Oh I'm just counting

Editorial de Cambio21: Las malas señales del presupuesto 2019 del Gobierno de Piñera

Se ha iniciado el debate de la ley de presupuestos 2019 –equivalente a US$ 73.400 millones- y sobre cómo se asignan esos recursos en el conjunto de la sociedad. Esto equivale al 25% del PIB mientras en los países OCDEs el gasto público se mueve entre 35% a 40% del PIB lo que permite tener “bienes públicos de calidad” y Chile aún está lejos de esos estándares.
 
A pesar de ese dato, el Presidente Piñera ha optado por un presupuesto fiscal austero –donde crece sólo 1,5% si se le compara con la ley de presupuestos actual más los gastos de las nuevas leyes-; por tanto, la duda política es como hace compatible esa austeridad fiscal con atender sus innumerables compromisos programáticos y los anuncios presupuestarios de aumento del gasto en infancia vulnerable, en salud y en educación.
 
Esa opción por la austeridad fiscal anticipa diversos recortes del gasto 2019 que no nos parecen sean una solución compatible con un país que quiere seguir desarrollándose con equidad en el futuro.Al conocer el análisis presupuestario se detectan una serie de recortes  presupuestarios que son malas señales para el futuro.

El país –como lo señala la OCDE- requiere diversificar su matriz productiva; por tanto, eso hace necesario impulsar programas de innovación y desarrollo tecnológico que durante la administración Bachelet significó una inversión de casi US$ 200 millones.Hoy en el presupuesto 2019 se detectó un lamentable recorte presupuestario del 25% de los recursos destinados a Innovación, Desarrollo Tecnológico y Diversificación Productiva que se implementaba vía CORFO, Economía y Fondo de Innovación y Competitividad. También caen los recursos para Ciencias que motivó la renuncia del presidente de CONICYT.

O sea, el Gobierno recorta en 25% aquella inversión pública que produce valor agregado, diversifica nuestra canasta exportadora y pega un frenazo a las políticas de desarrollo productivo.

Otra mala noticia es la rebaja de recursos a las instituciones culturales como el GAM, Fundación Teatro a Mil, Teatro Regional de Concepción, Centro Cultural La Moneda –recursos que entre 2014-2018 crecieron 40%- y ahora cae como gasto global en el Ministerio en un 3% mientras que el gasto en personal crece 24%. Es paradójico que en Cultura las transferencias hacia los centros culturales que difunden hacia la ciudadanía se frenen y caigan -3% mientras aumenta sustantivamente el gasto en burocracia cultural.

Los países para el futuro crecerán con más Innovación, Cultura y Creatividad, con una ciudadanía creativa y emprendedora; pero con Piñera la inversión pública en estos rubros cae drásticamente y sigue apostando a la vieja receta neoliberal que es rebajarle los impuestos a las grandes empresas como lo hace en el proyecto de modernización tributaria.
 
Más grave es que no haya recursos en el presupuesto 2019 para financiar los urgentes Planes de Recuperación Medio Ambiental en las mal llamadas “zonas saturadas” que afectan a ciudades como Quintero, Huasco y Coronel y tampoco crecen los recursos en la Superintendencia del Medio Ambiente para fiscalizar mejor a las industrias contaminantes.
 
Es lamentable que la inversión en regiones para 2019 caiga. El FAR –espejo de subsidio al Transantiago para regiones- cae en -4,5% para 2019, el FNDR no tiene incremento real.También es preocupante que en cinco regiones caigan los recursos en SERVIU regionales como Tarapacá con -32%, Atacama -15%, Coquimbo -22%, Valparaíso -22% y Magallanes -9%.
 
Esta caída de la inversión pública en regiones es otra mala noticia de este presupuesto 2019 que revela la nula prioridad que tiene la descentralización regional para el gobierno.
 
Piñera en su programa prometió “combatir la delincuencia y el narco tráfico” y en este presupuesto no se ven nuevos recursos para prevenir la drogadicción en zonas de alto microtráfico en la Subsecretaría respectiva, al contrario, eliminan los programas comunales de seguridad ciudadana y crean un programa de red nacional de seguridad pública que son apenas el 70% de los recursos que tuvo el Plan Comunal el 2018.
 
En diversos discursos el presidente Piñera reiteró la creación de una red de clase media protegida que tiene sólo $470 millones para 2019. Parece una cifra exigua para cumplir la promesa planteada.

O sea, la austeridad fiscal 2019 es la primera señal que se frenará el camino al desarrollo y la inclusión social.