Oh I'm just counting

Editorial de Cambio21: Malas noticias para las familias de la nueva clase media

Hay consenso que el Chile del siglo XXI se caracteriza por la aparición de un actor social de múltiples caras como son las familias de la nueva clase media que son el resultado de la expansión del consumo, del incremento de la escolaridad y de los servicios en las últimas tres décadas y que hoy paradojalmente son clase media vulnerable y también fuertemente aspiracionales y esforzadas. Esta clase media son difíciles de clasificar, tienen comportamientos sociales múltiples e inesperados.
 
En la segunda vuelta de la presidencial 2017 un segmento importante desbalanceó la elección votando por Piñera, aunque en primera vuelta hayan votado por Beatriz Sánchez y hoy viven una fuerte desilusión política ya que este gobierno no ha cumplido su promesa de “más empleos y mejores remuneraciones” que le permitiría seguir expandiendo su consumo familiar.
 
Son en esa nueva clase media donde ha perdido apoyo Piñera en estos meses llegando en abril a una aprobación en ese segmento social de sólo 33%. Probablemente ese bajo nivel de apoyo de la clase media seguirá ya que la administración Piñera está implementando medidas que la afectan, veamos por ejemplo el aumento de las tarifas al consumo eléctrico que llegará casi al 20% en este primer semestre mostrando que los menores precios en la generación eléctrica no se traspasan al consumidor final porque subsiste un modelo tarifario en la distribución eléctrica que establece un monopolio con rentabilidad garantizada del 10% anual.
 
En materia de empleo no se visualizan incrementos de inversiones generadoras de nuevos empleos sólo se ven inversiones en reposición de maquinarias y tecnología que -al contrario- amenazan los actuales empleos o precarizan los empleos por ejemplo con las aplicaciones tecnológicas como Uber, Cornershop u otra aplicación.
 
En el proyecto de modernización laboral para regular las condiciones de trabajo en las “economías de plataformas” se propone simplemente la obligatoriedad de boletas de honorarios, tampoco aparece una disminución de la jornada laboral de 45 a 40 horas en línea con lo que está ocurriendo en las economías OCDEs y solo aparece una medida chapucera como es mantener las 45 horas semanales y se propone que puedan realizarse en cuatro días con lo cual la jornada diaria pasa a 11,5 horas diarias con lo cual genera jornadas extenuantes que hacen imposible mejorar la calidad de vida; además, propone que estos cambios de jornada laboral se hagan individualmente con lo cual la asimetría favorecerá al empleador que impondrá estas jornadas laborales inhumanas de 4 x 3 con 11,5 horas de jornada más las dos horas de traslado.
 
¿Alguien puede sostener -aparte del Ministro del Trabajo y el Gobierno- que una medida así favorecerá la productividad de las empresas y mejorara la calidad de vida de los trabajadores/as?
 
Otra mala noticia -además de la novena semana consecutiva de aumento del precio de las bencinas- fue la información generada por instructivo de la Superintendencia de Pensiones de que éstas ajustarán a la baja en sus simuladores las tasas de rentabilidad que generan como efecto una disminución de las pensiones proyectadas para cada afiliado , en promedio, en un 25%, sobre todo entre los más jóvenes. La razón es que las estimaciones de rentabilidad estaban sumamente infladas.

Las pensiones de AFP’s no sólo son miserables hoy (promedio $203.000 mensuales para más de 1.430.000 pensionados de AFP’s) sino también serán mañana. El proyecto de pensiones pro AFP de este Gobierno al consolidar modelo AFP seguirá generando pensiones miserables por lo cual estos datos sobre el nivel de pensiones que otorgan las AFP’s debiera generar una reacción masiva y unitaria para modificar este mal proyecto de ley que el gobierno quiere aprobar en estas semanas en la Comisión de Trabajo.
 
Claramente las políticas de Piñera sólo ahondan la vulnerabilidad actual y futura de esta nueva clase media, parece también algo poco serio que un partido gobiernista como RN se auto declare como partido de la clase media (probablemente lo hace considerando la definición Luksic de que son las familias con segunda casa en la playa y segundo auto).

La centroizquierda debiera buscar sintonizarse con estas complejas y variadas clase media para mostrar que tiene vocación de mayoría social.