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En medio de renuncia del gerente general de millonario proyecto que se ejecuta en Biobío, platas en paraísos fiscales salpican a compañía minera de denominadas "tierras raras" en Penco

Foto: El proyecto minero en medio de bosques en la región del Biobío y al fondo el puerto de Lirquén

Por Antonia Paz

Cambio21 dió a conocer la semana pasada el millonario negocio minero en la región del Biobío que terminó siendo un "engaño" -en el que se presentó incluso una acción judicial por estafa- en el que están involucrados el conocido grupo económico chileno Larraín Vial por medio de distintos Fondos de Inversión y el también conocido grupo económico peruano Hochschild que terminó comprando el proyecto denominado Tierras Raras en Penco en 56 millones de dólares.

¿De qué se trató el millonario negocio?: La empresa Aclara decidió realizar un proyecto por 230 millones de dólares en la “extracción de elementos claves en la fabricación de imanes permanentes que se usan en la fabricación de autos eléctricos, turbinas eólicas y otras tecnologías”, en la zona de Lirquén y muy cerca de Penco en la región del Biobío.

Hoy el millonario negocio está en una situación compleja y polémica con grandes grupos de vecinos, organizaciones comunitarias y medio ambientalistas oponiéndose a la operación del proyecto.

Renuncia gerente general

La semana pasada renunció y no fue despedido, Rodrigo Ceballos, el gerente general del organismo que busca explotar tierras raras en los cerros de Penco.

La dimisión de Ceballos se da en un contexto de duras críticas al proyecto minero que busca hacerse paso en la comuna, el cual desistió de su Estudio de Impacto Ambiental en marzo de 2022 tras una consulta ciudadana que tuvo como arrollador triunfo un "No a la minera".

La empresa de comunicaciones Azerta, que lleva todos los asuntos públicos de la empresa minera Aclara nos hizo llegar a Cambio21 la información oficial -en inglés- donde se indica que Ceballos renunció "para buscar otra oportunidad".

Aclara Resources Inc. informó la renuncia de Ceballos, aclarando que "la empresa ya ha realizado importantes progresos en la búsqueda de un candidato cualificado para suceder al Sr. Ceballos y proporcionará más información en cuanto esté disponible". Sin embargo, a la fecha, no es de conocimiento público un nuevo nombramiento.

En el mismo comunicado, Ramón Barúa, Consejero Delegado de Aclara, entregó un agradecimiento a Ceballos "por su liderazgo en un momento crítico de la historia de la compañía".

Querella por estafa

El 22 de marzo recién pasado el abogado Matías Hiriart del Estudio jurídico de Alfredo Etcheberry presentó una querella en representación de Madesal, una antigua y prestigiosa empresa de la zona del Biobío, por el delito de estafa en contra de los ingenieros y ejecutivos chilenos de una sociedad relacionada y controlada por el grupo económico Larraín Vial, Felix Susaeta Margulis y de Ignacio del Río Valdivia y de la abogada peruana Sandra Fernández, y en contra de todos aquellos que resulten responsables de estos hechos ya sea en calidad de autor, cómplice o encubridores.

Madesal es propietaria de una gran extensión de terrenos ubicados en la comuna de Penco, denominado “El Cabrito”, el que tiene una extensión de 220 hectáreas, las cuales se encuentran plantadas con eucaliptos.

La acción judicial indica que "a partir del año 2015 los querellados fingieron ante el querellante la futura explotación del mineral de Tierras Raras que se encuentra en el fundo El Cabrito con el objeto de poder ocupar engañosamente, mediante servidumbres mineras u otros medios, dicho inmueble de forma gratuita. Así, gracias a este engaño, no solo ocuparon el inmueble en cuestión, sino que, además se instaló una Planta Piloto que les permitió desarrollar una tecnología para la extracción de dicho mineral de manera ambientalmente sustentable, invención que se patentó en Chile y en el exterior. El segundo gran beneficio económico percibido gracias a este engaño consistió en determinar la existencia de este mencionado mineral en la zona, con el objeto de vender, en definitiva, el proyecto a un tercero".

La empresa hace dos años se llamaba BioLantánidos y desde fines de 2021 y en la Bolsa de Valores de Toronto, la compañía escogió darle el nuevo nombre: Aclara. 

El nombre de Aclara es la razón comercial para la sociedad REE Uno SpA, donde los querellados representaron o representan o asesoraron a la compañía. El cambio de nombre de hace dos años de BioLantánidos a Aclara es más bien de "fantasía". La razón social sigue siendo REE Uno SpA, donde están los querellados.

Las platas de paraísos fiscales que salpican al proyecto minero de Penco-Lirquén

El medio de comunicación del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, Olca, publicó en la última semana un completo reportaje sobre el proyecto minero que se realiza en Penco por parte del grupo económico peruano Hochschild.

La empresa Aclara, que impulsa actualmente el proyecto de tierras raras que pretende desarrollarse en los cerros de la comuna de Penco -sin contar aún con un Estudio de Impacto Ambiental vigente ingresado al Servicio de Evaluación Ambiental-, se mantiene en la crítica de la comunidad ante la permanencia del interés de la explotación minera, la cual ha sido anteriormente rechazada mediante distintos mecanismos, como lo fue una consulta ciudadana donde 9.532 personas se pronunciaron con un rotundo “No a la Minera”.

En este contexto, previo a ingresar su Estudio de Impacto Ambiental, la empresa minera se encuentra realizando una actividad ciudadana de participación, la cual pretende incorporar los antecedentes en la tramitación ambiental. Este proceso ha sido duramente cuestionado por la población, estrategia que ha sido interpretada como “una burda campaña de desinformación”.

El medio de Olca, señala que la empresa realizó una serie de actividades de “casas abiertas” para promover publicitariamente su operación minera ante públicos de distintos puntos de la comuna de Penco, donde se encontró con manifestaciones en contra del proyecto.

Las poblaciones de los territorios amenazados por la minería de tierras raras en Chile están conscientes de los graves peligros que involucra ese negocio. Sobre todo, al conocer los devastadores efectos que ha tenido en China, principal productor mundial de estos elementos. A lo cual se suman las advertencias y alertas de científicos de diferentes países y de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA), cuestionando también el trasfondo de la iniciativa minera para facilitar la transición energética del Norte Global.

Platas salpicadas

“Buscamos relacionarnos con transparencia, honestidad y diálogo”, o "seguiremos dialogando de forma abierta y transparente con la comunidad y las autoridades, para darles las garantías y confianzas que necesitan", son parte del discurso que la empresa Aclara presenta ante las comunidades presencialmente y en sus redes sociales.

Sin embargo ¿Cuál es la transparencia que puede facilitarse con dinero que transita desde paraísos fiscales?, señala el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales

Un aspecto no menos grave del actuar de esta empresa es la opacidad que existe en torno al financiamiento de su inversión, dice la nota. El informe de Aclara Resources Inc el 30 de septiembre de 2022, registrado en el sistema de información canadiense SEDAR, señala: “La parte que ejerce el control mayor de la Sociedad es el Sr. Eduardo Hochschild, cuya participación en la Sociedad y sus filiales se ejerce a través de Pelham Investment Corporation, sociedad regida por la legislación de las Islas Caimán, y Hochschild Mining Holdings Ltd, sociedad regida por la legislación del Reino Unido”.

Al igual que gran parte de las compañías mineras, para obtener financiamiento los operadores de Aclara recurren a las empresas denominadas “sociedades offshore”, llamadas también “sociedades de pantalla” o “de papel”, que se constituyen en un lugar o país, conocido como paraíso fiscal, en el que no efectúan actividades comerciales o económicas.

Islas Caimán es considerado un paraíso fiscal, al igual que Bahamas, Barbados, Guernsey e Islas Vírgenes Británicas. Pelham Investment Corporation es así una sociedad offshore, lo mismo que Farragut Holdings Inc y Hartsdale Capital Inc, otras dos sociedades que Eduardo Hochschild, presidente de Hochschild Mining, constituyó allí con la misma dirección que Pelham: Harbour Place, 4th Floor, 103 South Church Street, George Town, Gran Caimán KY1-1102, Islas Caimán.

Por su parte, la directora de Hochschild Mining, Jill Gardiner ocupó varios cargos de responsabilidad en la financiera RBC Capital Markets, del Royal Bank of Canada, que funciona desde el paraíso fiscal de Guernsey (Islas del Canal) y cuya dirección es: Dorey Court, Admiral Park, St Peter Port, Guernsey.

El entramado financiero de la sociedad offshore 

Según la consultora financiera Foster Swiss, una sociedad offshore es un vehículo excelente para la planificación fiscal internacional, es decir, la “elusión fiscal” de modo legal y estructurada para pagar menos impuestos.

Constituir una sociedad offshore o abrir una cuenta bancaria en un banco extranjero es legal, siempre y cuando no se dedique a actividades criminales y pague los impuestos que le correspondan en su país de residencia o de origen, sostiene Foster Swiss, a la vez que señala la diferencia con “evasión fiscal” como sigue:

«La legalidad de estas estructuras se basan en el principio de la “elusión fiscal”, es decir, aprovechar todos los recursos legales para pagar menos impuestos. No debe confundirse con la evasión. La evasión es un comportamiento ilegal de una persona física o jurídica para no pagar los gravámenes, como por ejemplo, el lavado de dinero, ocultar información, declarar información falsa, etc.»

Sin embargo, el secreto y la falta de transparencia de las operaciones desde las sociedades y cuentas bancarias creadas en esas guaridas fiscales, facilita precisamente evadir impuestos, lavar dinero, ocultar información, declarar información falsa, etc, señala el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales.

El 4 de octubre de 2021, la minera británica Hochschild Mining Holdings cambió el nombre de la compañía que inscribió meses antes como “1303714 B.C. Ltd” en el Registro Mercantil de la provincia canadiense British Columbia. La denominó Aclara Resources Inc, manteniendo su domicilio legal en la Suite 1700, 666 Burrard Street, Vancouver, British Columbia, lugar que comparten varias empresas.

Así, Aclara Resources pasó a convertirse en una más de las empresas mineras junior que operan desde Canadá por las garantías que les favorece la legislación de ese país. Hochschild Mining la puso a cotizar en la bolsa de valores de Toronto como “una empresa de recursos minerales de tierras raras en fase de desarrollo con aproximadamente 451.585 hectáreas de concesiones mineras situadas en las regiones chilenas de Maule, Ñuble, Biobío y Araucanía”.

Ya Hochschild Mining había adquirido la empresa REE Uno SpA, junto con el proyecto de tierras raras en Penco denominado Biolantánidos (antes llamado El Cabrito) gestionado por Minera Activa del grupo LarraínVial mediante fondos (Lantánidos y FIP Lantánidos) financiados por la estatal chilena CORFO, en los que REE Uno figura como microempresa. Además, REE Uno se había acogido a los beneficios tributarios a la inversión en investigación y desarrollo de la Ley N°20.241. Ahora el mismo cuestionado proyecto, en manos de Aclara de Hochschild Mining, lleva por nombre Penco Module.

El proceso de oferta pública de acciones de Aclara en la bolsa de Toronto se inició en octubre de 2021 a través de una agrupación de entidades financieras dirigida por las canadienses RBC Dominion Securities Inc y Canaccord Genuity Corp.

RBC Dominion Securities Inc es parte del Royal Bank of Canada (RBC) y gestiona fondos por medio de sus filiales localizadas en Bahamas, Barbados e Islas Caimán. Por su parte, Canaccord Genuity Corp maneja financiamiento desde compañías tales como Eye Investment Fund Ltd, de Islas Caimán, y Westside Investments Group Ltd, de Islas Vírgenes Británicas y Barbados.

Según el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, el entramado financiero da cuenta de legítimas desconfianzas que proliferan de la comunidad de Penco, ante una empresa que pese a plantearse comunicacionalmente desde la transparencia, posee en su trasfondo un entredicho dotado de paraísos fiscales