Oh I'm just counting

Entrevista Cambio21: Excandidato presidencial senador Alejandro Guillier y su dura crítica al Jefe de Estado: “Piñera es un Presidente deslegitimado"

*Entrevista que aparece publicada en el Semanario Cambio21
 
Por María Cristina Prudant
 
El senador Alejandro Guillier expone en Cambio21, las falencias de la oposición y asegura que han fallado los acuerdos porque nunca han querido tratar el tema programático y solo buscan acuerdos electorales. “Si lo que los iba a unir era si había consenso de una propuesta programática".
 
"Hacer ingeniería política de acuerdos sin contenidos no funciona porque lo reduce todo a cuantas cuotas de poder me toca”, alegó el legislador en entrevista con Cambio21.
Del mismo modo, expresó su pesimismo respecto a concretar una reforma previsional en este gobierno porque “está acabado. “Cualquiera que crea que aquí se pueden construir grandes acuerdos, como requiere, el sistema previsional está viviendo de ilusiones. Piñera se acabó”, afirmó Guillier
 
  ¿En qué tema está trabajando en estos momentos?
Trabajando el tema de los constituyentes. Convencionales. Hemos trabajado duro en este tema pero sigue atrasado porque hay quienes no tienen ningún interés que participen los independientes. Lo han demorado el proceso todo este tiempo para que cuando salga la ley ya sea inútil porque no va a haber tiempo de apelar a ella. Y la gente no puede juntar las firmas y segundo, al no ser candidatos no pueden hacer campaña entonces como van a ir a pedir recursos si no saben si van a ser o no candidato, si se van a poder inscribir o no, si les va a dar cupo un partido o no. No hay interés, los plazos están vencidos. Muchos independientes se aburrieron porque no querían cupo de partido.
Nunca entendieron que este era un proceso constituyente y que no es un espacio para que los partidos disputen cuotas de poder, más bien llegar a legitimar una instancia ciudadana para darse una nueva constitución y ahí lo importante es la hegemonía intelectual, la orientación, el apoyo y ahí están.  Está totalmente desorganizado, pero no es por casualidad, es por diseño.
¿Usted ha reflexionado acerca de la situación del país. Cómo analiza este año?
Fue un año perdido porque pudiendo haberse hecho rectificaciones profundas no se hicieron. Era un momento para avanzar en la descentralización de la toma de decisiones y haber combatido el coronavirus con los gobiernos locales y regionales mucho más empoderados o administraciones regionales y por el contrario, se concentró tanto la toma de decisiones, tampoco se incluyó a las mismas organizaciones de salud, salvo marginalmente en algunos aspectos, en todo caso más con Paris que con Mañalich, pero en lo esencial no hubo cambios. Y la gran demanda de Chile, es la descentralización de la toma de decisiones, es la participación vinculante y  ninguno de esos elementos del buen gobierno están presente y lo único que se hace es exacerbar los límites y las barreras estructurales que tiene nuestro sistema institucional que es centralista y que no reconoce la participación ciudadana y la imagen del gobierno de Piñera es la exacerbación de los males  del sistema que la gente denuncia.
 
No se avanzó nada y este mismo proceso constituyente donde están llegando demasiado tarde para los independientes, pueblos originarios salió cualquier cosa más simbólica. No es lo que la ciudadanía esperaba, si por algo se votó 80% queremos que esto lo haga gente nueva no los mismos de siempre y va a terminar en eso, a pesar del 80% que dijeron lo contrario.
 
Al parecer nos estamos acostumbrando a que las minorías manden porque vemos ahora que Piñera  tiene una baja aprobación de un 7%.
Un Presidente desligitimado que hace un año ya perdió toda chance de gobernar, pero que sigue aferrado a la vieja fórmula porque aquí cabría un giro en la manera de gobernar. Tendría que haber convocado a los alcaldes, gobiernos regionales, a la oposición, pero es un gobierno que no escucha y la derecha atrincherada en su tercio, no da ni un paso que signifique poner en riesgo el tercio para controlar el proceso constituyente y bloquear reformas que no le gusten y la oposición, sin ninguna capacidad de obtener nada en las negociaciones tratando de mantener todavía el acuerdo de noviembre aunque se debilite por la no participación ciudadana y muy a última hora esto de los pueblos originarios que no va a ser lo que se creyó, se pensó ni que la ciudadanía votó en octubre. En parte porque también no tenía convicción de que eso sea necesario. Va a ser un proceso constituyente administrado por las élites, ni siquiera digo los partidos.
También hay problemas dentro de los partidos, también  las bases están perfectamente conscientes de lo que yo digo, de que esto no tiene que ver con la participación de los militantes, de las bases organizadas, es decir, están excluidas como cualquiera.
 
¿Es decir el panorama no es bueno para la oposición porque hay que pensar en el resultado final de todo esto, que es una esperanza para el país?
En efecto, la gente lo interpretó así nosotros de un comienzo dijimos que esto no iba a flotar si no había ciudadanía y desgraciadamente los partidos no se atrevieron. Nosotros insistimos en diciembre con un proyecto de ley que permitiera la participación de los independientes, se rechazó por amplio margen. Creo que apoyaron tres o cuatro senadores no más. Ahora fue un poco más porque hubo siete votos, pero los partidos no tienen convicción de que la crisis lo que quiere, necesita es ampliar los espacios de participación y por lo tanto, los partidos se podrían haber robustecido, renovado, revitalizado con la ciudadanía si las hubiesen liderado, organizado, promovido habría sido otro espectáculo, pero esto que la ente eta viendo que les están bloqueando todos los caminos, esto no le va a hacer bien al sistema de partidos políticos, ni a la credibilidad de nuestra democracia liberal y la gente lo que quiere es una democracia más participativa, no solo representativa. Entonces, el absurdo es que votan los chilenos, o sea, aceptan un país unido en su objetivo que quiere una nueva constitución, se da cuenta que es importante una mayoría histórica, que en el mundo no había habido una mayoría tan grande a favor de una nueva constitución, pero además, hecha por la ciudadanía, por gente nueva, pueden ser políticos también, pero nuevos.
 
Querían una renovación y la paradoja va a ser que lo van administrar los mismos de siempre. En consecuencia eso le pone un aliado menor y el gobierno tan poco contribuye. Un gobierno que ni siquiera está de acuerdo con la nueva constitución es el que tiene que administrar y dirigir esto. Hay que comprender que el camino está lleno de barreras, pero bueno ya a esta altura ya hay que jugar este juego porque no queda otro, pero denunciándolo y haciendo todo lo posible para que se genere una institucionalidad participativa que acompañe el proceso constituyente y lo que nosotros vamos a hacer es presentar un proyecto de ley, que ya lo tenemos casi terminado, para generar mecanismos de participación dentro de la convención y en la sociedad de manera que, los constituyentes rindan cuenta de cómo está avanzando esto, que haya cuenta a los ciudadanos, mecanismos de participación, opinión ciudadana que se recoja esa opinión y ojalá un Chile, muy activo, muy movilizado acompañando el proceso constituyente, que es la otra alternativa que queda, fortalecer mucho el trabajo desde afuera.
¿Tal vez los mismos problemas que refleja todo este proceso constituyente con partidos que no reaccionan es lo que pasa al momento de hacer acuerdos electorales en la oposición?
Son acuerdos electores, de cúpula de cuánto cupo me toca a mí si ese es el problema. Son muchos partidos, entonces llega el momento que no pueden llevar ni siquiera candidatos en todas partes y eso tensiona internamente a los partidos, pero aquí yo separaría los próximos 40 años. En las elecciones los partidos sabrán como lo hacen porque prevalece, y es lógico, la dinámica política de los partidos, pero en el caso de un proceso constituyente conquistado por la ciudadanía en las calles es muy distinto, aquí va a quebrar las expectativas, hay riesgo de que la gente se decepcione, que sienta que todo lo que hicieron fue en vano, es muy peligroso y compromete los próximos 40 años. Si hacen malos pactos y se quiebran, gana un sector u otro, eso es problema para los partidos, pero la Constitución es mucho más trascendente, ahí tendría que haber habido un gran acuerdo de listas únicas unitarias, pero en todo esto que hemos visto, solamente se habla de cuántos cupos y no se ponen de acuerdo porque no hay suficientes cupos para llenar las demandas y expectativas de los partidos. El problema es que esto para que sea algo sólido requiere un acuerdo programático. Por qué quiero ser gobierno, por qué para mi partido es tan importante tener más parlamentarios, más alcaldes, más concejales, por qué voy a una negociación y puedo pedir, bueno, porque hay un proyecto común que nos une y no hay nada, no hay un debate, no hay una propuesta. No va a sacrificar más de lo que ha hecho Piñera, un desastre, sino tienen algo mejor que proponerle al país.
 
¿El Presidente Piñera ha perdido su imagen de estadista, político como consecuencia de este fracasado segundo gobierno?
Lo que pasa es que es evidente que hay una crisis global del sistema político, que es la crisis dela democracia liberal, por la globalización que debilita los estados por lo tanto los partidos políticos tienen menos capacidad de movilizar recursos al interior de los países porque las políticas de desarrollo, las económicas, internacional está cada día más mediada por organismos internacionales. Frente a ese problema global, se acentúan períodos críticos como los que estamos viviendo en la economía del mundo, pero los países apelan a su institucionalidad para responder esa crisis. Y aquí lo que ha ocurrido es que la manera como Piñera ha enfrentado la crisis social y la pandemia solo les evoca a los chilenos lo peor del sistema. Lo que más crítica: que no hay participación ciudadana, no hay descentralización en la toma de decisiones, la gente se tiene que salvar asimismo, no hay políticas públicas consistentes, se sigue concentrando la riqueza, no hay propuestas de nuevos motores de la economía y como la oposición tampoco pone temas sobre la mesa se va generando un cuadro de incertidumbre galopante. Entonces, Piñera, exacerbó los males del sistema. Su gobierno es el símbolo de lo que los chilenos no quieren por eso sus propios alcaldes se le rebelan, sus diputados, sus partidarios que se dan cuanta que no tiene respuestas y los parlamentarios de gobierno le dicen: usted llega tarde y mal a todo.
 
 Oposición sin acuerdos: Faltó una propuesta programática
 
¿Qué le parece que finalmente el Frente Amplio llegó a acuerdo con Chile Digno para hacer pactos electorales. Sin embargo dicen que tienen abiertas las puertas para buscar acuerdos con los otros partidos?
Si no hay acuerdo van a perder el proceso constituyente porque la derecha va a consolidar su tercio y va a bloquear los cambios y las elecciones que vienen después las van a perder. Los gobernadores se eligen con 40% de quorum. El gobernador más votado gana, no hay segunda vuelta. Parece que ni siquiera conocen las leyes que van a regir los próximos procesos electorales. El problema es que nunca discutieron una propuesta programática, si lo que los iba a unir era si había consenso de una propuesta programática. Hacer ingeniería política de acuerdos sin contenidos no funciona porque lo reduce todo a cuantas cuotas de poder me toca, pero no saben para qué es la mayoría, por qué necesitan ganar esa elección y al no resolver el tema programático, son alianzas sin sentido, intrascendentes. Está claro que si no hay unidad vamos a perder el proceso constituyente, la mayoría de las gobernaciones y va a ser una subrepresentación en el Congreso, al paso que vamos. En Chile, históricamente durante los 90 en delante, el que gana las municipales gana la presidencial y divididos van a perderla. Es el gran problema que hay en regiones, que están saliendo candidatos por fuera no quisieron ir por dentro. No tienen garantía de ganar, van a perder igual, pero no les importa. Ese es el negocio que uno no entiende, mirado desde la lógica cartesiana.
 
Yo creo que el gran error de todo esto es que nunca hubo esfuerzo por avanzar en un acuerdo programático. Qué es lo que hay que hacer, cuál es la tarea histórica, qué es lo que va a marcar este proceso constituyente, de qué manera se hace el cambio, los próximos 40 años qué queremos y si hubiéramos hecho un acuerdo programático estaría resuelto el tema de las alianzas, pero que ese tema no entra nunca en la discusión y los mismo pasas con alcaldes, gobernadores, no hay una orientación de adonde queremos ir. No basta criticar al gobierno, insisto, si no tienes una propuesta mejor que le haga sentido a la ciudadanía. La gente es súper clara, es mucho más madura, hay más progresismo en la calle que en la élite de nuestro país. Las élite están asustadas de la gente, la derecha lo entiendo, pero la izquierda también, eso es lo extraño de todo esto. La gente es más sensata de lo que los dirigentes creen, incluso más sensata que ellos. Espero que se empiecen a dar cuenta que vamos a un desastre, teniendo todo para ganar.
 
Con un gobierno acabado no hay reforma previsional
 
¿Cree usted que saldrá la reforma previsional en este gobierno?
Este gobierno está acabado, se terminó hace un año cualquiera que crea que aquí se pueden construir grandes acuerdos, como requiere, el sistema previsional está viviendo de ilusiones. Piñera se acabó, vamos a perder un año y un segundo año en medio de la peor crisis de pandemia y además con la crisis social y económica que venía de antes, incluso antes de la  protesta social. Los indicadores económicos, antes de la protesta social, venían muy mal. La protesta se agudiza, la pandemia peor y cómo lo haces con un gobierno que ya no tiene propuestas, no tiene programa, es reactivo está en la lógica de sálvese usted mismo con su plata con sus ahorros, pero de paso yo le saco una tajada y le pongo un impuesto por usar sus ahorros, mientras le rebajan los impuestos a grandes empresas. O sea, aquí ya es desembozado lo que está pasando. El país va  salir más pobre, con mayor concentración de la riqueza y más dividido si esto no cambia y no hay ningún atisbo que el gobierno cambie porque la derecha se atrincheró y la oposición, que son varias, que están más preocupados de intereses  inmediatos que de una mirada de mediano plazo para el país. Por eso que no es capaz de proponer al país 5 o 6 ideas básicas. Incluso en el sistema previsional no tiene acuerdo, si ese es el problema de la oposición, no tiene acuerdos, qué va a negociar ahora con Piñera una reforma previsional, qué reforma cuál es su plan.
 
Aquí a título personal, parlamentarios han dicho en dos semanas estamos disponibles a sacar adelante la reforma previsional, pero a título personal, sin ninguna legitimidad con la calle, ni con el resto del país. Si además, el sistema previsional no es solo el ahorro, cuál es el destino del ahorro de los chilenos, buscarle un desarrollo sostenido, que se integre, que desarrolle nuevos motores de la economía. Aquí hay que tener una visión global para poder abordar el sistema previsional porque estás hablando no solo de las pensiones, sino también de cómo se usa ahorro de Chile para promover un desarrollo que genere empleo, equidad, nuevos emprendimientos, es decir hay una visión completa no es una cosa puntual. Eso no se puede acordar con Piñera.