Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: Un Chile pesimista

A 80 días del plebiscito de salida conocimos las malas noticias del IPOM del Banco Central y los datos de la encuesta “cara a cara” del CEP que muestran un Chile pesimista y atemorizado.

El Banco Central nos alerta que la alta inflación se instaló en el país, que llegará 13% en 12 meses durante este tercer trimestre, promovido por fuertes alzas de los alimentos y de los combustibles y en julio impactará el alza de las tarifas eléctricas.

 Esta alta inflación no se tenía desde 1994, o sea hay generaciones jóvenes que no conocen este complejo fenómeno y su fuerte impacto en las familias populares y de clase media. Es la hora de la responsabilidad para poder contener estas alzas, pero también es la hora de la solidaridad con las familias más vulnerables y de ingresos medios; por eso, resulta incomprensible de que este gobierno se niegue a generar un subsidio a las familias más vulnerables para suavizar las alzas de las tarifas eléctricas que se tendrán en julio próximo y en enero y por otro lado se subsidie a la parafina, la bencina y el diésel.

En estas crisis inflacionaria se requieren ayudas sociales a las familias vulnerables y entonces es inexplicable que Gobierno tenga respuestas negativas a la petición de subsidio fiscal a las familias vulnerables para enfrentar las alzas de las tarifas eléctricas que se avecinan.

Otro preocupante noticia es que se viene “un frenazo” a la actividad económica desde este 2º semestre y para 2023 se anticipa una variación anual “entre -1% y 0%” según Banco Central y OCDE también vaticina similar caída. Este estancamiento de la actividad económica debiera motivar en los actores políticos y económicos a instalar la implementación del desafío planteado por Presidente Boric de mejorar la productividad, que esta vuelva a crecer al ritmo de de 1,5% al año en lugar del estancamiento de los últimos 10 años”.

Relevante es conocer los aportes de cada ministerio a ese desafío de incrementar la productividad, especialmente en Minería donde se hace urgente conocer los planes para incrementar la producción de Litio y aprovechar el boom del alto precio, como Ministerio va a impulsar nuevos focos de producción en nuevos salares, como va a ser la relación con los actores privados interesados en desarrollar nuevos proyectos de producción litio en un mercado dominado por 2 actores como SQM y Albemarle; también sería interesante conocer los planes del Ministerio de Agricultura para aumentar la capacidad e innovación de la industria alimentaria nacional, especialmente post crisis inflacionaria que está mostrando una alta dependencia de los productores externos en rubros básicos de la canasta básica de alimentos.  

Mejorar la productividad es una tarea coordinada del sector público con agentes privados, donde se requiere un rol protagónico de las instancias gubernamentales para mejorar producción de una minería verde y de la industria alimentaria; pero también se requiere avanzar en aumentar la escuálida inversión pública de solo 0,34% del PIB en Innovación, Ciencias y Tecnología.

Si en la conversación pública solo se habla de derechos sociales y no de como estos se van a financiar con mayor capacidad productiva del país seguirá predominando el actual pesimismo económico. 58% de la ciudadanía califica la situación económica como mala/muy mala, 51% piensa que el país esta “estancado”; estos datos describen un escenario marcado por una importante mayoría del país que tiene una visión pesimista sobre la realidad económica (estancamiento, mal /muy mala) y sólo una minoría (inferior a 18% ve con optimismo el presente y el futuro a 12 meses).

Este pesimismo debe haberse acentuado con los datos de mayor inflación (13% en 12 meses en tercer trimestre), menor crecimiento (0% para 2023) y es importante que la élite política-económica reaccione promoviendo que se cumpla promesa presidencial en materia de productividad.

Este pesimismo económico debe ser enfrentado apoyando o promoviendo medidas anti inflacionarias (donde faltan más ayudas sociales a los más vulnerables) de tal manera que para 2023 tengamos un país que se moviliza por mejorar y diversificar sus fuentes productivas.

Es urgente entonces instalar esta conversación pública de como nos diversificamos productivamente, porque si no lo hacemos vencerá la división y polarización política que se acerca entre el apruebo y el rechazo en el plebiscito del 4 de septiembre que puede generar un escenario de ahondamiento de las divisiones y por esa vía acentuar la situación de estancamiento económico e institucional.