Oh I'm just counting

Diputada Catalina Pérez presidenta de Revolución Democrática a Cambio21: “Nos estamos preparando para ser Gobierno”

Por María Cristina Prudant

Catalina Pérez Salinas fue elegida presidenta del partido Revolución Democrática en primera vuelta con el  50,9% de los votos. La joven parlamentaria  por la Región de Antofagasta nació en Malmó Suecia ya que sus padres Ricardo Pérez y María Ángela Salinas fueron exiliados por la dictadura militar. A sus 28 años es abogada de la Universidad Católica del Norte, militante de Revolución Democrática desde 2014 después de militar en el Partido Comunista desde los 13 años.

La diputada Catalina Pérez, conversó con Cambio21 sobre la contingencia políticas y los objetivos de su partido del Frente Amplio.

Diputada, ¿cuáles son los desafíos que tiene como presidenta de Revolución Democrática?
Nosotros nos hemos trazado una hoja de ruta donde los dos principales desafíos son, por una parte, profundizar el debate que damos al interior de nuestra organización, profundizar las convicciones  que venimos levantando desde Revolución Democrática y por otro lado, territorializar el despliegue que tenemos como partido poniendo un fuerte foco en la descentralización, pero sobre todo en la capacidad de incidencia real, de incidencia de masas que tenemos a lo largo del territorio nacional.

¿Cómo se siente Revolución Democrática integrando el Frente Amplio?
Nosotros hemos hecho una apuesta por reafirmar nuestro domicilio en el Frente Amplio y hemos hecho un análisis también muy crítico de lo que ha sido nuestra capacidad de articulación hasta ahora en el mundo institucional y en la calle, pero hemos buscado también ser bien propositivos a la hora de  buscar salidas hacia donde podemos profundizar la apuesta política del Frente Amplio y desde ahí creemos que hoy tenemos un tremendo desafío que tiene  que ver con pasar de una alianza electoral  que se encarga solo de administrar lo institucional, a apostar poder profundizar un proyecto político social que haga sentido no solamente cuando seamos gobierno y disputemos el programa de muchos sino también en la coyuntura y en la realidad actual en  los espacios locales de las comunidades de los movimientos sociales en Chile.

Entender impulsar que el Frente Amplio sea la casa común del millón de mujeres que se movilizaron el 8 de marzo, de los miles de trabajadores que se movilizaron el 31 por un nuevo sistema de pensiones, que ojalá sean tan preciados los espacios de las zonas de sacrificio en nuestro país. Creo que ese es uno de los grandes desafíos que no podemos perder de vista y que nos interesa muchísimo impulsar como proceso desde Revolución Democrática en el Frente Amplio.

¿Ustedes han reflexionado sobre las críticas que reciben de los partidos tradicionales?

Creo que la incorporación de todo actor político nuevo al escenario trae sin dudas un remezón  en el cómo se ha entendido la política chilena. Creo que en el Frente Amplio hemos llegado a buscar repensar las formas con las que se venía haciendo política en Chile. Hemos buscado una profunda transformación respecto de cómo un duopolio político en nuestro país venía tomando las decisiones, digamos que eso evidentemente va a levantar resistencia. Ahora, nosotros tenemos un rol como Frente Amplio que es jugar en el mediano plazo como oposición al gobierno de Sebastián Piñera. En el largo plazo también como la alternativa política de mayorías que le haga sentido a los chilenos y chilenas.

Nosotros no queremos ser de Revolución Democrática y del Frente Amplio de una izquierda que se acomoda en el 20%, nosotros queremos salir a disputar las grandes mayorías de Chile, salir a rechazar las falsas soluciones que la derecha ha dado en materia de seguridad, empleo, desarrollo y esas miras de futuro creo que es lo que hoy día tenemos que tener a la vista.

Al Frente Amplio le fue bastante bien en las elecciones pasadas sin embargo cuando hubo elecciones internas acude poca gente a votar ¿A qué se debe eso?
Creo que como Frente Amplio y Revolución Democrática nos falta consolidar una mirada del Chile que invite a participar constantemente a la ciudadanía. Creo que nuestra mirada del quehacer político exige que incorporemos cada vez más  a muchos y a muchas a participar de la conformación de nuestro proyecto. Creo que ese es un desafío permanente, no hay un momento en el que digamos, listo, nos graduamos en participación, es un desafío que tenemos impulsar constantemente  y demás, combatir contra un sistema político que nos invita constantemente a no participar, que nos invita a no involucrarnos en los procesos sociales y políticos y creemos que esa es una lógica  que ya nos corresponde disputar a los  partidos políticos nuevos y además, respecto a la cual nos miran mucho más que a partidos políticos más tradicionales.

¿Ustedes se sienten con bastante fuerza como para construir mayorías desde la oposición?
Creo que como Frente Amplio tenemos tres desafíos que construir como oposición. En primer lugar diría que como Frente Amplio tenemos el rol de aportar a la articulación  de una oposición efectiva al gobierno que no solamente reaccione frente a la coyuntura sino que sea capaz de instalar urgencias, de instalar agenda. En segundo lugar, tenemos el rol de instalar el debate respecto del horizonte  que perseguimos como oposición.  Qué es lo que hoy debiese articularnos como oposición. Debiese ser solo programático, una acción política concreta, combatir el  avance de la extrema derecha en Chile, qué es eso que nos articula como oposición.

Y en tercer lugar súper importante el rol que el Frente Amplio tiene que jugar, entendiendo que la oposición no está solamente en el Congreso o en el mundo institucional, ahí no están las grandes mayorías, ahí no está el pueblo. La oposición también está en los movimientos sociales que con mucha fuerza han marcado la agenda pública y creemos que ese sentido de cómo se construye poder y de cómo comprendemos el poder popular y una noción súper importante que relevemos el rol que nos corresponde jugar, como Frente Amplio, en el escenario político chileno actual.
 
Ustedes están decididos a instalar la agenda pública y diversos temas. ¿Eso es a cualquier precio, porque a veces  ha provocado peleas internas?
Creo que es bueno reconocer que hay dos grandes formas de ver el quehacer político dentro del Frente Amplio. Creo que en el Frente Amplio todavía hay un grupo que ve con mucha más relevancia el testimonio, el punto político, la política de la Cámara, del  espectáculo y otros que vemos la necesidad de construir triunfos concretos para nuestro pueblo. Es un Frente Amplio que se está preparando para gobernar, para ser gobierno, para articular  y para liberar a la oposición hoy día en Chile.

Estas son dos tradiciones o dos líneas de acción que son las líneas de acción además en disputa en la izquierda clásicamente de la cual nosotros no somos ajenos. Revolución Democrática forma parte de ese Frente Amplio que no se acomoda en ese 20%, es el Frente Amplio que apuesta a construir mayorías y yo creo que ese es el camino correcto hoy día con las urgencias que Chile tiene.
Ustedes comenzaron con dos líderes potentes como Giorgio Jackson y Gabriel Boric, pero se han ido alejando  ¿cómo piensan reemplazarlos?

 A diferencia de los partidos de la política tradicional el Frente Amplio no se construye en torno a caudillos o figuras individuales. El valor que nuestros dirigentes tienen está dado por la maravillosa gestión que realizan en su pega, pero también está dado por la entrega que realizan al proyecto colectivo  y desde esa perspectiva siempre vamos a buscar posesionar más liderazgo, que seamos más las trabajadoras y trabajadores, los funcionarios del mundo público, los dirigentes, los que estén a la cabeza del proyecto político del Frente Amplio.

No veo con preocupación ningún escenario donde una figura se proyecta más o menos porque no estamos en función de algún liderazgo individual sino en función del liderazgo colectivo que podamos construir y los compañeros y compañeras y camaradas están muy conscientes de eso y son muy generosos en eso también.

¿Cómo creen ustedes que se pueden convertir en una alternativa real para las próximas elecciones?
Hoy en el Frente Amplio y en Revolución Democrática nos estamos preparando para ser gobierno y queremos representar un  proyecto de izquierda del siglo 21 que le hable a las grandes mayorías de Chile, que se haga cargo de la desigualdad, de la pobreza, que se atreva a hablar de seguridad, de desarrollo, de los grandes fenómenos globales a los que hoy nos enfrentamos como el cambio climático. Un proyecto político transformador que haga sentido a la cotidianidad de las personas, que apueste a ser profundamente masivo y convocante y que además apueste a subir el estándar de la política chilena. Ese es un proceso de construcción y por eso estamos trabajando y los límites todavía no los conocemos.

Diputada, ¿qué le parece el primer año de gobierno de Piñera?  

El primer año de gobierno de Sebastián Piñera lamentablemente ha estado caracterizado por  la falta de urgencia para hacerse cargo de los grandes temas. El gobierno ha sido incapaz de levantar propuestas concretas frente a la crisis de las pensiones, no han sabido leer las demandas feministas, han tomado medidas insuficientes frente  al cambio climático prefiriendo discutir de la forma y no del fondo. No han enfrentado deudas que Chile tiene con educación, la descentralización de la manera que a nosotros nos gustaría, lamentablemente seguimos esperando que los tiempos mejores lleguen mientras la ciudadanía, los movimientos sociales han instalado las urgencias siendo el gobierno un interlocutor de oídos sordos.

Además, veo con mucha preocupación cómo se han planteado las relaciones internacionales en general, la negativa que ha habido al multilateralismo como una forma de solución de conflictos reales que hoy aquejan a la ciudadanía. Se ha negado el multilateralismo para hablar, por ejemplo, de migraciones, negamos la acción de la ONU en muchos casos y creamos plataformas paralelas como el Prosur. Entonces, lamentablemente hay una inconsistencia muy grande, hay un desorden muy grande a la hora de enfrentar estas agendas que además minan, perjudican la imagen de Chile al mundo.

¿Qué nota le pondría usted al manejo de las relaciones exteriores?
Soy mala para poner notas, pero le pondría un 3.

El tema de Venezuela ha sido muy recurrente en este gobierno. ¿Ha habido un uso político en esto?
Ha sido utilizado, en general, el conflicto internacional para dar soluciones y encubrir problemas que tenemos dentro del país. Así como fue utilizado también el fenómeno de la migración. Teníamos a Camilo Catrillanca muerto con un delito no esclarecido y el gobierno hacía noticia con el subsecretario en el aeropuerto mandando haitianos en un vuelo de retorno humanitario. Había una utilización mediática tremenda para encubrir crímenes cometidos por el aparato del Estado y sin duda para no enfrentar la conflictividad social  que hoy tenemos al interior de nuestras fronteras.