Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: A días del plebiscito de salida

El próximo domingo en la noche conoceremos los resultados del plebiscito de salida y sabremos si la ciudadanía aprobó o rechazó  el texto constitucional elaborado por la ex Convención en un inédito plebiscito con voto obligatorio.

El SERVEL ha informado que más de 12 millones de ciudadanos han consultado su web institucional sobre su nuevo local de votación -ya que la ley autorizó a SERVEL modificar los locales de votación-; por tanto, se estima una alta votación, inédita que superara largamente los 8,3 millones que votaron en diciembre 2021 en la 2ª vuelta que eligió al Presidente Boric.

En estas horas se han difundido encuestas privadas que siguen dándole un triunfo amplio al rechazo, mientras que la opción apruebo mostró miles de personas movilizadas en diversas comunas del país como Renca, La Cisterna, Quilpué, Concepción etc.

El resultado del domingo mostrará quién tuvo más influencia en los votantes: si la movilización callejera vía actos comunales con fuerte parrillas artísticas como el apruebo o el importante despliegue y gasto en Redes Sociales que muestra el rechazo.

Cualquiera sea el resultado o sea gane el Apruebo o el Rechazo en el escenario post plebiscito será clave el rol del Presidente de la República quién deberá proponer el próximo domingo en la noche -conocido los resultados- los caminos para continuar el proceso hacia una nueva Constitución en caso de que gane el rechazo o el Apruebo.

 En ese momento, el Presidente de la República debe reasumir su rol de Jefe de Estado y por tanto, ser capaz de leer bien los resultados, dialogar con los actores políticos con presencia en el Congreso y proponer un camino para continuar el debate constitucional que reúna un transversal apoyo político y social.

Esa presión política ya la tiene en sus hombros y desde su Cuenta Pública del 1º de junio ha legitimado ambas opciones -apruebo y rechazo-, ha impulsado una campaña informativa para lograr una participación electoral inédita y ahora el desafío es escuchar la voz de las urnas y de los actores políticos y sociales mayoritarios para construir ese camino constitucional conquistando un apoyo mayoritario y transversal -cuestión de la que ha carecido estos meses de gobierno-.

Las diversas encuestas muestran que la aprobación del gobierno está alineada con la intención de voto del apruebo, pero el escenario post plebiscito requiere un Presidente de la República con más respaldo político y ciudadano y eso requiere que actúe como Jefe de Estado.

La paz social de esa noche post resultados y de las primeras 48 horas post plebiscito requiere que el Presidente de la República reasuma su rol de Jefe de Estado y no sea la víctima política -en caso de que gane el rechazo- del resultado del plebiscito.

Como el gobierno se jugó por el Apruebo una posible derrota el 4/S probablemente gatille una mini crisis política sobre su gabinete y su programa.

Ya han comenzado las voces a plantear que en el escenario post plebiscito, el Presidente Boric debe hacer un cambio de gabinete estructural o sea deje atrás “el gabinete con hegemonía Apruebo Dignidad” y pase a un nuevo gabinete con eje hegemónico en la centroizquierda que incluya la ampliación de su actual base política incorporando más PPD, otros partidos y más independientes y hay otros que ya sostienen para sea viable su liderazgo en el tema constitucional requerirá un “gabinete de unidad nacional”. O sea debe alinear su rol en el proceso constitucional con su rol más político, pero si quiere acuerdos con el Congreso debe tener un gabinete político que tenga puentes y diálogos con los distintos actores del Parlamento y no lo que ha ocurrido en estos meses de continuos errores políticos del gabinete político.

También se sostiene que en caso de triunfo del Rechazo debe acotar su programa de gobierno inicial y pasar a un plan de gobierno acotado centrado en resolver los problemas urgentes -que explicarían la derrota gubernamental- como es enfrentar la crisis económica de alta inflación y bajo crecimiento económico, señales para reanimar la inversión, enfrentar la crisis generada por la alta actividad delictual, ordenar la crisis migratoria entre otras prioridades que sean la base de un plan de gobierno más acotado.

Muchos caminos se abren post resultado del plebiscito, pero existe claridad en la élite política y económica de que el país debe seguir funcionando y no paralizarse ni polarizarse más de lo que se ha vivido en los últimos días, producto de que ello generaría más incertidumbre y por tanto será clave el rol del Presidente de la República en los primeros días del post plebiscito para encauzar institucionalmente el proceso constitucional, político y económico del país.