Totalmente crítico del trabajo que se ha realizado durante los dos mandatos del Presidente Sebastián Piñera frente a la industria pesquera, se manifiesta el presidente de Invermar, Roberto Izquierdo Menéndez, quien ha trabajado en la industria desde los ochenta.
En entrevista publicada por el diario La Tercera, indica que la industria ha sido engañada, primero durante la discusión de la Ley de Pesca en 2013, respecto a que no se realizarían licitaciones y, recientemente, porque el Ejecutivo no cumplió con el compromiso de acudir al Tribunal Constitucional (TC), por la Ley de la Jibia, lo cual ha llevado al sector a perder la fe pública. En ese escenario, se muestra poco optimista y asevera que no ve soluciones, por ello sostiene que la industria irá decayendo inevitablemente.
"No tengo recuerdos de que alguna vez haya habido una Ley de Pesca que no le cause daño a la industria. La última Ley de Pesca fue en 2013 durante el Gobierno de este mismo Presidente, cuando se fijaron medidas de conservación de los recursos, con facultades para la autoridad, que es un aspecto extraordinariamente útil y bueno, pero que no ha sido trabajado suficientemente bien. En la parte operativa de la Ley fuimos engañados por el exministro, Pablo Longueira", dijo el empresario.
Sobre el tema agregó:
"Nos hizo una serie de ofertas y se comprometió a que los conceptos generales de la parte operativa de la Ley serían de común acuerdo entre todos los estamentos. El acuerdo consistía en que no habrían licitaciones a cambio de un sacrificio importante de la industria relacionado con que entregáramos parte de nuestras cuotas.
"En este contexto, la industria de la octava región, que es la más representativa, pasó de contar con el 44% de la captura de la sardina y la anchoveta, al 22%. O sea, traspasamos al sector artesanal o semi industrial más bien, la mitad de la cuota que teníamos, pero cuando el Gobierno mandó el proyecto de Ley al parlamento lo hizo con la licitación incluida".
Interrogado sobre qué sacaron en limpio,dice: "Que no se le puede creer nada a nadie, porque mienten en público. Esto seguramente fue porque Longueira fue desautorizado por el Presidente. De otra forma no se explica. Cuando el exministro de Energía, Rodrigo Álvarez intervino en la crisis de Aysén, también fue desautorizado por el Presidente, pero él era un hombre de honor que renunció y se fue para su casa, pero el señor Longueira no lo hizo".
¿El problema es el Presidente?, pregunta el periodista. Y responde:
"¿Le cabe alguna duda? El tomó ahora un compromiso con el señor Manuel José Ossandón, que no tiene idea de esto y que ni siquiera acepta conversar. No le reconocemos ninguna autoridad en materia de pesca y no se le conoce ninguna experiencia en materia productiva. Aquí se perdió la fe pública y desde la aprobación de la Ley de Pesca de 2013 hasta ahora, salvo mejoras periféricas, no se construyeron más fábricas de procesamiento de pesca y barcos pesqueros. Ahora entra en la discusión esta nueva Ley en que dice que se va a sacar todo a remate".