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Especial Cambio21: Sexo después de los 50. Para no envejecer...

Por Jacky Mercado

Recientes estudios afirman que mantener una vida sexual activa después de los 50 años es clave para no perder la memoria y lucir más jóvenes, entre muchos otros beneficios.

Al sexo le pasa como a la memoria: si no se utiliza, desaparece”, señaló en una entrevista el divulgador científico español Eduardo Punset hace algunos años. Su afirmación puso de manifiesto la importancia de mantener una vida sexual activa, especialmente después de los 50 años, cuando el cuerpo comienza a deteriorarse y envejecer poco a poco. Aunque algunos piensan que la menopausia en las mujeres y la andropausia en los hombres significan el fin de esas noches de pasión en pareja, cada vez aparecen más estudios y testimonios de expertos que aseguran que esto es solo un viejo paradigma, pues los beneficios del sexo no tienen fecha de vencimiento. Al contrario: ayudan a que las personas luzcan saludables y joviales.

Un grupo de científicos entrevisaron a 73 personas entre los 50 y 83 años y les preguntaron con cuánta frecuencia tenían relaciones sexuales. Luego les hicieron unas pruebas para evaluar sus habilidades mentales, y los resultados evidenciaron que aquellos con más actividad sexual tenían mejor capacidad de concentración, facilidad para memorizar información, mayor fluidez verbal e inteligencia visual y espacial. “A la gente no le gusta pensar que los adultos mayores tienen sexo, pero debemos desafiar esa concepción y mirar el impacto que la actividad sexual puede tener en personas de 50 o más años, más allá de los efectos conocidos sobre la salud sexual y el bienestar general”, señaló en el estudio.

Otra investigación hecha por profesores en Nueva Jersey, reveló por medio de resonancias magnéticas de última generación los beneficios del sexo para el cerebro. Según el trabajo, este órgano recibe mayor flujo de sangre, oxígeno y nutrientes cuando se alcanza el clímax durante el orgasmo y se activan áreas clave asociadas con las funciones neurológicas. En el caso de las mujeres podrían activarse hasta 30 áreas del cerebro, incluidas las relacionadas con el tacto, la memoria, la recompensa y también el dolor. De hecho, varias investigaciones han demostrado que el sexo tiene tanto poder que puede funcionar como un antidepresivo o analgésico natural.

Varios estudios de neurociencia han mostrado que tener una vida sexual activa es excelente para la neurogénesis, o el nacimiento de nuevas neuronas, así como el crecimiento de células en el hipocampo, región del cerebro asociada con la memoria a largo plazo. Esto ayudaría a prevenir los casos de mal de Alzheimer y otros tipos de demencia, que afectan a cerca de 50 millones de personas en el mundo, principalmente a adultos mayores. Pero no solo eso. El sexo frecuente también mejora las funciones cognitivas y ayuda a pensar con más claridad. Un estudio hecho por neurocientíficos de la Universidad de Pavía, Italia, reveló un aumento en el crecimiento de los nervios craneales en personas con vida sexual activa, algo crucial para que la mente esté siempre alerta.

Ahora bien, está claro que la recomendación general para las parejas es que mantengan una vida sexual activa a los 50 años como si tuvieran 20. Sin embargo, no es tan fácil y hay que trabajar un poco más que en los años mozos para disfrutar del sexo de la misma forma y, sobre todo, mantener la libido encendida. En el caso de las mujeres se produce un descenso drástico en los niveles de estrógenos y testosterona. “Esto provoca que su nivel de lubricación vaginal no sea el adecuado y que su nivel de deseo disminuya”.  Por el lado de los hombres, también hay un deterioro paulatino y esto se evidencia en la baja de los niveles de testosterona y, en la disfunción eréctil.

Pero la principal barrera está en la mente. Los expertos dicen que el cerebro es el órgano sexual más importante del cuerpo humano. Por eso los mayores de 50 deben evitar crearse complejos o excusas y, en cambio, usar la imaginación y disfrutar de una vida sexual placentera durante esta etapa. Lo más importante es que reconozcan los cambios que llegan con la edad y ajustarse a ellos sin que eso signifique tirar la toalla y entrar en un celibato perpetuo. “El sexo en la edad madura es como un músculo: o lo usas o lo pierdes”. Por eso hay que buscar ayudas.

En primer lugar, es fundamental mantener un estilo de vida saludable, sin cigarrillo ni exceso de alcohol, y en segundo lugar alimentarse con una dieta balanceada y hacer ejercicio de forma moderada. Consumir más grasa es clave para mantener la libido encendida. Aunque deben ser grasas saludables como las que se encuentran en el aguacate o los pescados aceitosos, como el salmón, las sardinas,  el pez marino arenque y la caballa. De igual forma, el consumo de frutos rojos, ricos en antioxidantes, ayuda muchísimo a optimizar el flujo sanguíneo en los órganos sexuales. Dormir bien también es vital, quienes duermen menos de cinco horas diarias tienen una vida sexual poco satisfactoria. Pero todo va de la mano, pues aquellos que tienen sexo con mayor frecuencia suelen sufrir menos trastornos del sueño.
 
Todo lo anterior no solo fortalecerá el vínculo entre las parejas, pues el sexo es como un termómetro de la relación, sino que también ayudará a que luzcan más jóvenes y enérgicos. De hecho, científicos del Hospital Real de Edimburgo, en Escocia, realizaron un estudio durante diez años con personas de edad mediana y encontraron que aquellos que tenían relaciones sexuales tres o más veces a la semana aparentaban entre cinco y siete años menos de su edad cronológica. También hay evidencia de que el sexo fortalece los sistemas inmunológico y cardiovascular, e influye para controlar mejor el estrés y mantener un buen estado de ánimo. Así que hay que dedicar más tiempo a la cama para sobrellevar la vejez de forma positiva y hacerla más saludable y placentera.