Oh I'm just counting

Editorial: Los viejos problemas del Chile actual

El debate político con un gobierno que abusa del marketing, muchas veces se centra en la coyuntura y en la respuesta rápida, pareciendo que los liderazgos políticos actuales carecieran de miradas de largo plazo para el país.

Esto es muy preocupante en una sociedad que se desploma la credibilidad ciudadana en las instituciones republicanas. Miremos lo que pasa con los partidos políticos.

En la reciente encuesta CEP sólo el 19% de la ciudadanía se identifica con algún partido y el año 2006 era un 53% que se identificaba con algún actor político; este distanciamiento entre la política y la ciudadanía es grave para la democracia, pero pareciera que la élite política no lo percibiera ya que sigue actuando con las mismas viejas prácticas elitistas, que pareciera no escuchar a la ciudadanía, ni a sus militantes ni a sus dirigentes.

Los partidos políticos deben renovarse, recuperar confianzas ciudadanas y eso no se logra con “más de lo mismo” o privilegiando el rol de “brokers o intermediarios” a nivel local se requieren ideas y propuestas que movilicen a estos ciudadanos del siglo XXI.

Esta desconfianza se ve también con el 64% que no se identifica ni con la derecha, ni el centro, ni la izquierda y un 66% “no tiene confianza” en el Presidente de la República” o sea en el Chile actual no hay confianza en los liderazgos lo que pronostica un mal futuro societal.

Es por eso que surge un fuerte movimiento ciudadano contra la propuesta del Consejo Nacional de Educación de sacar del curriculum obligatorio para 3er y 4º medio la enseñanza de la historia, si no hay historia, no hay memoria no hay libertades futuras ni un mejor ordenamiento social.
 
Hoy en el siglo XXI sabemos que la chilenidad no surge de un mismo origen -como nos hizo creer la historiografía del siglo XIX- ;hoy sabemos que hay diversos pueblos originarios, que somos un Chile multicultural, que debemos aprender del horror y el dolor de la dictadura militar para que nunca más vuelvan las violaciones a los Derechos Humanos y que tenemos un futuro común reconociendo nuestra diversidad cultural; por eso, es relevante no condenar a la juventud a la ignorancia sacando la Historia del curriculum de una juventud que se está formando cívicamente.

También debemos reconocer que hay importantes porcentajes de chilenos que viven la vulnerabilidad o en la frontera con ella; pero que esta se distribuye de manera distinta en los territorios. Hace ya varias Casen junto a la pobreza por ingresos se mide la pobreza multidimensional (que mide variables como educación, vivienda, empleo y seguridad social) que muestran los reales porcentajes de población en condición de pobreza.

Lo que ocurre en la Región Metropolitana es ejemplificador del país: hay comunas de mínima pobreza multidimensional como Vitacura (3,5%), Providencia (3,4%), las Condes (4,2%), pero en las comunas de clases medias la pobreza multidimensional ese porcentaje sube en La Florida (19%), Puente Alto (23,3%), Pudahuel (22,5%), Quilicura (18%) donde promedia 1 de 5 en condición de pobreza multidimensional y en las comunas populares donde la pobreza multidimensional llega al 1/3 de la población como La Pintana (32,7%), Lo Espejo (37,5), Cerro Navia (34%) y Conchalí (29,4%); comunas populares donde la pobreza se ha invisibilizado y se ha dejado avanzar al narcotráfico.

 
No hay desarrollo integral con estos niveles de desigualdad  -en regiones aumenta en comunas rurales y alejadas de las metrópolis regionales- lo que requiere mejores bienes públicos -como pensiones dignas ahora, educación pública de calidad, más barrios integrales; pero ello requiere un Estado que recaude más impuestos, especialmente proveniente de las rentas del capital y no del Consumo vía IVA- como ocurre en nuestro país. Hay que emparejar la cancha transfiriendo bienes públicos a las comunas vulnerables y de clase media; pero ello requiere de una clase política que “no ceda ante el lobby de los que no quieren pagar impuestos” como lo dijo Paul Rommer premio Nobel de Economía que estuvo –la semana pasada -en el país.
 
 Chile necesita liderazgos y relatos para un nuevo futuro que aborde los problemas de las desconfianzas institucionales y las tremendas desigualdades que se originan en un sistema tributario regresivo. Ojalá aparezcan.