Oh I'm just counting

Editorial de Cambio21: La vulnerabilidad de la clase media chilena

La clase media chilena son sectores que emergieron en los últimos veinte años, pero hoy no hay dudas que es un segmento social vulnerable, endeudado, sin lazos comunitarios envueltos en una vida cotidiana fuertemente individualista.

 

Además, desconfía de las instituciones republicanas como el Congreso, los Partidos Políticos, la Fiscalía, la Iglesia Católica, el Ejército –inmersos en una serie de corrupciones-  y de aquellas empresas que no han cumplido su promesa de progreso como ocurre con las AFP’s que generan pensiones miserables (hoy hay 1.430.000 pensionados de AFP’s que tienen una pensión promedio de $201.000 mensuales y que en el caso de las mujeres -60% de las pensionadas- esa pensión promedio apenas llega a $164.000 mensuales).

 

Esta nueva clase media no es la que describe Luksic que según él se caracteriza por poseer una segunda casa en la playa y un segundo auto. Al contrario, ve con miedo su futuro laboral, percibe una economía estancada –a pesar de la promesa de “más empleo y crecimiento”-, vive más endeudada –según el Banco Central los hogares “registraron un stock de deuda equivalente a 73,3 por ciento del ingreso disponible, superior en 3,2 puntos porcentuales al cierre del año anterior”- y claramente ve con temor el futuro ya sea pensionarse y enfermarse.

 

Alguien serio podría afirmar que ¿el gobierno de Piñera está gobernando para la clase media?. Parece un chiste cruel la propaganda gubernamental que habla de un relato en esa dirección porque este es una administración que en los hechos “gobierna para unos pocos” (el gran empresariado).

 
En pensiones su reforma sólo apunta a consolidar el modelo de AFP’s que seguirá teniendo exorbitantes ganancias y las pensiones que genera para la clase media son miserables. Su iniciativa legal sólo tiene como mejoramiento el incremento de la pensión básica solidaria en 10% que reciben 600.000 chilenas/os pero hay otros 1.430.000 de pensionados que no tienen incremento de pensiones de modo inmediato y además los futuros pensionados hoy ya saben que las AFP debieron corregir las proyecciones de rentabilidad de los fondos a la baja: “una disminución de entre un 11 y un 27 por ciento” se informó.

Por eso resulta inaudito que ex Ministros de la Concertación llamen aprobar un mal proyecto de ley y no respalden los intentos opositores de exigir cambios solidarios al modelo individualista de las AFP’s.

 
En proyecto tributario insiste en rebajarle la carga impositiva a las grandes empresas y a los súper ricos cuando lo que necesita el país es una mayor carga tributaria para esos segmentos, avanzando hacia una mayor progresividad tributaria que financie esas mejores pensiones para los grupos medios –entre otras urgencias-.

En materia de crecimiento el Imace primer trimestre cayó a 1,8%, muy distante del 5% que tuvo la economía el primer semestre del 2018.
 
La mayoría de los analistas critica el excesivo optimismo del gobierno al apostar a una meta de 3,5% para 2019 que claramente subestima el efecto interno de la escalada de la tensión arancelaria entre Trump y China y la ausencia de un plan b) que apunte a mejorar la productividad de nuestra economía por ejemplo incrementando la competencia de la distribución eléctrica –donde consumidores deben soportar un alza desmedida de 20%- producto de la situación monopólica actual; tampoco hay señales de diversificación productiva  por ejemplo desarrollando el Litio -vía Codelco en asociación con privados en Salar de Maricunga-, signos reveladores de una preocupante ausencia de agenda de nuevas iniciativas productivas con un equipo económico que sólo apuesta a “su bala de plata” de rebajar impuestos a las grandes empresas que la mayoría de los analistas serios descarta como solución al estancamiento actual.
 
Un país serio con un real debate económico debiera reclamar los dichos del Ministro de Hacienda que “duerme tranquilo con la meta del 3,5%” ya que claramente esa meta no se logrará producto de la guerra arancelaria externa y la economía –con suerte este año- tendrá un crecimiento en torno al 2,5% a 3% producto de la falta de inversión en Innovación y en Diversificación Productiva.   

Es urgente que el progresismo represente en el espacio público actual y futuro a esa vulnerable y endeudada clase media.