Oh I'm just counting

Editorial de Cambio21: ¿Por qué aumentó la desaprobación del Presidente Piñera?

El Banco Central sorprendió a los agentes económicos subiendo la proyección de crecimiento de la economía chilena para este 2018, situándola entre 4% a 4,5%.
 
Fue sorpresiva para el mercado ya que los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de producción industrial del mes de julio señalaban una caída en 12 meses de -1,6% y en producción minera también caía en 12 meses a -2,5%; pero el Banco Central señaló que mayor proyección era por los datos del primer semestre y que era compatible con un crecimiento menor del segundo semestre –Imacec julio 3,3%-.
 
Lo que no ha sorprendido a los analistas son los magros resultados en materia de remuneraciones y empleo. Las remuneraciones reales en doce meses han caído -0,1%, es decir, sólo han podido reajustarse nominalmente en torno al IPC sin obtener incrementos reales, en un período en que la economía ha crecido sobre 4%.
 
Es decir, los crecimientos del IMACEC no están llegando a los trabajadores de empresas pequeñas o grandes, en las negociaciones colectivas sólo están logrando reajustar semestralmente el IPC, pero sin incrementos reales que mejoren el poder de compra de los salarios. Por otra parte, por ejemplo, las bencinas han tenido un alza importante superando la barrera de los $ 810 y presentando precios records que no se veían desde 2014.
 
En materia de empleo, ya sabemos que el desempleo promedio subió a 7,3% y que en el caso de las mujeres el desempleo llega a 8,1%, cifras superiores a lo ocurrido el 2017. Tampoco el gobierno de Piñera es eficiente en reaccionar frente a los altos desempleos regionales como Atacama con 8,8%; Antofagasta 8,6%, Bío Bío 8,1% o en aquellos territorios donde hay quiebras y cierres de empresas emblemáticas como Pastas Suazo e Iansa en la 7ª región donde no presenta ni gestiona planes concretos de recuperación del empleo regional.
 
O sea, la economía crece a 4% pero los salarios, el empleo y el consumo no crecen. Las promesas de “tiempos mejores” no llegan a la clase media ni se traduce en mejor calidad de vida de las mayorías.
 
Esto explica la caída de la confianza de los consumidores en la economía según IPEC agosto que realiza la empresa Adimark donde la confianza cae a 17 puntos –el más bajo desde octubre del 2017 –y que se sitúa en el área de pesimismo por primera vez desde que Sebastián Piñera inició su segundo mandato.
 
Otra encuesta revela que la ciudadanía ya no cree relato gubernamental. Sólo el 33% concuerda que “Chile está creciendo”, solo el 30% cree que “las empresas están invirtiendo más” y 57% rechaza la afirmación que “están subiendo los sueldos”. Claramente la gente, en especial la clase media percibe que este gobierno –a pesar del discurso oficial, de los anuncios diarios  y las reiteradas cadenas televisadas- no está cumpliendo su promesa de más empleo y mejores remuneraciones lo que explica que en “su encuesta” la desaprobación ciudadana fuera más alta (44%) que la aprobación.
 
El relato de los ministros no es creíble para la ciudadanía, otro ejemplo es que el proyecto estrella de modernización tributaria que baja los impuestos a las grandes empresas sólo tiene el 33% de aprobación y la desaprobación llega a 39%; donde los encuestados reiteran que el proyecto “beneficia a grandes empresarios y afecta a las PYMES” que ha sido el principal cuestionamiento opositor,  -con un 28% aún de ciudadanos que no conocen dicha iniciativa legal.
 
Las clase medias –que le dio a Piñera su apoyo en la 2ª vuelta- no ve en “sus bolsillos” mejores remuneraciones ni más empleos como lo prometió en la campaña o sea Gobierno tiene un problema estructural ya que el panorama económico probablemente mostrará altas rentabilidades de los grandes empresarios –Retail, Banca, AFP`s, Isapres- pero la vida cotidiana de la mayoría de los chilenos seguirá igual con ingresos del trabajo estancados, con poca creación de empleos de calidad, con altos niveles de endeudamiento lo que puede ahondar la desaprobación de Piñera.
 
En septiembre la alta desaprobación es tanto del Gabinete como de Piñera lo que revela la profundidad de su crisis originada por una economía que no mejoró la vida cotidiana de las mayorías y eso explica el deterioro de la confianza en la economía y en Piñera.