Por Teresa Frías Kovacz
Conadecus señala que se estafó en 800 millones de dólares a los chilenos por la colusión de pollos.
Desde el 2011 han surgido varias denuncias de colusiones en Chile, las que han involucrado a farmacias, supermercados, el papel tissue y los pollos, sólo por nombrar algunas, porque se han conocido de otras en que el aprovechamiento hacia los clientes no ha cesado. Hasta ahora sólo la colusión del confort debió pagarle a más de 14 millones de chilenos la suma de $7.000.
Colusión del confort, de los pollos, pañales, farmacias… y sólo por nombrar algunas. Estas han sido las confabulaciones que han hecho las empresas para generar más ganancias, sin importarles los consumidores, quienes nos enteramos de estos trataos solamente cuando sale uno a la luz pública.
Sin ir más lejos la colusión de las farmacias en ponerse de acuerdo con los precios de los medicamentos fue lo más bajo que una empresa pudo hacer, esto porque todos sabemos que los medicamentos en Chile tienen los precios más caros de la región, y aun así Farmacias Ahumada, Cruz Verde y Salcobrand sin escrúpulos aseguraron tener todos los precios al mismo nivel.
Al parecer, convencidos que la colusión no paga o de hacerlo las multas son menores que los beneficios obtenidos, empresarios farmacéuticos se habrían coludido para obtener mayores beneficios a costa de los usuarios.
La pelea del confort
Después de eso, nos enteramos que el papel tissue también estaba dentro de las colusiones, fue así como las marcas de confort, servilletas y todos sus productos costaban lo mismo debido al acuerdo entre cuatro paredes que hicieron sus dueños.
La creación de correos electrónicos especiales, el envío de información a los domicilios particulares y la compra de teléfonos con prepago son algunos de los mecanismos que los ejecutivos de la CMPC y la SCA utilizaban para hacerse llegar la información y listas de precios de sus productos.
Entre los acusados por esta colusión estuvo el ex ministro del Deporte de Piñera y ex Presidente de Colo-Colo, Gabriel Ruíz-Tagle
Colusión de los pañales
Un nuevo caso de colusión impactaba al país y al bolsillo de los chilenos en el 2014: el mercado de los pañales. Con un protagonista que se volvía a repetir: la Compañía Manufacturera de Papeles de Chile (CMPC).
La empresa del grupo Matte, junto a la estadounidense Kimberly Clark, manipularon los precios de dichos productos durante siete años.
Con fecha 4 de diciembre de ese año, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) instruyó una investigación a raíz de una acción iniciada por la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia contra CMPC, Kimberly Colpapel y Productos Familia, por prácticas anticompetitivas en la comercialización de pañales.
¿El objetivo de la indagatoria? Establecer o descartar la presencia de actos que atenten contra la competencia en nuestro país, dado que dichas firmas son actores relevantes del mercado.
Junto a ello, la FNE solicitó al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia mantener la reserva de dicho proceso -textual- para “no dar noticia del inicio de la investigación a los afectados”. Aun cuando la propia entidad aseguró -por medio de un comunicado- que no se refiere a “investigaciones en curso”.
Todo esto, ante la polémica que estalló, luego de que La Tercera revelara que dentro de los antecedentes que CMPC entregó a la entidad liderada por Felipe Irarrázabal se detallara que la papelera del grupo Matte se coludió con Kimberly Clark para manipular los precios de los pañales en nuestro país desde 2002 hasta 2009, afectando las marcas Huggies y Baby Sec.
La comida para animales ¿también?
En diciembre de 2018, el diputado Renato Garín (Revolución Democrática) inició una denuncia por eventual colusión en el mercado de los alimentos para mascotas por lo que solicitó una investigación a la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
En concreto, el parlamentario realizó un análisis respecto de los precios para diferentes productos destinados a la alimentación de perros, gatos y aves, entre otros, los cuales -en varios casos- coincidirían entre las diversas marcas del rubro.
En la argumentación de la denuncia, Garín apuntó a la relevancia de este mercado y detalla que según la encuesta Adimark, publicada en agosto de 2018, el 65% de las viviendas a nivel nacional tiene, al menos, una mascota. En la Región Metropolitana, en tanto, el porcentaje sube hasta el 70% de las viviendas.
Según el mismo estudio, el gasto promedio mensual de una familia chilena en su mascota es de $25.000. Esta cifra incluye, principalmente los alimentos y también, de forma accesoria, los gastos veterinarios, las arenas sanitarias, los cepillos, juguetes y similares.
Colusión pollos… la más grande de todas
En el 2011 apareció otra gran colusión, que hasta el día de hoy sigue en la justicia: La colusión de los pollos. Luego de una prolongada investigación, que incluyó allanamientos de la Asociación de Productores Avícolas (APA) y de la productora Don Pollo –aprovechando modificaciones legales promulgadas hace dos años-, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) un requerimiento por colusión de los tres oligopolios dominantes en el sector (Agrosuper, Agrícola Ariztía y Don Pollo) efectuada en coordinación con el organismo empresarial. La denuncia establece que ese proceder lo mantenían desde hace una década, es decir también durante los gobiernos de la Concertación.
La colusión se realizaba efectuando a fines de cada ejercicio una proyección del consumo en el año siguiente, estableciendo las toneladas de carne de pollo a producir y vender por cada una de ellas, asignándose cuotas de mercado. Las estimaciones efectuadas eran analizadas en las reuniones de directorio de la APA, la cual quedaba encargada de monitorear el cumplimiento del plan concordado, tarea que efectuaban a través de un organismo denominado “Comisión de Evaluación”, cuyo secretario ejecutivo era nada menos que su presidente, Juan Miguel Ovalle. “El actuar de la APA –expresó la FNE- es del todo contrario a lo que puede esperarse de una entidad de esta naturaleza dentro de un marco competitivo”. Constituye una grosera deformación del papel a desempeñar por las organizaciones empresariales.
La APA, de producirse modificaciones en las condiciones del mercado, proponía introducir cambios en el acuerdo concordado. Por esta razón, la FNE propuso al TDLC la disolución de la asociación gremial y se le aplicase una multa ascendente a 20.000 UTA (US$18,2 millones). A cada una de las tres empresas coludidas planteó multarlas en 30.000 UTA (aproximadamente US$27 millones).
Las “grandes” empresas de Pollos
En la producción de pollos Agrosuper, Agrícola Ariztia y Don Pollo explican un 92% del total, mientras en las ventas –considerando las importaciones-, representan un 82%, de acuerdo a los antecedentes reunidos durante la investigación por la FNE. Ninguna de estas empresas se dedica únicamente a la producción de pollos. Agrosuper participa también en la de pavos, cerdos, salmón y cecinas, Ariztía en pavos, cerdos, huevos y cecinas y Don Pollo en cerdos, huevos y cecinas.
El liderazgo sectorial lo posee Agrosuper, que es también la mayor empresa de agroalimentos en el país, con ventas anuales consolidadas cifradas en unos US$2.000 millones. Es controlada por Gonzalo Vial Vial. Posee una red de 38 terminales a lo largo del territorio nacional. En 2010 comercializó, con sus marcas Súper Pollo, Pancho Pollo y Pollos King, 18.490 toneladas mensuales. Ese año, del total de sus ventas un 65,4% (US$1.328 millones) provino del mercado interno y un 34,6% (US$702 millones) de las exportaciones. Según sus propias estadísticas, el 31% de los ingresos de Agrosuper se originan en el negocio de los pollos, un 8% en los pavos, un 7% en los salmones y el 9% en productos procesados.
Agrícola Ariztía es más antigua, nació en 1936, siendo encabezada actualmente por Manuel Artiztía Ruiz, En 2010 comercializó aproximadamente 9.670 toneladas mensuales, teniendo dos plantas faenadoras, una en el norte y otra en la zona central. Entre las tres empresas, la más nueva es Don Pollo, que inició sus operaciones en 1986 por iniciativa de Ramón Covarrubias Vives. Posee una planta y comercializa 2.560 toneladas mensuales.
En exportaciones, el porcentaje de Agrosuper es aún más alto, llegando en 2010 a un 65%. El 35% restante las efectuó Agrícola Ariztía. En ese año, se colocaron en el exterior 90.000 toneladas por unos US$ 200 millones. Los principales destinos fueron la UE (36%), México (22%) y EE.UU (17%). En cambio, del total importado un 54% proviene de Argentina, otro 25% de Brasil y el resto de EE.UU.
La gravedad de la colusión es aún mayor si se considera que los pollos constituyen el tipo de carne más consumida por la población, aproximadamente 27 kilógramos per cápita anuales, representando un 39% del total, superando a la de cerdo (30%) y a la de vacuno (26%), constituyendo el tercer producto de más venta en los supermercados. De acuerdo a cifras del ministerio de Desarrollo Social, la carne de pollo constituye el 5% del gasto en alimento en los hogares de menores ingresos, en cambio es solo el 2,4% en los ingresos más elevados. Además, es el cuarto bien más consumido en el primer quintil de la población. Es decir, si se coluden las grandes empresas para influir en su precio se produce un efecto regresivo en la distribución de los ingresos.
TDLC declaró admisible demanda que busca compensación por "colusión de los pollos"
El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) declaró admisible este martes una demanda de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile (Conadecus) que busca compensación para los chilenos por la denominada "colusión de los pollos".
La acción de la Conadecus es contra las productoras de pollo Agrosuper, Ariztía y Don Pollo, las que concertaron los precios del mercado avícola por cerca de una década.
Por este hecho, conocido también como "caso pollos" y que se remonta al 2014, las empresas fueron condenadas a pagar multas que en conjunto superaron los 60 millones de dólares (en torno a los 41 mil 324 millones de pesos) y debieron disolver la Asociación de Productores Avícolas (APA).
Un proceso que podría ser más rápido que el del confort
Desde que rige la nueva ley del consumidor, los afectados -es decir los consumidores- pueden demandar exigiendo compensaciones ante fallos que hayan sido resueltos por la Corte Suprema, lo que ocurrió en este caso.
El académico de la Universidad Andrés Bello y ex economista de la Fiscalía Nacional Económica Gonzalo Escobar destacó que "este proceso es mucho más rápido que el del confort".
"Si comparamos la reparación del perjuicio a los consumidores en el caso del papel hay que recordar que fue la papelera la que propuso una mesa para compensar a los consumidores y no estaba este mecanismo, por lo tanto eso llevo a que fuera un proceso más largo", detalló Escobar.
"En este caso no debería durar más de un año y medio para determinar el monto que deberían pagar las empresas", agregó el economista.
Sin embargo, para que se concrete dicho proceso resta aún esperar la resolución del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.
“Se estafó en 800 millones de dólares”
Por su parte, Hernán Calderón, presidente de Conadecus, aseguró que “esta denuncia la hicimos en conjunto a una Asociación de consumidores de Concepción porque uno de los aspectos que estaba pasando “piolita”, era la de los pollos, y resucitamos el tema y lo hicimos frente a la Tribunal de Libre competencia”.
“Aquí hay una compensación pendiente, la que nuestros economistas estiman un monto de 800 millones de dólares aproximados, que es el monto en que se estafó a los chilenos”, puntualizó,