Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: La centroizquierda define su opción presidencial y la enorme tarea de Yasna Provoste para reconstruirla

Con la participación de más de 150.000 ciudadanos/as, la centroizquierda definió su opción presidencial de cara a la primera vuelta de noviembre.
 
En un inédito proceso de Consulta Ciudadana organizado por la propia coalición, sin ningún apoyo del SERVEL, sin franja televisiva que promoviera la participación ciudadana organizó una consulta en todo el país, en 600 locales de votación, con vocales voluntarios propios no pagados; generó un proceso electoral que le da una importante base de legitimidad al sector y a la candidata electa con más del 60% de la votación como es la senadora Yasna Provoste.
 
En un escenario presidencial líquido, donde pueden haber cerca de 10 candidaturas presidenciales la centroizquierda socialdemócrata estará en la papeleta de noviembre con una candidata mujer, de regiones, representante de los pueblos originarios, hija de la educación pública como es lo que representa Yasna Provoste.
 
Será la única candidata presidencial mujer –muy lejos de la aspiración paritaria, revelando el tradicionalismo de las otras ofertas políticas- en una sociedad que cada día más abre espacios a la participación femenina, pero aquí en la política pareciera haber más discurso que realidad.
 
Esta consulta levantada a ñeque no puede compararse con la primaria legal del 18 de julio, pero a la centroizquierda le da un nuevo aire unitario ya que en 2017 fue dividida en las opciones Guillier y Goic y en mayo estuvo a un tris de desaparecer como coalición. Es enorme entonces la tarea que tendrá Yasna Provoste para reconstruir un ethos político común que reúna y movilice a una centroizquierda hasta ayer fragmentada y dividida.
 
Esta corta campaña mostró a Yasna Provoste sumando muchos apoyos de sectores independientes –incluso su equipo programático fue dirigido por una dupla paritaria independiente-, sumo a parlamentarios PPD, a dirigentes de organizaciones sociales mostrando que su opción superaba las estrechas fronteras partidarias de la DC. Por esa razón muchos coinciden que este es un triunfo de Yasna Provoste y no de la DC, porque sumó a una transversalidad que debe profundizar y ampliar de cara a noviembre.   
 
Yasna Provoste en el corto plazo debe integrar y unir a los adherentes de Narvaez y Maldonado para potenciar su opción presidencial, tanto en las tareas programáticas como en su despliegue territorial, como lograr construir una lista parlamentaria competitiva y de carácter nacional como también para superar el nombre de Unidad Constituyente por una convocatoria más amplia y transversal para movilizar electores para noviembre.
 
Un fuerte desafío que tiene la centroizquierda es reconectarse con la nueva sociedad civil, recuperar lazos y diálogo con los nuevos movimientos sociales como los ligados al feminismo, a los medioambientales, los regionales, los emprendedores, los urbanistas que hoy tienen mayor influencia social que el sindicalismo y las juntas de vecinos en los territorios.
 
Una candidatura presidencial competitiva en 2021 requiere recrear confianzas con la sociedad civil y también con la gruesa capa de familias de ingresos medios que han sentido la vulnerabilidad de sus vidas cotidianas por la pandemia, pero sigue teniendo aspiraciones de mejores empleos y mejores condiciones materiales de vida y esa capacidad de representación social la perdió en la última década la centroizquierda, expresión de ello es que no está dirigiendo municipios como Maipú, La Florida, Puente Alto por citar algunas comunas de ingresos medios.
 
Dura tarea tiene Yasna Provoste para convertir a la centroizquierda en una opción presidencial competitiva que le permita pasar a segunda vuelta. Para lograr eso requiere unidad política y social, pero también que los partidos políticos que la respaldan le den espacio y autonomía para desplegar un diseño inédito de campaña electoral y con una oferta programática que apunte a reconstruir una país con progreso pero también con mucha equidad y respeto al medio ambiente. Hoy ingresa a la carrera presidencial –según las encuestas- como tercera en las preferencias de las encuestas que las lideran quienes ganaron las primarias legales (Boric y Sichel) y esa posición revela que deberá hacer un tremendo trabajo político, social y programático de aquí a noviembre.
 
Tiene cualidades que debiera explotar más: será la única mujer de la papeleta presidencial lo que debiera reforzarlo con una campaña electoral con fuerte presencia femenina, tiene experiencia política para construir esa unidad política y social que propone y es de regiones –como lo mostró con esa potente señal de celebrar su triunfo en Vallenar, en su barrio y lejos de las élites- y eso fue una poderosa señal política de que Yasna Provoste viene a remecer el tablero presidencial.