Por María Cristina Prudant
Eduardo Ravani periodista, actor, comediante, humorista, director, productor, conocido por sus diversos personajes en el exitoso programa de las décadas 80 y 90 “Jappening con Ja” el que creó junto a Jorge Pedreros y Fernando Alarcón. Fue siete veces el director a cargo de las transmisiones del Festival de la Canción de Viña del Mar. Esencialmente es un hombre de televisión. Es uno de los fundadores de la televisión chilena, ya que ingresó a TVN a fines de los 60.
Su última aparición en la televisión abierta fue en el programa “La Huincha” de busca talentos de humor que conducido por Karen Doggenweiler durante diciembre y enero. Cambio21 conversó con Eduardo Ravani.
¿Cuál fue su experiencia al participar en el programa “La Huincha”?
Fue una buena oportunidad para saber que estoy vivo, eso es más importante que nada y el respeto que tiene la gente por mí, por lo que yo he significado para la televisión. Compartir con compañeros artistas y tener la oportunidad de elegir nuevos comediantes. Fue una buena experiencia.
¿Y qué le parece a usted este tipo de programas, deberían existir más?
Por eso acepté participar porque es una oportunidad para conocer nuevos talentos, descubrirlos. Y esa es la razón por la que estoy involucrado.
¿Encontró usted que hay material humano para el humor, están bien enfocados quienes participaron?
Hay una tendencia a usar la nueva forma de hacer humor, un poco con crítica social. Involucrarse con esa nueva experiencia que es el stand up comedy, que está copiada de Estados Unidos y que lo están haciendo en varios países entonces, la gente retrata momentos, hace risa de lo que es la vida. Creo que noté la ausencia de humoristas reales. Encontré que todos, o la gran mayoría, tendían a usar el stand up comedy como fórmula.
¿A usted le gusta el stand up comedy?
Algunos, depende quien lo haga y si tiene un tratamiento de humor inteligente lo acepto y sobre todo si me río y está bien hecho. Finalmente, no es tan fácil meterse en este esquema porque hay que tener un estilo, una forma, hay que tener experiencia también no es llegar y tirarse a la piscina. Hay gente que usa el stand up comedy para ambientes de nicho con poca gente que sigue al stand up comedy, pero no todos aceptan la fórmula porque algunos no la entienden o no es de su agrado y la experiencia la tuvo la Jani Dueñas en Viña.
¿Parece que no es fácil hacer reír para quien hace stand up comedy?
Depende. (Jorge) Allis lo hizo
¿Ud. vio a los humoristas o comediantes?
A Allis lo encontré admirable, un trabajo muy concienzudo, de muchos años preparando esto. Usó herramientas como una multimedia, supo sacar de la contingencia, la forma como somos los chilenos. Una fórmula que estuvo muy bien apoyada porque tenía más de 20 personas detrás del escenario que lo apoyaban. Por lo tanto, lo encontré buenísimo. Pero, por ejemplo el cubano (Bonco Quiñonco) no lo entendí y creo que nadie lo entendió. Bueno ya dije lo de Jani que se equivocó de escenario, eso era para otra gente y lo hizo con mucha arrogancia arriba del escenario así es que no me agradó.
El Felipe lo encontré simpático, pero hasta ahí no más. No creo que sea tanto aporte. El otro humorista no me acuerdo ni su nombre (Mauricio Palma). No me gustó, planteó mal la rutina porque si hubiese sido al revés capaz que hubiera tenido más éxito. O sea, el final haberlo hecho al principio.
Hablando de Viña ¿qué le pareció este año el festival, sigue siendo la fiesta del verano?
Es la fiesta del verano, pero no el festival. Encontré lamentable la nula participación de chilenos, porque si no es por la Cami (Camila Gallardo) esto no habría sido más que una fiesta internacional de artistas que vienen a hacer playback o bien hacen un humor que si entendieran lo que dicen los padres no permitirían a los niños que fueran a verlos. Se perdió el objetivo fundamental, o sea, el Festival de Viña ya no es el Festival de Viña. Una fiesta del verano, reúne mucha gente, está muy comercializado, que la gaviota no tiene sentido, una presentación burda porque el público no dice nada y todos ganan gaviotas.
Entonces, no hay respeto por lo que es el aplauso del pueblo que no está ahí porque está comercializado por lo tanto, hay que entregarla porque o si no no hay plata. Para qué hablar del folclore, hay un tema que hace 30 años que es interpretado por mucha gente en Argentina. Perdió la ruta el festival, perdió el objetivo fundamental. Es una fiesta grande que trata de competir con los cientos de recitales y presentaciones individuales que traen todos los artistas internacionales y llenan el Estadio Nacional, o están cinco días. No pueden competir con un espectáculo que tiene que tener una parrilla como exigencia que tiene que haber bailable, un número internacional. A mi juicio lo mejor, Marc Anthony y Rafael y Allís, lo demás chacra.
¿Qué le parecieron los animadores?
Creo que al final cumplieron, es sencillo cumplir ahí, pero cometieron errores partieron nerviosos con la introducción política porque no tenía sentido de fiesta la presentación al comienzo, se notaba que había un libreto aprendido, pero que tenía que ver con un contexto distinto a la fiesta porque estaban hablando seriamente de Venezuela y no de la fiesta. Además, se equivocaron y la apertura está mal planteada porque presentaron después el homenaje a Lucho Gatica que fue un error.
El objetivo comercial en el festival se cumplió, pero desde el punto de vista artístico deja mucho que desear.
¿Cuáles son sus proyectos en carpeta?
Seguir en lo mío. El libro lo terminé y está en etapa de edición. Estamos eligiendo las fotografías que van a acompañar. Creo que en los próximos momentos ya estará en circulación.
¿El libro es una biografía o es su historia?
Es la historia de mi vida profesional. El libro cuenta la historia de la televisión chilena a través mío. Va acompañado de la historia de la televisión. Es mi vida profesional como yo vi la televisión, cómo estuvo la televisión conmigo, cómo participé de muchos hitos importantes.
¿Actualmente, cómo ve usted la televisión en nuestro país?
En agonía como digo en el libro. En agonía que significa una crisis que es la lucha entre la vida y la muerte porque han cambiado las reglas del juego. No se ha dado cuenta la televisión que no es lo mismo que hoy que hay muchas herramientas, plataformas que desacomodan a la televisión y los que están a cargo no han tenido la visión para darse cuenta y hacer los ajustes necesarios. Esto yo lo toco en el libro como una especie de receta lo que yo creo que tiene que ser.