Ocho meses duraron las conversaciones entre el gobierno y el Parlamento para poder aprobar en primera instancia la Reforma Tributaria, y el apoyo vino desde la Democracia  Cristiana, lo que deja caras no tan alegres en la oposición

 

La votación para poder legislar la Reforma Tributaria del gobierno estuvo ocho meses en conversaciones, y hace unos días tras los votos favorables de dos diputados de la Democracia Cristiana en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados se aprobó la idea de legislar.

Tras esto, desde la DC aseguraron que el poder debatir en  particular la medida permitirá garantizar resultados para las pymes y adultos mayores. Sin embargo, esta actuación dejó quiebres en la oposición, que se pronostica serán difíciles de cerrar. .

Las pymes fueron las protagonistas en la presentación de la discutida reforma, y ellos plantearon en su momento si no se hacían cambios, su sector continuaría siendo castigado por el actual sistema tributario.

 

Es por ello  que días antes se reunieron con el presidente del partido Fuad Chahín y con el diputado Gabriel Ascencio, jefe de la bancada DC. Tras la reunión,  se dio la primera señal de apoyo y con ese compromiso bajo el brazo viajaron a Valparaíso para llevar el  mensaje al resto de la bancada y tratar de frenar los efectos de su decisión con el resto de la oposición.

Antes de la aprobación, el Partido Comunista ya había advertido que si la DC  y el Partido Radical apoyaban la reforma, se abriría una crisis en el bloque. Asimismo, el diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, antes de la reunión entre la DC y las pymes, aseguraba que la necesidad de lograr una postura común de la centroizquierda ante la reforma "en parte es una prueba a la unidad del sector, porque probablemente es un tema donde mayor sintonía debiese haber entre los partidos de oposición".

 

Sin embargo, una vez que los DC anunciaron su apoyo a la idea de legislar, se cumplió el peor escenario. El líder comunista, Guillermo Teillier, calificó de "impresentable" que no respetaran el acuerdo de "mínimos comunes" suscrito la semana anterior  y la jefa de la bancada del PPD, Andrea Parra, advirtió que habbrán “profundas consecuencias” para la DC.

El detalle de la votación fue ocho a favor y cinco en contra. Quienes se negaron a apoyar la iniciativa fueron el independiente pro radical Pepe Auth, Giorgio Jackson (RD), Manuel Monsalve (PS), Marcelo Schilling (PS) y el presidente de la comisión, el diputado comunista Daniel Núñez.

 

Posterior a esta aprobación, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se manifestó satisfecho y señaló que como Ejecutivo están dispuestos a seguir buscando acuerdos en el Parlamento. “Estamos muy disponibles para continuar en el diálogo con la oposición. Agradecemos la aprobación del proyecto, pero también estamos conscientes de que estamos partiendo un proceso de discusión en particular que no va a ser inmediato”.

 

Desde la oposición, el presidente de la comisión de Hacienda,  lamentó la decisión que se tomó en la instancia parlamentaria.  “Hoy día tenemos una mala noticia para Chile. Un proyecto de ley que ha sido denominado de modernización tributaria, la verdad que de modernización tiene poco, tiene nada Esto lo que es una contrarreforma que busca desarmar los principales avances que tuvimos en materia de equidad tributaria en el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet”.

En tanto, el diputado Giorgio Jackson manifestó que “votar la idea de legislar no se refiere a dialogar como se ha querido dar entender. Votar legislar es compartir el corazón del proyecto”.

 

“Ya habiendo superado la barrera de la idea de legislar, lo cual considero una muy mala noticia, porque es corazón del proyecto insistimos que beneficia de manera desproporcionada a los sectores de más altos ingresos a costa de las clases medias y sectores populares. Creemos que es importante tomarnos muy en serio el debate en particular”, reiteró Jackson.

Previo a la votación, Núñez fue crítico de la decisión que tomó la Democracia Cristiana y, además, de manifestarse sorprendido dijo que “la decisión dejó herida de muerte en la oposición”.

 

En ese contexto, durante su intervención en la comisión, el diputado de la falange, José Miguel Ortiz le respondió, y dijo que nunca habló con ningún ministro sobre este tema y que si votaba a favor era porque así lo quería la mayoría de su bancada. Al diputado Núñez le recalcó que él mismo fue su generalísimo para que presidiera la comisión, descartando tener falta de ética.

 

Por su parte  el presidente de la Confederación Nacional de la Micro y la Pequeña Empresa (Conapyme), Marcos Carter, valoró la votación de la idea de legislar y dijo que como gremio han conversado con todos los sectores para poder avanzar este proyecto, que debe ir más allá de las discusiones políticas y preocuparse de los chilenos y chilenas.

Frente a lo que se vive hoy en la oposición, el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, advirtió que "lo importante se jugará en la sala cuando haya que votar en particular los puntos en donde no haya acuerdo en la Comisión. La cuenta acerca de cómo se vote será clave. Por ahora quedamos en un juego de suma cero".

Para el cientista político Patricio Gajardo, “esto fue un punto de inflexión, considerando que la oposición está muy fragmentada, le falta cohesión y por lo tanto,  todos los intentos de generar acuerdos mínimos, como lo fueron para la mesa del Congreso establecía al menos consensos mínimos”.

 

Además, el especialista indicó que “todo lo anterior se rompe con la postura de la DC. Si eso va a significar un quiebre a largo plazo, o solo  en el marco de la reforma tributaria,  pienso que es algo más profundo. La DC está en un dilema, porque debe entrar a  diferenciarse del resto de los partidos, o bien mantenerse en línea en la oposición con otros partidos sin diferenciarse”

“No sé si será un vagón de arrastre, y no le queda otra que hacer frente a partidos de la ex Nueva Mayoría, como por ejemplo con el PPD; PR o el PS, además deberá tener vínculos con el gobierno y ellos por su parte evaluar si quieren hacerlo”, enfatizó Gajardo.

 

En cuanto a lo que se habla de traición de la DC, el analista es claro al decir que “aquí no hay una traición, porque se ocupó ese mecanismo de presión, y ponerlo como que no tenían una idea como partido. Pero solo va a legislarse, y si bien esto involucra pasos y tiene que haber un tipo de acuerdo con el gobierno, pero insisto que solo es una idea para legislar”.

 

Una mirada distinta aporta el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, quien aseguró que La Moneda ganó esta partida, "porque logra que la idea de legislar haya sido aprobada al menos en esta primera etapa. No es un gran éxito, pero es un paso mínimo, dado que el Congreso es un campo minado".

 

"Ese hecho va a ser interpretado como un triunfo", añadió, junto con apuntar que "el segundo ganador es la DC, por la razón de que se transforma en un partido articulador", subrayó.

 

Asimismo, Morales apuntó que la decisión DC produjo también otro fenómeno, "que es el de la polarización, dado que la ex Nueva Mayoría y el FA hacen bloque común, eso hace aparecer al PS y PPD, y particularmente al PS, como un partido más de izquierda que de centroizquierda".

"El gran perdedor es el bloque opositor que no aprueba  la idea de legislar, porque quedan con el rótulo de una oposición obstructiva. Por lo tanto, quedan en la zona de derrota. El gobierno cumplió exitosamente con el propósito de fracturar a la oposición. Dividir para gobernar parece ser un buen mecanismo que está llevando a la práctica", enfatizó.

El presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, se refirió al apoyo de su partido a la reforma tributaria impulsada por el Gobierno.

 

El personero DC descartó haberse reunido con representantes del gobierno para llegar a un acuerdo y se refirió a las críticas que recibió su partido por la decisión de apoyar la iniciativa oficialista, donde además se refirió en duros términos al partido Comunista.

 

"¿Hay algo más retrógrado que el partido Comunista o que el comunismo?", señaló Chaín, indicando que si bien ambos partidos lograron acuerdos durante el gobierno de la Nueva Mayoría, y hoy son oposición,  "somos (la DC) distintos al Partido Comunista".

 

"Desde nuestras diferencias, tenemos que respetar nuestra decisión política. No voy a permitir que quien dé las pautas de cómo actúe la Democracia Cristiana sea el Partido Comunista, nosotros vamos a actuar bajo nuestras convicciones", decretó el titular DC.

 

Ante dichas declaraciones, diversos personeros asociados al PC no tardaron en responder, entre ellos, su presidente, Guillermo Teillier, donde a través de su cuenta de Twitter, preguntó "¿Hay un partido más desleal que la DC?".

La diputada comunista Camila Vallejo también reaccionó a la "pregunta" de Chahín, a la que contestó "No sé, Fuad, ¿qué tal 40 años de dar tu palabra y luego apuñalar al pueblo por la espalda?".

 

También tuiteó el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, quien señaló sentir pena por " los miles de militantes DC que honran sus compromisos y que son respetuosos, que no se sienten representados por sus palabras (de Chahín)".

Por su parte en el marco del debate sobre la reforma tributaria y el acuerdo DC-Gobierno, el senador Francisco Huenchumilla puntualizó que “buscar la identidad de un partido y diferenciarse del resto es correcto, ese no es el problema porque cada partido tiene su identidad, lo que preocupa es que buscando esa identidad se derechice el partido”.

 

Y enfatizó sus críticas a la directiva que preside Fuad Chahín: “Estoy en absoluto desacuerdo con lo que ha hecho la directiva, porque eso significa estar a favor de los grandes contribuyentes y de los grandes grupos económicos. La integración en la Reforma Tributaria es un tema que no está muy claro en la opinión pública, y significa que las grandes empresas no van a pagar impuestos por la sencilla razón de que sirven de crédito al impuesto personal que pagan los dueños de las empresas en el global complementario".

 

Huenchumilla agrega que "eso es volver al sistema que instauró la dictadura en 1983-84, en virtud de lo cual las grandes empresas no pagaban impuesto a la renta. Y eso se modificó en gran parte en la reforma tributaria de 2014.  Y en consecuencia, la propuesta del gobierno significa un retroceso, significa que la DC está diciendo que las grandes empresas no paguen impuestos”, detalló el senador DC.   

A pesar de la aprobación en general de la idea de legislar del proyecto de modernización tributaria, el Gobierno no mejoró en su encuesta predilecta.

 

En la Cadem de esta semana, se observa que la aprobación al Presidente Piñera sigue pegada en 36% -la más baja de estos 13 meses- y el rechazó aumentó de 51% a 52%, o sea no ganó ningún punto con la aprobación de la idea de legislar su proyecto estrella. 

A pesar de despliegue mediático de ministros Blumel, Larraín y Chadwick la aprobación del presidente Piñera sigue en 36%.

 

Por su parte el proyecto tributario aumentó en conocimiento ciudadano (59% de los encuestados conoce el proyecto) pero la desaprobación cayó del 39% de marzo al 31% de esta semana; o sea el mayor conocimiento no significó más aprobación a sus ideas; al contrario el rechazo al proyecto tributario sigue en 46%. Esto revela que la idea de que es un proyecto que favorece a las grandes empresas es mayoritaria en la sociedad chilena.

 

Por ahora hay una derrota comunicacional y comienza en el Congreso la discusión y el debate del corazón del proyecto estrella del Gobierno de Piñera.