente, espacios de abandono y eso es lo que ha ocurrido. Finalmente terminamos muy divididos porque estamos muy separados.
¿Cuál es su análisis con respecto al gobierno de Sebastián Piñera?
Ha tenido que enfrentar un cúmulo de insatisfacciones de la sociedad, no sé si otro gobierno lo hubiera hecho mejor, no tengo la varita mágica para descubrir eso.
Sin embargo, han tenido muchos desaciertos comunicacionales, previos al estallido social, muchas frases poco afortunadas de personas, pero creo que ese cúmulo de insatisfacciones viene principalmente en las dos últimas décadas.
Al mundo político le ha costado mucho ponerse de acuerdo en modificaciones sustantivas que había que hacer. Por ejemplo con la reforma previsional, aunque uno podría nombrar una larga lista. Para hacer la reforma educacional tuvieron que salir los estudiantes a la calle. No fueron capaces de ponerse de acuerdo, finalmente tuvo que haber una explosión social para que ocurriera.
Entonces el vínculo de modificación de las políticas tiene que adelantarse, y por eso este gobierno ha tenido que ver mucho. Le ha tocado varias adversidades con casusas acumuladas.
A lo que ellos levantaron desde un comienzo y fue una bomba de tiempo era que iban a limpiar la casa, lo cual no lo hicieron. Lo que hicieron fue reprimir el comercio ambulante, a los extranjeros, a los sectores pobres.
En Perú el Presidente pidió perdón por las victimas del estallido social ¿En Chile hace falta ese perdón?
Por su puesto. Hay un dolor muy fuerte del estallido social, pero hay que hacer una diferencia, yo creo que el perdón no va a estar porque es distinto lo que ocurrió en Perú a lo que pasó en Chile. En nuestro país hay una queja fuerte de abandono de parte del Estado, de humillación de parte del Estado, pero para Perú, recién está empezando ese camino largo para ellos, porque las relaciones asimétricas en Perú son inmensas.
Lo que ha ocurrido allá es diferente, pero en la base hay un sentimiento de justicia de abandono de parte del Estado.