En un punto de prensa para justificar su decisión de llevar al Tribunal Constitucional (TC) el proyecto del tercer retiro aprobado por la Cámara de Diputados, el Presidente Piñera señaló que los bonos gubernamentales como el IFE dan “más y mejores beneficios” para enfrentar la crisis social, reiterando así una falsedad impropia de un Presidente de la República.
Veamos los datos sobre la ejecución de los recursos públicos presentados por el Consejo Fiscal Autónomo al Senado en marzo pasado, donde señaló que el mayor gasto fiscal 2020 en ayudas sociales alcanzó una cifra de US$ 5.935 millones que es un monto absolutamente menor que los US$ 35.000 millones retirados por los afiliados en el Primer y Segundo Retiro de los ahorros previsionales.
Incluso el Banco Central en el IPOM informó que el apoyo fiscal fue solo significativo en las familias del quintil más vulnerable, pero que en el resto de los quintiles el impacto fue mayor de los retiros de las AFP’s, es decir la mayoría de las familias chilenas enfrentó el desempleo y la caída de ingresos del 2020 con sus propios ahorros individuales y no con la ayuda estatal.
Un reciente estudio del Ministerio de Desarrollo Social evaluando el IFE 2020 señaló que el 77% de las familias del 40% más vulnerable del Registro Social de Hogares recibió algún apoyo fiscal y que hubo casi un 40% de las 6,2 millones de familias inscritas en Registro Social de Hogares que NO recibió “ningún beneficio” durante la pandemia 2020.
El IFE 2021 entre enero y marzo se recortó su cobertura a sólo 2,0 millones de hogares por exigir postulación mensual vía Internet y dar un monto de beneficio según fuera la situación sanitaria y en esos meses el aporte por familia fue de $153.000 vía IFE. Para abril y no para mayo ni junio –producto de la presión opositora en el Parlamento- se incrementó el IFE para abril que permitiría tener un aporte promedio por familia de $230.000, para los meses siguientes el aporte IFE a los hogares seleccionados caerá nuevamente a $153.000 por hogar, montos que no pueden catalogarse como ayudas suficientes.
Estos exiguos aportes y reducidas coberturas no pueden ser calificados como “mejores beneficios” como falsamente dice Piñera.
No existe red de protección social como reiteradamente insiste el gobierno, sólo hay una serie de bonos de bajo monto, que para acceder están lleno de requisitos y letra chica que van descremando el número de familias beneficiadas y el dato incuestionable es que el Estado en 2020 gastó apenas el 17% de los montos retirados por las familias de sus ahorros previsionales.
Insistimos, las familias han sobrevivido principalmente con sus ahorros previsionales ante la pandemia, producto del abandono estatal y ha existido una actitud mezquina del Gobierno en esta materia.
Otra falsedad más en este debate es que las mociones de reformas constitucionales que facilitan los retiros de los ahorros previsionales son inconstitucionales.
La actual Constitución establece que los proyectos de reforma constitucionales pueden ser iniciados no sólo por mensaje del Presidente sino también por moción de cualquiera de los miembros del Congreso.
El Gobierno no tiene el monopolio de las reformas constitucionales, porque la Constitución estableció un régimen compartido de iniciativas. El poder constituyente es del Congreso Nacional porque la Constitución permite que haya mociones que originen reformas constitucionales y, por la otra, porque quien aprueba las reformas es el Congreso, con quórums más altos que el de las leyes.
Se equivoca el Gobierno al ir al Tribunal Constitucional por una iniciativa legal que es una reforma constitucional. Piñera miente cuando dice que es inconstitucional y genera un conflicto mayor porque está impidiendo que la ciudadanía sobreviva ante el abandono y lentitud con que actúa el gobierno en materia de ayudas sociales.
Es más, Piñera dijo este viernes y recalcó que tiene que ir al TC, porque siempre, siempre -repitió- hay que ir al TC cuando un tema es inconstitucional. ¿Porqué no fue al primer retiro si tenía la certeza de la inconstitucionalidad? O sea ese siempre de Piñera es a medias...No fue al TC en el primer retiro, y sólo fue al segundo retiro cuando ya estaba zanjado. Incluso apoyó el segundo retiro y los chilenos pudieron cobrar ese 10%. Y el fallo del TC, salió varios días después donde la gente ya había cobrado sus fondos en las AFP. Para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado...
Además de la mentira, ir al TC es un error político porque en la Cámara de Diputados el apoyo al tercer retiro vía reforma constitucional transitoria fue respaldado por 122 votos o sea el 78% de los diputados respaldó esa propuesta. No escuchar al 78% de los representantes de la ciudadanía es una mala práctica democrática que revela la incapacidad de empatizar con los dramas que están viviendo las familias chilenas para sobrevivir ante una pandemia y sus confinamientos que tienen detenido al país.
Los chilenos y chilenas lo están pasando muy mal. Y nos va a ir peor si se mantiene esta insensibilidad y falta de realismo del propio mandatario. Sobre todo si hay que "comer pescado"...traen espinas...