Oh I'm just counting

El candidato de la izquierda brasileña ya está en carrera y bien posicionado en las encuestas: Lula es Haddad, Haddad es Lula, dicen los afiches

Por Infobae/Brasil
Cuando todo hacía suponer que la Justicia Electoral, impugnaría la candidatura de Lula da Silva como representante del Partido de los Trabajadores, inmediatamente la dirección partidaria del PT se puso en campaña para buscar un sucesor.
 
El objetivo: que pudiera generar la mayor transferencia de votos del ex Presidente. Al fin y al cabo, no era lo mismo generar un sucesor – como en el caso de Dilma Rousseff- , en que Lula era Presidente, estaba en libertad, y dejaba su segundo mandato presidencial con el 82% de popularidad, que inventar un "poste electoral" (así la oposición se refiere a quien fuera sucesora de Lula), estando preso, con seis procesos penales en curso y sin están comandando el futuro de nuestro vecino.
 
El plan B de Lula era el ex Gobernador y ex Ministro, Jaques Wagner, caudillo del PT en el estado provincial de Bahía, al Noreste de Brasil, quien con el objetivo de alcanzar un casi seguro lugar en el Congreso Nacional, rápidamente declinó la invitación.
Las opciones no eran muchas: La actual presidente del partido, Senadora Gleise Hoffman, o el Senador por Río de Janeiro, Lidemberg Farías (quien fuera uno de los propulsores del impeachment contra el ex presidente Fernando Collor de Mello. Los dos enfrentan acusaciones penales por corrupción y esto era lo único que deseaba el ex Presidente habida cuenta que el mismo Lula tenía que comandar la estrategia electoral desde atrás de las rejas.

El único que podría quedar "relativamente" lejos de acusaciones penales, que tuviera alguna representatividad en el colegio electoral más importante de Brasil, – San Pablo – y que además fuera controlable por el ex Presidente, era sin dudas, Fernando Haddad.
 
Con 55 años, ex Ministro de Educación de Lula y Dilma y ex Intendente de la Ciudad de San Pablo, Haddad podía tener muchas cosas a favor (en la visión del ex presidente) pero tenía una cualidad, interesante para todo candidato, menos de un candidato del Partido de los Trabajadores: Ser un intelectual y académico como es Haddad.
Egresado como abogado de la prestigiosa Universidad de San Pablo, (donde es profesor de Ciencias Políticas), completó un Master en Economía y se recibió de Doctor en Filosofía. Al final eran muchos títulos para el sucesor del representante de la clase más necesitada de Brasil y que con su discurso, tendría que simular combatir a la "Elite", a la que el propio Haddad claramente pertenece.
 
Su carrera política fue de éxito
 
Luego de trabajar por tres años en el Banco Itaú, fue Jefe de Gabinete del Secretario de Finanzas y Desarrollo Económico de la Municipalidad de San Pablo en la gestión de la Intendente Marta Suplicy (PT), desde donde pasó a desarrollar tareas en el Ministerio de Planeamiento del ex Presidente Lula a cargo de Guido Mantega (2003 – 2004) gestión en la que elaboró el proyecto de Ley que dio origen a las Parcerias Publico Privadas – PPP.
Luego de su paso por el Ministerio de Planeamiento fue elevado al cargo de Ministro de Educación (2005 – 2012), oportunidad en la que creó el programa "Universidad Para todos" –PROUNI-, en que, por medio de un examen de ingreso, personas que no conseguían ingresar a las universidades públicas, podían estudiar en Universidades Privadas con Bolsas integrales pagas por el Estado. Este fue un excelente programa que permitió que personas de baja renta, tuvieran acceso a la educación universitaria.
En el año 2012, y luego de vencer en el Ballotage a José Serra (PSDB), se consagró Intendente de la Ciudad más importante de Brasil, y tercer presupuesto del país.
 

Su persona, sus estudios y el inicio de su militancia de izquierda

De familia de inmigrantes libaneses, Fernando Haddad es el segundo hijo de la una familia de tres hijos. Su padre, Khalil Haddad, llegó a Brasil en 1947 a los 24 años y se dedicó al comercio de tejidos. Su infancia fue de clase media y estudió en el famoso y exigente Colegio Bandeirantes en la Ciudad de San Pablo.
 
Mientras estudiaba Derecho en la Universidad de San Pablo en el Largo de San Francisco, ayudaba a su padre en el negocio familiar. Promediando la carrera de abogado comenzó a militar en política. En época de la dictadura militar y cuando se iniciaba el debate político en las universidades brasileñas, Fernando Haddad se introdujo en la lectura de Karl Marx, convirtiéndose en un crítico de Stalinismo y del Troskismo, al que consideraba apenas como una crítica moral al totalitarismo.
 
En la misma época, se vinculó a la escuela de pensamiento de Frankfurt, identificándose con las teorías criticas de Theodor Adorno, Max Horkheimer y Herbert Marcuse. Se asoció a los militantes que simpatizaban con la crítica al Partido Comunista y al movimiento troskista libelu y en 1984 fue elegido Presidente del Centro Académico XI de agosto.
 
Como representante del Centro Académico, fue activo participante de las manifestaciones que reclamaban las elecciones directas en favor de las elecciones directas para elegir al Presidente de la República. Como tesis del Doctorado en Filosofía, defendió la Crítica al Socialismo Real, con la tendencia ideológica de la Escuela Frankfurtiana. En 1988 a los 25 años, se casó con Ana Estela Haddad, de profesión Dentista. El matrimonio tiene dos hijos: Federico, de 26 años y Ana Carolina de 18.
 
Cuando todo hacía suponer que la Justicia Electoral, impugnaría la candidatura de Lula da Silva como representante del Partido de los Trabajadores, inmediatamente la dirección partidaria del PT se puso en campaña para buscar un sucesor.
El objetivo: que pudiera generar la mayor transferencia de votos del ex Presidente. Al fin y al cabo, no era lo mismo generar un sucesor – como en el caso de Dilma Rousseff- , en que Lula era Presidente, estaba en libertad, y dejaba su segundo mandato presidencial con el 82% de popularidad, que inventar un "poste electoral" (así la oposición se refiere a quien fuera sucesora de Lula), estando preso, con seis procesos penales en curso y sin están comandando el futuro de nuestro vecino.
 
El plan B de Lula era el ex Gobernador y ex Ministro, Jaques Wagner, caudillo del PT en el estado provincial de Bahía, al Noreste de Brasil, quien con el objetivo de alcanzar un casi seguro lugar en el Congreso Nacional, rápidamente declinó la invitación.


Las opciones no eran muchas: La actual presidente del partido, Senadora Gleise Hoffman, o el Senador por Río de Janeiro, Lidemberg Farías (quien fuera uno de los propulsores del impeachment contra el ex presidente Fernando Collor de Mello. Los dos enfrentan acusaciones penales por corrupción y esto era lo único que deseaba el ex Presidente habida cuenta que el mismo Lula tenía que comandar la estrategia electoral desde atrás de las rejas.

El único que podría quedar "relativamente" lejos de acusaciones penales, que tuviera alguna representatividad en el colegio electoral más importante de Brasil, – San Pablo – y que además fuera controlable por el ex Presidente, era sin dudas, Fernando Haddad.

Con 55 años, ex Ministro de Educación de Lula y Dilma y ex Intendente de la Ciudad de San Pablo, Haddad podía tener muchas cosas a favor (en la visión del ex presidente) pero tenía una cualidad, interesante para todo candidato, menos de un candidato del Partido de los Trabajadores: Ser un intelectual y académico como es Haddad.

Egresado como abogado de la prestigiosa Universidad de San Pablo, (donde es profesor de Ciencias Políticas), completó un Master en Economía y se recibió de Doctor en Filosofía. Al final eran muchos títulos para el sucesor del representante de la clase más necesitada de Brasil y que con su discurso, tendría que simular combatir a la "Elite", a la que el propio Haddad claramente pertenece.

Su carrera política fue de éxito

Luego de trabajar por tres años en el Banco Itaú, fue Jefe de Gabinete del Secretario de Finanzas y Desarrollo Económico de la Municipalidad de San Pablo en la gestión de la Intendente Marta Suplicy (PT), desde donde pasó a desarrollar tareas en el Ministerio de Planeamiento del ex Presidente Lula a cargo de Guido Mantega (2003 – 2004) gestión en la que elaboró el proyecto de Ley que dio origen a las Parcerias Publico Privadas – PPP.
 
Luego de su paso por el Ministerio de Planeamiento fue elevado al cargo de Ministro de Educación (2005 – 2012), oportunidad en la que creó el programa "Universidad Para todos" –PROUNI-, en que, por medio de un examen de ingreso, personas que no conseguían ingresar a las universidades públicas, podían estudiar en Universidades Privadas con Bolsas integrales pagas por el Estado. Este fue un excelente programa que permitió que personas de baja renta, tuvieran acceso a la educación universitaria.
En el año 2012, y luego de vencer en el Ballotage a José Serra (PSDB), se consagró Intendente de la Ciudad más importante de Brasil, y tercer presupuesto del país.


Su persona, sus estudios y el inicio de su militancia de izquierda

De familia de inmigrantes libaneses, Fernando Haddad es el segundo hijo de la una familia de tres hijos. Su padre, Khalil Haddad, llegó a Brasil en 1947 a los 24 años y se dedicó al comercio de tejidos. Su infancia fue de clase media y estudió en el famoso y exigente Colegio Bandeirantes en la Ciudad de San Pablo.
 
Mientras estudiaba Derecho en la Universidad de San Pablo en el Largo de San Francisco, ayudaba a su padre en el negocio familiar. Promediando la carrera de abogado comenzó a militar en política. En época de la dictadura militar y cuando se iniciaba el debate político en las universidades brasileñas, Fernando Haddad se introdujo en la lectura de Karl Marx, convirtiéndose en un crítico de Stalinismo y del Troskismo, al que consideraba apenas como una crítica moral al totalitarismo.
 
En la misma época, se vinculó a la escuela de pensamiento de Frankfurt, identificándose con las teorías criticas de Theodor Adorno, Max Horkheimer y Herbert Marcuse. Se asoció a los militantes que simpatizaban con la crítica al Partido Comunista y al movimiento troskista libelu y en 1984 fue elegido Presidente del Centro Académico XI de agosto.
 
Como representante del Centro Académico, fue activo participante de las manifestaciones que reclamaban las elecciones directas en favor de las elecciones directas para elegir al Presidente de la República. Como tesis del Doctorado en Filosofía, defendió la Crítica al Socialismo Real, con la tendencia ideológica de la Escuela Frankfurtiana. En 1988 a los 25 años, se casó con Ana Estela Haddad, de profesión Dentista. El matrimonio tiene dos hijos: Federico, de 26 años y Ana Carolina de 18.
 
El 28 de Octubre del 2012, fue elegido Intendente de la mayor Ciudad de Brasil, con 3.387.720 votos, representando el 55,57% de los votos válidos en la segunda vuelta que disputo con José Serra (PSDB). Una de sus banderas de campaña fue el desarrollo de las Bicicendas (Ciclo vías) y la prioridad de su gestión al transporte público.
 
Construyó más de 200 km de vías preferenciales para ómnibus lo que le valió una extensa nota en el New York Times. Desde el punto de vista de las revistas especializadas en movilidad urbana, Haddad fue considerado un visionario y su gestión fue catalogada como inspiradora.
 
Su auge fue abrir corredores en domingos y feriados para bicicletas, en las más transitadas avenidas (como la famosa Av Paulista) y concluyó al transformar la referida avenida, junto con otras importantes avenidas en la capital Paulista, en una calle peatonal en los domingos y feriados, para el estímulo de actividades culturales. Ninguno de sus sucesores, abandonó estos Haddad, el candidato.
 
No obstante el extenso y fructífero currículum de gestión de Fernando Haddad, no le será fácil ser el "Sucesor del legado de Lula da Silva". Haddad no es conocido por el elector brasileño como fiel representante de la doctrina petista. Sus acciones de gobierno contrarían las propuestas de campaña "más hacia la izquierda" en momentos en que la estrategia electoral era comandada por el ex presidente, hoy preso.
 
Las primeras encuestas en que se menciona a Haddad como candidato, lo ubican en un cómodo quinto lugar, después de Jair Bolsonaro, Ciro Gomes, Marina Silva y Geraldo Alckmin. A partir de este momento en que asume oficialmente la fórmula del Partido de los Trabajadores, restará a los marketineros electorales tratar de vincular a Haddad como el
representante de Lula en la urna electrónica.
 
No es fácil proyectar qué cantidad de votos podrá transferirle el ex presidente a su candidato, apenas con la mención de su recomendación (menos aun cuando Lula no puede hacer campaña a favor de Fernando Haddad).
 
Diversos analistas estiman que la transferencia de votos, puede llegar a entre el 30% y el 40% de los votos cautivos de Lula da Silva. Con este caudal electoral y algunos simpatizantes propios, Fernando Haddad podría colocarse muy próximo del segundo turno en que, todo indica, podría disputar la presidencia de la República con Jair Bolsonaro o con Geraldo Alckmin (imaginando la tradicional polarización de la izquierda con la derecha).
 
Si Haddad asume la campaña propagando la propuesta de izquierda más radical iniciada por Lula da Silva, probablemente no se sienta cómodo en ese papel y al no parecer sincero, sea más los votos que pierda que los votos que conquiste. Si asume su propia identidad como candidato, dará más tranquilidad a los mercados pero no será un fiel representante del Partido de los Trabajadores (que tiene como principal base electoral personas del norte de Brasil -donde Haddad es prácticamente un desconocido-, pocos recursos económicos y bajo índice de educación).

El desafío no es simple, más aun cuando el Ministerio Público de San Pablo lo denunció judicialmente por corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación ilícita. Esta denuncia, aun siendo aceptada por la justicia, no interferirá en su candidatura ya que Haddad no podría ser procesado y sentenciado a tiempo como para que la justicia electoral impugne su fórmula.

En los próximos días, y en plena campaña, podremos descubrir "qué "Haddad" intentara llegar a la presidencia de la República. Pero lo más importante es que puedan descubrirlo los electores del PT, o Haddad quedara en el camino.