Oh I'm just counting

Editorial de Cambio21: La errática gestión del Gobierno hacia la clase media

Piñera sabe que cumplió su primer año de gobierno con un apoyo a la baja (37% de aprobación marcó la encuesta oficialista CADEM) producto que no cumplió sus promesas de campaña en materia de más empleo y mejores remuneraciones.

Además, sabe que el slogan de “Chile en marcha” no ha funcionado y ahora en su Consejo de Gabinete anunció que sus prioridades son “la seguridad y la clase media” y vuelve a insistir en medidas populistas -que nada sirven en la lucha contra la delincuencia y la drogadicción- como es el control policial a niños de 14 años y pasamos de “los niños primero” a propósito del Sename, ahora a ser motivos de sospechas sobre su protagonismo delincuencial.

Revelando que no tiene claridad estratégica sobre cómo enfrentar a la delincuencia y la drogadicción y da más poder a una institución como Carabineros que está severamente cuestionada por la opinión pública, después del caso Catrillanca.

La nueva clase media quiere más empleos y aún no se ven indicios reales de recuperación económica, sólo anuncios de un énfasis pro-inversión que puede significar debilitar las actuales normas medioambientales o menor calidad de vida para aquellas comunidades locales que están cerca de proyectos industriales o inmobiliarios. El consumo sigue estancado y las proyecciones de crecimiento económico para 2019 siguen a la baja –en torno a 3,3%-

La nueva clase media quiere mejores pensiones y sabe que las AFP’s generan pensiones bajísimas a los 10.000 chilenos/as que mes a mes se jubilan. Hoy 1.350.000 pensionados de AFP’s tienen una pensión promedio de $210.000 mensuales en el caso de las mujeres que son el 60% de las pensionadas su promedio llega a $175.000 mensuales y el proyecto de Piñera sólo da ganancias a las AFP’s que administrarán una mayor cotización previsional de 4% a 5% pero ese cambio paramétrico mejorará las pensiones en 40 años más y no ahora.

La oposición debiera representar esta molestia de la clase media con las bajas pensiones y exigir cambios drásticos al proyecto de pensiones de Piñera -crear fondo solidario intra e intergeneracional que permitirá tener mejores pensiones ahora-, eso exige coordinación y unidad de la oposición en el Congreso.

En materia educacional la clase media quiere calidad educativa –cualquiera sea el colegio- pero tenemos un Ministerio de Educación sólo concentrado en demoler el sistema de admisión escolar y presentar proyectos que estimulan la selección y segregación escolar de los colegios; por otra parte, los jóvenes quieren acceder a la mejor formación técnica y lamentablemente el proyecto de ley que amplía la gratuidad al séptimo decil para quienes estudian carreras técnicas quedó congelado en el Senado porque el MINEDUC marginó a los estudiantes de carreras técnicas de las Universidades y de los Centro de Formación Técnica estatales, lo que es exigido por la oposición para aprobar ese proyecto de ley y aún no presenta esa indicación.   


En Salud ya sabemos el 80% de las familias están afiliados al sistema público de salud lo que genera un sobregasto permanente por el mayor envejecimiento de la población y no se avanza en sincerar el mayor financiamiento de la salud pública (sobre gasto 2018 fue US$ 1.200 millones), no se avanza en proyecto de ley de fármacos dos que genera más competencia y transparencia hacia los consumidores que permitirá bajar los precios –pero al Ministerio de Salud sólo le interesa que algunos medicamentos se vendan en los supermercados-, tampoco hay avances en la ley nacional del cáncer.
 
La realidad muestra que la clase media vive más insegura, que las pensiones siguen siendo miserables por parte de las AFP’s, que no hay foco en mejorar la calidad educativa, que la salud pública sigue dando malas atenciones; por lo cual un discurso piñerista de “clase media protegida” es otro humo comunicacional, donde predominarán slogans vacíos hacia una clase media que sabe que lo prometido en 2017 por parte del candidato Piñera no fue cumplido este primer año.

Mejorar la calidad de vida de la clase media no se logra privatizando servicios sociales (caso de medidores inteligentes una vez más lo prueba), se requieren “bienes públicos de calidad” y naturalmente una mayor recaudación fiscal que debiera provenir de las rentas empresariales.