Por M.C.P.
La diputada Ximena Ossandón Irarrázabal es profesora de inglés y milita en el Partido Renovación Nacional. Diputada por el 12° Distrito, Región Metropolitana de Santiago, por el periodo 2018 – 2022. Fue Vicepresidenta Ejecutiva de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) entre marzo y diciembre de 2010, durante el primer gobierno de Piñera. Fue en ese período en que se hizo conocida por decir que los sueldos en la Junji eran “reguleque” y otras opiniones que no cayeron bien en el gobierno por lo tanto decidió renunciar. Obviamente hoy se arrepiente de esos dichos.  

Cursó sus estudios en el Colegio Los Andes. Se tituló como profesora de inglés en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Entre el 2007 y el 2009, realizó un MBA, en la Universidad de Los Andes.

En 2008 resultó electa concejala por la comuna de Las Condes, para el período 2008-2012. En noviembre de 2017, resultó electa Diputada, por las comunas de La Florida, La Pintana, Pirque, Puente Alto y San José de Maipo. La diputada es hermana del senador Manuel José Ossandón, también de RN y pre candidato presidencial de ese partido. La parlamentaria conversó con Cambio21.
 
¿Cómo ve usted el mundo político en estos momentos en que hay un clima de mucha tensión entre la oposición y el gobierno?

Ximena Ossandon, Diputada

A mí me parece que el clima hoy día de poca tolerancia, de descalificaciones, malas prácticas, malos tratos, creo que estamos en un peak muy alto. Cuando tuvimos toda la discusión de la reforma tributaria, eso fue muy notorio. El nivel de descalificación y con un discurso con mucho contenido emocional incluso hasta diría que con mucho odio, era muy patente. Y eso es muy clave y es lo que se está viviendo en todos lados, estamos muy polarizados y vamos a tener que hacer todos un esfuerzo para terminar con esto porque puede llegar a algo mucho peor.

Yo lo siento en lo personal. A mí me afecta muchísimo y me preocupa lo que estamos viviendo porque esto, el día de mañana, puede terminar en otras cosas, en situaciones más violentas, con consecuencias mucho  peores. La capacidad de diálogo siento yo que la estamos perdiendo, para que decir la tolerancia y esas palabras están quedando fuera de los discursos, porque son muy pocos los que las están practicando.

Todos llaman al diálogo, las mesas de trabajo, pero la tolerancia y las faltas de respeto están siendo realmente muy frecuentes. Muy pocas veces a mí me había tocado lo que vivimos la semana pasada.

En esta línea se dieron las declaraciones de la vocera en contra del Partido Socialista y fue respaldada por Piñera. ¿Qué le parece?
Recibió el apoyo del Presidente, pero en lo personal y lo he sostenido así, creo que entendiendo lo que se perseguía no fue la forma correcta porque cuando  haces una acusación tan general, meter a todos los socialistas y también en definitiva, al final, metes a toda la clase política, todos los parlamentarios porque al final la gente ya no distingue. Ella después hizo una corrección, pero lamentablemente es la vocera de gobierno.

Ahora, insisto, esto responde a un clima  beligerante que a mí no me había tocado nunca. Cuando discutimos la reforma tributaria se llegó a hablar hasta de los nietos del Presidente Piñera, o sea, ya hemos traspasado un poco la ética, de ambos lados, estoy haciendo una crítica en general. Hemos perdido las buenas costumbres, la capacidad de dialogar, sin golpearnos. Siempre se dice que cuando se acaban los argumentos vienen los golpes y eso cada vez es más frecuente. Yo realmente estoy preocupada por lo que nosotros estamos viviendo, al menos, en mi sector en la Cámara de Diputados.

Y eso va mermando también nuestra credibilidad, nuestra imagen porque no es que el que pega último pega mejor. La gente no quiere más golpes, no quiere más violencia. Lamentablemente damos estos pequeños circos que al final, creo, no conducen absolutamente a nada. Algunos quedan muy satisfechos porque dan el último golpe, pero eso no tiene ningún retorno político, jamás ha tenido y no lo va a tener  nunca porque en general lo que el ser humano quiere son conductas propias del Estado, del cargo que uno representa.

¿Cuál es el camino que usted ve para solucionar estos problemas?
El camino es difícil porque todo el mundo cree que no está bien, pero nadie lo practica. Se está siempre invitando a las mesas de diálogo y después nos vamos pisando la cola. Entonces, la invitación es a pensar 10 veces lo que uno va a decir antes  de decirlo, pensar que detrás de cada persona que estoy interpelando hay seres humanos, hay familia, hay instituciones detrás y a la larga entender que este trato no nos conduce a nada, que lo único que hace es debilitarnos porque al final estamos dando pan y circo y la Cámara de Diputados, el poder Legislativo, o el poder judicial, el poder Ejecutivo están llamados a hacer circo, no. No, somos, supuestamente instituciones serias que buscamos a través de cada uno de nuestros medio el bien común y el bienestar de las personas.

Esta pregunta me afecta muy en lo personal, porque fue una semana muy violenta  y creo que al final todos terminamos mal, aquí nadie saca ningún crédito, ni el Partido Socialista, ni la vocera, ni Piñera, ni los diputados, no, aquí ninguno sale ganador. Es como la guerra donde todos pierden.

¿Cree usted que un buen gesto sería que el Partido Socialista no presente la acusación constitucional contra la ministra Cubillos?
Creo que eso sería un muy buen gesto, pero también ellos tienen toda la libertad de hacer  lo que ellos estimen conveniente. Una acusación constitucional estamos hablando de palabras mayores, que tiene que tener toda una fundamentación, no es algo al azar. Todo el mundo habla de la teoría de los acuerdos, consensos, echan de menos la política de Aylwin, pero después no pasa nada. La Democracia Cristiana fue atacada virulentamente la semana pasada por haber apoyado parte importante de la reforma tributaria y le han dicho de todo. Sin duda que esto hay que pararlo de alguna forma, pero es complicada tú pregunta.  

El gobierno anunció un nuevo un conjunto de medidas para reactivar la economía. ¿Qué le parece a usted?
Hay que reconocer que había expectativas bastante más grandes y en eso se basó mucho nuestra campaña presidencial. También hay que reconocer que se recibió una economía más debilitada de lo que pensaban y se le sumaron algunas cosas internacionales. Lamentablemente tampoco se reconoce nada y hay grupos que están regocijantes con estas malas noticias y eso tampoco es bueno. Porque ese grupo no es capaz de reconocer que, efectivamente no estamos creciendo como habíamos prometido, pero estamos sobre la media mundial y eso no es menor porque tenemos una economía mundial al borde de una recesión. Es muy importante ser tremendamente realistas porque estas medidas que está haciendo el gobierno, contra cíclicas, son para al menos nosotros no bajemos de un crecimiento de 2,5%.

Tengo la sensación que hay gente que se complace con este escenario y eso es tremendamente egoísta, porque afecta a la gente más vulnerable. Creo que el gobierno está haciendo lo que se debe hacer cuando se presenta una situación económica como la que tenemos hoy. Entonces, efectivamente hay que reconocer que las expectativas siempre fueron tiempos mejores. Ahí hay un aprendizaje con nuestra gestión en el gobierno: porque otra cosa es con guitarra. Como el Presidente Piñera encarna el crecimiento económico, la gente le está cobrando esa parte.

Pero ¿no cree usted que no pueden estar siempre echándole  la culpa al gobierno anterior?

En lo personal creo que el gobierno es un dato que ya está en la causa, que no hay para que evocar más porque no cambia el futuro. La gente quiere estabilidad económica hoy, no quiere que le cuenten lo que pasó antes. Hay que ir cerrando esos temas, lo que no quiere decir que la gente se olvide.

Mi hermano candidato presidencial

¿Cómo evalúa usted la gestión de Piñera?
Creo que ha tenido matices, lo que pasa que creo que la última semana ha sido demasiado revuelta, entonces casi me nubla en general, pero tengo que reconocer  porque lo he visto en la cámara, que hay proyectos que ha tratado de impulsarlos, que todavía no ha podido pasar sus proyectos emblemáticos porque llevamos más de un año discutiendo la reforma tributaria, y la de Michelle Bachelet fue en uno o dos meses.

¿Qué le parece que ya estén circulando candidatos presidenciales?