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Carmen Frei, la "campeona de la unidad" de la oposición asegura a Cambio21: Piñera no puede eludir su responsabilidad en el mal manejo de la pandemia

Por Alfredo Peña R.
 
Está más que claro que en los últimos dos años, Carmen Frei, (DC) ha logrado aunar las voluntades políticas. Cada cierto tiempo, se junta en unos videos con Maya Fernández del Partido Socialista, Carmen Hertz del Partido Comunista y Beatriz Sánchez del Frente Amplio y las cuatro le hablan a la unidad a la oposición y obviamente criticando el accionar político de la administración de Piñera.
Esos audiovisuales tienen gran aceptación en las redes sociales y dos de ellos han llegado a ser trending topic o tendencia nacional cuando han sido lanzados por internet.
 
"Tenemos que hablar de la unidad de la oposición" nos recalca permanentemente en esta entrevista con Cambio21: "Necesitamos trabajar en unidad. Por eso, hemos convocado a todos y a todas, sin exclusión de ningún tipo. Y lo seguiré haciendo", nos reitera la ex senadora y hoy vicepresidenta de la DC.
Sobre el mal manejo de la pandemia del Gobierno dice que Piñera tiene la primera responsabilidad: "No puede eludirla". Y ella fue la primera voz política en exigir la salida de Jaime Mañalich como ministro de Salud, ahora que la pandemia ha producido una lamentable cifra en Chile: Cerca de 15 mil muertos, según el DEIS de ese ministerio.
¿Cuál es su análisis del manejo de la situación de la pandemia por parte del Gobierno?
En las circunstancias actuales, donde enfrentamos una profunda crisis social, sanitaria, política y económica, que afecta a chilenos y chilenas, a nadie le gusta que a los gobiernos no les vaya bien. Sin embargo, es evidente que la estrategia inicial impulsada por el Gobierno fracasó totalmente. Y es algo lamentable porque el número de vidas que hemos perdido a causa de la pandemia ha sido terrible. El Gobierno debió proteger más la vida de los chilenos desde el primer día por sobre cualquier otro interés. Todo se puede recuperar, la vida no. El error imperdonable fue no confiar desde el comienzo en los municipios, y eso en mi opinión, fue por razones políticas dado que hay más Alcaldes y Alcaldesas de oposición. Afortunadamente se reaccionó en la parte hospitalaria pero el gran mérito no es sólo de los recursos físicos sino especialemente de la calidad de nuestros trabajadores de la salud que conservan la buena doctrina de un gran servicio público de salud que Pinochet quiso destruir.
 
¿Cree usted que la mayoría de las medidas que ha tomado el Gobierno, están atrasadas?
La realidad no miente. Las medidas sanitarias y de ayuda social no se han adoptado en los tiempos adecuados. Las ayudas sociales prácticamente no llegaron en el tiempo y en la dimensión requerida. Ahora bien, pareciera que esta es una tónica del gobierno, en distintas materias y agendas ha llegado constantemente tarde.
 
Al inicio de la pandemia, las autoridades del Gobierno, se mostraban arrogantes. Desde que éramos felicitados por el mundo, que éramos los campeones en el manejo de esta pandemia, que éramos los mejores y frases rimbombantes. Hoy, todas esas frases eran solo de marketing político. ¿Qué les pasó a las autoridades de Gobierno, según usted?
Tiene usted razón. Todos los anuncios del presidente y de sus ministros se han hecho de un modo exagerado. Generan muchas expectativas y esperanzas en las personas, pero a la hora de hacerlos realidad están llenos de obstáculos y como se dice hoy, llenos de “letra chica”, que hacen imposible lograrlos. Siempre el Gobierno se queda en grandes anuncios, pero con poca sustancia. Este es el pecado original de este gobierno, parecieran que no conocieran la realidad de la inmensa mayoría de nuestro país.
 
El Presidente tiene la primera responsabilidad en el mal manejo de la pandemia: no puede eludirla
 
¿Quién es más responsable que la emergencia sanitaria, nos haya atacado tan duramente, el Presidente o el ministro de Salud?
Creo que cada autoridad tiene su cuota de responsabilidad. Pero en un Gobierno presidencialista como el nuestro, no hay duda que el Presidente tiene la primera responsabilidad. No puede eludirla y menos en una crisis como la del Covid. Por cierto, los Ministros de Salud también les corresponde asumir las responsabilidades propias a su cartera. Por ello, el ex Ministro Mañalich tuvo que abandonar el gabinete. Espero que en la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados quede claro las responsabilidades del Presidente cuando se puedan conocer las actas de las reuniones en que se tomaron las decisiones.
Usted fue de las primeras voces en exigir la salida del entonces ministro de Salud Jaime Mañalich.¿Qué la motivó a esta decisión?
Implementó una estrategia fallida y se mostró indolente frente al sufrimiento de muchas familias afectadas por la crisis sanitaria. Eso es inaceptable para un Ministro de Estado encargado de velar por la salud de todos los chilenos y chilenas.
 
El Retiro del 10% de los ahorros en las AFP
 
¿Qué le pareció que cerca de 9 millones de chilenos ya hayan retirado el 10% de sus ahorros en las AFP?
Demuestra, a lo menos, varias cosas. El Gobierno no ha llegado con la ayuda necesaria a las familias que lo necesitan, como tampoco a los pequeños y medianos empresarios que han enfrentado serias dificultades en sus negocios y actividades productivas. Además existe una profunda incertidumbre sobre las pensiones y los montos que recibirán los chilenos a futuro. Por ello, esta gran mayoría ha optado por acudir a ellos y hacerlos efectivo hoy para enfrentar las necesidades provocadas por la emergencia sanitaria.
 
Una cuestión más de fondo y preocupante, propio de lo que hemos conversado anteriormente, es que la crisis en su mayoría la han pagado la propia gente, seguro de desempleo y el retiro del 10% son los mejores ejemplo de ello. Hay dos cuestiones de fondo culturales y políticas, una que el pueblo recuperó su dignidad al utilizar sus propios fondos en una emergencia y segundo, que el Congreso Nacional, después de mucho tiempo, estuvo a la altura de los desafíos. El mérito es del Congreso y no de las AFP, por haber cumplido su rol de pagar rápido.
 
¿La reforma a las AFP, es una prioridad para los gobiernos que vengan?
No hay duda. Se hace imperioso e impostergable modificar estructuralmente el sistema de seguridad social de Chile. Necesitamos avanzar hacia un sistema de verdadera seguridad social. Hoy el sistema de AFP no cuenta con la necesaria legitimidad para aquello. Su cambio estructural incluirá a las AFP y va de la mano con los procesos democratizadores que están en camino, una nueva Constitución y un nuevo modelo de pensiones van en la línea de eliminar los enclaves autoritarios que aún persisten.
 
¿Qué futuro le ve a la Democracia Cristiana?
Déjame decir que un partido como la Democracia Cristiana, de más de 60 años y más de 80 si contamos la Falange Nacional, ha vivido y sufrido de todo.
 
Con todo, soy de las que creo que la Democracia Cristiana posee una fuente vital a partir de su doctrina y mirada de la sociedad. Frente al fracaso de este modelo que en el fondo es una economía altamente concentrada en pocos grupos económicos, hoy existe un espacio para los que creemos que la política debe volver a poner al centro de sus preocupaciones a las personas y a las comunidades, en que el Estado cumpla roles más significativos y potentes de los que ha tenido en los últimos 40 años. Nos preocupa la persona, sus familias que viven insertos en una comunidad nacional. Bajo esa mirada, la Democracia Cristiana sigue teniendo plena vigencia.
 
Jaime Castillo siempre recordaba a Jacques Maritain cuando se refería a que una sociedad debería ser “una comunidad de hombres libres”. Pues bien, a nuestro país le falta mucho para lograr ese anhelo. Mientras sigamos inmersos en una sociedad individualista y excluyente, la tarea de la Democracia Cristiana continuará vigente y necesaria.
 
Permítame recordar que son pocos los partidos políticos que pueden mostrar la influencia y la contribución al país como sí lo puede hacer la Democracia Cristiana. Por cierto, hemos cometido errores. Pero la sumatoria final, sigue siendo positiva. Sabemos que, por muchos años, distintos grupos de la izquierda y también de la derecha han hecho esfuerzos porque desaparezcamos. Pero la ciudadanía ha dicho otra cosa. Con mucha humildad, pero también con mucha convicción, puedo decir que seguiremos trabajando por este país que tanto amamos. El mensaje está más vigente que nunca.
¿La DC tiene sus aliados hacia la izquierda o hacia algunos sectores de la derecha, como lo han señalado camaradas suyos como Jorge Burgos o Ignacio Walker?
Los aliados no se definen sólo por la posición en el eje izquierda-derecha. Yo entiendo que aquello sea útil para categorizar a los partidos políticos dentro del sistema político. Sin embargo, pienso que lo relevante a la hora de definir aliados o compañeros de ruta está dado, más bien, por las coincidencias que existan sobre la realidad que se aspira a transformar.
 
La identidad de un partido político no depende de su sigla y las que tenga al lado, depende de sus ideas y propuestas para encausar las tareas desde la política. Necesitamos avanzar hacia un nuevo pacto social que nos permita construir una nueva agenda de desarrollo transformadora cuyo eje sea materializar un país realmente inclusivo y más democrático. Para decirlo en una frase, un país cuyo desarrollo sea para la mayoría y no para unos pocos privilegiados. En aquello debe estar la Democracia Cristiana y todos aquellos que coincidan con esta mirada. Nosotros aspiramos a crear un movimiento nacional y popular democrático sin violencia. A eso los invitamos a todos y todas.
 
Algunos dirigentes sociales y políticos, han dicho que usted puede ser una candidata presidencial de la centro izquierda. ¿Qué piensa de esta idea?
Agradezco en el alma las muestras de cariño y reconocimiento que he recibo en mi partido y también fuera de él. Por ahora la preocupación urgente es el Apruebo. Para que por esta vía busquemos los acuerdos para una Constitución moderna y eficaz.
 
Datos del Servel, señalan que la DC como partido, ha perdido la mayor cantidad de votantes desde la vuelta de la democracia a esta parte. Esos datos señalan que son cerca de un millón de votos. ¿Usted cree que la DC, el partido más importante hace algunos años, terminará como un partido irrelevante en la sociedad chilena?
Efectivamente hemos perdido votos. Es indudable que la Democracia Cristiana de hoy no es el Partido de la década post dictadura ni tampoco es el de los 60. Hoy el contexto es muy distinto. Los mismos datos del Servel nos muestran una gran cantidad de partidos al interior del sistema político.
 
Nosotros seguimos siendo un partido que representa a una parte considerable de la sociedad y no vamos a renunciar a seguir haciéndolo. La política de hoy está marcada por una alta fragmentación y, a ratos, la polarización impide entendernos en los temas sustantivos. Pienso que tenemos una responsabilidad de ofrecer a Chile una gobernabilidad democrática para conducir al país a otra fase para su desarrollo.
Y en esa tarea, la Democracia Cristiana cuenta con las ideas, la trayectoria, los liderazgos y el entusiasmo para seguir aportando a Chile.
 
¿Qué debe hacer la DC para volver a ser un partido popular en votación y número de parlamentarios, alcaldes, gobernadores, etc...?
Pienso que como DC debemos enfrentar las siguientes tareas. Primero, impulsar un partido que comprende y asume la nueva realidad. La tarea política es fijar rumbos. Y esto supone ideas que orienten la acción. Por ello, debemos promover una acción política que persiga la justicia social. Hoy la Democracia Cristiana debe ofrecer un camino para dar forma a este país que anhela un desarrollo participativo, un Estado moderno y una verdadera economía social de mercado. Segundo, un partido que ofrece liderazgos para concretar las ideas que propone. La Democracia Cristiana siempre se ha caracterizado por tener muchos y buenos liderazgos. Tercero, un partido que sea innovador en su organización y su vinculación con los ciudadanos a través de las nuevas tecnologías de la información. El desafío que tenemos por delante es un partido moderno, cercano, con ideas y convicciones que represente el Chile actual. Finalmente, escuchar a la gente. Lo que viene en Chile no es asunto solamente de los Partidos sino especialmente de la ciudadanía.
 
Usted ha encabezado junto con otras figuras políticas, la campaña del apruebo, incluso en diferentes videos. ¿Cuál es la idea de esa unidad con dirigentas como Beatriz Sánchez, Carmen Hertz y Maya Fernández?
Lo primero que debo señalar que la tarea por lograr una nueva Constitución es una responsabilidad de todos y todas. Se trata de un desafío enorme. Y que, además, se realizará en condiciones adversas. Por todas estas razones, pienso que nadie se puede restar a este esfuerzo común.
Bajo ese contexto, es que junto a Beatriz, Carmen y Maya, hemos querido impulsar una nueva Constitución en un marco de unidad. Es tal enorme la tarea que tenemos por delante, que necesitamos a todos colaborando en los diversos espacios y roles que sea posible.
 
Los chilenos no entenderían que en los partidos de oposición, por razones mezquinas y de figuraciones personales, no nos pusiéramos de acuerdo para aprobar una nueva Constitución. Es cierto que podemos tener diferencias, pero con la misma franqueza, también es cierto que necesitamos trabajar en unidad para conseguirlo. Por eso, hemos convocado a todos y a todas, sin exclusión de ningún tipo. Y lo seguiré haciendo.
 
Usted ha desfilado con madres y familiares de los detenidos desaparecidos y otras personas que han sido víctimas de atropellos a los DDHH.¿ Qué sintió cuando lo hizo junto a personas que han sufrido ese largo sufrimiento?
La causa de los Derechos Humanos para muchas familias es una herida que aún no sana. Por ello, seguiré apoyando a todos aquellos que por tantos años han sufrido la pérdida de sus seres queridos en la dictadura militar. Basta ver las graves violaciones a los Derechos Humanos producidas por agentes del Estado desde el 18 de octubre, para entender que todavía falta mucho que hacer. Nunca más podemos tolerar que nuestro país vuelva a sufrir este tipo de atropellos. No podemos perder nunca lo que significa el respeto de los derechos humanos, en toda hora y en todo momento.
 
Mi padre estaría promoviendo una nueva Constitución para Chile...
 
Usted ha luchado muchos años por conocer la verdad del crimen de su padre. ¿Qué espera de la sociedad chilena luego que un juez ya ha señalado que fue un magnicidio?
Espero que el testimonio y el sacrificio de mi padre no se olviden. La lucha que él dio junto a tantos otros, nos permitió tener la claridad política y el coraje para recuperar la democracia. Su discurso en el Caupolican fue un rechazo inquebrantable a la Constitución del 80. Hoy se ve algo muy lejano, pero los que vivimos aquella época, sabemos bien cuándo las personas pierden toda clase de derechos y libertades. Por ello es fundamental recordar siempre de dónde venimos. Es la única manera para saber bien hacia dónde queremos ir como sociedad. También decirles a los más jóvenes que no hay atajos para una democracia plural y consolidada. Que se requiere de la mayor participación y compromiso posible para avanzar en las transformaciones sociales que todos anhelamos. Todo lo anterior, en un marco de respeto, tolerancia y fraternidad.
 
¿En qué estaría su padre en términos políticos, si estuviera vivo?
Estaría igual que hace 40 años en el Teatro Caupolicán. Alentándonos y haciendo un llamado para pensar, promover y aprobar una nueva Constitución para Chile. Una nueva Constitución que todos sientan propia. Nacida en democracia y con amplía legitimidad ciudadana, donde la gente se sienta parte de una casa de todos y todas.