Entrevista que aparece publicada en el Semanario Cambio21
Por María Cristina Prudant
La máxima dirigente de los trabajadores y trabajadoras chilenas, que ha ejercido en varios períodos la presidencia de la CUT, Bárbara Figueroa es ahora candidata a constituyente por el Distrito 12 de la Región Metropolitana, que comprende las comunas de La Florida, La Pintana, Pirque, Puente Alto y San José de Maipo. La presidenta de la CUT dijo que este desafío se sostiene en una apuesta colectiva por disputar la representación del mundo sindical en los contenidos de la futura Constitución, poniendo el énfasis en el valor del trabajo. En entrevista con Cambio21 afirmó que “el gobierno perdió todo pudor, no tiene ningún reparo en poner sobre nuestros hombros el costo de la crisis”
¿Cómo está abordando la CUT este proceso previo a la elección de los constituyentes?
Nosotros hicimos una definición en nuestro Congreso de enero de 2020, donde ya definíamos ahí la necesidad de asumir plenamente el desafío de convencional o constituyente en una primera etapa en un proceso de articulación y de fuerte difusión del rol de los trabajadores y trabajadoras. Levantamos un comando de trabajadores y trabajadoras para poder enfrentar el primer periodo del plebiscito. Producto de la pandemia, obviamente las restricciones propias que se tuvieron que imponer, que se fueron imponiendo en el camino y hoy día, una vez que ya hemos contribuido que hemos desplegado esa primera etapa, que cumplimos con ese primer hito que fue el plebiscito, estamos en un fortalecimiento de todo nuestro debate de contenidos en el ámbito del mundo del trabajo que no solamente tiene que ver con los derechos colectivos sindicales, sino que es una mirada del valor del trabajo al centro de la sociedad y eso lo hemos reforzado.
Además, con las candidaturas desde el mundo sindical y, particularmente de la CUT, para enfrentar este desafío desde dentro y desde fuera, entendemos que el proceso convencional es una disputa y que por lo tanto requiere no solamente nuestra incidencia en el debate de contenidos que es, a nuestro juicio, lo esencial sino que además también requiere que esto se represente a través de dirigentes sindicales que puedan llevar estos contenidos a la convención constitucional.
¿Ustedes buscan la valorización de los trabajadores, pero es difícil incorporar los temas del mundo laboral?
Es difícil porque no son los temas que están en la agenda pública, pero no debieran ser ajenos a quien desee ser convencional en este país. Ningún actor que hoy días quiera construir una nueva Constitución y debata sobre cómo se distribuye el poder, puede pensar que el rol de los actores organizados, de los actores sociales y, particularmente el movimiento sindical debiera ser un debate que esté fuera de ese diálogo. Por lo tanto, si bien estos no son temas que hoy día están en la agenda pública, nos parece a nosotros que debieran estar en el primer orden de las prioridades de cualquier candidato y candidata convencional. Entender el desafío de un debate de una nueva Constitución y que sea el marco también sobre el modelo de desarrollo, obligadamente debiera llevar a discutir también cómo debiera pensarse el mundo del trabajo en el futuro y en este futuro inmediato que estamos viviendo y a partir de eso también cuál debiera ser el rol de los trabajadores y trabajadoras en este debate.
Si uno quisiera mirar por ejemplo hoy día es evidente que, parte de las distorsiones, de la valoración por obre cualquier otra consideración del mercado o el derecho de propiedad, que ha ido profundizando las desigualdades en nuestro país, solo es posible de revertir si es que dejamos de poner en primer lugar el interés del capital y ponemos el interés de los trabajadores y trabajadoras como constructores del crecimiento y desarrollo del país.
¿Para ustedes hay dos temas importantes como es la titularidad sindical y el derecho a huelga que pretenden instalar en la nueva Constitución?
O sea, claro, evidentemente que esos son temas básicos que nosotros tenemos que plantear, pero hablar del valor del trabajo dentro de la sociedad no es solamente hablar del derecho a organización. Eso es un mínimo democrático que además es parte de los convenios y tratados internacionales que Chile ha ratificado, que están en el marco de la OIT por lo tanto, claro, lo que esperamos es ponernos al día con los derechos que nos arrebataron y que además, fueron parte de la agenda nacional hasta el 73, pero no es solamente eso.
Sería absolutamente mezquino creer que el único rol que les compete a los dirigentes sindicales es ir a defender los derechos colectivos. También tenemos que ir a regular como debe garantizarse el trabajo decente y eso es mucho más que derechos laborales o sindicales.
¿En ese contexto para el mundo del trabajo es prioritario la creación de un nuevo modelo de desarrollo en el país?
Si, efectivamente ese el debate finalmente, cualquier posibilidad de pensar en garantías de derecho pasa también por abrir en Chile, el debate sobre un modelo de desarrollo sostenible, sustentable, que tenga respeto y resguardo de los ecosistemas, del medio ambiente, que garantice la protección de los recursos naturales para el bien común y eso también tiene que ver con cómo se distribuye las ganancias. Evidentemente, que hay debate sobre dónde ponemos el foco, en términos del modelo de desarrollo, si única y exclusivamente en la protección y en la garantía del capital, particularmente el gran capital que es lo que se hace hoy día con la protección del derecho de propiedad y el libre emprendimiento en la Constitución, o si ponemos el foco en lo que, a nuestro juicio, debiera ser lo lógico que es poner en el centro el valor de lo humano y en eso evidentemente que el rol de los trabajadores y trabajadoras es esencial.
Sin ellos no solo no podríamos hablar del capital sino que tampoco podríamos hablar del progreso y el desarrollo en los países y ese elemento no es solo un debate de marco constitucional, es por cierto de garantías constitucionales, pero es también de modelo de desarrollo y por lo tanto es un debate obligado y necesario si es que queremos generar cambios y transformaciones profundas en Chile, si es que queremos ir a la disputa de un modelo que sea alternativo al neoliberalismo, que ha quedado demostrado con pandemia que además, es un sistema que no protege ni garantiza la vida y por lo tanto en ese contexto, obviamente que el debate del modelo de desarrollo es un debate importante y muy trascendental también.
¿Cómo definiría usted en estos momentos la situación laboral en el país?
Crítica, nosotros lo hemos dicho con todas sus letras y además, hemos reforzado una y otra vez que nosotros hemos planteado y planteamos con mucha antelación propuestas al Ejecutivo, de tal manera de hacernos cargo, en su minuto, de la política preventiva en materia de pandemia, de la crisis sanitaria, pero también de medidas que permitieran proteger, efectivamente el empleo y garantizar que no se produjera no solo una crisis sanitaria sino que además social y económica. Lamentablemente, las propuestas que hicimos en los dos planes nacionales de emergencia que presentamos. El primero, el 17 de marzo del 2020, recién anunciado por el gobierno la suspensión de las clases, no fueron recogidas por la autoridad y por lo tanto, sentimos con absoluta autoridad que podemos decir que hoy día el gobierno en esto ha tenido una negligencia consciente, no se ha hecho cargo de una crisis de empleabilidad.
No se ha hecho cargo de una crisis de quiebras y de cierre de empresas que no solo se genera producto de la pandemia, ni mucho menos, por el estallido social este era un cuadro que nosotros estamos viendo hace un par de años y sobre el cual nos movilizamos al inicio del gobierno de Sebastián Piñera, por lo tanto nos parece a nosotros que en esto, efectivamente hemos visto una autoridad que ha estado más preocupada de resguardar y garantizar las ganancias de las grandes empresas y no hacerse cargo de la situación crítica que no solo están viviendo los trabajadores que han tenido que costear con sus fondos del seguro de cesantía y de pensiones, la crisis sino que además, esto ha venido a golpear fuertemente a un mundo del trabajo y a un mercado laboral, donde las pymes han sido las grandes afectadas y en ese sentido nosotros vemos con una mirada muy crítica lo que se ha hecho hasta ahora, pero también con mucha alerta sobre lo que viene porque con la pandemia que aún no ha sido controlada, el escenario que prevemos para 2021 es de una crisis económica muy significativa y una crisis de empleabilidad que ya está demostrando por todos los frentes signos de que no se contiene sino que incluso está creciendo en el período que viene.
¿Y cómo creen ustedes que debería reaccionar el gobierno frente a ese escenario tan complicado para los trabajadores?
Acá lo que se requiere es una protección del empleo efectiva la Ley de Protección del Empleo, no resguarda el trabajo lo que hace, simplemente es subsidiar a las empresas para que no despidan, pero no las obliga a mantener los puestos de trabajo, no se están generando incentivos económicos que permitan reactivar la economía y producto de eso, entonces, tenemos una economía estancada que más allá que tú le entregues subsidios a las empresas para que contraten no van a tener ninguna necesidad de contratar, entonces son subsidios que están mal enfocados y acá lo que debería ocurrir es que por la vía de un aumento de recursos para el Estado a través del impuesto a los súper ricos, efectivamente tú puedas generar, por un lado, políticas para atender el alto nivel de informalidad a través de una renta básica universal que ha sido una demanda no solo nuestra sino que también la han planteado distintos sectores del Parlamento y también ha ido una materia que ha planteado la Cepal, la ONU, OIT por lo tanto, no estamos hablando de una propuesta que sea poco sostenible o que no tenga soporte incluso en el planteamiento internacional y por otro lado, eso también debiera permitir focalizar los apoyos ya no solo en fondos como el Fogape, sino que son recursos que están bancarizados y que no llegan a todos los sectores sino que deberían venir incluso a través de empresas como Corfo u otros.
Generar mecanismos de subsidios directos a las empresas que cumplan requisitos por ejemplo, no despedir trabajadores que durante esta pandemia no hagan uso abusivo de la Ley de Protección del Empleo y a partir de eso, entonces exigiéndole como requisito inmediato el no despido de trabajadores, efectivamente puedan generar recursos o se los pueda entregar apoyo directo para que puedan subsistir en este período más crítico. Esas son parte de las propuestas que nosotros hemos hecho además en los distintos planes nacionales de emergencia y que le presentamos al Ejecutivo, en primera instancia el 17 de marzo del 2020 y luego hicimos un segundo informe que fue presentado en julio del 2020.
¿Cómo visualizan ustedes, a raíz del rebrote del covid-19, la situación de cesantía en el país?
Vuelvo a insistir, nosotros hemos dicho que esta es una situación crítica y de hecho no es un problema que lo digamos nosotros eso está reflejado también en los datos e informes que están presentando los distintos organismos, las encuestas sobre empleo en nuestro país, el escenario respecto de lo que puede venir con potenciales nuevas cuarentenas estrictas producto del alto nivel de contagio dan cuenta que hoy día lo que tenemos, junto con una crisis sanitaria es una crisis de empleabilidad y ese no es un dato que dependa de la percepción nuestra es un dato que está reflejado en los informes del INE. Entonces, nos parece a nosotros que ahí hay un tema crítico, pero no es un tema de hoy día sino que, lo venimos planteando hace tiempo y lo que estamos esperando es que el Ejecutivo tenga disposición a recoger estas materias por la gravedad que implica y que pueda recoger las propuestas que hemos hecho en distintos momentos.
¿Cómo califica usted el funcionamiento del teletrabajo?
Nosotros presentamos hace unos días un estudio que realizamos junto a nuestra Fundación y donde es claro que el teletrabajo hoy día no está significando no es un instrumento que dé cuenta de las situaciones que se están viviendo de agobio de jornadas extenuantes, es decir se ha transformado en una carga para las familias, para los trabajadores y trabajadoras y que no cuenta además con fiscalización. Por lo tanto, nuestra mirada es crítica, pero no es a partir de una intuición. Nosotros presentamos un estudio respecto de cómo estaba la percepción del ejercicio del teletrabajo por parte de los trabajadores y efectivamente, los testimonios que se recogen ahí dan cuenta de que él ha sido improvisado, que no está cumpliéndose con lo que la propia normativa señala y que por lo tanto, está recayendo no solamente sobre nuestros hombros mayores jornadas ante la falta de fiscalización. Incluso los costos de mantener el internet y los gastos asociados y por lo tanto, eso está asumiéndose principalmente, a costa de los trabajadores y trabajadoras. Por eso, hoy día esperan un mecanismo distinto de funcionamiento.
No nos extraña la partida de Briones
¿Qué le pareció a usted la renuncia del ex ministro Briones, cómo fue la relación de la CUT con él?
A nosotros no nos extraña porque estamos frente a una autoridad que sabíamos y percibíamos que tenía sobre cualquier interés nacional un interés particular. No nos extraña, es parte de lo que se ha visto en este período muy exacerbado por parte de algunos sectores. Estamos en un debate absolutamente capturado por candidaturas y no por proyectos y por lo tanto, en ese sentido no nos sorprende. Llama la atención sí esta necesidad que tienen autoridades del Ejecutivo, de desembarcarse del actual gobierno y eso lo único que demuestra es que estamos frente a un gobierno que ya se da por terminado y eso es un tremendo costo y un gran riesgo para la clase trabajadora porque un gobierno que perdió todo pudor, finalmente no tiene ningún reparo en poner sobre nuestros hombros el costo de la crisis y eso es lo que a nosotros nos preocupa y es lo que esperamos que se aborde con celeridad por parte del nuevo ministro de Hacienda (Rodrigo Cerda)
La gestión de Piñera
“No es una percepción propia, creo que los bajos niveles de aprobación del gobierno dan cuenta que todos entendemos y asumimos que estamos ante una autoridad que hoy día no tiene ningún sentido de prioridad respecto del reguardo de la vida, de la protección de los trabajadores y trabajadoras y en general, la protección de las vidas de quienes habitan este territorio y por lo tanto, y eso es reflejado también en las encuestas de opinión, nadie podría decir hoy día que contamos con una autoridad que ha estado a la altura del desafío, menos aún, de una crisis sanitaria y en esta pandemia mundial”