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Comediante Cristina Tocco a Cambio21 y el acoso sexual: “Cuando joven fui acosada y reaccionaba mandándolos a la mierda”

Por Teresa Frías

 En Buenos Aires estudió canto y teatro con dos grandes actores argentinos: Lito Cruz y Carlos Moreno. Desde la propia escuela fue enviada a la TV, participó en revistas musicales, hizo programas radiales y de a poco los estudios de teatro fueron postergados por la fascinación de un mundo que eligió desde niña.

Hija menor de una familia de inmigrantes italianos que llegó a Buenos Aires huyendo de las guerras, a los siete años perdió a su padre, dueño de una zapatería, napolitano y ferviente católico.

Su madre quedó viuda a los 42 años y a cargo de tres niñas: Cristina, y sus hermanas de 10 y 15 años. Hoy, una de esas hermanas es psicóloga y la otra, licenciada en Relaciones Diplomáticas.

En Buenos Aires estudió canto y teatro con dos grandes actores argentinos: Lito Cruz y Carlos Moreno. Desde la propia escuela fue enviada a la TV, participó en revistas musicales, hizo programas radiales y de a poco los estudios de teatro fueron postergados por la fascinación de un mundo que eligió desde niña.

Llegó a Chile en 1986, invitada por la Teletón. Luego le propusieron quedarse para un music hall en el Hotel O'Higgins de Viña y la contrataron por un año en sábados Gigantes.

La trasandina comenzó con su nuevo programa, a través de la señal de TV+ (antiguo UCV), Cariño Malo, junto a Bárbara Rebolledo y Daniel Valenzuela.

Estas de vuelta en televisión ¿Cómo ha sido la experiencia de retornar y seguir vigente?
La verdad es que fue sorpresivo, porque esta posibilidad de trabajo surgió a través de una invitación de un casting, la productora del Nacho Gutiérrez, entonces nos tenemos mucho cariño y admiración, pero nunca hemos tenido una relación de amistad, entonces no por ser amigos me contrató, de hecho me sorprendió que se acordara de mi habiendo tanta gente dando vuelta por ahí.

Es bueno que mujeres mayores como yo estén en televisión, para que den una opinión distinta, desde un lugar de la experiencia, que hace falta también, porque la gente joven me parece regio, pero la gente con experiencia permite este tipo de programas, en que uno pueda opinar, no como experto pero si con una mirada desde el conocimiento.

Me puse muy contenta haber quedado, pero al principio  me costó sobre todo el tema de la vulnerabilidad, por eso de la exposición en cámara, o sea vulnera mucho sobre todo por las opiniones del publico entonces te confieso que los primeros meses estaba un poquito temblorosa, porque la exposición no es fácil. Pero la verdad es que me siento muy contenta.

Hay muchos rostros que han vuelto a la televisión, ¿qué te parece esta situación?
Me parece bien, tiene que haber de todo, me parece que en esta diversidad debe haber de toda clase de opinión, y en eso está la entretención. En otros países se usa el que estén panelistas de diversas edades incluso en temas políticos, en que puede haber alguien de 20 años, otro señor de 40 y uno de 70 años, porque los distintos tiempos te van marcando las tendencias que hay afuera, que hay en el mundo, en la sociedad, entonces a mí me parece interesante.

Creo que en un momento,  la televisión estuvo saturada por gente demasiado joven y se perdió la identidad, porque los jóvenes ya no miran televisión, usan otras plataformas y ven otras cosas, entonces pienso que la gente adulta es quien se quedó mirando la televisión y es por eso que los rostros con más experiencia están volviendo.

Desde los inicios de su carrera, la han encasillado en el papel de mujer sensual ¿qué le parece el tema del feminismo y las críticas a las mujeres que mostraban su cuerpo  en televisión?

También he estado en área dramática, y para mi esos golpes de timón son difíciles, aunque sé que contratan también para mostrar que una persona sesentona también puede ser coqueta, lúcida, validarse, y depende de cada una.

Aunque en el fondo es invalidante para mi sobre todo para interpretar otros papeles. La gente espera una imagen mía y uno debe responder ante ello. Hay un aporte estimulante a la estética.

En cuanto al feminismo, hay cosas que empatizó como la paridad de los trabajos, de la natalidad, en otras cosas, yo pertenezco a la generación en que el piropo no me ofendía, pero no significa que lo justifique aunque yo ahora podría decir para quedar bien con el movimiento que sí me molesta, pero la verdad no.

Ahora, que me cosifiquen sí, cuando yo partí en una revista, no permitía que se hicieran chistes de mi poto o de mis pechugas, yo trate de ser graciosa por mí misma, y no a través de mi cuerpo, no lo puse a disposición.
Ahora si voy por la calle como Cristina Tocco y me dicen que bien me veo o que linda estoy, créeme que no me enojaré. Ahora es distinto a algo grosero o brusco, sin duda ante eso hay que levantar la voz.
En cuanto al aborto, son tema que debo aclarar conmigo misma, en cuanto al de las 3 causales,  encuentro que está bien, y el aborto libre aun lo estoy discutiendo con mis parámetros culturales y religiosos.
 
¿Alguna vez pasó por algún momento incómodo o sufriste acoso?
Sii! hoy en día es difícil que me acosen, porque primero que nada ya no soy objeto de acoso (risas) y segundo en Chile ya me conocen y saben que tengo una personalidad definida.
Cuando fui joven sí, fui acosada, y en su momento reaccionaba más que nada mandándolos a la mierda, porque si alguno se sobrepasaba.
 
Hace muchos años apareció un hombre en mi casa, yo estaba con  mi hijo que estaba chiquito y un amigo, y alguien tocó el timbre, y era él. Yo lo escuché´, y reconocí su voz, porque me acosaba por teléfono. Después quedé con miedo, porque yo nunca le vi la cara y me persiguió por muchos años, porque no sabía  cómo era por si me lo topaba en la calle.
 
¿Eres inmigrante, que le parece el tema que hoy está latente en Chile?
Yo también soy inmigrante, pero en otras circunstancias, porque me contrataron para un programa y luego para otro y después otro y así. Buscando mejores posibilidades,  después se me dieron las posibilidades.


Me contrataron para una Teletón, luego para el Festival de viña y después para Sábados Gigantes y me fui quedando hasta que conocí a quien sería el padre de mi hijo, entonces me quede en Chile, yo no salí buscando, pero esa gente que salió buscando un nuevo horizonte.

Hay que ver que provoca un alta inmigración, si conviene para el Estado tener inmigrantes, eso yo no lo sé, pero a nivel humano por mi propia experiencia, pese a  que a mí se me dieron las cosas fáciles, los inmigrantes dan el paso dejando atrás muchas cosas, y a nivel humano sería ideal que se pudieran recibir a todos los que quieran venir.

Y sobre Argentina, ¿Cuál es tu opinión?
Yo voy  y vuelvo permanentemente de Buenos Aires, y la verdad es que la gente está muy alteradísima, esta desesperanzada, saturada de tanta corrupción, y lo más insólito que están de candidatos quienes están sospechados de corrupción, o sea lo que no debe pasar, siempre pasa en Argentina, entonces si tú me dices en este momento yo decidía definitivamente quedarme acá, pese al cariño que le tengo a mi país.

En Chile creo que estamos ubicados dentro de Latinoamérica como uno de los países más estables, pese a que hemos visto a instituciones en que se han visto con problemas, no es que todo fluya siempre, porque también vivimos desencantos.