Por Mario López M.
Redes que viene construyendo por años y un inmenso poder económico producto de diezmos, negocios, aportes estatales y una cuestionada fusión con un organismo norteamericano acusado de lavados de activos, ahora lo tiene a él en la mira, por el sospechoso enriquecimiento, de la nada.
Su acuerdo de apoyar a Piñera a cambio de poder, le ha redituado una “bancada evangélica”, entre la cual se cuenta su propio hijo. Además, él mismo fue nombrado “Alto Representante de las Iglesias Evangélicas ante el Gobierno de Chile” y ha llevado a sus más cercanos colaboradores al gobierno, pagados por todos los chilenos.
La presencia orquestada, abierta o soterrada de grupos religiosos en política, no es novedad en Chile, a pesar de ser un Estado laico. De hecho, existieron y existen partidos “confesionales” o de declarada orientación religiosa o filosófica. ¿Es malo ello? La primera respuesta es no, pero, como dijo el diputado Luciano Cruz-Coke, “Cuando política y religión se mezclan, hay que salir corriendo”.
Si a eso le suma que los actores son fanáticos o fundamentalistas y además de cuestionada transparencia en su actuar, la bomba queda activada.
Algo de ello está aconteciendo en nuestro país con la irrupción de parte de la iglesia evangélica, al menos aquella parte que decidió “tomarse el poder” o intentar ser incumbente en grado máximo en la vida del país desde el gobierno o los poderes públicos.
Preparando el aterrizaje.
Lo del Obispo Eduardo Durán Castro y su hijo homónimo, el hoy diputado Eduardo Durán Salinas, no es un tema que haya comenzado el antepasado Tedeum en la Catedral Evangélica 8mal llamada así porque no reúne a todos quienes comparten ese credo religioso, sino que a una fracción de él y que, además, se hizo del timbre y la campanilla en un proceso no exento de fuertes luchas intestinas al interior de este credo.
En Chile, se estima en los últimos censos que quienes se adscriben al mundo evangélico, en general, son unos tres millones y medio de creyentes. Una cifra nada menor en un sector que en materia valórica es absolutamente ortodoxo en general. Para muestra, un botón. La iglesia del obispo Durán ha sido celosa en la oposición al aborto por tres causales, al matrimonio igualitario y a aprobar la identidad de género. También sostienen que el matrimonio es uno y para siempre, aunque quien predica, no siempre practica como el propio obispo Durán, separado y con varias historias que contar, algunas bastante recientes, según aseguran nuestras fuentes y fuentes abiertas.
El obispo Durán y su grupo cercano, viene fraguando el acceso al poder desde hace bastante tiempo, para ser precisos desde 2009, en que se proyectó la hoy llamada “bancada evangélica”. De hecho, se sondearon varios partidos (no todos de derecha) en busca de cupos, pero fue la derecha la que vio en estos 3,5 millones de fieles, una oportunidad. Claro que Durán y su séquito, tenía que sortear antes un escollo en el seno mismo del credo, desbancar a la competencia con mirada más social. Para eso se alió con Piñera en el primer mandato, lo que le permitió despejar el camino.
El golpe al frente interno
A modo de aclaración, a diferencia de la Iglesia Católica, dividida estructuralmente pero que reconoce un solo centro de mando, las iglesias evangélicas y la de Durán en particular, reconoce muchas células (templos) en que los pastores son la verdadera doctrina e imagen a seguir. Varias son las iglesias metodistas pentecostales, por ello Durán y otros pastores idearon llamar a la suya, de manera rimbombante, “la Primera Iglesia Metodista Pentecostal de Chile”. Le podrían haber llamado la Quinta y no habría pasado nada, porque su autodenominación obedece solo a la voluntad de quienes la dirigen.
En esta iglesia existía una soterrada pugna por quién se quedaba con las tortas en juego, los diezmos y la catedral de Jotabeche, botín quedado a la muerte del igualmente controvertido obispo Javier Vásquez. Existían casi tantos grupos como obispos tiene ese culto, que se unían según conveniencia en una suerte de silla musical, pero con un solo asiento. Al final, tras la muerte del patriarca, se aclaró quiénes eran los postulantes con más probabilidades de sucederle.
Después de defenestrar al propio hijo de Vásquez, al que no se le permitió heredar a su padre, al menos dos grandes polos de poder, el de Durán y el del obispo Roberto López, fueron los que se enfrentaron por el premio. El segundo impuso su jerarquía y, aunque la lucha seguía, en ese momento (2003) la suerte parecía echada. Sin embargo, la misma suerte le sonreiría a Durán y por un hecho que no esperaba. López fue acusado de ser agente de la CNI y así Durán quedó sin oponente y asumió la jefatura de esa iglesia, sede que más tarde se transformaría en otras sedes, las de negocios del señor obispo.
De catedral a casa matriz de negocios
Los cerca de 40 millones mensuales que se reúnen en diezmos en ese local de Jotabeche, bien administrados, más algunas asociaciones internacionales y buenos negocios, permitieron amasar un poder no solo religioso, sino que también económico. Algunas de sus empresas incluso tienen domicilio en Jotabeche, sede de la iglesia, como Transportes Jotabeche Cuarenta Limitada, creada en 2010 con un capital de $20 millones y que mantiene como uno de sus clientes a la Municipalidad de Lampa, donde figura como alcaldesa doña Graciela Ortúzar (RN).
Durán mantiene hasta hoy un 15% de participación en Innovaciones Descontaminantes Indesc Limitada, creada en 2014 con un capital inicial de $ 60 millones, para generar insumos para la minería. Denuncia en fuentes abiertas también lo vinculan a una empresa de giro transportes, Voy y vuelvo Ltda., cuyo nombre tiene sentido bíblico para algunos cultos cristianos. Sume más de 14 propiedades, 9 estacionamientos y 4 bodegas, además de 6 vehículos. Eduardo Durán Salinas, el hijo hoy diputado, reconoce un patrimonio de 5 propiedades. En total entre ambos llegan a la friolera de 1.800 millones aprox. (solo tasación fiscal).
Los ingresos de las erogaciones (diezmo y otras más cuantiosas), negocios propios, “arriendos” que le pagan 56 templos mensualmente (afirma nuestra fuente que serían $600 mil mensuales por cada uno), sumado a los $300 mil por aporte (de cada templo) a la mantención de una parcela en Isla de Maipo, no deja de ser un piso para negocios muy cuantioso. Es más casi reciben un cuantioso aporte estatal, que se les “cayó” tras la encerrona a la Presidenta Bachelet en 2017. Ah y agregue las exenciones de impuestos por ser entidad religiosa.
Las largas redes internacionales
Una fusión de la Catedral Evangélica con IPHC, una de las más grandes organizaciones pentecostales del mundo, comenzó a llamar la atención policial. No se trataba de un “socio” nuevo, pues las relaciones entre el templo Metodista Pentecostal data del año 1967, suscrito por uno de los antecesores de Durán. Lo que sí hizo la diferencia fueron los millonarios movimientos en cuentas que la fiscalía y la policía de nuestro país y organismos internacionales, entre ellos Interpol y entidades del gobierno norteamericano han asegurado que están vinculadas al obispo Eduardo Durán.
Por mucho que Durán asegure que se trata de una venganza del bacheletismo, como lo dijo al término del pasado Tedeum, oportunidad en que se agredió a varios periodistas por los guardias del obispo, las antenas policiales estaban ya prendidas desde hace bastante tiempo. ¿Cómo podía el obispo justificar tanta riqueza, si ni siquiera posee un título profesional o técnico que avale sus entradas? No solo eso, varias de las cuentas estarían ligadas a la expareja del obispo, Alexia Fredes y a quien se identifica como la actual pareja, Ruth Sepúlveda, quien además es el contacto con IPHC en Estados Unidos.
La alerta internacional por lavados de activos ya aparecía vinculada a la poderosa IPHC (International Pentecostal Holiness Church), de ahí a seguir sus movimientos de dinero tras la fusión del 14 de febrero, hacia Chile y en particular a cuentas del obispo o sus cercanos, no fue muy difícil. El acuerdo de fusión se hizo entre la IPHC y la Primera Iglesia Metodista Pentecostal de Chile. Las firmas del obispo Eduardo Durán Castro y Douglas Beacham, superintendente general de la IPHC, representando a las partes, selló no solo el acuerdo, sino que también la investigación a Durán, que estaba igualmente siendo investigado por los extraños y suculentos movimientos en sus cuentas que no se justificaban y que algunos provenían desde el exterior.
Amor, negocios, política y religión, la tormenta perfecta
“Ya no vive con Alexia Fredes. Ahora vive con la señora Ruth Sepúlveda. Se sienta frente al púlpito, a metros de la esposa legal y madre del diputado, Raquel Salinas”, se lee en una página relacionada con el credo religioso, misma información que su autor ratificó a Cambio21.
Las dos primeras han sido vinculadas a movimiento de dineros; también lo han acompañado en sus tours internacionales a Estados Unidos. Los tres están bajo la mira de la Financial Crimes Enforcement Network (Fincen), organismo estadounidense encargado de emitir las alertas oficiales por lavado de activos. A modo de ejemplo, a Fredes se le pagaban boletas de honorarios por años por 3 millones mensuales. Nadie en la iglesia sabe para qué. Tampoco cómo obtuvo otros bienes, materia de un segundo reportaje.
Tal como se puede comprobar en la Contraloría General de la Republica, ese organismo ya emitió a mediados del año pasado, un dictamen por el cual se rechaza la solicitud de la iglesia de Durán para convertir a IPHC en una “agencia voluntaria de socorro y rehabilitación”, lo que redituaría ingresos libres de impuestos. Luego de ello, Transparencia consigna reuniones del obispo con autoridades de Cancillería para tratar, vía lobby, de revertir la decisión de la Contraloría.
El Obispo Emiliano Soto, representante de la Mesa Ampliada de Iglesias Evangélicas, confirmó que se allanó la sede principal de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal, a cargo de Durán, al paso de que algunos obispos fueron citados a declarar en juicio por enriquecimiento ilícito y lavado de activos del señor obispo, causa que investiga la Fiscalía Oriente.
La “paga”
Tras asumir Piñera, no pasó mucho para que el obispo Durán le exigiera su “diezmo” a cambio del apoyo político que le brindó durante la campaña. Reclamó el porqué aún no había sido nombrado como representante protocolar evangélico ante el gobierno, incluso a través de una carta dirigida al ministro Andrés Chadwick, quejándose por desconocer un acuerdo fraguado entre ambos, incluso antes de asumir Sebastián Piñera, que entregaba dicho cargo a Durán en exclusiva por los próximos 4 años. Ante los reclamos airados de Durán, el gobierno procedió a nombrarlo en el cargo de Alto Representante de las Iglesias Evangélicas ante el Gobierno de Chile, en abril pasado.
No fue el único que recibió la devuelta de manos por el Tedeum de 20017 y el apoyo en las elecciones. Tal como lo denunció en exclusiva el senador Camilo Escalona a Cambio21, otros miembros superiores de esa iglesia ocupan cargos públicos de relevancia, entre ellos el pastor Patricio Moya, secretario ejecutivo del Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas, quien había sido candidato a concejal de Pudahuel en 2012 por RN y muy cercano al exalcalde Luis Plaza. Moya aparece desde el 18 de junio contratado a honorarios como “experto” en el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres) -que lidera Gonzalo Blumel (Evopoli)- con una remuneración de $1.032.355 y con una “calificación profesional o formación” de “Licencia de Enseñanza Media”.
Sume a Cristián Nieto, que fue el encargado tras el Tedeum de 2017 de comunicar a Bachelet el “enfriamiento” de las relaciones con La Moneda con los evangélicos. Nieto fue candidato a diputado de RN por Cerro Navia. Actualmente se encuentra trabajando a honorarios, desde el 16 de abril, en el Instituto de Previsión Social (IPS), organismo dependiente del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que encabeza Nicolás Monckeberg (RN). De acuerdo al portal de Transparencia, Nieto -de profesión periodista- figura con la función de “asesorar al subdirector de Servicios al Cliente y a las distintas áreas de la Subdirección en el proceso de mejora continua de la gestión en distintos ámbitos con un foco en el perfeccionamiento de la atención ciudadana”, con una remuneración mensual de $3.333.333.
Según consigna Ciper, otras relaciones con entes fiscales se registran en favor de entidades dirigidas por Durán. La Corporación Evangélica para el Desarrollo, que él preside, “dedicada a actividades de ayuda social y educacional, recibió $30 millones de la Subsecretaría de Hacienda en 2012 y otros $4 millones de la Municipalidad de Providencia en 2014. Entre 2008 y 2015, la Corporación Sendas, que busca relevar y rescatar el patrimonio cultural evangélico, recibió $65,7 millones del Gobierno Regional Metropolitano”.
“Además, la propia iglesia de Durán ha percibido directamente otros $132,8 millones provenientes de Hacienda y de los municipios de Cauquenes y Renca. Y a fines de 2017, la Subsecretaría de Transportes y Telecomunicaciones le entregó a la congregación de Durán una concesión para operar una radio en La Unión (Región de Los Ríos)”. Sume que operaciones de sus empresas con el fisco le han reportado más de 100 millones de pesos.