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Entrevista Cambio21: Ex subsecretario de RREE Edgardo Riveros: El fracaso del viaje a Cúcuta significó un retroceso para la democracia venezolana

El tema Venezuela se tomó la agenda del verano, influido por el Gobierno y especialmente por el Presidente Piñera, con su excesivo protagonismo. El viaje de nuestro mandatario a la frontera colombo-venezolana "quebró" una instancia permanente en nuestras relaciones exteriores, donde Chile era un país que ayudaba a resolver los problemas y no era parte activa de un sector contra el otro.
 
Uno de los que más saben de este tema es el ex subsecretario y ex diputado Edgardo Riveros (DC) por su historial como subsecretario de distintos Gobiernos y ex parlamentario.
 
Ha sido profesor de derecho internacional público en las Facultades de Derecho en las Universidades Católica, Central, de Chile y Andrés Bello, ha impartido la cátedra de Procesos Parlamentarios en la Universidad Miguel de Cervantes, de la cual fue Director de la escuela de Ciencia Política. 
 
En 1990 fue nombrado por el presidente Patricio Aylwin como subsecretario General de Gobierno, ejerciendo hasta mediados del gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle en 1997.
 
En las elecciones parlamentarias de 1997 fue elegido diputado por el distrito N°30, correspondiente a la Provincia del Maipo, Región Metropolitana. 
Fue reelegido en las elecciones parlamentarias de 2001, nuevamente representando a la Provincia del Maipo.
El 11 de marzo de 2006 asumió como subsecretario General de la Presidencia hasta marzo de 2010.
 
En enero de 2014 fue designado subsecretario de Relaciones Exteriores por la presidenta Michelle Bachelet. Asumió el 11 de marzo de ese año y estuvo ahí hasta marzo de 2018.
 
¿Qué le parece la ofensiva de la derecha para apoyar el fallido viaje de Piñera a Cúcuta?

El viaje del Presidente Piñera a Cúcuta se da en un contexto en que existen factores estratégicos definidos por el gobierno y que dicen relación con elementos de política interna. Esto ha sido acompañado por los partidos de gobierno, que han visto en la situación de Venezuela una oportunidad para asumir el tema de los derechos humanos, ámbito en que saben tienen una evidente precariedad por su compromiso con la dictadura en Chile.

Este referente de política interna se privilegia por sobre los principios permanentes de política exterior de Chile, que guiados por una realidad democrática y de proyección internacional como una política de Estado, ha buscado desarrollar un papel influyente en la solución de las tensiones y no de contribución a la agudización de la polarización. Lo ocurrido en Cúcuta no cumplió con los objetivos planteados, esto es, el ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela, a partir de lograr la voluntad de las fuerzas armadas y de orden y seguridad de dicho país de permitir tal ingreso, desobedeciendo a Maduro. En tal sentido se generaron enormes expectativas de producirle una derrota. El fracaso de la estrategia desplegada desgraciadamente ha significado un retroceso para la causa democrática venezolana, toda vez que Maduro ha podido demostrar el control que posee sobre el territorio venezolano y de las fuerzas armadas y de seguridad, además del despliegue de grupos armados irregulares, lo que agudiza el carácter represivo y dictatorial de su gobierno.

Qué le parece que desde el Gobierno descalifiquen a los opositores a este viaje diciendo que son ambiguos...

En Chile la mayoría de las fuerzas políticas se han pronunciado en contra del accionar del gobierno de Maduro, cuya conducta ha reflejado la voluntad de permanencia en el poder a toda costa, adoptando para ello medidas claramente reñidas con los principios democráticos y propios de una dictadura. A partir de ello, existen los elementos suficientes para construir consensos en torno a la conducta a seguir respecto a Venezuela y es legítimo reclamar una impronta de política de Estado, alejada de la rencilla interna. En tal sentido, no es una ambigüedad exigir que la posición que Chile adopte lo ubique entre los países que ayuden a una solución política a la realidad que vive el país hermano, alejando la posibilidad de acciones que impliquen intervenciones que traigan consigo más violencia, como sería una intervención militar externa. La situación obliga a mayores esfuerzos diplomáticos en pos de una negociación real, transparente y creíble.
 
La demanda por prontas elecciones que cumplan con los parámetros democráticos es un objetivo esencial. Para ello debe haber una institucionalidad electoral que ofrezca garantías; respeto irrestricto a los derechos humanos, sin personas presas por razones políticas, con todos los actores habilitados para participar en la competencia electoral y con plena libertad de expresión y con una eficiente observación electoral internacional. Para concretar esta posición Chile debiera sumarse a los esfuerzos que hacen países de la Unión Europea y algunos de América Latina. La Concurrencia del Presidente Piñera a Cúcuta no se ubicó en la impronta señalada, tanto es así que además del Presidente de Colombia, solo estuvo acompañado del Presidente de Paraguay, en un marco de alta tensión y sin resultados adecuados. Es urgente corregir esta situación.

¿El Grupo de Lima definió que no puede haber una acción militar o de fuerza para solucionar los problemas de Venezuela...Qué le parece?

La última definición del Grupo de Lima es, a mi juicio, un planteamiento correcto, al fijar como objetivo esencial el logro de una solución política a la situación venezolana rechazando las acciones de fuerza, como sería una intervención militar. Esto abre una perspectiva importante para el logro de mayores consensos en la región en pos del objetivo que Venezuela recupere el sistema democrático.

¿A qué se debe el encono del jefe de estado y del Gobierno con Michelle Bachelet en este tema de Venezuela...?

 Respecto a las críticas que han vertido algunos personeros de gobierno y de partidos que lo apoyan en relación a la ex Presidenta Bachelet estimo que están determinados por parámetros estrictamente domésticos, sin considerar los protocolos a los cuales están sujetas las organizaciones internacionales, como es el caso de la ONU. Por lo demás, ya se ha conocido la posición de la ex Presidenta respecto a Venezuela en su actual calidad en la Organización Internacional.
 
Además, dichos personeros al emitir sus opiniones no han considerado la clara posición que el gobierno de Chile, bajo la conducción de Michelle Bachelet, tuvo particularmente respecto a la realidad de los derechos humanos en Venezuela. En efecto, el ex canciller Heraldo Muñoz ha recordado los reiterados pronunciamientos del gobierno de Chile ante situaciones específicas y que motivaron airada reacción del gobierno venezolano.
 
Además, el anterior gobierno de Chile adoptó medidas específicas, como el inmediato llamado a informar del embajador en Caracas ante la creación por parte del gobierno de Maduro de la Asamblea Constituyente, que asumió de facto facultades propias de la Asamblea Legislativa, órgano institucional que por decisión popular tiene mayoría opositora y que otorga legitimidad a sus presidentes, en la actualidad Juan Guaidó.
 
Por otra parte, se brindó protección en nuestra sede diplomática a personeros de oposición que así lo solicitaron, de ellos dos aún permanecen en tal calidad en dicha sede. A ello hay que sumar el refugio brindado en nuestro territorio a destacados magistrados venezolanos que por aplicar el derecho sufrieron persecución y el creciente flujo migratorio que ha buscado acogida en Chile.