Oh I'm just counting

Como usar los fondos de pensiones para sus verdaderos dueños en esta crisis. Por Ricardo Hormazábal S.Abogado

Necesitamos con urgencia enfrentar la actual crisis económica, agravada por la pandemia, para apoyar a la mayoría de los chilenos que están siendo afectados seriamente por ella. Entre múltiples iniciativas, es posible usar para ello, también, los recursos de los Fondos de Pensiones. Y hacerlo, además, de un modo distinto al de los negocios habituales de las AFP, aplicando criterios reales de Seguridad Social.
 
Como ha señalado Ricardo French Davis “Esos son ahorros a 40 años plazo. ¿En qué lo tenemos invertido? En acciones, en bonos de corto plazo, en los mercados financieros. Un tercio en los mercados internacionales y dos tercios en los mercados nacionales. Y de esto último es muy poquito para el desarrollo productivo. Y agrega: Tenemos que hacer una reforma para que las platas de las AFP gradualmente se vayan redirigiendo hacia la banca de desarrollo y el financiamiento de desarrollo productivo.” https://interferencia.cl/articulos/ricardo-ffrench-davis-las-platas-de-las-afp-hay-que-ponerlas-progresivamente-en-desarrollo”

Está demostrado que las AFP son entidades creadas principalmente para proveer amplios recursos económicos a los grandes grupos económicos y es claro que NO entregan pensiones dignas, que no son aptas para ayudar a los afiliados y que tampoco son Cajeros automáticos, como las entienden algunas propuestas que se han hecho. Los llamados de personeros del gobierno actual y de las AFP a No jubilar, son una prueba más de la ineficacia de este ahorro forzoso para servir a los dueños reales.

Es indiscutible que los dueños de los Fondos de Pensiones somos las personas que hemos cotizado en ellas, pero es innegable que nuestro derecho de propiedad está limitado por disposiciones constitucionales y legales que nos han dejado sin todos los atributos del dueño, esto es “usar, disfrutar y disponer” plenamente de ellos.

Doctrinariamente, no tengo reparos en este ámbito, ya que creo que sobre todos los bienes materiales existe una hipoteca social, por cuanto el mundo fue creado para todos y no para una clase, raza, creencia o nacionalidad. Esta es una piedra angular de la doctrina social de la Iglesia Católica e incluso, las propias constituciones liberales, como la nuestra, contemplan situaciones en las que el Bien Común prima sobre los bienes individuales, aunque las motivaciones principales de este nefasto sistema no sean solidarias, sino que servir a los grupos con poder.
Como partidario de la Seguridad Social, respaldo cotizaciones obligatorias, tripartitas, trabajadores, empresarios y Estado, para pensiones, salud, cesantía y otros ámbitos que esta materia abarca. Pero, ¿Es posible darle a nuestros Fondos un uso apropiado para esta emergencia y que se haga en el marco de una política de Seguridad Social? Por supuesto que sí. Por ello, quiero reiterar propuestas que sirvan a los trabajadores de manera inmediata y puedan generar un acuerdo muy amplio.


I.-Cambiar expectativas de vida irreales y las pensiones suben  70% promedio

Esta medida busca beneficiar a cerca de 500 mil pensionados en la modalidad de Retiro Programado, que, usando sus propios recursos, les permitiría incrementar en un 70% sus modestas pensiones. Se trata de una idea que han defendido, en distintos ámbitos, la Senadora Ximena Rincón y el destacado ingeniero, Doctor en Matemáticas, Patricio Basso
Para hacerla efectiva es necesario modificar la tramposa tabla de expectativas de vida vigente, que nos calcula longevidad hasta los 110 años, lo que es absolutamente irreal. Es la propia AFP Capital la que publica en su página web, que los Hombres viven en promedio 86 años y las mujeres 91. De modo que calcular hasta los 85 años en promedio para ambos sexos, es factible y compatible con otros estudios.
 

Esta medida también permitiría que miles de personas puedan pensionarse en los próximos meses, enfrentando la cesantía desatada y huyendo de las dramáticas pérdidas que nos están generando las inversiones de las AFP. De acuerdo a los boletines oficiales de la Superintendencia de Pensiones, entidad que ha sido dirigida por defensores del sistema y nos de los intereses del país, las pérdidas son cuantiosas. Cercanas a los 20 mil millones de dólares, según se puede constatar en las Fichas previsionales números 86 y 88.

¿Puede haber gasto fiscal involucrado en esta solución? Si se sigue la propuesta de los autores ya mencionados si existiría, ya que el Estado debería hacerse cargo de las pensiones cuando las personas cumplan los 85 años. Discrepo de esa solución por cuanto, creo que, si el aporte empresarial se concreta en el 6% de las remuneraciones anunciado, bastaría un 20% de él, 1,2% para financiar un seguro de longevidad como lo han propuesto personas que son partidarias de las AFP como Solange Bernstein y Guillermo Larraín.
Otra alternativa es modificar el actual Seguro de Invalidez y Sobrevivencia, gran negocio para las Compañías de Seguro que son dueñas además de varias AFP, e incorporar la longevidad entre los riesgos cubiertos. En todo caso, debemos recordar que la Senadora Rincón y el académico Basso han probado que dicho gasto fiscal sería mucho menor que los gastos que irrogaría para el Estado la propuesta de reforma, tan pro AFP, que se discute actualmente en el Congreso.
 
II, Suspender los pagos de cotizaciones a AFP e Isapres durantee la emergencia
 
Una reciente ley, usando como excusa la pandemia, ha dejado en la indefensión a muchos trabajadores y les has entregado como solución una aspirina. Recibir por un mes, el 70% de sus remuneraciones con cargo a los Fondos de Cesantía, que, no por casualidad, lo administran las AFP. Esta ley, protegiendo a estas entidades, obliga a los empleadores a pagar a AFP e ISAPRES, las cotizaciones correspondientes a las rebajas establecidas o a las suspensiones impuestas.
 

¿Por qué hacer esto? Esos aportes son propiedad de los trabajadores para los fines pertinentes, pero, si estamos en una crisis como esta, ¿porque disminuir los recursos de los trabajadores y mantener las abusivas comisiones y prácticas de las AFP? Las indignantes ganancias de estas entidades les dan un amplio espacio para resistir sin seguir castigando a los trabajadores. No olvidemos que con las comisiones públicas y la oculta, las AFP se quedan con el 20% de los aportes obligatorios de los trabajadores. El año pasado, las ganancias de las AFP subieron el 60% respecto al anterior y superaron los 650 millones de dólares.

Las Isapres anuncian un alza del 5% en medio de la crisis y ni siquiera cambian su política de rechazar las licencias, afectando más duramente aún a los trabajadores. Da vergüenza constatar que mientras el Poder Judicial ha dado acogida a más de un millón de recursos contra las alzas de las ISAPRES, nuestros políticos no tengan la más mínima urgencia sobre el tema. El gobierno en montaje comunicacional, “las persuade” de esperar 3 meses. Esta medida es más injusta que el alza de los $ 30 en el metro y ¿el presidente espera que superada la pandemia nos pongamos en cuarentena social para No luchar pacíficamente contra sus inhumanas decisiones?
 
Desde ya invito a los afiliados a las ISAPRES a presentar demandas en los Tribunales, porque la Superintendencia de Salud no actúa como lo hizo bajo el gobierno anterior, rechazando las alzas. Hay muchos abogados disponibles para actuar cobrando a las ISAPRES los costos. A no bajar los brazos en este tema. Hay caminos abiertos.
 
3.- Invertir los fondos en Chile
 
Las AFP usan el 40% de nuestros fondos para favorecer las especulaciones de sus dueños en el exterior. En estos días, ellos representan cerca de 80 mil millones de dólares, un Presupuesto Nacional completo está en el exterior, en vez de estar disponible para las medidas que la emergencia genera.
¿Se imaginan ustedes lo que podemos hacer en Chile con esos recursos? Hay muchos que nos dicen que hay que imitar a Perú y permitir retirar los fondos. Concuerdo plenamente con Ricardo French Davis cuando rechaza esas medidas en el artículo ya citado: “La solución no es lo que hizo Perú de que la gente financie sus necesidades, ahora en la contingencia del virus, retirando plata de sus pensiones. Se les achica la pensión. Igual que con el seguro de cesantía, que se come el aporte del trabajador y no el aporte solidario. Aquí necesitamos solidaridad. Recursos fiscales. Está bien bajar la tasa de interés, pero el gran esfuerzo tiene que ser inversión y gasto público para darle salud a la gente, alimentación y necesidades básicas durante los momentos de urgencia e ir preparando una recuperación que no es volver a la normalidad anterior, sino que, a una nueva normalidad, en que podamos crecer para incluir, crecer para el empleo. El crecimiento bien hecho, no a la neoliberal” 
 
Si no se acepta suspender los pagos de cotizaciones, a lo menos deberían obligarlos a invertir en Chile y , luego, de manera gradual, recuperar esas inversiones actuales para el país. Ninguna de las propuestas hechas busca imponer un modelo, sólo buscan generar acuerdos urgentes y oportunos.
No hemos aceptado jamás la violencia como método para cambiar gobiernos o construir futuro, pero tampoco hemos sido víctimas paralizadas.
Espero que nuestras elites políticas, civiles, uniformadas y religiosas sepan leer la realidad y apoyen caminos de soluciones reales.