Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: El nuevo escenario presidencial de cara a primera vuelta de noviembre


Con una participación histórica de 3,031 millones de votantes los bloques FA/PC y la derecha de Chile Vamos decidieron vía primarias sus candidaturas presidenciales para la primera vuelta de noviembre.

La participación superó las expectativas de los analistas y reveló el interés ciudadano de participar en la vida democrática superando la participación en la 2ª vuelta de los gobernadores regionales ocurrido hace 1 mes y superando –levemente-la participación en las primarias 2013.

En estas primarias hay varios datos relevantes. El primero es cual bloque político que movilizó más electores y sorpresivamente no se produjo el derrumbe electoral de la derecha que se predecía después de sus debacles en mayo y junio, logró con una movilización de 1.317.000 electores estuvo cerca de repetir la movilización electoral del 2017 con lo cual obtuvo el 45% de los votos movilizados en esta primaria.

Sorpresivamente ganó en la derecha el candidato outsider de los partidos como Sebastián Sichel pero que tuvo el apoyo de La Moneda y de los poderes fácticos empresariales para derrotar al ya desgastado Joaquín Lavín. Sichel obtuvo 645.000 votos contra los 413.000 votos de Lavín y así se convierte en el candidato de la derecha por fuera de los partidos del bloque.

También hubo sorpresas en la izquierda FA/PC ya que el candidato favorito Daniel Jadue fue sorpresivamente derrotado por el diputado Gabriel Boric. Jadue que encabezó por meses las encuestas fue derrotado por su mala perfomance en los debates televisivos, sus errores programáticos proponiendo medidas en materia de PYMES, sobre libertad de expresión que fueron abiertamente criticadas en redes sociales y en los medios de comunicación. Su estilo agresivo y su prioridad de hablarle al voto duro generó en las últimas semanas un voto anti Jadue que le permitió a Boric ganarle esta primaria por 60% a 40% de los 1.709.000 votos que participaron en estas primarias.    

Las últimas 2 semanas de campaña electoral en redes sociales y en la franja televisiva marcaron un break point que hizo visible la posible derrota de Jadue que se concretó este domingo con una fuerte movilización anti Jadue generando una fuerte derrota política al Partido Comunista, cuyo optimismo electoral en mayo pasado le permitió vetar al PS a participar en estas primarias.

Este sorpresivo triunfo de Boric y Sichel revelan que las campañas electorales importan, que los Alcaldes que estuvieron encabezando las encuestas desde 2018 –como Lavín y Jadue- fueron superados por propuestas innovadoras, relatos políticos nuevos y apelando a un cierto sentido común ciudadano, facilitado por la ausencia de candidaturas de centroizquierda en las primarias. 

Probablemente esta ausencia de la centroizquierda con candidaturas como las de Yasna Provoste, Paula Narvaez, Heraldo Muñoz o Carlos Maldonado por nombrar a algunos/as facilitó que este vacío político fuese llenado por candidaturas que le hablaron a ciudadanos/as más allá de sus estrechas fronteras partidarias.

Pero en este nuevo escenario presidencial que partió con estos resultados estarán varios actores que estuvieron ausentes ayer, partiendo por la Centro Izquierda que seguramente convergerá en noviembre en una candidatura presidencial y lista parlamentaria común.

La alianza de centroizquierda (PS, DC, PPD, PR, PRO, Ciudadanos) tiene la responsabilidad de estar presente de manera unitaria en la papeleta de noviembre –ya sea con Yasna Provoste o Paula Narvaez- si quiere ser protagonista de este nuevo ciclo histórico que se está iniciando con una candidata mujer que estuvo ausente en las primarias donde no hubo ninguna candidata lo que aparece como algo anormal en un país que eligió una Convención paritaria. 

Debiera hacerlo, además, asumiendo el dato de que si no está presente hay otros actores políticos que levantan sus banderas reformistas, de propuestas responsables y que parte de sus electores termina migrando hacia otros bloques. 

Ya sabremos en noviembre si pudo estar presente y si logró reconquistar a parte de su electorado que ayer participó en las primarias.  

La presidencial sigue abierta para noviembre, porque a estos dos candidatos electos deberían sumarse la candidatura de la centroizquierda y por la derecha dura surgirá la opción de J.A. Kast y desde la izquierda dura revivirá la opción de una candidatura presidencial de la Lista del Pueblo con Jorge Sharp u otro candidato.

O sea, a lo menos habrán 5 candidaturas presidenciales y para esa primera vuelta presidencial con elección parlamentaria podemos estar con una participación electoral cercana a los 8,0 millones de electores, por tanto, hay a lo menos 5 millones de electores a los cuales motivar y movilizar para la primera vuelta de noviembre, lo que ratifica nuestra afirmación de que la Presidencial sigue abierta.

Las elecciones presidenciales son maratones políticas que se definen en las últimas semanas y claramente esta elección presidencial está completamente abierta de cara a la tercera semana de noviembre; por tanto, nadie puede cantar victoria. Los que lo hicieron hace pocas semanas ayer fueron derrotados, así que todos deben haber aprendido la lección.