Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: Lectura de la elección presidencial y parlamentaria y el desafío de la segunda vuelta presidencial

En las semanas previas insistimos que el resultado presidencial era incierto y que las elecciones parlamentarias mostrarían una alta fragmentación del futuro Parlamento que se instala en marzo. Además, señalamos que se despejaría el debate sobre la situación actual de la sociedad chilena, donde algunos sosteníamos que “Chile volvió a cambiar y está mutando hacia una demanda social de mayor estabilidad y certezas”.
 
La participación electoral alcanzó casi a 7,0 millones de electores, pero no superó la participación de octubre 2020 y probablemente la segunda vuelta puede tener una mayor participación producto del dilema político instalado en la papeleta electoral del 19 de diciembre.
 
Los resultados de la primera vuelta presidencial muestran que el triunfo de la opción de la ultraderecha de Kast es una mayúscula sorpresa política y sólo puede entenderse de que hubo muchos votantes -que no son de derecha, que optaron por apoyar un discurso de orden y seguridad; este discurso no sólo triunfó en las 3 comunas de la cota mil, sino también triunfó en las ciudades del sur como Curicó, Talca, Chillán, Concepción, Temuco, Puerto Montt por nombrar algunas.
 
Sería un fuerte error político leer “el voto Kast” como un voto facho y pinochetista, ya que los diversos estudios sociales -y así lo alertaron diversos sociólogos- mostraban este cansancio social -especialmente en las familias de clases medias-ante la violencia callejera, las quemas de buses, los saqueos a las PYMES y que no se estaba en el escenario de octubre 2020.
 
La votación de Kast que pasa a segunda vuelta con el apoyo de casi 2 millones de electores, además se sustenta en una buena perfomance electoral de su plantilla parlamentaria que logró 15 diputados -hoy tiene sólo 1 diputado-, a los cuales deben sumarse los 53 diputados que eligió la alianza UDI/RN y Evopoli. A nivel senatorial esta derecha puede mostrar un resonante triunfo en la Región Metropolitana donde habrían elegido 3 de los 5 senadores.
 
No se produjo el desplome electoral y político de la derecha después de una desastrosa gestión gubernamental como Piñera y ha venido a salvarlo la versión autoritaria/fascista de la derecha, que incluso gana la primera vuelta, movilizando casi 2,0 millones votantes más los casi 900 mil que movilizó el derrotado candidato piñerista Sichel.
 
En el caso de la oposición pasó a segunda vuelta el pacto del FA/PC que respalda la candidatura Boric que logró sólo un 25,76% de la votación que significan casi 1,8 millones de votos que resulta casi ser la misma cifra de votos que sumaron en julio la primaria entre Boric y Jadué. En la práctica entre la primaria de julio y esta primera vuelta han pasado 4 meses, pero el volumen de votación del candidato Boric quedó estancado.
 
En materia de fuerzas parlamentarias, el pacto FA/PC creció y tendrá 37 diputados con 1,2 millones de votos y en el caso del pacto PS-PPD,PDC y Liberales tendrán los mismos 37 diputados con casi 1,1 millón de votos, por lo cual la relación entre la centroizquierda y la izquierda será de equiparidad en el Parlamento.
 
Pero lo más preocupante es que el discurso post resultados electorales, iniciando la segunda vuelta el candidato Boric no se dirige al resto de los votantes de centroizquierda (los votantes de Yasna Provoste y MEO suman más de 1,3 millones de chilenos) sino que insiste en un discurso centrado en su 25,7% de votantes reiterando sus énfasis discursivos de estos meses, sin hacer giros relevantes a temas de la agenda actual como la seguridad en los barrios, una estrategia sensata para impulsar el crecimiento económico y los cambios tributarios razonables para una mayor recaudación fiscal, por nombrar algunos.
 
Una segunda vuelta es una nueva elección, donde la audiencia prioritaria son los que no votaron por ti, focalizado en aquellos territorios donde sacaste menor votación como Lota, Chillán, Calama, Alto Hospicio por citar algunas comunas de pobrísima votación para Boric; pero el candidato opta por seguir hablándole a sus electores ñuñoínos -donde obtuvo 39% de la votación-.
 
Si el candidato frenteamplista quiere ganar la 2ª vuelta presidencial debe hacerse cargo de la agenda actual, por la cual votaron los 7 millones de chilenos/as, y no seguir discurseando a su electorado que ya tiene fidelizado. La tarea política es ir a capturar y seducir a los que no votaron por él y que provienen de las opciones de centroizquierda -pero que no es suficiente- como también debe seducir a los casi 900 mil electores que sorprendieron votando por Parisi y no continuar cometiendo el error político de seguir hablándole sólo a su electorado de Apruebo Dignidad.
 
Si la campaña de estas 4 semanas es reiterar el foco en su electorado de “cultura ñuñoina” y no hablarle a las regiones, a las familias que viven con miedo su situación de inseguridad y de desempleo ya de casi 2 años, o a los pequeños emprendedores que aún no pueden reiniciar su actividad económica por ejemplo, entonces la situación para el 19 de diciembre se facilita para Kast.