Por Teresa Frías K.
El expresidente del Senado y actual secretario general del Partido Socialista, Camilo Escalona, conversó con Cambio21 a 50 años del Golpe de Estado, recordando los pasajes de su vida en una de las épocas más oscuras del país. Reveló detalles de su libro “Allende murió para vivir”, puntualizando que el expresidente murió por una "convicción democrática" y realizó un llamado a no olvidar los hechos que llevaron al golpe de Estado de 1973.
Escalona en 1973 era el dirigente juvenil más importante de la izquierda de la época. Luego del golpe, inmediatamente pasó a la clandestinidad. Estuvo cuatro meses, perseguido por la dictadura. Luego apoyado por un sacerdote decidió asilarse en la embajada de Austria.
En 1982 decidió volver a Chile de forma clandestina, utilizando un pasaporte falso. En este periodo trabajó en la reorganización del PS, viviendo en la clandestinidad con un nombre de "chapa" hasta que en 1988 se levantó la prohibición de regresar a Chile que pesaba en su contra.
El expresidente del Senado se refirió a las justificaciones de la dictadura apuntando que “cuando las personas dicen ‘yo justifico el Golpe Militar’ francamente o pecan de una ignorancia terrible o la verdad es que consideran que para tener el poder es válido cualquier recurso”.
Lanzó su libro “Allende murió para vivir”, ¿Qué refleja este libro?
El libro se refleja en su título, Allende murió para vivir, es decir, el derrumbe de la democracia, él lo asumió con su propia existencia, él como jefe de Estado y de gobierno en cuanto Presidente de la República, no se doblegó, no se rindió. El Presidente Allende, ganó en definitiva la batalla histórica, pues la batalla por la memoria de Chile, por la democracia y la justicia social tiene a Allende como su principal baluarte.
Lo que a nosotros nos importa es que la figura de Allende sea entendida y comprendida en su dimensión más profunda, es decir, en la de un demócrata que no se rindió ante el fascismo.
A 50 años del Golpe hay quienes siguen justificando ese momento oscuro de nuestro país ¿Qué sensación le genera esto?
Los acontecimientos que llevaron al derrumbe de la democracia, al terrorismo de Estado y a la consecución de las más bárbaras y crueles prácticas de violaciones a los derechos humanos… nada puede justificar el Golpe de Estado y los acontecimientos posteriores. No hay ningún hecho, ningún antecedente que pueda indicar que había algún tipo de excusa para la barbaridad que se cometió en nuestro país.
Desde su mirada que pasó en Chile luego del Golpe
Lo que hubo en Chile fue un intento de genocidio ideológico, porque se trataba de asesinar a las personas por el solo hecho de su pertenencia a una corriente existente en el país desde hace ya más de 100 años, en entonces más de 50 años. Bastaba ser militante socialista o militante comunista y las personas eran asesinadas. Eso fue dramáticamente confirmado por la Caravana de la Muerte, eso ocurrió a lo largo de todo el país, desde Arica hasta Valdivia, pero también en Punta Arenas. Esta fue una acción sistemática.
Cuando las personas dicen ‘yo justifico el Golpe Militar’ francamente o pecan de una ignorancia terrible o la verdad es que consideran que para tener el poder es válido cualquier recurso y cualquier método y ese es el dilema de fondo de la discusión de la sociedad hoy día en nuestro país. Hay una involución muy profunda.
¿Cómo fue su momento durante el Golpe?
Yo soy un actor que efectivamente tengo una conciencia y para mí siempre ha sido doloroso porque los que murieron fueron mis amigos, los que desaparecieron fueron mis amigos
Sin embargo, lo que siempre yo he creído y es mi convencimiento, es que teníamos que haber resistido el once de septiembre. Aunque no había armas, no importa. Había que luchar igual. Ese es mi convencimiento. Pero, bueno, no, ocurrió así. Así fue la historia.