Las escenas aparecen una tras otra como torbellino de serie hollywoodense; primero, el hundimiento del crucero alemán Dresden en costas chilenas en 1915, luego un atentado terrorista en París en 2016, tras cartón un operativo antinarco en la selva colombiana, de ahí a las Malvinas y Punta Arenas, de vuelta a Francia… Uf. Sin respiro.

La historia continúa en Chiloé, Bogotá, Londres, Qatar, Serbia, Brasil, Alemania, que son escenario de crímenes por encargo ordenados por poderosos personajes ligados al tráfico de armas que andan, efectivamente, detrás del “secreto del Dresden”, que no oculta un tesoro fabuloso sino algo mucho más valioso, “capaz de alterar para siempre la historia de la humanidad”, dice el autor.

Así de ambiciosa es la ingeniosa propuesta del periodista y escritor Alberto Rojas Moscoso (47) en ésta, su séptima creación literaria que acaba de debutar esta semana en librerías, en víspera de la Feria Internacional del Libro, FILSA 2017.

Héroes y villanos

Los personajes principales de “El secreto…” lo forman un trío de chilenos: el periodista Ricardo Hidalgo, corresponsal de guerra curtido en conflictos del Medio Oriente y en la lucha contra los narcos; la arquitecta Antonia Fuenzalida, bisnieta de un alemán tripulante del Dresden y que por azar se convierte en publicista, y el joven Andrés Flores, habiloso hacker capaz de hurtar en las cuentas corrientes de bancos internacionales e infiltrarse en las redes informáticas del Pentágono y la Unión Europea, tal vez un guiño a la hacker Lisbeth Salander, la singular heroína del sueco Stieg Larsson (Trilogía Millennium).

Ellos se ven involucrados en los siniestros propósitos de los malvados que encabeza el magnate empresario francés Bernard Montebourg y su siniestro lugarteniente, el ex miliciano serbobosnio Novak Davovic, rescatado por el francés de la cárcel donde cumplía penas por asesinatos masivos en la guerra de los Balcanes.

Escritor Alberto Rojas: "El Dresden combina misterio, peligro y valor"

¿Por qué el Dresden?

La mesa creada por Alberto Rojas está así servida. En vivaz diálogo con Cambio 21, el autor explica las razones que lo llevaron a utilizar como “gancho” de la historia al imponente crucero alemán, hundido intencionalmente en la bahía de Juan Fernández para evitar que cayera en manos británicas.

Fue el 14 de marzo de 1915; lo último que se vio de la mole de 4.260 toneladas fueron sus poderosas hélices inmóviles y el mástil donde flameaba la bandera de la Armada Imperial alemana, blanca, negra y roja, con el águila de Prusia al centro.

Dice Rojas: “La historia del Dresden es una particular combinación de misterio, peligro y valor a toda prueba, en el marco de la Primera Guerra Mundial. Su viaje por el Atlántico, la batalla de Coronel, el hecho de que se ocultara de la marina británica en el sur del país y su posterior hundimiento en Juan Fernández, hicieron que Chile quedara ubicado para siempre dentro del mapa histórico de este conflicto de comienzos del siglo XX”.

“Si a eso sumamos toda la mitología en torno al tesoro que habría transportado, representa un tema y un episodio histórico que sin duda vale abordar, ya sea desde la ficción como de la no ficción.”.

“El lector es exigente”

-El recurso utilizado de pasear al lector por distintas épocas y diferentes escenarios ¿es un desafío adicional para el autor?
-No lo creo, si lo que desea el autor es escribir una historia ágil, que quiera sorprender al lector y, sobre todo, entretenerlo. El ritmo narrativo, los lugares y los tiempos en que se desarrolla la acción, así como la construcción de los personajes, son fundamentales para la estructura y coherencia de una novela tipo thriller.

“Hoy, el lector chileno es muy exigente en ese aspecto, sobre todo porque tiene una sensibilidad formada en lecturas previas, pero también producto del masivo consumo de películas y series de televisión”. 

-Entonces, ¿este relato puede servir de base para una serial de TV o una película de acción?
-Sí, pienso que podría adaptarse a un formato audiovisual, idealmente como una serie o miniserie. Y si la produce Netflix o HBO, aún mejor.

-¿Se le ocurre algún elenco internacional?
-Buena pregunta. Tal vez Tom Hiddleston como Ricardo Hidalgo; Amy Adams como Antonia Fuenzalida, Freddie Highmore, como el hacker Andrés Flores. Yo creo que funcionarían bien.

Los tres mencionados tienen buen currículo: Hiddleston (36, inglés, “Los Vengadores”); Amy Adams (43, estadounidense, “American Hustle”), y Highmore (25, inglés, “Bates Motel”, serie A&E), todos galardonados por sus trabajos en cine y TV.

Emociones oscuras

No sería tema menor reproducir en pantalla las escenas de acción imaginadas por Rojas en su thriller. De partida, el hundimiento del Dresden; tras cartón, derribos de helicópteros en la selva; luego, una balacera infernal en pleno centro de París; más adelante, ataques con drones artillados con misiles a un avión comercial sumados a ataques con metralla a un minisubmarino. Está presente toda la gama de ingredientes que esperan los fans del género.

Son el marco en que se mueven los personajes, atrapados en una peligrosa intriga que los lleva a una inevitable guerra entre dos imperios en que nadie se ve dispuesto a tomar prisioneros, sino más bien a ejecutarlos sin más trámite por sus respectivos ejércitos privados.

-Las ambiciones de poder y dinero, el deseo de trascender, la pasión que se observa, ¿seguirán siendo siempre fuente de inspiración para ustedes, los escritores?
-Todos los aspectos que menciona han estado presentes, de una u otra forma, en la historia de la literatura. Desde "La Ilíada", de Homero, hasta "Los miserables", de Víctor Hugo, pasando por las novelas de Stephen King y Arturo Pérez-Reverte (65, español, “Las aventuras del capitán Alatriste”). Las emociones humanas, sobre todo las más oscuras, siempre estarán presentes y por lo mismo continuarán siendo fuente de inspiración.

Jugando al thriller

-Le propongo un juego: ¿le tinca armar un thriller en la Cataluña de Puig Demont, o prefiere Corea del Norte, tal vez la Casa Blanca de Trump?
-Todos los temas que menciona son estupendos telones de fondo para un thriller. La combinación entre un momento histórico crucial y un crimen o una conspiración, son buenos ingredientes para una novela de este tipo.

-Y en el plano local, ¿servirían los  trucos de la campaña presidencial, el conflicto mapuche?
-Mmm. Tal vez. Eso dependería del enfoque y los protagonistas. Personalmente, de momento, me atraen otros temas.

-En cuanto a los políticos chilenos, ¿qué les sugeriría para incentivar en la población, sobre todo en los jóvenes, la afición por  la lectura?
-Yo les sugeriría dos cosas. La primera, que los futuros ministros de Educación impulsen planes lectores flexibles, en que se combinen títulos de lectura obligatoria (como los clásicos) con libros que los propios estudiantes estén leyendo por gusto. Los lectores juveniles devoran sagas completas de tres, cinco o más títulos, muchos de ellos de 350 o 400 páginas promedio. Eso merece respeto. Y lo segundo, que libros fundamentales para la formación de un lector, realmente se lean completos. Porque hoy en los colegios se leen capítulos sueltos de libros como "Cien años de soledad" o "El Quijote". Y eso no es leer un libro; eso es privar a esos estudiantes de la posibilidad de conocer una obra que después de su lectura será parte de su cultura.