Casi como “publicidad engañosa” un diario de circulación nacional tituló que pensionados con “cotización laboral toda la vida se duplicaban y su pensión promedio llegaba a $579.000”; sin embargo, nada decían que ese pequeño universo de pensionados AFP’s son sólo 20.000 personas que representan sólo el 1,5% del universo que recibe pensiones de las AFP’s.
Los datos indesmentibles que publicó la Superintendencia de Pensiones al 31 de diciembre de 2018 es que hay 1.333.000 chilenos/a que reciben pensiones de las AFP’s y que la pensión promedio alcanza sólo a $219.000 con el aporte previsional solidario creado el año 2009. Esta pensión promedio para las mujeres -que son el 64% de los pensionados de AFP’s- sólo alcanza a $175.000 mensuales.
La propuesta que gobierno de Piñera presentó en noviembre pasado a la Cámara de Diputados no tiene como foco mejorar ahora las pensiones de AFP’s.
Por un lado propone elevar cotización previsional en 4%, para que sigan manejadas por las AFP’s y los posibles mejoramientos de la pensiones se verían en 40 años más y refuerza el pilar solidario incrementando la pensión básica solidaria de $107.304 que reciben otros 1.400.000 pensionados que significará un gasto fiscal de US$ 3.500 millones en 12 años –y que no tiene un financiamiento ad hoc que garantice su permanencia, lo que ha significado variados reclamos de los parlamentarios opositores en la Comisión de Trabajo de la Cámara-.
Es urgente modificar el mal proyecto gubernamental y poner como foco que las pensiones de AFP’s deben mejorarse ahora y no en 40 años más y que la solución no es más gasto fiscal sino introducir solidaridad previsional creando fondos de solidarios intra e intergeneracional donde los trabajadores activos cooperen -en parte- a incrementar las pensiones del 1.330.000 pensionados actuales que reciben miserables pensiones.
Eso implica no darle un peso más a las AFP’s –como pretende el gobierno de Piñera- y rechazar las disposiciones legales que amplían negociado en el sistema previsional chileno para transitar hacia un sistema previsional mixto donde el 10% se maneja en cuentas individuales y el nuevo 4% se incorpora a estos Fondos Solidarios intra e intergeneracional que además, debieran ser administrados por un ente público altamente tecnificado y profesionalizado como ocurre en Canadá Suecia y otros países OCDE donde el sistema previsional efectivamente apunta a generar esa solidaridad previsional o seguridad social que lamentablemente Chile abandonó el año 1981 con la reforma de Piñera que creó las AFP’s y las cuentas individuales que sólo dan buenas pensiones al 1,5% del universo de pensionados.
Este esfuerzo político requiere la máxima unidad política para tener una mayoría transversal en el Congreso que modifique sustantivamente un proyecto gubernamental que sólo apunta a consolidar para la eternidad el negociado de las AFP’s en el ámbito previsional. Pero también se requiere ser activos en la batalla cultural y política que permite tener una mayoría social que apoye “solidarizar” la nueva cotización previsional y esa sea la base del fondo de solidaridad previsional.
La derecha y la industria de las AFP’s defenderán el ahorro individual de las cuentas de capitalización que administran las AFP’s, realizarán fuertes campañas publicitarias para defender esos recursos en las cuentas individuales de los trabajadores incentivando al máximo el individualismo cultural existente y desacreditando el tránsito hacia un sistema previsional mixto y solidario.
Por ello el requisito político para modificar el proyecto gubernamental es construir el máximo de unidad y coordinación político-social para promover un sistema previsional mixto y solidario, donde una parte de la cotización previsional -4%- financia esa solidaridad intra e intergeneracional que permite tener AHORA y no en 40 años más un incremento sustantivo de las pensiones de AFP’s que hoy reciben ya 1.330.000 chilenas/os.
No es tarea fácil.
La administración Bachelet no logró esa unidad política en el segundo semestre del 2017 para un proyecto de ley que creaba esos mecanismos solidarios y tropezó con una centroizquierda dividida y maximalista; ojalá se haya aprendido la lección de construir una mayoría transversal para mejorar las pensiones de AFP’s ahora mediante la introducción de un mecanismo solidario con la nueva cotización previsional que NO sea administrado por las AFP’s sino por un administrador público profesionalizado.