Si la encuesta CADEM capturara la temperatura de la opinión pública, se podría afirmar que fue exitosa la operación comunicacional del Presidente Boric de convertir a la Cuenta Pública del 1º de junio en un lanzamiento de su hoja de ruta programática y legislativa delineando lo que hará y cumplirá y estableciendo la gradualidad del cumplimiento de sus compromisos programáticos.

Los errores y traspiés de las primeras semanas parecen en el pasado y lo que importa ahora es esta hoja de ruta que le permitió aumentar su aprobación de 36% a 44%, lo que la da un fuerte reimpulso a su gestión gubernamental. La ciudadanía valoró que apelará a la unidad del país, que comunicará bien sus ideas y que hiciera compromisos creíbles para el 46% de la audiencia, como aumento de la pensión básica garantizada a $250.000; combatir la delincuencia, condonación del CAE y un Fondo Universal de Salud eliminando las Isapres.

 Logró su propósito de estar a la defensiva y entra a controlar la agenda pública, lo cual requiere que su equipo de ministros muestre capacidad para implementar estos compromisos tanto en lo programático como en la relación con el mundo parlamentario.

El primer test será la Reforma Tributaria que ingresaría a tramitación legislativa el 30 de junio según lo anunció Ministro Marcel. Esta reforma tributaria a diferencia de la del 2014 no tiene su foco en elevar los impuestos a las empresas; aquí según lo descrito en Cuenta Pública “se gravarán los altos ingresos y patrimonios, las rentas mineras y los resquicios legales para financiar el cumplimiento de derechos sociales en salud, pensiones y cuidados”.

O sea, la tasa corporativa no se modifica y se apunta a elevar las tasas de las personas con altos ingresos y mayores impuestos a la riqueza y al patrimonio y un alto componente de empoderamiento de SII y Aduanas para combatir la elusión y la evasión tributaria, eliminar las injustas exenciones tributarias que favorecen a las rentas del capital y un royalty a la minería.

La duda es si este mix tributario recaudará los 4% del PIB que anuncia el gobierno, pero en esa reforma se juega parte importante del capital político del gobierno, porque no se puede avanzar en mejorar la pensión básica a $250.000 o un mejor sistema de cuidados infantiles o aumentar cobertura de las prestaciones del FONASA sino existe mayor recaudación fiscal.
La responsabilidad fiscal de otorgar nuevos beneficios sociales con ingresos fiscales permanentes es una regla fiscal que no puede debilitarse: al contrario, el desarrollo futuro requiere fortalecer la posición fiscal.  

La mayor recaudación fiscal debe ir acompañada con un programa que mejore la productividad de nuestra economía. Debe implementarse la invitación del presidente Boric de “lograr que la productividad vuelva a crecer al ritmo de 1,5% al año en lugar del estancamiento de los últimos 10”. El país debe iniciar el camino de la diversificación productiva, por ejemplo reimpulsando la industria alimentaria y disminuir el actual nivel de dependencia de los mercados externos que ha significado la importación de la alta inflación de alimentos; debe impulsar la inversión privada y pública para aumentar la producción de Litio -mineral altamente demandado por la electromovilidad- y capturar altas rentabilidades mediante el royalty en los contratos como lo hace hoy con SQM y Albemarle con lo que se produce en Salar de Atacama; debe presentarse un potente incremento de la inversión en Innovación, Ciencias y Tecnología en el presupuesto 2023, que permita ver esa recuperación de la productividad.

La clave de esta hoja de ruta gubernamental está en la implementación de los compromisos de la Cuenta Pública, en la capacidad política y técnica de sus Ministros, en el control social que cumpla la sociedad civil y los actores políticos para cautelar que se cumplan las 60 medidas y 32 compromisos legislativos y en la capacidad del gabinete de manejar los imprevistos -aspecto deficitario en las primeras semanas como se vio con la violencia escolar, el recrudecimiento de las acciones de violencia delictual etc-.

Veamos como evoluciona el relanzamiento del gobierno que le hizo recuperar el control de la agenda política en esta semana post Cuenta Pública.