El pasado 11 de enero se inscribieron una diversidad de listas para la elección del 11 de abril que elegirá a Constituyentes, Alcaldes, Concejales y Gobernador Regional, pero la evaluación de esa inscripción quedó claro que la derecha logró una lista unitaria mientras que la oposición se multiplicó en una diversidad de listas sea de bloques de partidos como de independientes; es decir -mirando los resultados del plebiscito del 25 de octubre- los partidarios del rechazo se unieron en una sola lista y los del Apruebo se dividieron en múltiples listas.
Esta unidad de la derecha le dará una ventaja electoral en la Convención Constitucional ya que el sistema electoral tiende a premiar las alianzas y -como se vio en elección de diputados 2017- la derecha obtuvo 35% de los votos, pero eligió al 46% de los parlamentarios y la centroizquierda obtuvo 55% de los votos, pero en distintas listas y solo consiguió 52% de los parlamentarios.
Esta semana comenzó la campaña electoral y ya algunos estudios de opinión muestran que la elección del 11 de abril está completamente abierta en Constituyentes y Gobernador Regional ya que sólo 44% tiene decidida su votación para la Convención y sólo 35% tiene decisión para gobernador regional mientras que para Alcalde el 56% tiene decidida su votación.
Por tanto, el tipo de campaña y como se comunican las propuestas y los nombres de los candidatos se convierte en clave ya que este despliegue se hará con un rebrote de la emergencia sanitaria que impedirá reuniones, puerta a puerta y actos masivos y se volverá a recurrir a medios digitales, presencia en redes sociales y muchas reuniones por zoom.
Ese escenario ayudará a los políticos/as más digitalizados que tienen más experiencia en difundir sus propuestas con mensajes simples vía videos que el candidato tradicional que visitaba en terreno a los electores y que hoy tiene más limitaciones.
Sin embargo, hay ya ciertos clivajes instalados para la elección de constituyentes donde los candidatos que se presentan como Independientes parten con una relativa ventaja en relación a los candidatos de los bloques de partidos; es decir de ese 44% que tiene decidida su votación la mayoría prefiere independientes que militantes de bloques políticos, pero hay un 56% de electores que aún no decide su opción -mayoritariamente mujeres- porque no tiene información aún de las y los candidatos.
Estos candidatos tienen un doble desafío ya que deben hacer pedagogía política sobre lo que significa tener un horizonte común con reglas compartidas que es la nueva Constitución y que ella no es un shopping list -tipo programa de gobierno- como algunos candidatos equivocadamente lo están planteando, confundiendo la nueva Constitución con un programa de gobierno.
La elección que tiene aún menor movilización ciudadana es la de Gobernador Regional donde casi 2/3 de los electores no tienen opciones y probablemente tampoco tienen claridad sobre las funciones que cumplirán los nuevos gobernadores regionales. Es probable que esa elección sea la menos atractiva para el electorado.
A nivel local sea para Alcaldes como para Concejales será una elección reñida donde la Oposición va en muchas comunas divididas en 2 o 3 candidaturas a las Alcaldías lo cual ayuda a la derecha que logró unificarse –con excepción de las Condes-. La crisis que trajo aparejada la emergencia sanitaria con ausencia de apoyos sociales en las comunas y ahora con la implementación del plan de vacunación vía la salud municipal marcará la opinión de los electores sobre la continuidad o no de las actuales gestiones alcaldicias.
El plan de vacunación puso en tensión en al sistema público de salud, en especial a la salud municipal que gestiona la atención primaria y por eso vimos a todos los alcaldes -que van a la re-elección- desplegados para que plan de vacunación en su comuna funcionará –lo que mejora sus posibilidades electorales- incluso otros importando remedios contra covid19 sin las autorizaciones finales del ISP ni la validación de la comunidad científica.
Pero lo relevante es que el 11 de abril haya una masiva participación ciudadana y al momento del conteo celebremos una participación electoral que supere con creces los 8 millones de ciudadanas/os.