Oh I'm just counting

Cambio de Gabinete: Piñera al borde de un ataque de nervios...por mirar las encuestas. Por Alfredo Peña R.

Ya lo dijimos el Presidente Piñera gobernará mirando las encuestas –tal como hizo su segunda campaña presidencial- y  con su cambio de gabinete nos revela el extremo nerviosismo provocado por la caída de la aprobación en las encuestas.
 
Diversas datos mostraron una fuerte caída de la aprobación presidencial del 54% al 45% en apenas 2 semanas, que además mostraba una fuerte desaprobación al Gabinete ministerial que llega al 48%; pero lo más preocupante en La Moneda era el rebrote del sentimiento de “país estancado” al 60%, producto del aumento de las tasas de desempleo al 7,2% que mostró informe del INE y el nulo incremento de las remuneraciones.  

Y datos obtenidos por Cambio21, señalan que en La Moneda tienen otras encuestas contratadas por Palacio donde demuestran un desfonde en la popularidad del Gobierno y del Mandatario. Y un gobierno débil en la aprobación ciudadana y con minoría en el Congreso, es preso de sus decisiones, muchas veces erráticas.
 
Piñera empezó a percibir que empezaba a perder apoyo en la clase media y reaccionó tomando medidas que le permitieran retomar el control de la Agenda Pública.
Por un lado, anuncia un proyecto de ley que debiera ser bien recibido por la ciudadanía como es la Sala Cuna Universal –aunque ya sabemos que no es tan universal- porque quedarían excluidas las funcionarias públicas y que recibirá críticas empresariales porque establece una cotización a un Fondo Solidario por cada trabajador de 0.1 a 0,4%; pero apuesta con esa medida revertir la caída en las encuestas.
 
Ahora vuelve a sorprender con una medida radical como es el cambio de gabinete. Y saca a ministros mal evaluados por la opinión pública y se desdice de lo afirmado hace apenas una semana de que sus errores comunicacionales eran anécdotas y no ameritan cambio de gabinete.
 
 ¿Qué lo hizo cambiar de opinión al Presidente adicto a las encuestas?
 
Probablemente una nueva encuesta, donde ya la aprobación habría vuelto a caer y se tornó inescapable –como ocurre en las series de Netflix- que el Presidente Piñera tomará medidas drásticas para retomar control de la agenda pública –amenazada en las últimas horas por la ex Presidenta Bachelet y su inminente nombramiento en un alto e importante cargo en Naciones Unidas.
 
Además, es una manera de responder a las fuertes críticas de la élite empresarial reunida el martes en Moneda Asset que le señaló al gabinete económico que “no habían hecho nada” y que la reactivación de la inversión se demoraría porque no hay señales claras pro crecimiento.
 
O sea, el Presidente Piñera se ve acosado por fuego amigo empresarial; además, observa la caída de las adhesiones en esa “volátil clase media” y decide realizar un cambio de gabinete buscando retomar control de la agenda –como la ratificó en su discurso en la ceremonia donde reitera sus promesas de la campaña presidencial, apela a que le sigan dando voto de confianza y llama a no ser “impacientes”; aunque lo único que quedó es la estela de un fuerte ataque de nervios presidencial ante la abrupta caída en las encuestas.
 
Y ya sabemos que es lo principal que mira Piñera para tomar sus decisiones políticas: los números y su adhesión.