Por María Cristina Prudant


El ex vocero Francisco Vidal está muy ocupado. Los periodistas le pusieron "el veneciano" porque va de canal en canal. Está fijo en TVN, los domingos en Estado Nacional, en canal 13 con Joaquín Lavín y en La Red.  Y está preocupado de llegar sin ningún sintoma de violencia al 26 de abril: "Si hay violencia es la derecha la que gana" repite constantemente.

 

Ya este combate empezó, las posiciones han sido tomadas, la derecha en su inmensa mayoría sabemos que está por el rechazo. Toda la oposición está por el apruebo, entonces el punto clave, en mi opinión, es no hacerle el juego a la estrategia de la derecha.

 

La estrategia de la derecha tiene dos componentes: Uno, asocia la violencia al apruebo y dos, asocia la incertidumbre, el miedo al apruebo. Esa es la estrategia pública, explícita. Entonces, lo que nosotros tenemos que hacer, si queremos ganar y ganar bien, es no caer en ese juego. Y para mí eso significa lograr de llegar lo más en paz posible al 26 de abril, porque cada vez que en una parte de nuestro mundo se revitalizan las posiciones, o mucho maximalismo, incluso con cuotas de violencia, solo gana la derecha, que es la estrategia de ellos, meter miedo.

 

Un ejemplo: miremos la portada de El Mercurio de hace poco. ¿Qué es? Los escombros de la gobernación de Chacabuco. Si no hubiera existido ese incendio no habría portada.

 

Cuento dos experiencias públicas en la televisión: En Estado Nacional mi contraparte era Andrés Allamand. Leyó en detalle, estaba fascinado, cual poesía de Neruda las declaraciones de Luis Mesina, vocero de No +AFP. O sea, cuando Mesina dice que se trata de ganar la constituyente y al día siguiente cerrar el Congreso y que se acabe todo, eso les queda como anillo al dedo a la derecha.

 

Segundo ejemplo, en el programa Mentiras Verdaderas, Carlos Larraín dice lo siguiente: “lo que le pasa a ustedes (refiriéndose a mí) es que se les arrancó un grupito, la ultra que está haciendo peligrar el proceso constituyente. Ojalá que sigan así”. Y entonces, eso se va transformando en las encuestas en que partimos ganando el Apruebo por 90-10 y hoy día lo estamos ganando por 66, 25.  Y mientras más violencia, más radicalidad, más maximalismo sigue subiendo el rechazo. 

 

Claro, la intervención del presidente de Icare en Enade, que es el discurso de la derecha económica, que acompaña la derecha política, es: esto es muy largo, es una hoja en blanco, es un camino ciego, o sea, se produjo el matrimonio, una vez más,  entre la derecha política y la económica y en mi opinión, nosotros, la oposición, no puede caer en ese juego. Ahora, cómo hacemos afirmativamente decir; que vamos a llegar, vamos a ganar, pero para mí marzo es muy importante.

 

Si en marzo, en mi opinión, volvemos a tener lo que pasó la semana pasada lo que pasó el 1 de noviembre ahí el rechazo puede llegar al 40, 45%.

¿Es decir el tema de la violencia es bien crítico y es primordial controlarlo?

Obvio. La violencia políticamente hablando solo ayuda a la derecha en esta coyuntura.

 

Obvio, yo entiendo y comparto la indignación, pero no puedo a través de mi conducta terminar favoreciendo a mi adversario. Así de simple.

Claro porque la violencia tiene otra explicación en la gente que no tiene nada, que lo ha perdido todo, que no tiene ninguna esperanza, entonces eso legitima esa violencia, pero resulta que, al país hay que conducirlo y esa rabia acumulada y muchas veces con razón, tienen que transformarla en esperanza, aunque la sola rabia no te conduce a nada.

 

Esa rabia de la que usted habla aumenta cuando la gente está siendo querellada por el gobierno con la nueva ley antisaqueos

Lo que pasa es lo siguiente: piensa en la inmensa mayoría el 90, 95%, piensa incluso en el mundo popular donde quemaron y saquearon los supermercados. Esa gente, está indignada con el saqueo. En Las Condes nunca han saqueado el Jumbo. Entonces, el saqueo, que es una expresión de anomia social, de rabia, tienes que pararlo porque si no lo haces solo es la rabia y los países se conducen con esperanza, con futuro porque la rabia desatada en sí misma, es la anarquía total no más.

 

La gente ni sabe lo de la nueva Ley, pero desde el punto de vista de los que fueron detenidos, van a ser formalizados y van a estar en prisión preventiva. Pero el tema no es judicial, es político. Cómo le transmitimos a esa gente que su rabia acumulada, justificada tiene que transformarse en esperanza porque solo la rabia, quemando todos los supermercados la derecha sigue igual. La derecha sigue comprando en el Jumbo de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea. Si el único que pierde es el vecino de Quilicura que le quemaron y saquearon el supermercado.

 

Si claro, por el hecho de la muerte del barrista, pero yo le quiero decir que la prueba de fuego para los que queremos ganar el plebiscito y que tengamos una nueva Constitución va a ser marzo. Si marzo vuelve a ser octubre y noviembre, solo lo gana la derecha porque esa es su estrategia. Te dicen condenamos la violencia, pero por ellos ojalá que la Plaza Italia ardiera, porque cuando la Plaza Italia arde los sectores medios que ya trabajaron con Guillier lo de Chilezuela ¿se acuerdan? Qué le dice la derecha a los sectores medios: vaya, mire, estos son los que quieren ganar, estos son los que quieren la nueva Constitución. ¿Usted está por eso? No, asegúrese vote Rechazo. Tal cual.

Allamand tiene aspiraciones presidenciales, entonces compiten por ser el rostro del rechazo junto con José Antonio Kast. Entonces, la lógica de Allamand le está resultando. Mira, dime por qué Allamand en un programa de televisión, que lo están viendo unas 300 mil personas, comillas, pierde su tiempo leyendo in extenso las declaraciones de Mesina ¿Por qué le sirven o no? Porque le sirven.

 

Pienso que lo relevante para que permanezca en el tiempo, sea sólido, es el cambio político y el económico y social. El cambio político se expresa en el plebiscito, ganarlo, asamblea constituyente, nueva Constitución y el cambio económico y social es apurar, profundizar las medidas parciales del gobierno. O sea, hay que aprobar la reforma previsional, el ingreso mínimo garantizado,  los temas en salud, el fin de la elección, hay que aprobar la rebaja de dieta. Eso es lo que  demanda la ciudadanía.

 

 

Eso es verdad. Si la torta no crece cómo van a repartirla. El problema es que la torta crece y no se reparte, se reparte muy mal. Pero nadie discute que para repartir hay que tener torta. Si el problema es que tiene que haber torta. Tienes que ser cada día más grande esa torta, si la diferencia está en si se reparte bien o se reparte mal. La derecha la reparte mal. Nosotros queremos repartirla bien.

Lo primero es que estamos fragmentados, lo que mucha gente no entiende. Para el plebiscito hay cuatro comandos distintos, para decir lo mismo: aprobemos. Entonces, cuando esto ocurre qué hay detrás de que haya cuatro comandos; intereses distintos, estrategias distintas, presidenciables distintos, diagnósticos distintos.

 

Entonces, lo he dicho tantas veces, la oposición es el 62%  del país si miramos la última elección parlamentaria, la derecha es el 38%, pero el 38 es más grande si el 62 está dividido, es una cosa de matemáticas. Entonces, si nosotros no nos unimos, va   ganar la derecha la nueva Constitución, la constituyente, los municipios, gobiernos regionales y ganar las presidenciales. La derecha seguirá gobernando no obstante que es una minoría, pero que se impone ante la ineptitud e ineficiencia de la mayoría que no logra ponerse de acuerdo en lo mínimo.  

 

Falta explicar, esta es lucha política. Falta cómo yo convenzo al 57% de los habitantes de La Pintana que levantarse a votar le puede cambiar su vida cuando tienen  en la práctica que se han levantado a votar muchas veces y les ha cambiado poco. Mientras que el compadre que se levanta en Vitacura sabe que si vota por la derecha su vida permanecerá igual y si gana la izquierda algún deterioro tendrá con la reforma tributaria, tendrán que repartir más.