Oh I'm just counting

¿Con litio chileno Corea del Norte fabricó misiles atómicos? Las gracias de SQM

Por Mario López M.

Escandalosas fallas en el control de la explotación del litio han permitido que SQM lo venda al gobierno de Kim Jong-un para desarrollar su potencial nuclear. Por más de 20 años no hubo control de cuánto se explotó. ¿Quién responde?

Se trata de un descuido imperdonable, posibilitado no solo porque la dictadura cedió el recurso a un yerno de Pinochet, sino porque se ha registrado una negligencia gravísima.

 “El litio en poder 100% de Chile, amén de cautelar la seguridad nacional, posibilitaría financiar en gran medida programas de contenido social”, dice a Cambio21 el abogado, ex embajador y académico Roberto Mayorga. La discusión parte de un hecho cuestionable: ¿Por qué no está en manos de organismos del Estado, si por ley este mineral no es concesionable?

También es un problema económico, pues seguimos exportando materia prima en bruto, sin valor agregado que permitiría mayores ingresos y un desarrollo científico mayor. Pero es claro que hasta hoy, el modelo educacional que prevalece en nuestro país no pone el énfasis en invertir en ciencia, ella no renta para muchos, más preocupados del lucro personal que social.

Otros parecieran temer a la ciencia y a la tecnología, como una competidora desleal de corto plazo que restará empleos entre otras razones por la robotización, en la que el litio cumpliría un importante rol. Una falacia, ciertamente, porque la ciencia y la incorporación de ciencia y tecnología al metal generaría justamente mejores empleos y mejor rentados.

Si no es concesionable ¿Qué hace SQM allí?

Fue justamente este Gobierno que en febrero de 2016 anunció el desarrollo de una política de Estado respecto al litio. Se le otorgó la calificación de “estratégico”: El litio no será concesible y seguirá siendo un activo estratégico para Chile. Así se definió al mineral en la “Política del Litio y la Gobernanza de los Salares”, que presentó en dicha oportunidad la Presidenta Michelle Bachelet junto a la ministra de Minería, Aurora Williams. Solo -de manera exclusiva y excluyente-, el Presidente de la República puede celebrar “contratos especiales de operación” con terceros por parte del Estado, de acuerdo a la Constitución y la Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras.

Luego, cuando Eduardo Bitrán, vicepresidente de Corfo, suscribe acuerdos con SQM, viola la ley y no cualquier ley, una de derecho público, cuya sanción aparejada en es la nulidad absoluta, imprescriptible e insubsanable. Viola de paso de manera flagrante el artículo 7mo. De la Constitución, al arrogarse atribuciones fuera del ámbito de su competencia.

Corfo sin embargo sí tenía tareas encomendadas y no las cumplió y con ello causó un daño irreparable no solo al mineral y sus reservas, sino que además al interés del país. Le correspondía fiscalizar –junto a otros organismos- desde 1995 el negocio de SQM en el Salar de Atacama. En especial impedir que el litio se usara para fusión nuclear por potencias extranjeras.

En 2015, el ex ministro y entonces presidente del Consejo Directivo de la Comisión Chilena de Energía Nuclear, Jaime Tohá, reconocería que no se habían ejecutado las obligaciones por 20 años y que datan del acuerdo del 10 de octubre de 1995. Nunca se fiscalizó cuánto litio se extraía, cuánta salmuera se exportaba a menor precio ocultando en realidad litio, a qué países se le vendía y en qué uso este lo destinaba.

SQM hizo lo que quiso 

Si usted pensaba que Soquimich y Ponce Lerou han estado solo los últimos años en el tapete del “juego sucio”, es posible demostrar que no es así. Por contrato, esa compañía debía explotar una cuota determinada del mineral desde el Salar de Atacama, e informar documentadamente –facturas, guías de despacho, notas de embarques y otros-, cuánto exportaba, a quién y con qué fin sería usado. No lo hizo y ello se acreditó en la demanda que el año 2015, interpuso el Estado a través de Corfo para poner fin a los contratos, el mismo juicio que Corfo acaba de conciliar escandalosamente con SQM.

El acuerdo de 1995 incluía una serie de obligaciones de hacer y de no hacer, así como el destino final de derechos de aguas,  pertenencias mineras que se superpusieran, etcétera. ¿Qué hizo SQM? Exactamente lo contrario.  De manera grave y reiterada incumplió en el pago de las rentas del Salar de Atacama. Tampoco dio cumplimiento a la normativa medioambiental y se apropió de manera indebida de derechos de agua y pertenencias mineras (ya en 2012 se había denunciado formalmente que SQM usurpó trece valiosas pertenencias mineras, en perjuicio de Corfo y el Estado de Chile. Más adelante se sabría de otras.

La carta denuncia fue realizada por Luis Gallardo, entonces Presidente de la Cámara Chilena de la Minería del Litio A.G, a  Hernán Cheyre, quien era Vicepresidente Ejecutivo de Corfo y con copia además al Consejo de Defensa del Estado, al Senado de la República y a la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados. Eso fue en 2012.

Recién más de 4 años después se demandó a SQM. A pesar de ello, tampoco se controló de modo alguno por ninguna de las tres entidades encargadas de supervisar el contrato de 1995, es decir Corfo, la Comisión Chilena de Energía Nuclear y el Servicio Nacional de Aduanas. Soquimich se dio el lujo de vender litio incluso al gobierno de Corea del Norte, de acuerdo a los documentos propios del litigio a los que Cambio21 tuvo acceso.

¿Le vendió a Corea del Norte?

Es un hecho público y notorio que Kim Jong-un, líder norcoreano, se vanagloria que su país cuenta con dispositivos nucleares de inspiración bélica, con los que incluso ha amenazado a Occidente. A pesar de desmentidos no se ha aclarado qué pasó con los al menos dos embarques que entre 2005 y 1012 se destinaron a Pyongyang, capital de Corea del Norte, partiendo uno desde Iquique con 10 toneladas de carbonato de litio y el segundo desde el puerto de Angamos, Antofagasta, con 96 toneladas de carbonato de litio.

SQM al ser interpelada señaló que se trató de un error, pues “Los embarques fueron dos exportaciones pero a Corea del Sur, al puerto de Busan, que sin embargo por un error involuntario del Agente de Aduanas, aparece ingresada en la DUS el código 334 que corresponde a Corea del Norte en lugar del 333, correspondiente a Corea del Sur”. Resulta conocido lo del “error involuntario”, lo claro es que nadie investigó el hecho.

Corfo debió fiscalizar, la Comisión de Energía Nuclear debía autorizar cada salida del material, incluyendo destino y uso y el Servicio Nacional de Aduanas debió exigir esa autorización escrita de la Comisión. Ninguno cumplió su labor. ¿Alguien renunció? 

La Comisión de Energía Nuclear desde el 10 de octubre de 1995 debió fiscalizar. El acuerdo N°1.576 señala que “Cualquier acto jurídico que celebre la sociedad sobre litio extraído, sus concentrados, derivados o compuestos, deberá ser previamente autorizado por la comisión. Así la sociedad deberá someter a la comisión los contratos de venta y otros actos jurídicos sobre litio extraído (…) que celebre con cargo a la presente autorización (…) Para esos efectos deberán comunicar anticipadamente los siguientes datos: volumen y características técnicas; precio de venta; comprador y uso final”. ¿La sanción? “Revocar la autorización en cualquier tiempo y sin responsabilidad alguna para el Estado de Chile, si a su juicio no se diera cumplimiento íntegro y oportuno a las condiciones bajo las cuales la autorización se ha acordado”. No pasó nada.

Los “contratos” hijos de la dictadura

SQM se hizo del contrato de arriendo, concesión, exploración y explotación del Salar de Atacama, vía un “Contrato Especial de Operación”. Esa figura de cuestionable legalidad no es más que un resquicio legal nacido al amparo de la dictadura en virtud del Decreto 2.886 de 1979, que buscaba sortear la ley para abrir por esta cuestionable vía una licitación directa a empresas transnacionales y nacionales para la explotación de 100 mil toneladas de litio en 20 años.

Durante años se ha privatizado el litio por la vía de llamar a concesiones amparados en la discutible norma que permite los mentados contratos especiales de operación, vulnerando su carácter de estratégico y no concesionable. Quienes han respaldado este modo de proceder, se amparan en que ellos ya habían sido utilizados en matera de petróleo y de gas. ¿Pero es Chile un país productor de petróleo o gas? NO. Sí tiene una gran potencialidad en materia del litio. También argumentan que se han sobredimensionado tanto las reservas de litio en nuestro país cuanto su real importancia, haciendo una burda comparación con los ingresos de Chile por el cobre, que superaría con creces hoy lo que se percibe por el llamado oro blanco.

Es cierto que nuestro país tiene las mayores reservas de litio en el mundo, pero no son inagotables. En una explotación razonable podrían permitir su permanencia gravitante al menos por 120 años y, si a eso se le suma  valor agregado –ciencia y tecnología-, los recupero monetarios para el país podrían llegar a ser gravitantes. ¿Quién imaginó hace 20 años los usos que hoy se vislumbran para el litio? Desde su uso para prevenir y tratar episodios de manías en tratamientos medicamentosos hasta su potencial nuclear, pasando por una simple pila o, como se vislumbra, como fuente de energía (vehicular incluida la espacial, telefonía, informática, y la enorme innovación tecnológica en curso y a la producción de tritio que es uno de los componentes de la fusión nuclear.

“El litio procesado agregaría al menos cinco veces más valor que el actual.  Chile tiene la capacidad científica y profesional para ese procesamiento. ¿Por qué la tendría Corea o China y no Chile? ¿Somos inferiores?”, se pregunta Mayorga, quien asegura que “el litio en poder 100% de Chile amén de cautelar la seguridad nacional posibilitaría financiar en gran medida programas de contenido social”.

Con la plata del litio se cohechó

El litio es sin duda la principal fuente de ingresos de SQM. “La revisión de la perspectiva refleja las mejores condiciones futuras que enfrentará la compañía tras la resolución de la disputa legal con la estatal Corfo. Esto elimina los riesgos relacionados con un término anticipado de la concesión de SQM en el Salar de Atacama, que aporta entre el 45% y el 50% de los ingresos de la empresa y entre el 65% y el 70% de su margen bruto. Esperamos que este acuerdo ayude a expandir los volúmenes de litio vendidos por SQM", dijo un informe de las agencias de calificación de riesgo Fitch y S&P que elevó la confianza en la empresa de Ponce Lerou tras el “acuerdo” con Corfo.

Los precios por tonelada bordean los 8 mil dólares. Corfo aumentó la cantidad de toneladas y años de explotación a pesar de los incumplimientos de la empresa. Según Fitch, al 30 de septiembre de 2017 el aporte a los ingresos de productos provenientes del Salar de Atacama representó para SQM el 48% de los ingresos de la matriz. Las ventas de litio por su parte aumentaron 60%, comparado al mismo período del año anterior, dado el incremento en los precios. Solo en el primer cuatrimestre de 2017, SQM reportó ingresos por más de mil millones de dólares (US$1.000.000.000) con utilidades por US$ 204 millones para ese primer semestre. Cerca de un 61% solo a septiembre del año anterior. Al tercer trimestre de 2017 duplicó sus utilidades.

Deben haber quedado muy preocupados Ponce Lerou y los suyos con los US$3 millones de multa del fiscal Pablo Gómez, en relación a lo que va a ganar en esta pasada hasta 2030.  Por eso, cuando desembolsó en pagos a políticos una suma cercana a los US$14 millones de dólares. Compare con los mil millones de dólares vendidos en un semestre con más de un 20% de utilidad sobre ello. De aquí salió el dinero que corrompió la política nacional de manera transversal. Del litio que no se controló a quién, cuánto y a qué valor se les vendió salieron los dineros que cohecharon ministros, subsecretarios y parlamentarios y otros funcionarios. SQM y sus distintas filiales rectificaron más de US$14 millones ante el SII, lo que en palabras simples constituye un reconocimiento de que se trató de pagos ilegales.

Para el doctor en Física Leopoldo Soto Norambuena, quien es además Investigador en Física de Plasmas y Fusión Nuclear e integrante de la Sociedad Chilena de Física, estima que las potencialidades del litio como combustible para generar energía, entre otras aplicaciones actuales o potenciales del mineral, harían aconsejable que la propiedad se mantenga en el Estado de Chile, con explotación a través de Codelco o alguna nueva entidad estatal con estos fines.

Hoy se encuentra pendiente en la Corte de Apelaciones de Santiago un recurso judicial que busca poner fin al cuestionado acuerdo Corfo – SQM. La acción de protección fue interpuesta por comunidades indígenas de Atacama. El Consejo de Pueblos Atacameños y de la Asociación Atacameña de Regantes de Atacama, piden dejar sin efecto el acuerdo que permite que SQM extraiga litio desde el salar de Atacama hasta el año 2030. Según los recurrentes, el acuerdo se suscribió sin previa consulta a los pueblos indígenas de la zona, lo que trasgrede el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Lo anterior ya que reclaman ser dueños por derecho ancestral de los territorios sobre los que se pactó el acuerdo además que los pueblos indígenas que también utilizan esos recursos.