Por Mario López M.
Ya no es un problema de vocabulario, tampoco de incontinencia, es derechamente una falta de sensibilidad social que lo retrata de cuerpo entero. Para él también la educación es un bien de consumo.
“Por qué desde Santiago tengo que ir a arreglar el techo de un gimnasio. Son los riesgos del asistencialismo, la gente no se hace cargo de sus problemas, sino que quiere que el resto lo haga”. Esa es su visión ideológica, individualismo a secas.
Experto en paraísos fiscales y abogado de Larraín Vial, que administró el fideicomiso ciego de Piñera, pareciera que sabe mucho del patrimonio del Presidente. No fueron los partidos sino el propio mandatario quien lo llevó al gobierno, a pesar de saber poco o nada de educación.
Para muchos causó sorpresa lo afirmado por el ministro de Educación, Gerardo Varela, en el marco del aniversario de Enseña Chile. La gran mayoría reaccionócon irritación. En realidad, es cosa de leer con detención cuáles han sido sus dichos desde que fue designado para entender que lo de ahora no es un error, tampoco una mala interpretación, menos una lectura mal intencionada de sus opositores, es derechamente lo que piensa y cree. Por eso resulta paradójico que siga a cargo del ministerio de Educación tratando de implementar aquello en lo que no cree.
Es lo que hay…
El ministro encarna en sí mismo serias contradicciones. No cree un ápice en la educación gratuita y así se encargó de decirlo a los cuatro vientos y a quien se lo quisiera escuchar. Calificó a la educación como un bien de consumo, afirmando que “como la salud y la seguridad, son tanto derechos como bienes económicos” y no un deber de Estado para con sus ciudadanos.
Ha dicho que la reforma a la “educación chilena es equivalente a la que hizo Idi Amín –dictador de Uganda– a los derechos humanos”. Según él, el gobierno de Bachelet restringió “el derecho de los padres a elegir el colegio y a que paguen para mejorar la educación de sus hijos”.
Si para él la educación no es un derecho, sino que un negocio, ¿por qué aportar a algo que no es rentable, como un colegio humilde? Si se gotea, que se las arregle solo, si no puede pagar con lo que recauda, que haga un bingo para él es una solución. Su ataque al “asistencialismo”, o sea a concebir al Estado como un impulsor del bienestar social, el bien común, la calidad de vida de las personas, es una pérdida de tiempo y recursos. Su tardía explicación que “para las cosas menores -como techos que se llueven en colegios, baños en mal estado, falta de recursos educativos o recreativos, etc.-, no está el ministerio que dirige”, es más de lo mismo, la salvaje ley de la selva del mercado, que sobreviva el que pueda.
Quizás la frase que más lo distingue en su neoliberalismo brutal es su análisis sobre la educación superior que expresó antes de asumir: “el Estado debe asegurar un mínimo de calidad, ranquear a los competidores, hacer seguimiento a la empleabilidad y financiar con becas o préstamos a los que no tienen los medios. Pero lo peor es lo que ha hecho este Gobierno (de Bachelet): negar a la educación su naturaleza de bien económico, limitar la autonomía universitaria, impedir su correcto financiamiento, desincentivar competencia y regalar plata a los universitarios, que serán los privilegiados de la sociedad”.
También denostó la construcción de salas cunas y la ley que terminó con la selección y el copago en la educación escolar, cuestionando de paso la prioridad en la educación pública.
¿Qué o quién protege a Varela?
El cuestionado ministro Varela -reconocido por el mismo- es un neófito en materia educacional, sin embargo, no escapa a los conflictos de interés en esa misma área. Son numerosos sus vínculos con el lucro en la educación. Entre las sociedades en las que participa se encuentra “Progreso Regional Aquinas S.A.”, dedicada a desarrollar “proyectos educativos en cualquier ámbito de la formación educacional”.
También desempeñó rol en EducaUC, empresa privada ligada a los negocios de la Universidad Católica, que ha sido objeto de serios cuestionamientos por su propuesta de Asistencia Técnica Educativa (ATE), que implica que los establecimientos particulares subvencionados financian asesorías educacionales a través de los recursos entregados por esta ley para mejorar la gestión educativa con los más pobres de la educación pública y la particular subvencionada. En otras palabras, lucran con fondos públicos.
Igualmente expertos, profesores y estudiantes han cuestionado que su vinculación con la educaciónno sea más que a través del lucro. Él es un hombre de empresas, del derecho, vinculado a la defensa del caso Cascadas y acérrimo protector del “choclo” Délano, de quien admira su “sensibilidad social”.
Y es que Varela posee una gran red de contactos que lo ligan incluso con paraísos fiscales a través de variados fondos de inversiones, entre ellos el poderoso Southern Cross, el más poderoso de Latinoamérica, y él mismo administra un patrimonio de más de $4 mil millones.
Derecha dura
No fueron los partidos de la coalición de gobierno los que lo ubicaron a la cabeza de Educación, sino el propio Piñera. Varela es uno de los propietarios de El Líbero, pasquín de derecha en la que ofició de columnista. También escribía para El Mercurio, donde anunciaba ya su manera de pensar: “La solución para la educación no es la gratuidad ni la prohibición del lucro –y menos de la selección y el copago-, sino que el desafío es como seguir atrayendo inversiones, competencia y talento”.
Es el autor intelectual, desde el “Observatorio Judicial”, obra de Hernán Büchi, de la idea de “netear” al poder judicial que más tarde adoptaría el ministro de Justicia al acusar a los jueces de izquierdistas. Él era el encargado de fiscalizar a los jueces para evitar que sus fallos se basen en su “parecer ideológico”.
De gran actividad en el mundo empresarial, llegó a presidir Soprole. También fue director en Avla S.A., empresa de servicios financieros, entre otras.
Varela sabe mucho acerca de las inversiones de Piñera, también de paraísos fiscales, donde este tiene el grueso de sus inversiones. Tanto por su participación en Larraín Vial (una de las administradoras del patrimonio del mandatarioen el llamado fideicomiso ciego) como por su propia experiencia en el negocio de crear sociedades en esos lugares -constituyó para diversos empresarios compañías internacionales radicadas en ellos-, parece que sus conocimientos de educación no fueron lo que lo llevó al ministerio.
Una de las sociedades que creó es Inversiones Charrúa Chile, constituida a través de Charrua Investments LLC, compañía domiciliada en Delaware y vinculada al fondo Southern Cross. Es uno de sus mandatarios. También aparece como director de una sociedad panameña, de septiembre de 2015, Paytrue S.A., originalmente constituida en Montevideo (Uruguay) en enero de 2003 y que en septiembre de 2015 abrió una sucursal en Panamá, quedando registrada como sociedad extranjera con un capital de US$10 mil.
“De cartón”
“Todos los días recibo reclamos de gente que quiere que el ministerio le arregle el techo de un colegio que tiene goteras o una sala de clases que tiene el piso malo. Y yo me pregunto: ¿Por qué no hacen un bingo?”, dijo Varela, y se desató el escándalo no solo de detractores, sino de propios adherentes del gobierno.
¿Y si esto lo aplicamos a salud, por ejemplo? Si un hospital público pide ayuda para solucionar un tema como la misma falta de techos, ¿tendría que hacer un sorteo para repararlo? ¿O las pensiones se podrían mejorar jugando a la ruleta?
El diputado DC Matías Walker se preguntó: “¿Se imaginan el escándalo mediático si Eyzaguirre o la ministra Delpiano mandaban a los padres a hacer un bingo para reparar un colegio?”. En la misma línea el parlamentario socialista Fidel Espinoza dijo que el secretario de Estado “no resiste un día más en el cargo. Ya es una vergüenza”. El presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, fue más allá y recalcó que “prometieron que los niños estarían ‘primero en la fila’ y ahora GerardoVarela los manda a hacer bingos para reparar escuelas y que no se lluevan las salas de clases”.
El músico Jorge Coulón, en su arte, resumió el tema: “Si su colegio se llueve; si se congela en la sala; si la letrina está mala; y el patio lleno de nieve; juegue negro el veintinueve; y conseguirá su meta; ya le dimos la receta; al igual que su pensión; financie la educación; jugándola en la ruleta”, para luego rematar: “Tiene el ministro Varela; una gran preparación; no sabe de educación; ni de administrar escuelas.Él no gasta en bagatelas; como el techo de un colegio; él sabe que es sacrilegio; botar plata en esa gente; floja sucia e indolente; que persigue privilegios”.
“Catrasca”
Leo Caprile, animador de La Vega de Televisión Nacional, literalmente barrió con el ministro: “¿Y si en vez de cobrar impuestos, el Estado organiza bingos?”, dijo, agregando luego que “¡es un ministro de cartón…de cartón de bingo!”.
“¿Quieren reparar los puentes en mal estado? ‘Plato Único Bailable’”, ironizó, al paso que le recordó una serie de polémicas frases: “Mis hijos son unos campeones” (les compro muchos condones); “Que hagan bingos” (para reparar techos de las escuelas); “Pequeñas humillaciones” (sobre discriminación y abuso a las mujeres estudiantes). Ministro Varela (Educación) Todo en solo cuatro meses”, escribió en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el senador RN Manuel José Ossandón le dio con todo: “hasta cuando dice estupideces”, recalcó. Más tarde ampliaría sus críticas: “Estaba buscando la definición del ministro y le puse ‘catrasca’: cagada tras cagada. Es una desubicación que debiera pedirle perdón a Chile, lo encuentro una vergüenza, es no entender lo que pasa”.
Recordó que él como alcalde administró “29 colegios y la subvención que da el ministerio no alcanza para pagar el sueldo de los profesores y, por supuesto, si el techo se llueve es una tremenda inversión. Perdónenme, tapar el techo de un colegio que se llueve no es contratar a un maestro chasquilla, hay que subirse arriba de un edifico.Y eso le está demostrando que, más que asistencialismo, el sistema está desfinanciado. Me gustaría que el ministro explicara por qué los colegios particulares cuestan 400 mil pesos mensuales y los públicos reciben 60 por alumno. ¡Varela se equivocó… otra vez! El ministro está muy lejos de la derecha social que Chile necesita y que algunos llevamos años construyendo. Nos interesan y nos hacemos cargo si un colegio se llueve, porque conocemos la realidad y nadie aprende con frío ni con los pies húmedos”.
“¿Hasta aquí llegó?”
Según Francisco Covarrubias, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, “la permanencia de Gerardo Varela es insostenible. Si el gobierno no actúa rápido se va a ganar un problema grande. Aquí hay más que un error o una ironía, es un tema de gestión de fondo: la infraestructura corresponde al Estado y creo que además hablar de bingo es muy sensible”.
Para el analista de derecha Gonzalo Müller (UDI), “la alegoría de los ejemplos muchas veces distrae e incluso se pierde el sentido de lo que se está diciendo. El remate busca más provocar que comunicar, pero la lección para el ministro Varela es que no necesitamos un ministro provocador, sino uno que genere confianza y sea buen comunicador”.
De acuerdo con el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, el secretario de Estado “debería quedar inhabilitado para seguir ejerciendo el cargo”.
Pero quién debiera resolver si “hasta aquí llegó” es el Presidente Piñera, y este fue claro: “El ministro Varela ya aclaró y precisó sus dichos, (…) Uno puede compartir o no compartir las formas, yo prefiero quedarme con el fondo, y el fondo es hacer la gran revolución pendiente en materia educacional (sic)”.
Varela se disculpa
Primero en la radio y luego en un inusual “en directo” en TVN el ministro Gerardo Varela salió a apagar el incendio de sus declaraciones. Pidió no tomar literalmente sus palabras y mirar al fondo pues, según dijo, la educación es un problema de todos y los padres tienen también un deber al respecto. Claro que se le vio incómodo cuando reprodujeron las palabras del Presidente Piñera de gira en México, quien aseguró que, aunque no compartía la forma, había que mirar al fondo.
“Hablaré de seguro con él cuando regrese”, respondió, recalcando de paso que “este desafortunado ejemplo lo di en un contexto de que se estaban celebrando los 10 años de Enseña Chile (…) Pido excusas por este mal ejemplo, pero no quisiera que eso evitara el análisis de fondo y es que el Estado no se la puede solo y es que la calidad de la educación depende de todos”.
También el ministro de Economía
En entrevista con CNN Chile y ante la consulta de si le recomendaría a un inversionista chileno trasladar parte de su inversión al exterior como lo ha hecho él, el ministro de Economía, José Ramón Valente (UDI), afirmó que "definitivamente la respuesta es sí", agregando que "¿sabe por qué? Porque yo creo que no es sano que pongamos todos los huevos en la misma canasta (…) Así como lo hacen los fondos de pensiones".
Consultado si a un inversionista que tiene todo en Chile derechamente le está diciendo que lleve parte de su inversión al exterior para tener mayor tranquilidad, más seguridad, el economista respondió que "absolutamente".
"¿Y sabe qué es lo que hace ese inversionista al hacer eso? Deja espacio para que venga un extranjero e invierta en nuestro país. No es dramático que uno diga ‘sabe qué más, tengo todo mi patrimonio acá, voy a invertirlo en Perú, en Argentina, en Estados Unidos’", cerró Valente, quien antes de ser ministro era opinólogo de la economía de los grupos de derecha.
En redes sociales no le perdonaron sus dichos e incluso cuestionaron si es que tendremos que hacer un bingo para sostener nuestra economía.
El senador y ex candidato presidencial Alejandro Guillier dijo en un tuit a Piñera que “llame al orden a sus ministros. De los bingos de Varela, pasamos ahora a Valente desincentivando las inversiones. ¿Tan poca confianza tiene el ministro en nuestra economía? ¿Cómo vamos a generar empleo con estas señales?...Mal chiste los tiempos mejores....!!"